Red Voltaire: Libia es un país rico en gas y 
		petróleo. Este país creó la Autoridad Libia de Inversiones, con un 
		capital de 70.000 millones de dólares. 
		
		 
		
		¿Cómo utilizan ustedes ese 
		capital?
		
		Mohammed Siala: Es cierto que disponemos de importantes recursos, pero 
		no son renovables. Así que creamos la Autoridad Libia de Inversiones 
		para proteger las riquezas de las futuras generaciones, como por ejemplo 
		los noruegos. 
		
		 
		
		Sin embargo, dedicamos parte de esos fondos al desarrollo 
		de África. 
		
		 
		
		Eso significa que hemos invertido más de 6000 millones de 
		dólares en [la realización de] acciones [a favor del] desarrollo del 
		continente [africano] en sectores como la agricultura, el turismo, el 
		comercio, la minería, etc.
		
		El resto de los fondos lo hemos invertido en diferentes sectores, en 
		diferentes países, en diferentes monedas, en todas partes, incluso en 
		Estados Unidos y en Alemania, lo cual, desgraciadamente, les ha 
		permitido congelar parte de esos fondos.
		 
		
		
		
		Red Voltaire: ¿Cómo se aplica ese congelamiento en el plano técnico?
		
		Mohammed Siala: El congelamiento de los fondos se rige por las leyes 
		bancarias de los países donde se encuentran. 
		
		 
		
		
		La regla es que congelan 
		nuestras cuentas, pero podemos lograr que [los fondos] sean liberados si 
		llevamos el litigio ante un Comité de Reclamaciones y podemos probar que 
		estaban destinados a determinados fines. 
		
		 
		
		
		Por ejemplo, en este momento 
		acabo de argumentar el descongelamiento de fondos destinados al 
		otorgamiento de becas a los 1200 estudiantes que hemos enviado a 
		Malasia. Estamos tratando de hacer lo mismo con todo lo que tiene que 
		ver con las subvenciones sociales o con los gastos de hospitalización de 
		nuestros ciudadanos en el extranjero.
		
		Algunos países nos autorizan a utilizar fondos para la compra de 
		alimentos o de medicamentos. En principio, estamos en nuestro derecho, 
		pero muchos se niegan a descongelar las sumas necesarias o demoran el 
		proceso. 
		
		 
		
		
		Por ejemplo, en Italia, el Estado nos niega toda forma de 
		utilización de nuestros fondos. En Alemania, el Estado nos autoriza su 
		uso con fines humanitarios, pero algunos bancos se niegan a descongelar 
		los fondos necesarios. Las interpretaciones de la resolución son 
		completamente diferentes según los Estados. 
		
		 
		
		
		Nosotros exigimos una regla 
		clara: lo que se permite está autorizado y lo que no, está prohibido. 
		
		 
		
		
		Por el momento, la interpretación es política y se está imponiendo la 
		fuerza en lugar del derecho.
		 
		
		
		
		Red Voltaire: ¿Es el único problema que están enfrentando ustedes para 
		garantizar el aprovisionamiento?
		
		Mohammed Siala: También estamos enfrentando el bloqueo marítimo que la 
		OTAN ha implementado y que carece de toda base legal. Impiden la llegada 
		de nuestros suministros o los retrasan, incluyendo los envíos de 
		alimentos. 
		
		 
		
		
		Se esfuerzan ante todo por impedir que obtengamos gasolina, 
		aunque eso no está estipulado en las resoluciones de la ONU.
		
		Hace un mes que tenemos un barco cargado de petróleo en espera en Malta. 
		Por cada barco nos cuestionan la doble utilidad de lo que transporta. La 
		gasolina es para los vehículos civiles, pero ellos dicen que también 
		puede servir para los vehículos del ejército. Nosotros les respondemos 
		que no tienen derecho a impedir que utilicemos nuestras ambulancias, 
		etc.
		
		En todo caso, desde el comienzo del conflicto nos impiden el 
		aprovisionamiento en gasolina y nosotros dependemos de las refinerías 
		extranjeras para garantizar alrededor de la tercera parte de nuestras 
		necesidades. Eso es lo que ha generado la actual escasez. 
		
		 
		
		
		Teóricamente, 
		sólo tienen derecho a inspeccionar los barcos para garantizar que no 
		transporten armas. En la práctica, sin embargo, han desplegado 
		ilegalmente un bloqueo marítimo.
		
		Han impedido el paso a barcos rusos y chinos. Esos Estados deben 
		presentar una denuncia al Comité de Sanciones de la ONU para cuestionar 
		la interpretación de las resoluciones. Es un procedimiento interminable 
		y disuasivo. No existe ninguna base legal que los autorice a actuar así, 
		pero lo están haciendo por la fuerza, seguros de su impunidad.
		
		A pesar de todo, nosotros logramos obtener suministros por vía terrestre, 
		pero eso es ínfimo. Se necesita un mes para transportar por camión todo 
		lo que podríamos descargar en nuestros puertos en un solo día. 
		
		 
		
		 
		
		
		Nota:  Libia ha emprendido numerosas construcciones en materia de 
		infraestructura, como las gigantescas obras de irrigación del
		
		Great Man Made 
		River.
		 
		
		
		
		Red Voltaire: ¿Qué proyectos están en vías de realización?
		
		Mohammed Siala: Existe una vía de ferrocarril que recorre el norte de 
		África, exceptuando Libia. 
		
		 
		
		
		Nosotros queremos completarla para 
		integrarnos a la economía regional y hacerla más dinámica. Los chinos 
		están construyendo el tramo entre Túnez y Sirta y los rusos están a 
		cargo del tramo que va de Sirta a Benghazi. 
		
		 
		
		
		Había una negociación en 
		marcha con Italia sobre el tramo Benghazi-Egipto y las locomotoras. 
		También habíamos emprendido la construcción de una vía transcontinental 
		norte-sur, con el tramo Libia-Yamena. 
		
		 
		
		
		Son inversiones considerables y de 
		interés nacional y creíamos que podíamos contar con la ayuda del G8. Ya 
		nos lo habían prometido y nos tomaron desprevenidos.
		
		Somos duros en cuestiones de negocios y recurrimos al sistema de 
		licitaciones para que los aspirantes a la obtención de los contratos 
		tengan que bajar sus precios. Durante su visita a nuestro país, Vladimir 
		Putin estuvo de acuerdo en alinear las tarifas de las empresas rusas con 
		las de sus competidoras chinas. 
		
		 
		
		
		Así logramos una diversificación de 
		nuestros asociados.
		 
		
		
		
		Red Voltaire: ¿Qué va a pasar con esos proyectos ahora que hay guerra?
		
		Mohammed Siala: Todos esos trabajos están detenidos por causa del 
		congelamiento de nuestros fondos. 
		
		 
		
		
		Pero seguimos adelante con las 
		licitaciones para los tramos que quedan porque estamos seguros de que la 
		guerra es una cuestión momentánea y que los trabajos van a reanudarse. 
		Estamos preparándonos para continuar con los contratos temporalmente 
		interrumpidos por razones de «fuerza mayor».
		
		Nuestros asociados están desesperados con el problema de la guerra. Los 
		chinos tienen aquí contratos por un monto de 20.000 millones de dólares 
		y los turcos por 12.000 millones. 
		
		 
		
		
		Les siguen los italianos, los rusos y 
		los franceses. Esta agresión no favorece sus intereses, y todavía menos 
		su participación en ella. Es probable que algunos hayan recibido 
		compensaciones por debajo de la mesa, pero no tenemos información 
		precisa sobre ese tema. 
		
		 
		
		
		Otros esperan beneficiarse más conquistando 
		nuestro país y se atribuyéndose a sí mismos los contratos de 
		reconstrucción.
		 
		
		
		
		Red Voltaire: ¿Qué consecuencias tiene para África el congelamiento de 
		los fondos libios?
		
		Mohammed Siala: Al bloquear nuestros fondos han bloqueado también 
		nuestras acciones en pro del desarrollo de África. El continente no 
		logra exportar otra cosa que productos no elaborados. 
		
		 
		
		
		Nosotros 
		invertimos para que esos productos se elaboren en África y para que los 
		comercialicen los propios africanos. Se trata de crear empleos y de 
		mantener la plusvalía en África. Por un lado, los europeos nos animan 
		[en ese sentido] porque esa política disminuye el flujo migratorio. Pero 
		por otro lado se oponen porque tienen que tendrían que renunciar a la 
		explotación colonial.
		
		Los occidentales quieren mantener a África en posición de exportador de 
		productos no elaborados, de materias primas.
		
		Por ejemplo, cuando el café que produce Uganda se exporta hacia Alemania, 
		donde finalmente se comercializa, la plusvalía se queda en Alemania. 
		Nosotros hemos financiado instalaciones que permiten realizar la 
		torrefacción del café, molerlo, empaquetarlo, etc. La remuneración de 
		los ugandeses pasó así del 20% al 80%. Claro, nuestra política entra en 
		conflicto con la de los europeos. Y eso es un eufemismo.
		
		Nosotros financiamos el cultivo de arroz en Mozambique y en Liberia a 
		razón de 32 millones por cada proyecto, y creamos en cada caso 100.000 
		empleos. Nuestro objetivo es, en primer lugar, [alcanzar] la 
		autosuficiencia alimentaria de cada Estado africano y, sólo después de 
		eso, la exportación. No cabe duda de que eso no le conviene a los que 
		producen y exportan arroz, sobre todo si lo utilizan para especular.
		
		También construimos carreteras, por ejemplo, desde Libia a través del 
		Níger. Ya conectamos Sudán con Eritrea, lo cual constituye un gran 
		cambio para la economía regional y abre perspectivas de desarrollo. 
		
		
		 
		
		
		Ahora es posible la circulación de mercancía por carretera y por mar.
		 
		
		
		
		Red Voltaire: ¿Puede decirse que Libia tiene pocas alianzas diplomáticas 
		pero que ustedes han establecido alianzas económicas que los protegen? ¿Podemos 
		hablar de una diplomacia de las inversiones?
		
		Mohammed Siala: Sí.
		
		
		
		Por ejemplo, nosotros dedicamos 50 millones de dólares a financiar la 
		construcción - por empresas chinas - de un canal de 32 kilómetros para la 
		irrigación de zonas agrícolas en Malí.
		
		
		
		El congelamiento de nuestros fondos interrumpe importantes proyectos 
		agrícolas en ese país. Si [el congelamiento] se mantiene, habrá 
		rápidamente un problema de alimentación y la población reanudará y 
		acelerará la migración hacia Europa. 
		
		 
		
		
		En definitiva, los europeos no 
		pueden darse el lujo de detener nuestro trabajo a favor del desarrollo 
		del continente [africano]. No tienen ninguna alternativa que ofrecer 
		ante nuestra política.
		 
		
		
		
		Red Voltaire: ¿Disponen ustedes de algún sistema que les permita pagar 
		sus pedidos al mercado internacional a pesar del congelamiento de sus 
		fondos? 
		
		 
		
		
		Su país está siendo agredido, así que me refiero, por supuesto, 
		a la compra de armas y municiones.
		
		Mohammed Siala: Ya llevamos 4 meses y medio de resistencia. Nosotros 
		aprendimos la lección del embargo y ya estábamos preparados desde el 
		primer día. 
		
		 
		
		
		Muchos Estados nos observan y ellos también quieren tomar 
		medidas similares para protegerse del imperialismo.