
	por Henry Makow, Ph. D
	15 Marzo 2013
	
	del Sitio Web
	
	HenryMakow
	
	
	
	Versión en ingles
	
	
	Versión en Italiano
	
	 
	
	 
	
	 
	
	 
	
	
	
	
	 
	
	
	
	
	El comunismo es un monopolio sobre todas 
	las cosas, 
	
	incluyendo el pensamiento, impuesta por el 
	"Estado".
	
	El "estado" constituye un frente de 
	
	los banqueros centrales judíos Illuminati,
	
	
	que son los dueños de su deuda.
	Todo cuanto incrementa el poder del "estado" es comunista.
	El gobierno mundial conducirá esto al nivel siguiente.
 
	
	"¿No tiene ya la guerra una función 
	revolucionaria? 
	
	¿La guerra? La Comuna (1870). 
	
	Desde entonces todas las guerras han constituido
	
	
	un paso gigantesco hacia el comunismo."
	
 
	
	
	La mayoría de las personas cree que el comunismo es una ideología dedicada a 
	defender a los trabajadores y a los pobres. Esto no fue más que un ardid de 
	gran éxito con el que se manipuló a millones de personas.
	
	Oculto tras este artificio, el "comunismo" tiene por objetivo concentrar 
	toda la riqueza y poder en las manos
	
	del cártel banquero central (los 
	Rothschild y sus aliados) disfrazándolo de poder estatal.
	
	El cártel (organización criminal) banquero central es el monopolio último. 
	
	 
	
	Tiene un monopolio casi 
	global sobre el crédito de los gobiernos. Su objetivo es convertir esto en 
	un monopolio sobre absolutamente todo, lo político, lo cultural, lo 
	económico y lo espiritual. 
	
	 
	
	 
	
	Gobierno mundial = monopolio Rothschild = comunismo.
 
	
	
	Cualquier ideología que permita concentrar todavía más la riqueza y el poder 
	en las manos del "estado" es comunismo con otro disfraz. 
	
	 
	
	Estas ideologías - socialismo, liberalismo, 
	fascismo, neo-conservadurismo, sionismo y feminismo - son frentes del 
	comunismo organizados y dotados con fondos por parte del cártel banquero 
	central. 
	
	 
	
	Todos los hechos actuales se hallan dirigidos 
	por los banqueros centrales con el fin de incrementar el poder de los 
	gobiernos. 
	
	 
	
	
	
	 
	
	
	(left, Rakowski & Trotsky)
	
	
 
	
	 
	
	 
	
	
	LA SINFONÍA ROJA
	
	Después de 
	Los Protocolos de los Sabios de Sión,
	'La 
	Sinfonía Roja' constituye la mejor 
	revelación de la situación verdadera en que se encuentra nuestro mundo.
	
	La Sinfonía Roja es un interrogatorio que le hizo a Christian Rakovsky 
	la policía secreta estalinista (NKVD). Christian Rakovsky era una persona de 
	información privilegiada y allegada al judío y agente de los Rothschild, 
	Leon Trotsky. 
	
	 
	
	El texto se halla disponible
	
	aquí o en Fourth Reich of the Rich, 
	de Des Griffin. Yo presenté a mis lectores este documento explosivo de 
	cincuenta páginas en 2003. 
	
	 
	
	Este documento desvela y explica el verdadero 
	significado de la Revolución, del comunismo, de la francmasonería y la 
	guerra. Se tenía la intención de ocultarlo al gran público pero su 
	traductor, el doctor J. Landowsky, hizo una copia sin consentimiento.
	
	El experimento humano se halla amenazado por parte de los intereses 
	particulares que han usurpado la función de la creación del dinero en todas 
	partes.
	
	La historia moderna refleja el proceso gradual mediante el cual se 
	transfieren a sí mismos toda la riqueza y el poder destruyendo la 
	civilización occidental y creando un estado policial a nivel mundial. En 
	1938, Rakowsky dijo que todo el mundo se halla bajo el control de los 
	banqueros judíos sabateos (Illuminati, masones) y sus aliados.
	
	En su autobiografía, My Life, León Trotsky escribió: 
	
		
		"Christian G. Rakovsky... desempeñó un papel 
		activo en los trabajos internos de cuatro partidos socialistas, el 
		búlgaro, el ruso, el francés y el rumano, hasta llegar a ser finalmente 
		uno de los líderes de la Federación Soviética, fundador de la 
		Internacional Comunista, Presidente del Soviet Ucraniano de los 
		Comisarios del Pueblo y representante diplomático soviético en 
		Inglaterra y Francia..."
	
	
	A Rakovsky, cuyo verdadero nombre era Chaim 
	Rakover, lo condenaron a muerte cundo tuvo lugar la purga de la facción 
	trotskista del partido. 
	
	 
	
	Intentó salvarse entregándole a Stalin un mensaje de 
	los Illuminati.
	
		
		"Durante el proceso, Rakovsky le contó a su 
		interrogador que los banqueros crearon un estado comunista como una 
		'máquina de poder total' sin precedentes en la historia.
		
		En el pasado, debido a muchos factores, siempre hubo espacio para la 
		libertad individual. ¿Se da usted cuenta de que los que ya dirigen 
		parcialmente las naciones y los gobiernos del mundo tienen la pretensión 
		de dominarlas absolutamente? 
		 
		
		Fíjense en que esto es lo único que todavía 
		no han alcanzado."
	
	
	Una fuerza perniciosa paraliza nuestra vida 
	nacional. 
	
	 
	
	Rakovsky la identifica: 
	
		
		"Imagínese si puede un pequeño número de 
		personas con un poder ilimitado basado en la posesión de la verdadera 
		riqueza y se dará cuenta de que son los dictadores absolutos del mercado 
		de valores y (de la economía)... 
		 
		
		Si usted tiene suficiente imaginación 
		entonces...se dará cuenta de su influencia anárquica, moral y social, es 
		decir, de su influencia revolucionaria... ¿Comprende?"
		
		"...Crearon el crédito económico con la idea de hacerlo próximo a lo 
		infinito... Es una abstracción, un modo de pensar, una cifra, crédito, 
		una fe..." 
		
		(245-246)
	
	
	Naturalmente necesitan proteger su monopolio 
	sobre el crédito mediante la creación de un "gobierno mundial".
	
	 
	
	Esto hace imposible que los países puedan emitir 
	su propio crédito monetario o rechazar su deuda.
 
	
	 
	
	 
	
	
	MARXISMO
	
	El movimiento revolucionario, que define la historia moderna, fue un medio 
	para institucionalizar el poder de
	
	los banqueros destruyendo el viejo orden. El marxismo, 
	
		
		"antes que un sistema filosófico, económico 
		y político es una conspiración para la revolución."
	
	
	Rakovsky se burla del "marxismo elemental, del 
	popular y demagógico" que se usa para para engatusar a los intelectuales y a 
	las masas. (238) A Marx lo contrataron los Rothschild para que engañase a 
	las masas. 
	
	 
	
	Rakovsky dice que Marx,
	
		
		"se ríe en la cara de toda la humanidad."
		
		
		(Griffin, 240). 
	
	
	Por supuesto, Marx no mencionó jamás a los 
	Rothschild.
	
	En cuanto a la francmasonería: 
	
		
		"Todas las organizaciones masonas intentan 
		crear todos los prerrequisitos necesarios para el triujnfo de la 
		revolución comunista; este el fin obvio de la francmasonería," dice 
		Rakovsky, masón él mismo de grado alto.
	
	
	El fin de la revoluciones no es ni más ni menos 
	que el de redefinir la realidad en términos de los intereses de los 
	banqueros. Esto implica la promoción de la verdad subjetiva frente a la 
	verdad objetiva. 
	
	 
	
	Si Lenin "siente que algo es real" entonces es 
	real. 
	
		
		"Para él toda realidad, toda verdad era 
		relativa a la luz de la única y absoluta realidad: la revolución."
	
	
	Esto es cabalismo. 
	
	 
	
	Los judíos cabalistas crean la realidad porque 
	creen que son los vehículos de la voluntad de Dios. (En otras 
	palabras, la humanidad ha sucumbido a un fraude inmenso).
	
	Dicho de otro modo, lo blanco es negro y arriba es abajo. Así es como 
	funcionaban las cosas en la Unión Soviética; y ahora, en Occidente, la 
	verdad y la justicia están siendo sustituidas por el dictado político.
	
	
	 
	
	"La corrección política", término bolchevique, 
	es ahora de uso común.
	
	Así, por ejemplo, la homosexualidad que los psiquiatras siempre trataron 
	como un desorden del desarrollo, se convirtió en una "elección de modo de 
	vida" en 1973 por dictado político. Ahora las escuelas públicas incitan a 
	los niños heterosexuales a que "experimenten con su sexualidad".
	
	 
	
	Esto es insano y antinatural, pero de eso es de 
	lo que verdaderamente tratan el "satanismo" y la revolución, de invertir el 
	orden inherente saludable.
	
	Rakovsky se maravilla de que los,
	
		
		"bancos sobre los que se sentaban los 
		usureros grasientos para comerciar con su dinero se hayan convertido 
		ahora en templos, que se mantienen magníficamente en cada esquina de las 
		grandes ciudades contemporáneas con sus arcadas paganas, a los que las 
		masas acuden... para depositar sistemáticamente todas sus posesiones 
		ante el dios del dinero...
		 
		
		Él dice que la estrella de cinco puntas 
		soviética representa a los cinco hermanos Rothschild con sus bancos, que 
		poseen acumulaciones colosales de riquezas, las más grandes y jamás 
		imaginadas."
	
	
	¿No es raro que Marx no mencione nunca este 
	hecho?, pregunta Rakovsky. 
	
	 
	
	¿No es extraño que durante las revoluciones, las 
	masas no ataquen jamás a los banqueros, ni sus mansiones ni sus bancos?
	
	La guerra es el medio por el cual los banqueros centrales siguen adelante 
	con su plan. Rakovsky dice que Trotsky estaba detrás del asesinato del 
	archiduque Fernando (lo que desencadenó la IGM). 
	
	 
	
	Nos recuerda la frase que la madre de los cinco 
	hermanos Rothschild usó: 
	
		
		"Si mis hijos lo quieren, entonces no habrá 
		guerra." 
	
	
	Esto significa que ellos eran los árbitros, los 
	amos de la paz y la guerra, pero no los emperadores. 
	
	 
	
	¿Es usted capaz de visualizar este hecho de tal 
	importancia cósmica? ¿No tiene ya la guerra una función revolucionaria? ¿La 
	Guerra? La Comuna. Desde entonces todas las guerras han sido un paso 
	gigantesco hacia el Comunismo.
	
	Después del asesinato de Walter Rathenau (miembro Illuminati y 
	Ministro de Asuntos Exteriores de Weimar),
	
	los Illuminati sólo otorgan posiciones 
	políticas o financieras a intermediarios, dice Rakovsky. 
	
		
		"Obviamente a personas que son de confianza 
		y leales, lo que pueden garantizarse de mil maneras: por consiguiente, 
		puede aseverarse que esos banqueros y políticos son sólo hombres de 
		paja... incluso aunque ocupen puestos muy elevados y se les haga 
		aparecer como los autores de los planes que se llevan adelante." 
		
	
	
	Véase a 
	Barack 
	Obama...
	
	
	En 1938 Rakovsky destacó tres razones para la aparición de la Segunda Guerra 
	Mundial. La primera es que Hitler empezó a imprimir su propio dinero. 
	
		
		"Esto es muy serio. Mucho más que todos los 
		factores externos y crueles del nacional-socialismo."
	
	
	En segundo lugar, 
	
		
		"el nacionalismo plenamente desarrollado de 
		Europa Occidental es un obstáculo para el marxismo...la necesidad de la 
		destrucción del nacionalismo es en sí misma merecedora de una guerra en 
		Europa".
	
	
	Finalmente, el comunismo no puede triunfar si no 
	se suprime "el cristianismo todavía viviente". 
	
	 
	
	Él hace referencia a la "revolución permanente" 
	que nace con la llegada de Cristo y a la Reforma como "su primera 
	victoria parcial" porque separó a la cristiandad. Esto sugiere que la 
	"conspiración" también contiene un factor racial o religioso.
	
	En realidad 
	el cristianismo es nuestro único enemigo 
	auténtico, más que todos los fenómenos políticos y económicos de los estados 
	burgueses. El cristianismo que controla al individuo es capaz de anular la 
	proyección revolucionaria del estado neutral soviético o ateo.
	
	Actualmente los banqueros centrales están promocionando la Tercera Guerra 
	Mundial como en el libro "Choque de las Civilizaciones". 
	
	 
	
	Sustituya islam por cristianismo, 
	y enfrente a los cristianos contra ellos.
	
	 
	
	 
	
	
	
	CONCLUSIÓN
	
	El 
	Nuevo Orden Mundial crea una falsa realidad que representa 
	nuestra esclavitud mental. 
	
	 
	
	Legiones de comentaristas, profesores y 
	políticos se encargan de hacer cumplir sus preceptos. Éstos son los 
	argentur (agentes) a los que se hace referencia con gran engreimiento en
	
	Los Protocolos de los Sabios de Sión.
	
	La sociedad está totalmente subvertida. El gobierno, la educación, el 
	entretenimiento y los noticiarios están en manos del cártel banquero 
	central. El sector privado canta a partir del mismo libro de partituras en 
	materias como la "diversidad". 
	
	 
	
	Lo mismo resulta de aplicación a los think 
	tanks, fundaciones, ONGs, asociaciones profesionales y organismos de 
	caridad. Las agencias de inteligencia están al servicio de los banqueros 
	centrales (el artículo 'How 
	the Fed Bought the Economics Profession' es la plantilla de todas 
	las profesiones).
	
	Como resultado, la sociedad se encuentra indefensa para manejar su verdadero 
	problema: 
	
		
		la concentración del poder en las manos de 
		los banqueros creyentes en la Cabala. 
	
	
	Nos lo impiden con la espuria acusación de 
	"antisemitismo" cuando la mayoría de los judíos son ajenos al entramado.
	
	
	 
	
	No faltan los lacayos, frecuentemente 
	francmasones y judíos masones, ansiosos por compartir los despojos del 
	fraude de los banqueros. Esto es lo que define hoy el "éxito".
	
	La humanidad se halla condenada mientras estos banqueros controlen la 
	sociedad. 
	
	 
	
	¿Cuál es el remedio? 
	
		
			- 
			
			nacionalizar los bancos centrales 
- 
			
			repudiar las deudas creadas de la nada 
- 
			
			deshacerse de los cárteles, 
			especialmente de Hollywood y de los media  
- 
			
			instituir una campaña financiera 
			estrictamente pública 
	
	Además necesitamos un resurgimiento espiritual, 
	un regreso a la
	
	religión 'verdadera' o por lo menos a una 
	afirmación de Dios y de un orden moral.
	
	Pero mientras la gente perciba sus intereses en términos del status quo 
	nuestros problemas seguirán siendo sistémicos y no desaparecerán.