| 
						ADVERTENCIA 
			No sé si con este libro firmo mi sentencia de muerte.
 
						Espero que 
			alguien me defienda. 
						 
						Pero si no fuese así, me iría con toda 
			tranquilidad de este desventurado planeta dirigido por imbéciles 
						 
						y 
			poblado en gran parte por tristes hormigas locas. 
						 
						Irme..., ¿a dónde? No 
			lo sé. 
						 
						Eso sólo lo saben con certeza los fanáticos religiosos. 
 
						También se 
						encuentra
						
						AQUÍ,
						
						AQUÍ,
						
						AQUÍ,
						
						AQUÍ,
						
						AQUÍ,
						
						AQUÍ,
						
						AQUÍ, 
						y en
						
						muchos otros sitios en 
						la Web |