26 Agosto 2025 del Sitio Web MPR21
Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, la empresa de análisis de datos Palantir, disfruta de un éxito notable.
El director de Palantir, Alex Karp es una de las figuras más prominentes de la industria estadounidense de alta tecnología.
Si bien es menos conocido que Elon Musk o Mark
Zuckerberg, en tan solo unos meses se ha consolidado como una pieza
clave en la política de seguridad del nuevo gobierno de Trump.
El pasado mes de mayo Trump subió a Karp al Air Force One para cerrar contratos con Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí.
Un mes antes fue presentado al jeque Tahnoun
Bin Zayed, uno de los hombres fuertes de Abu Dabi, para hablar
sobre los principales proyectos de inteligencia artificial de
Emiratos Árabes Unidos.
Su punto fuerte es la vigilancia, el control y la represión, una industria con futuro:
Esta capacidad única le permite colaborar con las principales instituciones federales, desde sanidad hasta defensa.
En los primeros seis meses del año, tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, la empresa ha firmado contratos por 322 millones de dólares con el gobierno, un 12% más que en el mismo período del año anterior.
A principios de agosto, publicó resultados récord para su segundo trimestre,
En los últimos años, se ha diversificado con importantes empresas internacionales como el fabricante de aeronaves,
Recientemente, el gobierno firmó un contrato de 30 millones de dólares para vigilar las entradas y salidas de migrantes en su territorio.
El objetivo es detectar a los extranjeros con los
visados vencidos.
Puede encontrar vínculos "ocultos" entre una
maraña de información aparentemente inconexa.
La empresa fue financiada inicialmente por In-Q-Tel, es decir, por la CIA.
Su primer inversor fue nada menos que el multimillonario Peter Thiel, estrecho colaborador de Trump.
Supuestamente en 2011 su aplicación Gotham ayudó a localizar el escondite de Bin Laden antes de su asesinato.
Nunca se ha aportado ninguna prueba de este bulo,
que fue ampliamente difundido en su momento por los medios
estadounidenses.
'Un esfuerzo
para mantener a Estados Unidos en el Primer Lugar'
Según Karp, Palantir ha prevenido innumerables atentados "terroristas" en Europa.
Los estrechos vínculos de Palantir con la comunidad de defensa siempre han sido motivo de orgullo para el empresario, quien incluso se permite el lujo de impartir doctrina sobre la alianza entre Silicon Valley y el Pentágono.
En un libro publicado el año pasado, titulado La República Tecnológica (The Technological Republic), asegura que la élite tecnológica está perdiendo el tiempo creando aplicaciones de citas y de compras en línea, en lugar de comprometerse con su país.
El éxito de Palantir no se explica únicamente por sus patrocinadores políticos.
La empresa y sus aplicaciones basadas en
inteligencia artificial se venden como una solución para optimizar
costes, tanto para las grandes empresas como para los presupuestos
gubernamentales, siguiendo la purga política de
Elon Musk,
el efímero responsable de la reducción de gastos del gobierno
de Trump.
Varios cabecillas de Palantir han ocupado
puestos clave en la Casa Blanca, siguiendo el principio de las
puertas giratorias. El vicepresidente J.D. Vance fue uno de
los primeros inversores en Palantir, junto con Peter Thiel.
Son contactos bien posicionados para defender los
intereses de una empresa privada que participa en todos los grandes
proyectos políticos del país.
Acaba de ganar uno de cuatro años para modernizar las herramientas de la OTAN. Está valorado en decenas de millones de dólares.
La aplicación Maven Smart System, ya utilizada por el ejército estadounidense en Afganistán, está diseñada para acelerar la toma de decisiones en el campo de batalla y fortalecer la coordinación de las operaciones civiles y militares.
Es una ventaja táctica muy valiosa en el contexto de las nuevas guerras híbridas.
Esta maquinaria de guerra tecnológica se presenta
como el sistema nervioso central de operaciones por la OTAN, que ha
prometido utilizar la solución por un período limitado.
|