por William Hunter

24 Noviembre 2025

del Sitio Web DailyMail

traducción de Biblioteca Pleyades

Versión original en ingles

 

 

 

 

Los científicos han lanzado una alarmante advertencia:

los avances en neurociencia podrían hacer realidad

poderosas "armas cerebrales".
(imagen de archivo)

 

Esta es la "Ciencia de la Ingeniería Social" de vanguardia, desarrollada a través de la Tecnocracia.

 

Llevo 20 años advirtiendo sobre esto. La ciencia convergente (NBIC, 2000) y la 'Iniciativa BRAIN' de Obama (Investigación cerebral mediante el avance de las neurotecnologías innovadoras, 2013) se presentaron como curas "para enfermedades".

 

En realidad, el ejército y las organizaciones fantasma acechaban en las sombras para obtener tecnologías de alteración mental que pudieran usarse para controlar poblaciones enteras.

Este artículo señala:

"Lo mismo, Investigación científica que está ayudando a tratar trastornos neurológicos También se puede usar para construir armas dirigidas a funciones cerebrales específicas."

¡Uy! ¡Demasiado tarde!...

 

El caballo ya salió del establo.

Fuente

 


Los científicos emiten una

ominosa advertencia sobre las "armas cerebrales"

que alteran la mente y que pueden

controlar la percepción, la memoria

y el comportamiento...

 

 

 

Las armas de control mental pueden parecer algo sacado de una película de ciencia ficción distópica, pero los expertos ahora dicen que se están convirtiendo en una realidad.

Los científicos han emitido una advertencia ominosa sobre las "armas cerebrales" que alteran la mente y que pueden afectar la percepción, la memoria e incluso el comportamiento.

En un libro recientemente publicado (Preventing Weaponization of CNS-acting Chemicals - A Holistic Arms Control Analysis), el Dr. Michael Crowley y el profesor Malcolm Dando, de la Universidad de Bradford, sostienen que los recientes avances científicos deberían ser una "llamada de atención".

El profesor Dando afirma:

"El mismo conocimiento que nos ayuda a tratar trastornos neurológicos podría utilizarse para alterar la cognición, inducir el cumplimiento o incluso, en el futuro, convertir a las personas en agentes involuntarios".

Naciones, incluido Estados Unidos, China, Rusia y el Reino Unido han estado investigando,

las llamadas armas que actúan sobre el sistema nervioso central (SNC) desde la década de 1950.

Ahora, el Dr. Crowley y el Profesor Dando sostienen que la neurociencia moderna ha llegado a ser tan avanzada que se podrían crear armas mentales verdaderamente aterradoras.

El profesor Dando afirma:

'Estamos entrando en una era en la que el propio cerebro podría convertirse en un campo de batalla.

'Las herramientas para manipular el sistema nervioso central - para sedar, confundir o incluso coaccionar - son cada vez más precisas, más accesibles y más atractivas para los Estados.'

Durante las décadas de 1950 y 1960, la mayoría de las principales potencias del mundo "buscaron activamente" desarrollar sus propias armas de control mental.

Su objetivo era crear dispositivos que pudieran incapacitar a un gran número de personas por inconsciencia, alucinaciones, desorientación o sedación.

El caso más famoso es el del desarrollo por parte del ejército estadounidense del compuesto "BZ" o "QNB", que produce una potente sensación de delirio, alucinaciones y disfunción cognitiva.

Estados Unidos fabricó aproximadamente 60,000 kilogramos de la potente droga y la utilizó para crear una bomba de racimo de 340 kilogramos (750 libras).

Aunque la bomba estaba destinada a ser utilizada en Vietnam, y el BZ fue probado intensivamente en soldados estadounidenses, no hay evidencia de que el arma fuera utilizada alguna vez.

Mientras tanto, el ejército chino ha desarrollado una "pistola narcotica" (pagina 61 de 'Toxin and Bioregulator Weapons - Preventing the Misuse of the Chemical and Life Sciences') diseñada para disparar jeringas con sustancias químicas incapacitantes.

Sin embargo, el Dr. Crowley y el Profesor Dando señalan que,

la única ocasión en que se utilizó en combate un arma dirigida al sistema nervioso central fue por parte de las fuerzas de seguridad durante el asedio al teatro de Moscú en 2002.

 

Después de que militantes chechenos armados tomaron a 900 civiles como rehenes, las fuerzas de seguridad utilizaron un "agente químico incapacitante" derivado del fentanilo para incapacitar a los atacantes.

Aunque el arma química rompió el asedio, el gas mató a 120 de los 900 rehenes y a un número indeterminado más, que enfrentaron problemas de salud a largo plazo y una muerte prematura.

Sin embargo, desde entonces, el potencial de estas armas para alterar la mente se ha extendido mucho más allá de simplemente noquear a los atacantes o provocar alucinaciones.

La misma investigación científica que está ayudando a tratar trastornos neurológicos, también se puede utilizar para construir armas dirigidas a funciones cerebrales específicas.

"Éste es el dilema del doble uso al que nos enfrentamos", afirma el profesor Dando.

Por ejemplo,

los científicos están investigando partes de los "circuitos de supervivencia" del cerebro, que son las vías neuronales que controlan el miedo, el sueño, la agresión y la toma de decisiones.

Comprender cómo funcionan estos circuitos es fundamental para tratar enfermedades neurológicas, pero también abre la puerta a la posibilidad de utilizar estas regiones del cerebro como armas.

De hecho, el Dr. Crowley y el Profesor Dando están tan preocupados por esta posibilidad que están viajando a La Haya para una reunión clave de estados para defender la necesidad de tomar medidas urgentes.

El problema, advierten los investigadores, es que las armas dirigidas al sistema nervioso central actualmente se encuentran en un "vacío legal" en las normas que regulan el uso de armas químicas.
 

 

Esto surge en medio de una creciente preocupación

de que los ejércitos del futuro podrían estar compuestos

por cíborgs con mejoras neurológicas que lo permitan.

 


La Convención sobre Armas Químicas prohíbe el uso de sustancias químicas nocivas en la guerra, pero existe una zona gris que permite el uso de algunas sustancias químicas en determinadas circunstancias, como la aplicación de la ley.

Esto deja una posible justificación legal para el desarrollo y uso de poderosas armas de control mental dentro del alcance actual de la ley.

El profesor Dando afirma:

"Existen peligrosas lagunas regulatorias dentro y entre estos tratados.

 

A menos que se resuelvan, tememos que ciertos Estados se animen a explotarlas en programas específicos de CNS y de armas con agentes incapacitantes más amplios".

"Debemos actuar ahora para proteger la integridad de la ciencia y la santidad de la mente humana".