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por Xavier Diez del Sitio Web BrownstoneEsp
en Defensa que Washington pretende imponer a sus aliados carece de sentido militar.
Es una impuesto revolucionario para cuadrar los presupuestos en el Congreso y en el Senado americano...
Se trataba de un sofisticado sistema de interceptación de misiles nucleares soviéticos, mediante un escudo tanto terrestre como satelital.
Sin embargo, la realidad es que el sistema de la "Guerra de las Galaxias" (en referencia a la película de George Lucas), como se supo después, era totalmente ineficaz e inútil desde el punto de vista tecnológico militar, ya que se comprobó que tenía escasas o nulas probabilidades de interceptar misiles nucleares.
No obstante, el objetivo no era derrotar militarmente a la Unión Soviética.
Como ya advirtió en 1986 el astrofísico Carl Sagan,
Y los soviéticos cayeron en la trampa...
El hipotético peligro de quedar en inferioridad aérea y espacial les llevó a incrementar drásticamente el presupuesto militar en una economía ya debilitada.
Así fue como Estados Unidos derrotó a la
superpotencia comunista sin disparar un solo tiro, sino mediante un
sofisticado engaño.
Objetivamente, es un planteamiento absurdo. Para empezar, haría falta una amenaza real que justificara semejante aumento del gasto militar.
Actualmente, en la narrativa política dominante, se suele señalar a Rusia como el villano... Rusia invierte hoy 145 mil millones en su ejército, una cifra anecdótica si la comparamos con los 1,3 billones que destina la OTAN, es decir, nueve veces más.
Por ejemplo,
En este sentido, la guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto ante cualquier analista militar las vulnerabilidades del ejército ruso:
Rusia ha ocultado como ha podido su armada y
aviación para evitar mayores pérdidas. Y parece haber fracasado
frente a un país que dedica 64 mil millones de dólares, es decir,
2,3 veces menos.
Sin embargo, su pertenencia a la OTAN (incluso Finlandia y Suecia se han sumado como quien contrata un seguro) hace que una invasión rusa sea más que improbable...
Si Rusia no parece en condiciones de amenazar la integridad de los países de la UE, podríamos pensar... ¿en China?
Sin embargo, el único país europeo que comparte frontera y podría ser invadido por esta superpotencia asiática es precisamente… Rusia.
China, por su parte, tiene un gasto en defensa de 313 mil millones de dólares, más de cuatro veces inferior al de la OTAN.
En cualquier caso, al menos por ahora, los
dirigentes chinos son lo suficientemente pragmáticos y pacientes
como para no embarcarse en aventuras, y el principal peligro sería
más bien su expansión en el Pacífico, demasiado lejos de Bruselas.
Por tanto,
Porque, además de la perversión de gastar en defensa para guerras que no se van a librar, existen obstáculos estrictamente técnicos que hacen inviable la propuesta.
Precisamente el conflicto de Cachemira ha
permitido que un Pakistán con un presupuesto diez veces inferior al
de la India haya humillado a su tradicional enemigo, y donde las
armas chinas y estadounidenses han demostrado su superioridad frente
al obsoleto armamento ruso y europeo de Nueva Delhi.
Aquí, quizá debamos remontarnos al inicio del
artículo y a los verdaderos objetivos de la "Guerra de las Galaxias"
de Reagan, destinada a colapsar el imperio soviético.
Es decir, el gran capital que ha aplaudido al presidente de la MAGA quería lo de siempre:
Lo que inició Reagan hace más de cuatro décadas y que ha llevado al declive de la potencia americana (generar una clase de ultrarricos irresponsables que dejan en manos de unas explotadas clases medias el mantenimiento del Estado) ha provocado,
Teniendo en cuenta que el único país occidental con una industria armamentística capaz de producir, vender e innovar tecnológicamente sigue siendo Estados Unidos, deja entrever el objetivo de este anuncio / mandato.
Con las grandes empresas, y especialmente con una industria financiera que no paga impuestos, los niveles de vida han supuesto un empobrecimiento generalizado de los votantes trumpistas, resentidos por cómo les ha tratado el sistema y, especialmente, por el abandono del Partido Demócrata.
En realidad, el 5% en defensa debe entenderse
como una especie de impuesto revolucionario para cuadrar los
presupuestos en el Congreso y el Senado, una forma de prolongar el
déficit antes de que el dólar deje de ser la divisa internacional y,
por tanto, deje de funcionar la "impresora de billetes" que ha
mantenido artificialmente la hegemonía política y económica de
Washington.
Hasta ahora, la clase política estadounidense, con una eficaz técnica de propaganda y teología neoliberal, ha mantenido la ilusión de hegemonía, mientras los puentes y carreteras construidos por Eisenhower se agrietan y lo que queda del sistema de bienestar creado por Roosevelt y Johnson hace aguas.
Hasta ahora todo ha funcionado porque tanto republicanos como demócratas han mantenido la religión de los bajos impuestos. Sin embargo, muchos estadounidenses, a menudo más viajados, ven con cierta envidia que disponer de sistemas públicos de salud, educación y pensiones no es cosa de comunistas.
Es perfectamente posible una economía de mercado
y tener médico gratuito, una educación aún no tan deteriorada y un
sistema relativamente garantista que impide (cada vez menos) caer en
la pobreza.
Funcionaría como una bola de demolición para los sistemas de salud, pensiones y educación, que pasarían a ser gestionados por empresas privadas de capital estadounidense (como ya ha ocurrido en las últimas décadas en América Latina, con cierto espíritu colonial).
Por ejemplo, España, que gasta un 1,3% en defensa, si aumentara al 5% implicaría gastar 64.000 millones más, lo que equivaldría a una tercera parte del presupuesto anual de la seguridad social.
Por tanto, destinar fondos públicos a participar en el "Ikea" de las armas estadounidenses equivaldría a un colapso de dimensiones soviéticas.
De eso trata el 5%:
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