| 
			 
			  
			
			  
			
			 
			
			  
			
			por Margarita Rodríguez 
			
			24 Agosto 2024 
			
			del Sitio Web
			
			BBCNewsMundo 
			
			Información enviada por JHGP 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			  
			
			
			
			  
			Eiichi Shibusawa 
			 
			
			desempeñó un 
			rol clave  
			
			en la 
			modernización de Japón. 
			Fine Art Images/Heritage Images 
			
			via Getty 
			Images 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			Hubo una época en la que los comerciantes en 
			Japón eran vistos con desdén por quienes tenían el poder. 
			
				
				Algunos hasta los calificaron de "parásitos 
				de la sociedad", cuenta el historiador John H. Sagers. 
			 
			
			Ocurrió en el período Edo, entre 1603 y 1867. 
			 
			Pero un hombre se empeñó en cambiar esa visión. 
			
				
				"Para crear una imagen más positiva de los 
				líderes empresariales japoneses modernos, Eiichi Shibusawa 
				desarrolló un conjunto de ideas que llamó 'la unidad de la 
				moralidad y la economía', intentando reconciliar la ética del 
				confucionismo con el capitalismo de mercado", escribió el 
				profesor de la Universidad de Linfield. 
			 
			
			Shibusawa ayudó a construir un nuevo sistema 
			económico en un país que "estuvo cerrado por 250 años", le dice a 
			BBC Mundo Geoffrey Jones, profesor de la Escuela de Negocios 
			de la Universidad de Harvard. 
			
				
				"Japón estaba muy atrasado en comparación con 
				el Occidente desarrollado", añade. 
			 
			
			Si bien Shibusawa no fue la única figura en ese 
			proceso de transformación del país, fue realmente clave.  
			
			  
			
			De hecho, lo llaman, 
			
				
				"el padre del capitalismo japonés". 
				  
				
				"Fue el empresario líder detrás de la 
				industrialización de Japón. Hubo otros, pero él fue el más 
				visible", le indica a BBC Mundo Janet Hunter, profesora 
				de la London School of Economics. 
			 
			
			  
			
			  
			
			 
			Confucionismo 
			 
			Shibusawa nació en 1840, en el seno de una familia de 
			agricultores, cuando Japón era un país feudal. 
			 
			Su padre se esmeró para que, desde niño, el confucionismo estuviese 
			en el corazón de su educación. 
  
			
			  
			
			
			  
			
			Las ideas filosóficas 
			de Confucio  
			
			han influido en las 
			sociedades  
			
			de varios países del 
			este asiático. 
			Fuente de la imagen, Rischgitz/Getty Images 
			
			  
			
			 
			La filosofía de Confucio, un sabio chino nacido en el año 551 
			a. C., constituye un sistema ético en el que se destaca la armonía 
			social, así como la importancia de estudiar el pasado para aprender 
			de él y del respeto a la jerarquía y a los padres. 
			 
			El confucionismo se basa en una serie de textos llamados Clásicos 
			confucianos, los cuales ofrecen enseñanzas no solo sobre cómo 
			comportarse en lo individual, sino como sociedad. 
			
				
				"Shibusawa no nació en la clase samurái, sino 
				que obtuvo su estatus gracias a sus habilidades.  
				  
				
				Por lo tanto, no se vio envuelto en los 
				intereses de la clase samurái gobernante de la última fase del 
				período del sogunato", le indica a BBC Mundo Masaki 
				Nakabayashi, profesor de Economía de la Universidad de 
				Tokio. 
			 
			
			El sogunato era como se denominaba el gobierno 
			militar durante la era Edo. 
  
			
			  
			
			  
			
			  
			
			Lo externo y lo 
			interno 
			 
			En su juventud, Shibusawa llegó a planear ataques contra 
			comerciantes y soldados occidentales que estaban estacionados en el 
			puerto abierto de Yokohama, 
			
				
				"para defender a su nación contra la 
				penetración colonialista de Occidente", recuerda el docente. 
			 
			
			Sin embargo, no participó en esas actividades 
			porque se dio cuenta de que la violencia no era la vía para impulsar 
			los cambios que creía necesarios. 
			
			  
			
			  
			
			
			
			  
			Un grupo de mujeres japonesas 
			
			 en el 
			pabellón de su país en la 
			
			 Exposición 
			Internacional de París de 1867. 
			
			Universal Images 
			Group  
			
			via Getty Images 
  
			
			 
			Lo externo no fue lo único que le preocupó. 
			 
			A medida que crecía, vio con inquietud que el sistema de estatus 
			establecido por el poderoso clan Tokugawa, 
			
				
				"promoviera abusos de poder y al mismo tiempo 
				desalentara a las personas a desarrollar sus talentos y 
				habilidades", 
			 
			
			...señala Sagers en el artículo 
			
			Shibusawa Eiichi and the Merger of 
			Confucianism and Capitalism in Modern Japan (Shibusawa 
			Eiichi y la fusión del confucionismo y el capitalismo en el Japón 
			moderno). 
			 
			Además de conseguir una formación ética, estudiar los Clásicos 
			confucianos también le permitió relacionarse con la clase samurái de 
			rango superior y con la élite. 
			 
			Y así - indica el autor - decidió ponerse al servicio de uno de los 
			grupos de la familia Tokugawa, el cual buscaba hacer reformas en el 
			país. 
			 
			Cuando tenía 27 años, fue seleccionado para viajar con una 
			delegación oficial a la Exposición Internacional de París, 
			que se celebró en 1867. 
			
				
				"Era una época en la que prácticamente los 
				japoneses no viajaban al extranjero", cuenta la profesora Hunter.
				 
				  
				
				"Shibusawa formó parte de un grupo muy 
				pequeño que lo hizo". 
				 
				"Al principio, no quería ir. Decía: '¿para qué salir de Japón?', 
				pero lo cierto es que nunca lo lamentó". 
			 
			
			Años después, recordaría con afecto esa estadía 
			de casi un año en Europa. 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			El viaje 
			 
			En Europa, Shibusawa observó los resultados de las revoluciones 
			industrial y científica. 
			
				
				"Lo que ve en Francia es tanto la tecnología 
				como el sistema empresarial y regresa a Japón creyendo 
				firmemente en las empresas de múltiples accionistas:  
				
					
					en las compañías que son propiedad de un 
					amplio grupo de accionistas y no solo de familias", indica 
					Jones. 
				 
			 
			
			  
			
			
			  
			
			Visitantes observan 
			una sección  
			
			con pequeños modelos 
			de embarcaciones. 
			La sección del ministerio de Marina Británica  
			
			en la Exposición 
			Internacional de París de 1867. 
			Fuente de la imagen, Universal Images Group  
			
			vía Getty Images 
  
			
				
				"Creo que la experiencia francesa en 
				particular es realmente fundamental para dar forma a sus puntos 
				de vista". 
			 
			
			De hecho, Nakabayashi cuenta que, 
			
				
				"solo después de estudiar las instituciones 
				avanzadas de Occidente se convirtió en un defensor de la 
				introducción de instituciones occidentales en Japón". 
				 
				"Su pasado e historia lo llevó a promover una sociedad libre y 
				dinámica para reemplazar a una sociedad de clases.  
				  
				
				El compromiso con su nación lo orientó a este 
				delicado equilibrio de occidentalizar Japón sin diluir la 
				identidad japonesa". 
			 
			
			  
			
			
			  
			Trabajadores cortando la madera 
			Un estand con obreros cortando madera  
			
			en la 
			Exposición Internacional de París, 1867. 
			Fuente de la imagen, DeAgostini 
			
			Getty Images 
			
			 
			 
			Algo que atraería su atención - evoca Sagers - fue, 
			
				
				"el estatus alto del que disfrutaban los 
				comerciantes y los líderes industriales en las sociedades 
				europeas, un marcado contraste con el desdén que los 
				funcionarios samuráis del Tokugawa sentían por los comerciantes 
				en Japón". 
			 
			
			Shibusawa reflexionó sobre eso y lo dejó plasmado 
			con sus propias palabras: 
			
				
				"Para que los funcionarios y el pueblo 
				coincidan en la misión de enriquecer a la nación, hay que acabar 
				con la costumbre de reverenciar a los funcionarios y despreciar 
				al pueblo.  
				  
				
				Esto debe hacerse para dar comienzo a una 
				nueva era". 
			 
			
			  
			
			  
			
			 
			Una reinterpretación 
			 
			En el centro del confucionismo está la importancia de tener un buen
			carácter moral, el cual se consigue por medio de un 
			comportamiento virtuoso. 
			 
			Para Confucio, la virtud era fundamental. 
			
			  
			
			  
			
			
			  
			Eiichi Shibusawa 
			Por las habilidades que demostró,  
			
			a Shibusawa se 
			le concedió el rango de samurái. 
			Fuente de la imagen, Print Collector 
			
			Getty Images 
			
			  
			
				
				"Shibusawa le dio una vuelta al 
				confucionismo", señala Jones. 
				 
				"En el pensamiento tradicional del confucionismo hacer dinero 
				era lo menos virtuoso que había".  
			 
			
			En algunos aspectos,  
			
				
				"los comerciantes eran muy mal vistos". 
				 
				"Shibusawa reinterpreta el confucionismo y dice que ganar dinero 
				es una virtud para servir a la nación.  
				  
				
				Por lo tanto, siempre ve los negocios desde 
				una perspectiva más amplia, la de elevar a la nación y a la 
				comunidad a un lugar mejor". 
			 
			
			La prosperidad y la riqueza conseguidas a través 
			de los negocios era, en su opinión, algo virtuoso. 
			 
			Para entender su pensamiento es clave recordar el contexto 
			histórico. 
			
				
				"Está hablando de un Japón que había sido 
				feudal, que se vio obligado a abrir sus fronteras por 
				los estadounidenses, que vio a los países a su alrededor 
				colonizados por los occidentales o humillados, como fue el caso 
				de China". 
			 
			
			Fue así como, 
			
				
				"el rol de los negocios para evitar que Japón 
				siguiera ese camino" se volvió central en su pensamiento. 
			 
			
			  
			
			  
			
			 
			Combinación 
			 
			Además de darle una nueva lectura a la actividad comercial desde la 
			perspectiva del confucionismo, Shibusawa combinó elementos de 
			ese conjunto de creencias con la economía. 
			
				
				"Históricamente, el confucionismo tuvo una 
				extensa corriente de ideas en que las personas en posiciones de 
				poder, ya fuese económico o político, debían cuidar a las 
				personas menos afortunadas", asevera Hunter. 
			 
			
			 
			
			  
			
			Shibusawa Eiichi 
			Fuente de la imagen, Fine Art Images/Heritage  
			
			Images via Getty 
			Images 
			
			  
			
				
				"Shibusawa personificó eso en la forma en que 
				él dirigió los negocios:  
				
					
					creía que había que cuidar a los 
					trabajadores". 
				 
				
				"La conclusión era que no solo se trataba de 
				cuántas ganancias obtenías, lo cual era importante porque, 
				
					
					¿cómo vas a continuar si no logras tener 
					beneficios?,  
				 
				
				...sino que debías conseguirlos de una manera 
				en que incentivaras los intereses de todos". 
				 
				"La razón por la que usa las ideas del confucionismo es para 
				argumentar que, cuando se trata de hacer negocios, hay mucho más 
				que simplemente hacer dinero". 
				 
				"Tiene que haber un objetivo social más amplio y 
				eso se ajustaba a las ideas que existían desde hacía mucho 
				tiempo en el confucionismo.  
				  
				
				Lo que hace Shibusawa es traerlas". 
			 
			
			Así, para él, la moralidad y la 
			economía iban de la mano.  
			
				
				Por eso, desarrollar carreras en el ámbito de 
				los negocios era algo muy positivo porque promovería el 
				bienestar de la nación... 
			 
			
			Y eso coincidía, 
			
				
				"con los antiguos valores confucianos de 
				la lealtad y el servicio público", recuerda 
				Sager en su libro "Confucian Capitalism". 
			 
			
			  
			
			  
			
			 
			El capitalismo confuciano 
			 
			En términos occidentales, explica Geoffrey Jones, Shibusawa 
			creía en lo que llamaríamos stakeholder capitalism, es decir, 
			capitalismo de partes interesadas o capitalismo ético. 
			
				
				"Creía que el propósito de las empresas era 
				elevar a toda la comunidad y que las compañías siempre tenían 
				que ser éticas en su comportamiento con todos, con las partes 
				interesadas y con sus empleados". 
			 
			
			  
			
			
			
			  
			Shibusawa fundó el Banco Dai'chi,
			 
			
			que en 2002 se 
			fundiría con el Banco Fuji 
			
			y el Banco 
			Industrial de Japón para formar  
			
			el Grupo 
			Financiero Mizuho,  
			
			cuya red se 
			extiende en Asia. 
			Fuente de la imagen, Kiyoshi Ota/Bloomberg  
			
			via Getty 
			Images 
			
			 
			 
			Al servir a todas las partes interesadas, la empresas ayudan a que 
			el país en su conjunto prospere. 
			 
			Para él,  
			
				
				"la ética no era un costo, sino que era 
				esencial para construir un sistema exitoso". 
			 
			
			De acuerdo con Sagers, a lo largo de su carrera, 
			Shibusawa promovió una visión de capitalismo en la que los 
			accionistas y los gerentes tuvieran el legítimo derecho a buscar 
			beneficios privados en el mercado,  
			
				
				pero solo en la medida en que sus empresas 
				beneficiaran a la nación como un todo... 
			 
			
			Creó lo que se considera el primer banco moderno 
			de Japón, el
			
			Dai-Ichi Bank, y ayudó a establecer 
			cerca de 500 empresas, varias de las cuales fueron clave en la 
			modernización de la economía japonesa. 
			
				
				"La visión de Shibusawa Eiichi del 
				capitalismo confuciano era bastante directa. Decía que seguía el 
				consejo de Confucio de nunca hacerle a los demás lo que él no 
				quería que se le hiciera a él". 
			 
			
			Lo que aprendió desde niño al estudiar los 
			Clásicos confucianos lo incorporó a la idea del progreso 
			nacional en el que el estatus con el que se nacía quedaba a un lado 
			y se le daba valor al que se conseguía, 
			
				
				"a través de la virtud, el talento y las 
				contribuciones significativas al bienestar nacional". 
			 
			
			  
			
			  
			
			 
			Ante gigantes 
			 
			Nakabayashi explica que Shibusawa es considerado, 
			
				
				"el padre del capitalismo japonés", 
				principalmente, por su participación en el establecimiento de 
				las empresas de múltiples accionistas "que impulsaron la 
				industrialización de Japón a partir de la década de 1880". 
				  
				
				"Ese rol fue notable porque la mayoría de los 
				comerciantes japoneses no conocían las instituciones 
				capitalistas industriales y no estaban seguros de que Japón 
				pudiera competir con sus homólogos occidentales como potencia 
				industrial". 
			 
			
			  
			
			
			
			  
			Imagen de  
			
			recolectores de 
			algodón en Japón  
			
			que data de 
			alrededor 1873-1883 
			Fuente de la imagen, Universal Images Group 
			
			via Getty 
			Images 
			
			 
			 
			Por ejemplo - señala el experto - cuando en 1859 Japón tuvo que 
			unirse a un sistema de libre comercio, su industria algodonera 
			estaba casi acabada por las muy competitivas industrias del algodón 
			británica e india. 
			 
			Cuando en 1883 se estableció la compañía que lideraría ese sector en 
			Japón, la mayoría de los comerciantes tenían una visión escéptica de 
			lo que se podía lograr. 
			
				
				"Shibusawa, que predijo el éxito de la 
				empresa, primero convenció a los nobles, que eran señores 
				(feudales) antes de la Restauración Meiji de 1868, para que 
				invirtieran en la empresa como su responsabilidad social". 
				  
				
				"El compromiso de los antiguos señores 
				(feudales) con esta nueva industria llevó a los comerciantes a 
				invertir en la empresa". 
			 
			
			Ese esquema hizo que el sector del algodón 
			terminara convirtiéndose en una de las industrias manufactureras más 
			exitosas del Japón moderno. 
			 
			Para la década de 1930, Japón había superado a Reino Unido y se 
			había posicionado como el principal proveedor de algodón. 
  
			
			  
			
			
			  
			
			Imagen de 1939 de un 
			grupo de trabajadores  
			
			con sacos de algodón 
			desmotado, llamado pelusa. 
			Fuente de la imagen, JAPAN PHOTO LIBRARY/AFP 
			
			vía Getty Images 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			"Transparente" 
			 
			El profesor Nakabayashi resalta que la capacidad de coordinación del 
			mercado fue clave para, 
			
				
				"superar la sobreestimación del riesgo por 
				parte de los inversores". 
				 
				"Shibusawa asumió ese papel. Por eso, se le considera el padre 
				del capitalismo japonés". 
			 
			
			 
			
			  
			En julio, Japón emitió 
			 
			
			sus primeros 
			billetes nuevos en décadas.  
			
			Aquí se ve a 
			Shibusawa en el de 10.000 yenes. 
			Fuente de la imagen,  
			
			Stanislav 
			Kogiku/SOPA Images/LightRocket  
			
			via Getty 
			Images 
  
			
				
				"Confió en el capitalismo como una economía 
				de mercado transparente y abierta que se haría realidad una vez 
				que el público en general tomara conciencia de sus virtudes". 
			 
			
			No creyó en una, 
			
				
				"economía cuasicapitalista dominada 
				por conglomerados que dependían de relaciones estrechas con el 
				gobierno". 
			 
			
			Jones, quien es autor del libro "Deeply 
			responsible business" (Negocio profundamente responsable) dice que 
			en los últimos 10, 15 años, a medida que la inversión ESG se ha 
			popularizado en todo el mundo, Shibusawa ha sido redescubierto. 
			 
			ESG son las siglas de environmental, social y 
			governance, que resume el concepto de inversión socialmente 
			responsable. 
			
				
				"Sus puntos de vista se están discutiendo 
				nuevamente, creo que incluso mucho más que aproximadamente 50 
				años después de su muerte". 
			 
			
			El 3 de julio, Japan Times informó que, 
			por primera vez en décadas, Japón tenía una serie completamente 
			nueva de billetes. 
			 
			Uno de ellos con el rostro de Shibusawa, el hombre que creía, 
			
				
				"que la moral y la economía eran 
				inseparables: una era necesaria para la otra". 
			 
			  
			  
			  
			
			Información Adicional 
			
				
			 
			
			  
			
			
			
			
			 
			
			  |