12 Enero 2017

del Sitio Web SputnikNews






© Flickr/ powtac Rusia
 



Moscú calificó de infundadas las declaraciones de Berlín sobre la supuesta vinculación de Rusia con los ciber-ataques contra las infraestructuras de la OSCE, declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.

"Últimamente observamos las declaraciones de los funcionarios de Alemania sobre el origen ruso de los hackeos contra los sistemas informáticos de la OSCE y del Bundestag alemán, unas declaraciones que carecen de fundamento alguno", dijo la diplomática.

Lamentó también que,

"Berlín, obviamente, haya decidido seguir los pasos de la Administración saliente (de EE.UU.) sin pensar en las consecuencias para las relaciones ruso-alemanas".

Agregó que Alemania continúa exacerbando la tensión en torno a los supuestos intentos rusos de influir en los procesos políticos internos del país.

 

Explicó que es el contexto en el que se debe considerar la información de que Berlín ordenó a los servicios especiales investigar si el Gobierno ruso trata de influir sobre los debates políticos y la opinión pública en Alemania de cara a las elecciones al Bundestag que tendrán lugar en septiembre.

 

La Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), la Oficina Federal de Investigación (FBI) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) presentaron el 6 de enero un informe en el que acusan a Rusia de haber intentado influir en las elecciones presidenciales estadounidenses del 8 de noviembre, pero se negaron a ofrecer pruebas.

 

En octubre pasado, las agencias de inteligencia de EE.UU. afirmaron que unos "hackers rusos" atentaron contra el proceso electoral del país.

 

Más tarde, la CIA acusó a Moscú de haber vulnerado meses antes los servidores del Partido Demócrata para favorecer al entonces candidato republicano y ahora presidente electo Donald Trump.

 

A este respecto, el presidente ruso Vladímir Putin puntualizó que las filtraciones que se hicieron tras los hackeos en WikiLeaks no benefician a Moscú, y que la histeria en torno a las mismas se azuzó para desviar la atención de su contenido, en particular de cómo el Comité Nacional del Partido Demócrata favoreció a Hillary Clinton en las elecciones primarias y buscó desacreditar a su principal rival, el senador Bernie Sanders.

 

EE.UU. sigue sin presentar pruebas de la presunta implicación de Rusia en los hackeos.