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	por Lucas Blanco Acosta 
 
 
 
 
 
	
	 
 
	La verdad siempre nos ha sido negada en la 
	enseñanza media y más en los medios de comunicación de hoy. 
 No fue así, sino que este gobierno dictatorial huyó, se encubrió y transfirió con toda su simbología a la iglesia católica, esta después de desprestigiarse en tantas guerras e invasiones "santas" a otras naciones, resuelve que a partir del año 1213, sus intereses bélicos y económicos sean representados por Inglaterra, por eso llamaron al rey ingles de aquel entonces "Juan sin tierras", por el despojo papal. 
 
	A partir de allí la Gran Bretaña se 
	subordina secretamente al Papa y empieza a ejercer como testaferro de la 
	madre de las mafias en el mundo. En el año 1533 el rey ingles Enrique VIII, 
	inicia su falso cisma con la iglesia católica y facilita en el ámbito 
	protestante el trabajo de contrainteligencia romano. 
 
	En 1563, después del concilio de Trento (La 
	Contrarreforma), empiezan a planificar su empoderamiento, con la creación de 
	rivalidades entre bandos, su engaño y manipulación ideológica, aun entre sus 
	propias filas, hoy manifestado en antagonismos de derecha e izquierda, son 
	como dos grandes piernas que deben hollar, es decir, pisar y envilecer 
	siempre a las naciones. 
 
	Este despeje se hará necesariamente con las masas pobres y los propios 
	"patriotas" de la nación víctima, esto fue así, por la subsiguiente 
	diversificación y masificación productiva resultada de la revolución 
	industrial inglesa, a partir del año 1760. 
 
	El enfrentamiento en pro de estos paradigmas y de la 
	falsa igualdad y libertad, empieza en el año 1789, con la farsa de la 
	revolución francesa. 
 También se sustenta de los derivados préstamos a, 
 
	Pero, toda esta 
	ignominia se sostiene primariamente de las fuentes de energía, antes el 
	carbón, 
	ahora el petróleo. 
 Cincuenta años antes ya habían sido inventados el motor de combustión y el carburador de gasolina, pero fue necesario retardar la difusión de este desarrollo tecnológico para antes monopolizar plenamente su producción y mercado. Lo logran, estableciendo contratos ventajistas y centenarios con las naciones árabes, ignorantes en materia petrolífera en aquel entonces. 
 
	Así se empezó a suscitar este despojo a las naciones 
	petroleras, como sucede hoy en Venezuela. 
 
	Su neocolonialismo actual se manifiesta 
	en su impagable deuda a la City Bank de Londres, su máximo acreedor, también 
	la Gran Bretaña es la dueña de su Banco Central, columna vertebral económica 
	de EE.UU. 
 
	Con esta derrota, la Gran Bretaña 
	reconstruye en el mundo, su secreto y nuevo imperio romano de occidente. 
 En toda la historia universal lo único que ha sido verdadero son los desastrosos resultados de la manipulación de sus paradigmas, los cadáveres producto de las embaucadoras batallas y guerras, la siembra del caos, la pérdida de infraestructuras, los mismos millones de victimas y el resultante estado de postración de las naciones afectadas, como persigue esta actual guerra por el petróleo en Venezuela. 
 
	 
	
	 
 Venezuela, una nación traicionada reiteradamente por una dirigencia aparentemente opositora al gobierno y que encubiertamente, lo que pretende es culminar y perfeccionar el objetivo y trabajo principal de su socio masónico secreto, el actual gobierno venezolano, propósito que es la conformación del caos, destrucción y máximo debilitamiento de todo el aparato y futuro productivo nacional. 
 
	Este nuevo caos venezolano, no es otra cosa que 
	otra plaza Altamira (2002) u 
	otra guerra mundial por el petróleo, que procura confinar, identificar, 
	debilitar y destruir a los que efectivamente pueden hacer una oposición 
	cierta al realmente apátrida gobierno venezolano, que encubierta y 
	traicioneramente sirve y se rige por la línea directriz cubana (rusa y 
	británica - G-8, antes G-10 y G-7). 
 Candelas que ordena apagar con la Guardia Nacional Bolivariana escoltando a presidiarios y homicidas encapuchados, disfrazados de tupamaros, para que juntamente masacren sin piedad a ciudadanos honorables. 
 De allí se explica el porqué en las diversas cárceles nacionales en Venezuela, sucede con tanta alevosía, la gran y sorprendente cobertura armamentística y autoridad, que brinda y delega el gobierno nacional a los 'pranes' (lideres), como contingencia secreta o respuesta bélica a la ciudadanía descontenta, siendo la ciudadanía venezolana y el mundo, una vez más victima del engaño, y lo peor, sirviendo Venezuela, con sus mejores y más conscientes ciudadanos de ambos bandos, como instrumento mismo de su propia destrucción. 
 
	Gran razón 
	tenía mi gran amigo, el humorista y poeta, Juvenal Graterol Flores, "Juan 
	Felino", cuando denominaba a esta madre de perversidades "La Gran Brevaña". |