por Matthew Raphael Johnson

2017

del Sitio Web TheOrthodoxNationalist
traducción de Alonso González de Nájera
01 Noviembre 2019
del Sitio Web Editorial-Streicher

Versión original en ingles

 

 

El doctor académico estadounidense Matthew Raphael Johnson, escritor y sacerdote de una Iglesia Ortodoxa griega de Estados Unidos, eslavófilo y crítico de la sociedad occidental, escribió al parecer en 2017 el siguiente ensayo (Paganism is not a Religion: The Social Significance of the Ancient Gods).

 

Lo presentamos aquí en castellano, donde se realizan diversas aclaraciones en cuanto al tema enunciado, en especial acerca de una falsa interpretación de cómo los Antiguos consideraban a los dioses, que era de manera distinta a las actuales religiones predominantes, especialmente en la Antigüedad greco-romana.

 

El señor Johnson hace ver que es al modernismo al que le conviene que supuestamente haya habido una gran cantidad de dioses u hombres deificados porque dicha relativización alcanza hasta el presente, haciendo creer a éste que es el pináculo del progreso.

 

 

 

 

 

 




EL PAGANISMO NO ES UNA RELIGIÓN
La Significación Social de los Antiguos Dioses

 

I.-

Uno de los principios centrales del modernismo es que la historia humana es una más o menos no interpretada línea de desarrollo intelectual que va desde lo "primitivo" a lo "avanzado".

 

En 2017, esto significa ser capaz de producir una carta detallada en la cual todas las sociedades pueden ser medidas. A cualquier sociedad se le puede dar un rango en su desarrollo.

 

Esto no es tanto una tesis argumentada como un axioma que es en sí mismo el fundamento del argumento. A menudo es sostenido inconscientemente.

 

El prejuicio básico es que, ya que la tecnología en 2017 es más poderosa que en 1979, entonces la historia humana es el desarrollo de la capacidad y el poder tecnológicos.

 

La sociedad "avanzada" es una sociedad liberal, capitalista y sobre todo privatizada en sus principales instituciones.

 

Es altamente oligárquica e individualista, y despliega una clase dirigente pequeña y en gran parte anónima y unos medios de comunicación y un sistema educativo altamente centralizados.

 

Es científica en que todas las verdades deben ser expresables en fórmulas cuantitativas y que todas las "fuerzas" de la "Naturaleza" son impersonales.

 

No hay ningún propósito o sentido inherente en la Naturaleza o en el pensamiento. No hay ninguna "naturaleza humana" excepto la que crece con el desarrollo tecnológico.

El interés propio, es la doctrina moral primaria en estas sociedades "avanzadas". Ser "primitivo" es ser autoritario, religioso y generalmente tradicionalista en la perspectiva.

 

La vida "avanzada" es urbana, anónima y móvil. Tiene una estructura estrictamente jerárquica basada en gran parte en los ingresos monetarios.

 

Lo moderno enfatiza los aspectos "procedimentales" de la sociedad como idénticos a lo más justo y lo más moral.

 

Todas las cosas son medidas por su capacidad de producir las cosas más deseadas - incluyendo las personalidades - con la menor cantidad de costo, inversión y esfuerzo.

 

El "avanzado" moderno cree que los pueblos antiguos, por lo tanto, eran radicalmente inferiores a los modernos.

Dicho simplemente, ellos sabían menos cosas y veían el orden natural como autónomo y personal.

El "mito" era el medio primario a través del cual ellos entendían el mundo, inventando historias que "explicaban" fenómenos que la "ciencia moderna" ha entendido de un modo no personalizado.

 

El defensor de la sociedad "avanzada" sostiene universalmente que los Antiguos "adoraban" a los dioses en el mismo sentido que los cristianos adoran a un Jesús.

 

Los "mitos" funcionaban como textos sagrados en el mismo sentido que el Corán es el texto del Islam.

 

Considerados en conjunto, ellos eran manifestaciones de un solo fenómeno:

la "religión"...

Este modo de pensar está basado en una burda forma de razonamiento circular:

el revolucionario científico define la verdad como cuantitativa, y por lo tanto una sociedad es avanzada cuando hace uso de ciencias basadas en la cantidad.

Mientras más una sociedad ve las cosas en términos cuantitativos, es probablemente más "avanzada" y "sofisticada". La cantidad es el lenguaje de la verdad pública, mientras que la calidad es el lenguaje de la preferencia privada.

 

La vida moral es completamente cualitativa, y de ahí que no pueda elevarse en absoluto hasta el status de la verdad.

Mientras el mundo externo es entendido según una idea matemática muy estricta y rigurosa, el orden moral es puramente algo interno y subjetivo, lo opuesto de la "verdad".

 

En otras palabras, la mayoría de los aspectos de la vida humana puede ser reducida a matemáticas, excepto el razonamiento moral.

 

El orden natural se supone que está sometido al control humano, concediendo a la élite un gran poder. La forma en que se utilizará ese poder no es susceptible en absoluto de afirmaciones de verdad.

Dicho en términos aún más simples,

mientras más "religiosa" es una sociedad, menos avanzada es y más requiere que una intervención exterior actualice su potencial.

La metafísica moderna es nominalista (sólo reconoce la existencia de particularidades y no de generalidades) en el sentido de que no hay ningún significado o propósito inherente en el mundo a menos que la mente científica lo cree.

 

El sentido viene de la mente humana que se fuerza a sí misma en el mundo "exterior". Esta mente (de la élite) es vista como separada de este universo externo.

Éste es el trasfondo prediseñado del pensador moderno.

Si esta narrativa modernista es dañada, entonces la organización entera del mundo occidental no tiene ningún propósito o justificación adicional. No hay nada especial en el capitalismo o en la centralización de los medios de comunicación.

 

De hecho, habría buena razón para creer que los "primitivos" eran posiblemente más justos y más científicamente exactos que los modernos.

 

La línea divisoria, en términos generales, se da entre "mito" y "hecho".

 

Ambos no tienen nada en común...
 

 



II.-

Este análisis sostiene que las historias de los dioses paganos, los "mitos", no son "religiosos".

 

Ellos no son "preferencias privadas" sino la constitución misma de las sociedades antiguas. Ellos no son "verdaderos" o "falsos" sino más bien la expresión de la concepción de la verdad del mundo antiguo.

 

Ellos son los textos fundacionales de una sociedad y no son creencias literales. La élite antigua nunca creyó en "dioses" ya que no se pretendía que se creyera en aquéllos como en gente real.

 

La gente simple podría haber creído en un Zeus literal, pero la élite de una sociedad no.

Los dioses siempre fueron destinados para ser expresiones de la identidad de una sociedad, y eran expresiones cívicas. Ellos son "dioses" que fueron "adorados" sólo en el sentido en que,

el personaje Superman es "adorado" entre jóvenes estadounidenses.

 

La estatua de la Libertad es una "diosa" en el sentido antiguo. Ella es una expresión de la concepción estadounidense de la libertad y no es vista como una mujer literal.

 

El Juramento a la Bandera (Pledge of Alliance) no es una liturgia en el sentido moderno, sino en el antiguo.

Los "dioses" son arquetipos y símbolos de verdades sociales muy profundas aprendidas de la experiencia. Ellos no son personalidades reales.

Un "mito" no es un texto religioso y los "dioses" no estaban destinados a ser vistos como seres reales.

 

Hesíodo no era un "profeta de lo divino" y nadie lo trató como tal. Dichos "dioses" no son análogos al Dios del cristianismo o del Islam. Ellos se refieren a dos cosas diferentes que han sido confundidas por el uso del mismo término.

El término "religión" también es engañosamente usado para cubrir ambas clases de fenómenos.

 

Los misterios "paganos" no eran primariamente religiosos. Ellos eran cívicos, científicos o filosóficos. (1)

El uso del término "religión" ha alcanzado niveles absurdos de elasticidad. Lo mismo el término "dios".

Si los devotos de los mitos paganos eran religiosos, entonces también lo son los fanáticos de Eric Clapton.

 

Los conciertos de rock tienen casi cada marca de una liturgia religiosa, pero nadie los llamaría así excepto como una creativa analogía. De esta manera, la línea divisoria es muy arbitraria.

 

El trabajo de George M. A. Grube sobre Platón hace esta simple declaración:

"La palabra griega Theos y la palabra inglesa God no son de ninguna manera sinónimas".

Grube declara que el término "dios" fue usado para algo que duraba más que una vida humana.

 

Cosmólogos más seculares como Tales de Mileto usaron el término "theos" para referirse a cualquier substrato sobre el cual el mundo estaba fundado (como el arquetipo del agua, en el sentido que él le dio, no el "agua" literal).

 

Él declara:

"Es verdad que estas abstracciones fueron vestidas con formas humanas por artistas y poetas griegos". (2)

Ésta es la tesis precisa argumentada aquí.

El que los Antiguos tuvieran una tendencia hacia ideas científicas personalizadas no hace de ellas una religión. La guitarra de BB King, "Lucille", sería entonces un "dios" en este sentido.

 

King no creía que su guitarra fuera una persona. Tocarla con sentimiento no es una forma de devoción religiosa, ni tampoco sus seguidores cuando ellos ponen imágenes de ella en sus paredes.

En el mismo sentido, los Antiguos no creían que los "dioses" vivieran en una montaña visible desde muchas ciudades griegas. Si el sistema intelectual de Egipto está compuesto de religiones, entonces también lo es el grupo de fanáticos de un equipo deportivo.

 

De acuerdo a esta definición, la Convención Nacional Republicana con todos sus rituales e interpretaciones sería un fenómeno "religioso".

 

Estos acontecimientos tienen el mismo propósito que los mitos antiguos. Ellos representan grandes ideas filosóficas y sociales que son efectivamente descritas en historias más bien que en una prosa seca y expositiva.

La única cosa que impide a los eruditos modernos hacer esta elemental diferenciación es el prejuicio de que los Antiguos eran "primitivos" y de ahí que consideran apropiado creer en tales cuentos como literalmente verdaderos.

 

Si ese prejuicio fuera desechado, los mitos serían vistos como formas cívicas de auto-expresión, no como entidades religiosas. Cuando el frecuentador de conciertos de mediana edad dice que "Eric Clapton es Dios", él simplemente está siendo entusiasta, no religioso.

La Teogonía de Hesíodo es un trabajo de filosofía en forma métrica.

 

El mero uso de personajes que representan conceptos como "razón" o "caos" hace de ella un libro "religioso". No hay ninguna excusa para aquel negligente pensamiento.

 

Los personajes en la compilación de Hesíodo son manifiestamente conceptos científicos y filosóficos, no religiosos.

 

La conclusión final es que las categorías trascendentes de la razón deben ser más importantes que el interés propio y la emoción, los rasgos típicos de los "titanes" de la Tierra.
 

 



III.-

El paganismo no tiene ninguna identidad teológica, ninguna definición y ninguna doctrina.

 

Eso es porque no es una religión.

No tiene ninguna doctrina, ningún dios creador (más bien, aquellos "creadores" ordenan la materia preexistente) ni tampoco tienen herejes.

Las historias son fragmentos, con unas pocas excepciones de Ovidio, y ellas cambiaban constantemente dependiendo de las circunstancias políticas o sociales.

 

Para el católico, el cambio en la doctrina significa alejarse de la verdad...

 

Las historias paganas no eran vistas como "verdaderas" en ningún sentido literal, y sabemos esto en parte porque ellas cambiaban constantemente.

Los términos "religión" y "dios" son usados en ambos casos, de modo que se hace muy fácil verlos como expresiones del mismo concepto. Esto es desafortunado. Los modernos tratan al paganismo como una "religión" como cualquiera otra.

 

Ellos entonces imponen actitudes cristianas o islámicas hacia Dios sobre los antiguos devotos de Atenea. Pero éstos no tienen nada en común.

 

El paganismo antiguo tiene más en común con la filosofía y la literatura que con la teología.

E. Swedenborg escribe:

"La idolatría de las naciones en tiempos antiguos se originó en un conocimiento de correspondencias, ya que todas las cosas visibles en la Tierra se corresponden; así, no sólo los árboles, sino todas las clases de bestias y aves, también peces, y todas las otras cosas.

 

Los antiguos, que tenían un conocimiento de las correspondencias, hicieron para sí mismos imágenes correspondientes a cosas celestiales, y se deleitaron en ellas porque ellas significaban cosas que pertenecen al cielo y la iglesia...

 

Cuando el conocimiento de las correspondencias había perecido, su posteridad, porque esas imágenes y figuras habían sido colocadas por los antiguos en y cerca de sus templos, comenzaron a adorarlas como santas, y finalmente como deidades". (3)

"Correspondencia", en el sentido en que Swedenborg utiliza el término aquí, quiere decir el rechazo de la ontología nominalista (que niega los universales).

Un símbolo no es lo opuesto de lo sustancial sino una entrada a ello. Es la expresión de los contornos externos de una Forma platónica.

Los dioses del mundo antiguo eran tales símbolos.

 

Esas historias y descripciones cambiaban no simplemente para hacer espacio al cambio social, sino también para expresar un conocimiento más profundo.

Grube declara:

"Al decir que el amor, o la victoria, es dios, o, para ser más exactos, 'un' dios, se quería decir antes que nada que es más que humano, no sujeto a la muerte, eterno...

 

Cualquier poder, cualquier fuerza que vemos obrando en el mundo, que no nace con nosotros y continuará después de que nos hayamos ido, podría ser así llamado un dios, y la mayoría de ellos lo eran.

 

En este estado mental, y con esta sensibilidad ante el carácter sobrehumano de muchas cosas que nos suceden, y que nos dan, quizá, repentinos golpes de alegría o dolor que no entendemos, un poeta griego podría escribir versos como:

"El reconocimiento entre amigos es theos".

Se trata de un estado mental que obviamente tiene bastante relación con la muy discutida cuestión del monoteísmo o politeísmo en Platón, si es que en efecto esto no impide del todo la pregunta del sentido". (4)

Estas palabras han sido olvidadas en la investigación moderna.

 

El término "theos" hoy no tiene absolutamente ningún sentido desde que es usado para objetos radicalmente diferentes unos de otros. "Dios" en el sentido griego se refería a cualquier forma estable de conocimiento, a aquello que está por encima y más allá del cambio físico.

 

Tales de Mileto puede referirse a "dioses" como sinónimo del arquetipo del agua que él es famoso por teorizar que es el fundamento de todas las cosas. (5)

 

El "agua" es un dios en el sentido griego, pero ciertamente no en el sentido cristiano. Usar el término "dios" para ambos es absurdo. Por cuanto el término "dios" es usado, el término "adoración" también es usado, lo cual intensifica el error.

Ryan Stone, escribiendo para el sitio Ancient Origins, dice:

"Este esfuerzo para combinar todas las religiones no cristianas bajo un solo paraguas fue, de hecho, una astuta estrategia de los primeros cristianos para remover totalmente la fe "pagana".

 

Tomando las tradiciones nórdicas como un ejemplo, los vikingos del período medieval temprano no tenían ningún verdadero nombre para sus seguidores religiosos.

 

En verdad, la palabra "religión" había sido un término desconocido y extraño a ellos.

 

Las tribus nórdicas preferían la palabra "costumbre" ya que - como los griegos y romanos - sus rituales, creencias y tradiciones eran indeterminadas y fluídamente interpretadas, oralmente transmitidas más bien que rígidamente estudiadas.

 

No había ninguna palabra omni-abarcante para la creencia en los Aesir y Vanir y los diversos otros seres y deidades que los nórdicos antiguos adoraban, y no había ningún texto escrito que hablara de sus prácticas hasta que el autor cristiano Snorri Sturluson puso por escrito la mitología de ellos en el siglo XIII". (6)

Él prosigue haciendo la afirmación de que los misioneros cristianos inventaron una "fe pagana" para tener un blanco fácil que atacar.

 

El resultado fue una especie de "iglesia" que fue debatida posteriormente por eruditos cristianos. Casi todos los términos de la Teología son anacrónicos.

 

Los romanos creían que "dioses" gobernaban la tierra en el mismo sentido que la ley de gravedad gobierna la velocidad hacia abajo. Júpiter definía y simbolizaba el oficio del Emperador y no era un ser por derecho propio.

 

Hay todavía profesores de Historia que afirman que los romanos consideraban al Emperador como "un dios".

¿No ha notado nadie que él murió?, ¿que los hombres cometen errores?; ¿notó alguien que él podía ser fácilmente derrocado?.

 

¿Debemos creer que los dirigentes del Imperio romano, su Senado y nobleza local, fueron incapaces de notar esas cosas?

Obviamente, el término "divino" no es usado de la misma manera en que Pablo usa el término.

 

Entonces, ¿cómo era usado?

El Emperador era "divino" en el sentido que su papel como un conquistador del caos era una recapitulación de la arquitectura de la ley natural. La noción de una civilización era lo opuesto del caos.

 

El término "mundo" nunca se refería a todo lo existente sino sólo al mundo civilizado que era comprensible para aquellos que vivían en él. El caos no tenía ningún nombre.

En las Instituciones de Gayo (s. II d.C.) leemos:

"Sujetas al derecho divino están las res sacrae y las res religiosae.

 

Las res sacrae son aquellas consagradas a los dioses superiores; las res religiosae son aquellas dedicadas a los dioses de abajo (manes).

 

Sólo es considerado sacro lo que ha sido consagrado bajo la autoridad del pueblo romano, por ejemplo por lex o senatus consultum aprobado para aquel efecto.

 

Por otra parte, un lugar es hecho religiosum por el acto de una persona privada, cuando él sepulta un cadáver en su propia tierra, a condición de que el entierro del muerto sea su asunto.

 

En las provincias, sin embargo, la opinión general es que el suelo no puede ser convertido en religiosum, porque la propiedad de la tierra provincial pertenece al pueblo romano o al César, y los individuos tienen sólo la posesión y el usufructo de ello.

 

De todos modos, aunque no pueda llamarse religiosum, es considerado como tal. También, aunque una cosa consagrada en las provincias sin la autorización del pueblo romano no sea estrictamente sacra, es sin embargo considerada como tal.

 

Además las res sanctae, como las murallas y las puertas de una ciudad, están de alguna manera sujetas al derecho divino". (7)

Ésta es la definición legal de "sagrado" en la ley romana.

No es un concepto religioso.

 

Lo "sagrado", como es bien sabido, se refiere a poner aparte algo para un uso fundamentalmente definitivo. El "pueblo romano" es el árbitro de lo sagrado.

 

Esto significa que no se trata de un elemento religioso, ya que la revelación no puede provenir de la aclamación popular.

 

Algo se hace "religioso" cuando un cadáver es sepultado en la tierra.

 

La tierra es entonces claramente puesta aparte para un propósito que no tiene nada que ver con la economía, el cultivo de la tierra o ninguna otra preocupación mundana.

 

Los "muertos" son aquellos que hacen posible del todo una búsqueda mundana. Un objeto religioso es uno que está relacionado con los muertos.

 

Además, la veneración de los muertos era idéntica a la veneración de la tradición.

 

El término "muertos" se refería a un vínculo muy real y práctico que conectaba a los vivos con la ley natural cuyos preceptos la tradición hace manifiestos.

En el volumen Pietas: Selected Studies in Roman Religion, H. Wagenvoort escribe:

"Del sentido de la palabra "piadoso" y "pietas" Wissowa dice que los romanos querían decir la conducta del hombre que realizaba todos sus deberes hacia la deidad y sus congéneres humanos totalmente y en todo sentido.

 

Como pietas adversus deos (piedad hacia los dioses), él sigue diciendo, el concepto se aproxima mucho a religio, que gradualmente lo sustituyó hasta tal punto que pietas llegó a denotar, en un sentido más restringido, el cumplimiento del deber y el comportamiento virtuoso de los hombres entre sí, y particularmente entre parientes de sangre y relaciones por matrimonio". (8)

La piedad y las ideas religiosas eran consecuencia de la ley natural, la que, por supuesto, tiene un origen sobrehumano.

 

Si la ley natural existe, entonces una conclusión muy obvia es que debe existir un legislador. Las leyes no son inherentes a la materia y ciertamente no puede decirse que "evolucionan" en exactamente el mismo grado que todo lo demás en el ecosistema cósmico. Se da a menudo que un término tal como "venerar" es confundido con la muy diferente "adoración".

 

Esta última es personal y coloca a la deidad en una posición de superioridad manifiesta y misteriosa.

 

El suplicante es dependiente de ella de un modo radical. La veneración es mucho menos dramática. Es una cuestión de mostrar respeto a una ley natural personalizada.

 

Las historias y los mitos fueron inventados, alterados y vueltos a escribir como una expresión de civilización.

Plutarco escribe:

"Los más sabios de los sacerdotes llaman no sólo Osiris al Nilo y Tifón al mar, sino que ellos simplemente dan el nombre de Osiris al Principio y Poder de la humedad, creyendo que ella es la causa de la generación y la sustancia de la semilla que produce vida; y el nombre de Tifón ellos lo dan a todo lo que es seco, caliente y árido en general, al antagonista de la humedad". (9)

Éste es sólo un ejemplo de muchos donde Plutarco plantea el argumento de que esos dioses nunca fueron destinados para ser vistos como seres reales, sino que eran símbolos de significación social.

 

"Adorarlos" es equivalente a expresar lealtad a la constitución civilizacional de uno. La mente humana parece tener una inclinación natural a personalizarlo todo.

Otro ejemplo viene del trabajo de John West sobre antiguos mitos egipcios:

"La imagen es concreta (ave, serpiente, perro, etcétera), y representa una síntesis, un complejo de cualidades, funciones y principios.

 

El estudio cuidadoso de los símbolos por lo general revela la razón de por qué el símbolo dado, y no algún otro, fue elegido.

 

De ese modo el ave representa lo volátil, o "espíritu". La cigüeña, que retorna a su propio nido, y de ahí que sea un ave migratoria por excelencia, es la elegida para el "alma".

 

La serpiente simboliza la dualidad y el poder duplicador.

 

El perro simboliza la digestión, pero dada la preferencia del perro por la carroña sobre la carne fresca, la elección de este símbolo enfatiza aquel aspecto de la digestión que es la transformación de la materia inanimada en vida.

 

Y Anubis, el que abre el camino, preside a los difuntos y participa en el ritual del pesaje del corazón, ya que la muerte no es un final sino una transformación". (10)

Éstos son los dioses.

 

En Egipto, ellos son símbolos en el verdadero sentido:

la introducción en el mundo de las Formas. La personificación es una tendencia humana natural.

En Symbol and the Symbolic: Ancient Egypt, Science, and the Evolution of Consciousness, leemos:

"En civilizaciones como el Egipto antiguo, lo que en nuestra actual presuntuosidad llamamos "primitiva adoración de animales" no era una adoración del animal en sí mismo sino una consagración hecha a la función vital que cualquier animal en particular encarna.

 

No era, en realidad, una adoración; era una meditación usada para apoyar y clarificar una función esencial de la Naturaleza, es decir, un patrón de medida, un dios.

 

Los egipcios veían al chacal como encarnando ciertas características, funciones y procesos de la Naturaleza universal.

 

El chacal es un animal que rompe en pedazos la carne de su presa, que la entierra y no la come sino hasta que ella se ha podrido.

 

De este comportamiento real y observado, se hace un símbolo para un proceso metafísico y a la vez físico:

la digestión". (11)

Los dioses son de tipos funcionales, resumiendo las cualidades de (y en un) conjunto de símbolos. Se trata de un modo muy eficiente de transmitir el conocimiento en lo más fundamental.

 

El alma humana es un ave con una cabeza humana. La mayor parte de los historiadores supondrán que los egipcios creían que el alma era por lo tanto un ave con la cabeza de un hombre.

 

La creencia en un literal conjunto de "dioses" forzaría esta conclusión.

 

Nuevamente, Grube dice:

"Pero este antropomorfismo, aunque ciertamente afectó la concepción popular de las divinidades, era, para los griegos cultos al menos, simplemente simbólico". (12)

Un popular sitio Web, "Land of Pyramids", describe a Ra de esta manera:

"Ra, el Supremo Dios Solar se creía que viajaba a través del cielo cada día en una barca solar, y pasaba por los reinos del inframundo (Duat) cada noche".

Si bien podría ser verdadero que la gente simple creía eso, la élite sacerdotal no.

 

Más bien, aquello era un modo de entender lo fundamental de la astronomía en una forma que evitara la sequedad de la prosa expositiva, o al menos su equivalente.

Es el exoterismo de una verdad profunda acerca del orden natural.

Dicha concepción tiene raíces egipcias y viene de "ka-maat". Ma'at es la "diosa" egipcia de la justicia. Ma'at era un principio moral, el fundamento de la "constitución" egipcia.

 

Los primeros monarcas se llamaban a sí mismos los "señores de Ma'at" para significar que ellos habían dominado las concepciones básicas de la justicia y sabían cómo llevarla a cabo.

 

"Orden" significaba el orden correcto. No fue adorado en Egipto más que en las sociedades modernas.

Por definición, "orden" significaba el verdadero y buen orden. No había tal cosa como un orden malo. Un "sistema" basado en la falsedad, en cualquier sentido, no era un "orden" sino sólo un régimen basado en mentiras que pronto colapsará.

Parte del problema es que los historiadores modernos son casi exclusivamente seculares. Ellos son casi todos liberales en el amplio sentido, significando que ellos tienen poco conocimiento de primera mano de 'qué es creer en algo'...

 

¿Qué significa adorar al Sol?; ¿era el Sol una persona?

 

El Sol nunca fue adorado. Aquello era un recordatorio de que Dios está en todas partes. Es el símbolo de la corona real, y de ahí, del que ha vencido al caos.

¿Qué significaba "adorar?

 

Esto es sorprendentemente escaso en la literatura acerca de estos mitos. En su mayoría seculares, los historiadores no tienen idea de lo que significa adorar algo, de modo que ellos usan las palabras en un sentido muy vago.

 

Considerando que su auditorio se compone exclusivamente de otros historiadores seculares, éste no es realmente un problema enorme. La pregunta no será hecha.

 

La "adoración", sin embargo, en estas historias parece ser una obediencia fiel más bien que una devoción personal.

La "armonía cósmica" no es intrínsecamente una noción religiosa sino científica y también metafísica. En el tiempo de los faraones, la idea de Ma'at era esta "armonía cósmica" y justicia.

 

Como una diosa, la justicia es una mera personificación en Ma'at.

 

Personalizar abstracciones es un importante medio para comunicar su contenido. Ma'at ligaba todas las buenas acciones en una concepción superior de "bien". Es una forma platónica, por así decir, no una persona.

Ma'at es descrita en la Instrucción de Ptahhotep de esta manera:

"Ma'at es buena y su beneficio es duradero.
No ha sido interrumpida desde el día de su creador,
mientras que el que transgrede sus ordenanzas es castigado.
Está como un camino incluso frente al que no sabe nada.
La maldad nunca ha llevado todavía su empresa a puerto.
Es verdad que el mal puede ganar riqueza
pero la fuerza de la verdad es que ella dura;
un hombre puede decir: 'Ella era la propiedad de mi padre'."

Esto es cualquier cosa menos una noción religiosa.

 

Es un motivo filosófico común acerca de la ley natural. Si esto hubiera sido escrito en una prosa normal y expositiva habría sido llamado una obra de la filosofía antigua. La Instrucción no es una obra religiosa.

 

Ma'at es así una idea secular y política que más tarde tomó forma poética. Ciertamente, el mundo académico ultra-secular tiene un interés en tratar de hacer los mitos "religiosos" tan variados como sea posible, mostrando de esa manera su relatividad radical.

 

Por último, la diferencia entre escritura religiosa y filosofía es el uso de personajes poéticos más bien que conceptos abstractos.

Ma'at es la hija del Sol y la Luna. Nadie creía que el Sol y la Luna realmente copulaban. Esto significa simplemente que ella se deriva tanto de la razón como del sentimiento, de lo masculino y lo femenino.

 

Es una idea comunitaria y no una historia literal sobre una personalidad real. La armonía cósmica puede ser abordada por la razón y es un producto de una razón universal. Tal cosa casi tiene que ser representada en términos accesibles y personalizados.

 

Siendo también hija de la diosa lunar, esto simplemente significa que el cosmos está también basado en la armonía:

la cooperación entre hombre y mujer basada en la familia.

Thierry Benderitter lo describe como sigue:

"Ma'at está en el núcleo del entendimiento de la civilización egipcia en su totalidad, y es el fundamento de su longevidad.

 

Está ligada a y se confunde con la ética (incluyendo la justicia y la verdad), con el orden universal (orden cósmico, orden social y orden político) y con la integración social basada en la comunicación y la confianza.

 

Fundamento de la identidad cultural egipcia, Ma'at es la gran creación de los pensadores del Antiguo Reino.

 

Es ella la que por último ofrece un contexto ideológico al Estado egipcio, tanto en el nivel de la justificación de su existencia como en el de las reglas que definen al buen gobierno". (13)

Éstas son preocupaciones puramente seculares.

 

Describir a Ma'at como una diosa es idéntico a simbolizar la libertad con la campana que está en Filadelfia.

 

 "Adorarla" es lo mismo, más o menos, que visitar la Estatua de la Libertad. Los sitios y los símbolos patrióticos vienen completos, con rituales y cosas que sugieren una religión pero que no lo es.

 

Se trata simplemente de cómo la gente muestra respeto a verdades fundacionales.

 

 


IV.-

La historia de Prometeo es otro ejemplo importante.

 

El telón de fondo es la famosa guerra entre dioses y titanes. No hay ninguna "guerra" posible entre seres "divinos" y mortales de cualquier clase, de manera que la historia entera no podía haber sido tomada como real.

 

Los titanes principales eran literalmente terrenales:

el Tiempo y la Tierra misma (o Cronus y Gaia)...

El hecho mismo de que Hesíodo describa a Urano, o el "cielo", como hijo de Gaia muestra que nunca se pretendió que éstos fueran considerados como verdadera gente.

El "cielo" no se refiere al cielo de los cristianos sino a lo que uno podría llamar hoy como el cielo de la meteorología.

A la derrota de los titanes le siguió el trabajo del Estado:

mantener las pasiones bajo control.

Los titanes eran representantes de las pasiones inferiores mientras que los dioses eran representantes de la capacidad racional. Tal como la propia razón humana, nunca fue perfectamente empleada y siempre fue viciada por el interés propio y otras tendencias.

A pesar de todo,

Prometeo se puso del lado de Zeus durante esa guerra, ganando de ese modo su nombre, que significa literalmente "pensamiento anticipado".

 

El hecho mismo de que las diferentes versiones de esa historia coexistieran sin problemas sugiere fuertemente que no había ninguna versión canónica en absoluto, y aquéllas cambiaban según la necesidad social.

La historia básica es que Prometeo procuraba aliviar las exigencias de sacrificio de humanos y ofreció a Zeus, como un ardid, sólo huesos y grasa más bien que la mejor carne.

 

Comprendiendo el engaño, Zeus entonces retira de la Humanidad el fuego, sólo para hacerlo restaurar por Prometeo.

 

Pronto, Zeus usa a Pandora, la primera mujer, para hacer llover más problemas sobre la Humanidad. El fuego, ahora aparentemente una posesión permanente de la Humanidad, condujo al desarrollo civilizacional y a la tecnología.

 

Como castigo por eso, Prometeo fue encadenado a una roca mientras su hígado le era arrancado diariamente.

No hay ningún diferencia entre el recordar a un héroe y la "adoración" de un dios en el mundo antiguo.

 

La propia Academia Platónica tenía un "altar" a Prometeo.

 

De hecho, aquello no era nada más que un lugar donde una estatua de él y un fuego podrían haber sido colocados. Llamarlo un "altar" es simplemente comodidad. Pero una vez que se lo llama un altar, entonces todo lo que ocurre cerca de él es, por ende, "religioso" más bien que filosófico.

 

Éste es un razonamiento circular.

 

No se trata de un altar en el sentido religioso porque,

  1. la Academia no "adoraba" de esa manera

  2. Prometeo no era un dios

  3. hay muy poca evidencia de la "adoración" en otras partes

Era un mero recordatorio a los estudiantes de la importancia del humanismo.

 

El fuego es un elemento que se refiere a la energía cultural, la sexualidad, el poder y la voluntad de sobrevivir. Eventualmente se convierte en todas aquellas cosas que una cultura desarrolla para extender su vida.

 

No hay ningún elemento religioso en ello.
 

 



V.-

En su libro On the Matter of the Gods Clifford Ando plantea un argumento similar.

 

Él declara, entre otras cosas, que el hecho de que el Senado romano legislara qué dioses eran reales y cuáles deberían ser adorados demuestra que ésos no eran dioses en nuestro sentido cristiano o islámico moderno.

 

Un dios real no recibe su realidad de los políticos.

Él más adelante sostiene que la carencia de cualquier credo o sistema de creencias demuestra además que términos como "dios" o "religión" son engañosos y son el resultado de una investigación descuidada o tendenciosa.

 

El concepto antiguo de lo "divino" fue radicalmente alterado tanto por Yahvé como por el Cristo, quien se llamó por aquel mismo nombre, "Yo soy".

 

La concepción romana era mucho más elástica que eso. La utilización de ese término, incluso en la temprana Era cristiana, causó gran confusión.

En otro trabajo Ando declara:

"La renuencia a permitir una escala de potencialidades divinas que incluyeran tanto a Augusto como a el Cristo sólo puede impedir los intentos de entender el foráneo mundo del pensamiento del Mediterráneo antiguo:

debemos entender cómo Vitruvio podía creer que tanto Augusto como Dios tenían "mentes divinas".

Como ocurría con cualquier deidad tradicional, la divinidad del Emperador no implicaba ni perfección moral ni una verdadera omnipotencia, y, con Virgilio, muchos probablemente entendieron que el animus de un Emperador estaba desde muchos puntos de vista constreñido por la mortalidad de su cuerpo.

 

Menandro no sugirió, por último, que el Emperador mismo controlaba el tiempo; más bien, los hombres deberían rezar a los dioses por la seguridad del Emperador porque la especial beatitud de éste lo posicionaba para mediar entre lo divino y lo mortal.

 

Cuando Aelius Aristides escribió que "la mera mención del nombre del Emperador" hacía que los hombres se levantaran y con un mismo aliento "rezan a los dioses en el nombre del Emperador, y al Emperador por sus propios asuntos", él participaba de la misma posición teológica:

la exaltada posición del Emperador le permitía ejercer el poder divino entre los hombres mortales, aun cuando eso le impedía recibir ayuda, excepto de los dioses". (14)

Ando se exaspera con las creencias poco profesionales de historiadores profesionales.

 

Llamar al Emperador un dios sólo quería decir que él estaba en unión con el arquetipo, la ley natural que llevaba a algunos hombres a forjar Imperios donde no los había.

 

El "mundo" no era "todo", como dice hoy el hombre moderno. El mundo era la civilización romana. "Gobernar el mundo" significaba gobernar la expansión de Roma y sus posesiones que seguían el orden natural.

 

Por extraño que pueda parecer, hay profesores de Historia bien pagados que creen que los romanos eran tan primitivos que ellos no comprendían que había un mundo fuera de Roma. (15)

 

Ando procura proteger la inocencia de esos historiadores. Utilizar un lenguaje engañoso es la razón primaria de que esta confusión haya empeorado con el tiempo. (16)

Ando menciona una de las más estúpidas manifestaciones de esta confusión religiosa: la idea de que el Emperador romano era "adorado como un dios".

 

Más que cualquier otra cosa, este ejemplo muestra cómo términos como "dios" y "adoración" no tienen ninguna relación con nuestro entendimiento moderno de dichos términos.

 

Esta confusión es encontrada en declaraciones como la siguiente:

"A fin de que el pueblo romano estuviera abierto a la idea de la adoración del Emperador, el culto imperial tuvo que parecer desarrollarse espontáneamente como una institución romana única.

 

Augusto comenzó un renacimiento religioso para restaurar la república después de las guerras civiles.

 

Eso también sirvió para vincular explícitamente a Augusto con el bienestar de la sociedad romana. Por medio del uso de la religión, la política y la propaganda, Augusto logró establecer un culto imperial que reconoció su divinidad después de su muerte.

 

Él modificó la concepción de genius, que era como un espíritu viviente que estaba presente en todas las criaturas, la gente y los dioses.

 

Augusto adoptó la adoración del genius de él como un modo para que el público adorara no oficialmente la potencial divinidad de él.

 

La adoración del genio de Augusto no hizo divino a Augusto sino que era una manera de reconocer públicamente el "espíritu" del Emperador.

 

Las fuentes nos dicen que Augusto decretó que una libación debería ser derramada a su genius en cada banquete". (17)

La autora está ridícula y humorísticamente confundida.

 

Todo lo que ella dice es que las virtudes del Emperador están fuertemente ligadas a la suerte del Imperio. Eso es difícilmente interesante. En ese trabajo, la autora rechaza definir "divino" o "genio", dejando al lector más ignorante que antes de que él comenzara a leer.

 

Llamar "theos" a Octaviano es la prueba de la tesis de este artículo:

el término no significaba "dios" en ningún sentido cristiano o islámico moderno.

Era simplemente el espíritu de él que todas las cosas vivientes poseían.

 

El que Alejandro fuera un "hijo de Zeus" no es una afirmación de que su madre hubiera sido impregnada por el arquetipo paterno (lo que la autora claramente insinúa). Eso significa que el trabajo del Emperador era conquistar el caos y el desorden tal como lo hizo el propio Zeus.

 

Los términos "divino" y "adoración" son engañosos y confusos.

La descripción más famosa de Ramsay dice:

"...en ninguna parte del mundo hubo una lealtad tan ferviente y sincera a los Emperadores como en Asia.

 

Augusto había sido un salvador para los pueblos asiáticos, y ellos lo deificaron como el Salvador de la Humanidad, y lo adoraron con la devoción más incondicional como la 'deidad presente'." (18)

La confusión de términos, una vez más, hace absurda esta descripción.

 

Muchas personas son salvadores. Los grandes generales pueden tomar la victoria de las manos de la derrota. Ellos son "dioses" en el sentido de que han mostrado poderes manifiestos para salvar a una sociedad a punto de ser derrotada.

 

Esto es lo que el término significaba en ese entonces.

"Señor y Dios" era según se afirma el título de Domiciano, queriendo decir exactamente lo mismo.

Según este argumento,

el "señor de tierras" es un ser divino.

 

El "tirano" entre los griegos era un gobernante ilegítimo y autoritario, y un "templo" era principalmente un lugar de "adoración".

La confusión de los significados de las palabras con el tiempo ha hecho casi imposible comprender al mundo antiguo. (19)

Existen algunos correctivos.

 

Un popular blog dice:

"El culto dado a Augusto vivo era más como el de héroes y benefactores que el de dioses reales, y era particularmente fuerte en el Este griego, donde fue construido sobre tradiciones griegas y del Cercano Oriente de cultos a gobernantes". (20)

Esto muestra que "dios" no quería decir el literal creador y gobernante del cielo y de la tierra. Sólo significaba que el Emperador tenía la capacidad de traer el orden tras el caos.

 

Él era el sustentador de la civilización. Los "dioses reales" eran tanto arquetipos intelectuales como "héroes y benefactores". (21)

Otro autor desinfla los términos hasta proporciones más manejables:

"Fue durante el reinado de Domiciano que el culto imperial se convirtió en un factor en la unificación del Imperio en Asia Menor. El culto provincial permitió que la red romana de obligaciones sociales fuera ampliada a prácticamente la población entera.

 

Si usted vivía dentro del Imperio, entonces usted era un cliente social del Emperador y le debía lealtad suprema". (22)

Esto es lo que significaba el "culto al Emperador".

 

George Washington es, en este sentido, un "dios y salvador" para los estadounidenses.

 

Por lo tanto, la utilización de términos como "dios" tiene que terminarse, ya que crea la confusión que, si bien de vez en cuando es graciosa, daña la comprensión que uno pueda tener de la Historia antigua.

 

Dicha utilización sirve al interés de la modernidad porque sugiere que había "millones y millones" de dioses en el mundo antiguo. De ahí que, dice el argumento, Yahvé era sólo uno de "millones".

 

Eso está lejos de ser verdadero...

 

Yahvé, como el creador y sostenedor ex nihilo (desde la nada), era casi totalmente único. Los "dioses creadores" eran arquitectos, símbolos de orden y "número" en el mundo, no creadores "ex nihilo".

 

Las sociedades romana y mesopotámica no tenían el concepto de "cero", de manera que la creación desde la nada no era una opción conceptual. Esos "dioses creadores" eran "adorados" en el mismo sentido que un filósofo honra la verdad o la objetividad.

 

El que los Antiguos tuvieran "ritos" y festivales que celebraban eso no lo hace más una religión que los seguidores de un músico famoso hacen de su música una revelación divina.

Eso además sirve a los intereses de la modernidad porque permite a los modernos verse a sí mismos como el pináculo del progreso. Sólo los "ignorantes antiguos" adoraban dioses, nosotros no, dan a entender ellos claramente.

 

Argumentar que esos "dioses" eran arquetipos convertidos en seres narrables y personalizados muestra que eran mucho más sofisticados que aquello con que la Ilustración los acreditó.
 

 



VI.-

Este ensayo se ha hecho cargo de un tema sustancial y complejo.

 

Su objetivo último era definir la noción de "dios" o "religión" en un concepto utilizable. Eso no sirve de mucho actualmente. Un dios debe ser un creador y debe ser todopoderoso. Por otra parte, se trata sólo de un espíritu, un héroe o un poder.

 

La religión también debe estar basada en la tentativa de unificarse uno mismo con ese dios, o de otro modo es simplemente una filosofía o una forma de poesía.

 

La mera existencia del ritual estereotípico no muestra que algo sea una religión.

Con el tiempo, el torpe razonamiento ha equiparado a Yahvé o a Alá con Hermes y Poseidón. Ya que las historias muestran a estos seres actuando de modos muy humanos, ellos no son vistos como "dioses" en el sentido normal.

 

Pedro escribe en su Segunda Epístola (1:16):

"La enseñanza que les dimos sobre el poder y el regreso de nuestro Señor Jesucristo no consistía en cuentos inventados ingeniosamente, pues con nuestros propios ojos vimos al Señor en su grandeza".

Aquí, Pedro está distinguiendo la fe cristiana de las meras analogías de los romanos que lo rodeaban.

Los mitos antiguos son cuentos poéticos que dan una cara humana a fuerzas naturales. Para entender, la gente tiene que construir un tema alrededor de ellas, darle una personalidad humana.

 

La mente humana lucha con la abstracción.

Nuestra devoción u odio sólo pueden ser dirigidos hacia una persona, no hacia una abstracción.

Lo dicho da una amplia evidencia a la tesis de que los dioses del mundo antiguo no fueron "adorados" del modo como el cristiano adora a Yahvé.

La relación era radicalmente diferente.

 

Los eruditos modernos, en su inmensa mayoría seculares, simplemente toman las actuales ideas de un dios o la religión e imponen aquello sobre los Antiguos.

 

Cualquier forma de acción ritual es llamada "religiosa". Cualquier ser con algunos poderes sobrenaturales es llamado "divino".

 

Hesíodo no pensó de sí mismo como un revelador de la verdad divina. Esto muestra que él estaba consciente de que se trataba de mitos.

Conceptos como razón, emoción, necesidad, guerra o navegación no son asuntos religiosos, pero ellos eran del dominio de muchos dioses.

Términos como "dios" tienen que serles retirados a los estudiosos del mundo clásico.

 

"Religión" también tiene que ser definida con mayor rigor y no debería ser usado dicho término como un sustituto de la ignorancia.

Así como los fanáticos de Eric Clapton no lo ven literalmente como un dios, así tampoco los Antiguos veían a Zeus.

 

Además, al sacar el paganismo del ámbito de la religión, eso significa que los cristianos pueden ver la belleza y la verdad codificada en esos mitos, más bien que un conjunto 'demoníaco' de engaños.

 

Los mitos eran seculares, nunca religiosos.

 

 

 

 

Referencias

  1. Dreyer, Boris. "Heroes, Cults, and Divinity", en Alexander the Great: A New History, 2009. https://erenow.net/biographies/alexander-the-great-a-new-history/

  2. Grube, George M. A. Plato's Thought, 1935, pp. 150-151.

  3. Citado de Kuhn, A. J. (1957), Blake on the Nature and Origins of Pagan Gods and Myths. Nota 72 (8), pp. 563-572.

  4. Grube, G. M. A. Plato's Thought, p. 150.

  5. Tarnas, Richard. Archetypal Principles, en Archai: The Journal of Archetypal Cosmology vol. 1 Nº 1, 2009, pp. 23-35.

  6. Stone, Ryan. The True Meaning of Paganism. Ancient Origins. Agosto 2014. http://www.ancient-origins.net/myths-legends/true-meaning-paganism-002306?nopaging=1

  7. Gayo, Instituciones, Comentario II, I, § 2-8.

  8. Wagenvoort, H (1980), Pietas: Selected Studies in Roman Religion, p. 7.

  9. Plutarco, Moralia: Isis y Osiris, XXIII.

  10. West, John Anthony (1993), The Serpent in the Sky: The High Wisdom of Ancient Egypt, p. 131.

  11. De Lubicz, R. A. Schwaller (1981), Symbol and the Symbolic: Ancient Egypt, Science, and the Evolution of Consciousness, p. 13.

  12. Grube, op. cit., p. 151.

  13. Benderitter, Thierry (2015), Ma'at. https://www.osirisnet.net/dieux/maat/e_maat.htm

  14. Ando, Clifford. Imperial Ideology and Provincial Loyalty in the Roman Empire, 2000, p. 391.

  15. Una de esas pobres criaturas es Indra Kagis McEwen. Ella declara esto en su Vitruvius: Writing the Body of Architecture.

  16. Esto es similar al absurdo de que los "griegos" no podían decir la diferencia que existe entre el nombre y el objeto nombrado.

  17. Crawford, Katherine (2014), The Foundation of the Roman Imperial Cult.

  18. William Ramsay, The Letters to the Seven Churches, Nueva York, 1909, p. 115.

  19. Hekster O. J, "Descendants of Gods: Legendary Genealogies in the Roman Empire", en The Impact of Imperial Rome on Religions, Rituals and Religious Life in the Roman Empire, 2005, pp. 24-35.

  20. http://earlyworldhistory.blogspot.com/2012/03/roman-imperial-cult.html

  21. Price, S. R. F., Rituals and Power: The Roman Imperial Cult in Asia Minor, Cambridge, 1984. https://readingacts.com/2010/04/02/the-roman-cult-of-emperor-worship/