|

por Redacción CODIGO OCULTO
02 Diciembre 2025
del Sitio Web
CodigoOculto

© Imagen: codigooculto.com
GPT-5
Una nueva propuesta científica sugiere que la conciencia podría ser
el cimiento primordial del universo, anterior incluso al espacio, al
tiempo y a toda forma de materia tal como la conocemos.
La hipótesis, desarrollada por la investigadora y física
Maria
Strømme y presentada en un estudio reciente (Universal
Consciousness as Foundational Field - A theoretical bridge between
Quantum physics and Non-dual Philosophy featured), plantea que aquello
que denominamos "realidad física" no sería el punto de partida del
Cosmos,
sino una consecuencia de un campo fundamental de conciencia
presente en todo lo existente.
Esta idea, ambiciosa y profundamente disruptiva,
intenta ofrecer un marco teórico que unifique conceptos de física,
matemáticas y filosofía para repensar la naturaleza misma del
universo.

Maria Strømme, física e
investigadora.
Crédito de
imagen: NTNU –
Norwegian
University of Science and Technology
– Maria Strømme
Un Cambio de Perspectiva sobre los
Fundamentos del Cosmos
El enfoque parte de una pregunta radical:
¿y si la conciencia no emergiera de la
materia, sino que la materia emergiera de la conciencia?
Según el modelo propuesto, el universo estaría
sostenido por un campo subyacente, universal y omnipresente de
conciencia, similar en espíritu - aunque no en esencia - a los
campos fundamentales que describe la física de partículas.
En este escenario,
el espacio-tiempo no sería un
escenario preexistente, sino una estructura secundaria creada por
fluctuaciones dentro de ese campo consciente.
Esta línea de pensamiento se vincula con corrientes filosóficas como
el
panpsiquismo, pero intenta ir un paso más allá al dotar la idea
de un lenguaje matemático formal y de una arquitectura conceptual
inspirada en la teoría quántica.
La autora articula este modelo en torno a tres
principios:
-
"mente universal"
-
"conciencia universal"
-
"pensamiento
universal"
Cada uno representa un nivel distinto de
organización dentro del supuesto campo consciente, desde el
potencial creativo más básico hasta la generación de experiencias
específicas.
Un Universo donde la Materia sería
un Patrón de Conciencia
En esta visión,
las partículas, los cuerpos celestes y los
organismos vivos no serían entidades independientes, sino
configuraciones locales dentro del campo universal.
Así, un electrón o un cerebro humano serían,
esencialmente, expresiones organizadas de la misma sustancia mental
subyacente.
La separación entre sujeto y mundo, entre
individuo y entorno, surgiría de la manera en que estas
configuraciones se diferencian, no de una división ontológica real.
Para ilustrarlo, el modelo sugiere que la experiencia subjetiva no
dependería únicamente del funcionamiento del cerebro, sino de la
interacción entre este y el campo universal.
De esta forma, la conciencia individual sería una
manifestación temporal y localizada de una conciencia más amplia.
Esta perspectiva abre la puerta a considerar
fenómenos que suelen quedar al margen de la ciencia tradicional -
como ciertas experiencias transpersonales o estados alterados de
percepción - dentro de un marco teórico más amplio.

|
Ilustración que representa
la integración de la mente, la conciencia y el
pensamiento basada en los conceptos de la mecánica
quántica descritos en el artículo.
La mente representa la
inteligencia creativa universal, la fuente de toda
creación.
La conciencia representa la
percepción universal que permite percibir el espacio, el
tiempo y la materia.
Actúa como sustrato, dando
estructura y forma al potencial informe de la mente y
tendiendo un puente entre lo infinito y lo físico.
El pensamiento representa el
mecanismo creativo que convierte el potencial infinito
de la mente y la percepción universal de la conciencia
en realidades individualizadas y estructuradas.
Crédito de imagen:
AIP Advances |
Implicaciones para la Ciencia y
los Fenómenos de la Mente
Uno de los aspectos más provocadores del modelo es que intenta
reinterpretar experiencias humanas intensas, desde la sensación de
unidad con el entorno hasta episodios cercanos a la muerte, como
posibles correlaciones dentro del campo universal.
Aunque la propuesta no afirma que estos fenómenos
constituyan evidencia de vida más allá del cuerpo ni de realidades
sobrenaturales, sí sugiere que podrían entenderse como
manifestaciones naturales de una conciencia subyacente que
trasciende lo puramente material.
Este enfoque también abre interrogantes sobre la naturaleza del
pensamiento, la percepción y la memoria.
Bajo este paradigma, un pensamiento no sería
únicamente un proceso neuronal, sino una modulación específica del
campo universal.
La creatividad, la intuición y ciertos procesos
mentales complejos podrían interpretarse como interacciones entre la
configuración cerebral y dinámicas más amplias del campo consciente.
Los Límites, Desafíos y
Oportunidades del Nuevo Modelo
La teoría enfrenta retos importantes.
La ciencia contemporánea demanda evidencia
empírica y modelos matemáticos verificables, y por ahora la
propuesta se encuentra en un estado conceptual temprano.
Integrar un campo de conciencia en el marco de la
física requiere no solo formalización rigurosa, sino también la
capacidad de generar predicciones comprobables.
Sin ello, permanecerá como una hipótesis
sugerente pero especulativa.
Sin embargo, la propuesta tiene un valor significativo:
abre una vía distinta de reflexión en un
momento en que la física y la neurociencia todavía luchan por
explicar la naturaleza profunda de la conciencia.
Dado que los modelos materialistas no han logrado
resolver el llamado "problema difícil" - cómo surge la experiencia
subjetiva a partir de procesos físicos - explorar perspectivas
alternativas podría ofrecer pistas valiosas para futuras
investigaciones.

|
Ilustración del marco
propuesto y sus implicaciones para los seres sensibles.
El campo de conciencia
universal (Φ) existe más allá del espacio-tiempo en un
estado indiferenciado.
A través de la
diferenciación, da lugar a excitaciones localizadas, que
se manifiestan como estructuras físicas o conciencia
individual.
Tras el Big Bang, Φ
evoluciona, generando sistemas complejos capaces de
tener conciencia: seres sensibles con conciencia
individual (ψ) localizados en el espacio-tiempo.
Una vez diferenciados, los
pensamientos personales (τ) dan forma a la conciencia
y la percepción individuales, produciendo
interpretaciones subjetivas de la realidad ψ que
evolucionan con el tiempo.
Este proceso crea la ilusión
de separación, aunque todas las conciencias individuales
permanecen intrínsecamente conectadas dentro del campo
de conciencia universal.
Crédito de imagen:
AIP Advances |
Una Invitación a
Replantear la Realidad
Aunque es pronto para determinar si esta teoría podrá integrarse en
el corpus científico, su impacto conceptual ya es notable.
Invita a imaginar,
un universo donde la conciencia no es un
efecto secundario de la evolución biológica, sino la fuente
primordial de toda existencia, un universo donde cada átomo,
cada estrella y cada vida serían expresiones de un mismo tejido
mental fundamental.
Esa posibilidad, tan audaz como desafiante,
recuerda que la ciencia avanza cuestionando sus propias bases.
Y quizá, como sugiere este nuevo modelo, el mayor
misterio no esté en las partículas o en las galaxias, sino en
aquello que permite que podamos experimentarlas.
Los hallazgos de la investigación titulada "Universal
Consciousness as Foundational Field - A theoretical bridge between
Quantum physics and Non-dual Philosophy featured" han
sido publicados en
AIP Advances.
|