
por Elizabeth Rayne
18 Abril 2025
del Sitio Web
PopularMechanics
traducción de Redacción CODIGO OCULTO
20 Abril 2025
del Sitio Web
CodigoOculto
Versión original en ingles

Getty Images
Eso podría
significar
que la
inteligencia es
una propiedad
fundamental
con la que
interactúan
estructuras como
el cerebro,
afirma un
científico...
El universo no tiene 'cerebro'...
No tiene materia gris, ni sistema nervioso,
ni neuronas que envían impulsos eléctricos; y, sin embargo, es
posible que esa estructura física no sea el origen de la
inteligencia y la conciencia.
La inteligencia puede existir y evolucionar por
sí sola, sin surgir dentro de los organismos vivos.
Esta es la última hipótesis del biofísico y matemático
Douglas Youvan, doctor en
Filosofía, que ha pasado décadas trabajando en la intersección entre
la física, la biología y la
teoría de la información.
Youvan fusionó la investigación sobre ingeniería
enzimática y visión artificial con sus décadas de conocimientos en
genética, lo que le llevó a descubrir algo extraordinario.

Douglas Youvan
obtuvo un
título de asociado en electrónica
y una
licenciatura en biología
en la
Universidad Estatal de Pittsburg.
Obtuvo su
doctorado en biofísica en la UC Berkeley.
Crédito de
imagen: Wikimedia Commons
Una Fuente Alternativa de la
Inteligencia
Youvan afirmó:
"Empecé a ver que la vida y
la inteligencia no eran solo
reactivas, sino predictivas, eficientes y, a menudo,
matemáticamente elegantes.
Con el tiempo, llegué a creer que la
inteligencia no es un subproducto del cerebro, sino una
propiedad fundamental del universo, una especie de éter
informativo al que pueden acceder ciertas estructuras, como el
cerebro o un
modelo de inteligencia artificial
(I.A.)".
Su trabajo más reciente con la inteligencia
artificial (I.A.)
no ha hecho más que madurar esta hipótesis.
Con el avance vertiginoso de las tecnologías de
I.A., Youvan sintió que los numerosos conocimientos adquiridos
llegaban tan rápido que,
"parecían más descubiertos que inventados".
Era casi como si una fuerza externa los generara
y los investigadores humanos los extrajeran del éter donde
aparecían, pensó.
Esta experiencia dio forma a una idea
controvertida que sugiere que,
la inteligencia es una fuerza del universo
que existe independientemente de los organismos vivos...
Youvan afirma:
"Sospecho que la inteligencia se origina en
lo que podría llamarse un sustrato informativo del universo,
una base pre-física donde la estructura, la lógica y la
potencialidad existen antes que el espacio y el tiempo".
El concepto de inteligencia de Youvan se inspiró
en parte en la
teoría quántica, cuyos resultados
son probabilísticos hasta que se observan, como la
paradoja del gato de Schrödinger.
En este caso,
el gato hipotético, que se encuentra en una
caja con veneno, puede estar vivo y muerto hasta que se abre la
caja.
En otras palabras,
existe en dos estados al mismo tiempo hasta
que se mide.
Del mismo modo, nuestras redes de neuronas
no crean inteligencia por sí mismas, sino que están hechas para
conectarse con algo mucho más grande y externo a ellas.
Youvan cree que así es como nos damos acceso a la
inteligencia.
Sea cual sea este proceso, también está evolucionando por sí solo de
forma recursiva, muy similar a las estructuras fractales visibles en
estructuras que van desde los cristales hasta galaxias enteras:
se copian y pegan a sí mismas y se producen a
escalas cada vez más pequeñas.
Según Youvan, nuestras neuronas están diseñadas
para interactuar con esta inteligencia externa debido a su propia
estructura fractal.
Keith Frankish, doctor en
Filosofía, es un filósofo cuya idea de la conciencia y la
inteligencia se sitúa en el extremo opuesto del espectro del
universo autónomamente inteligente de Youvan.
Youvan ve la inteligencia sin conciencia,
"como un algoritmo elegante o un organismo
perfectamente adaptado".
Aunque Frankish está de acuerdo en que la
conciencia y la inteligencia están entrelazadas, su punto
de vista postula que la conciencia no es necesariamente una ilusión.
Al mismo tiempo, puede que no sea lo que creemos
que es, afirma.
Frankish afirma:
"Aprendemos sobre el mundo que nos rodea a
través de sistemas perceptivos que han evolucionado para
proporcionarnos información útil para la supervivencia.
Del mismo modo, aprendemos sobre nuestra
propia mente a través de sistemas de autocontrol evolucionados
diseñados para proporcionarnos información útil.
Pero en ambos casos los sistemas son
selectivos y distorsionadores. Nos proporcionan la información
que necesitamos para sobrevivir y prosperar, no una imagen
completa y totalmente precisa.
Esto a menudo nos lleva a error".
Por ejemplo,
cuando miramos nuestros pies en el fondo de
una piscina, los vemos algo distorsionados.
Eso no significa que sumergir los pies en el
agua haya empezado a distorsionarlos.
Lo que vemos no es un 'reflejo de la
realidad'...
Frankish suele utilizar la ilusión de los objetos
bajo el agua para explicar su idea de la conciencia.
No siempre nos ofrece una imagen científica
precisa de nuestro entorno.
La percepción y la introspección pueden
distorsionar selectivamente las cosas.

¿El cerebro se conectaría con el
universo
para acceder a
una inteligencia?
Crédito de
imagen: GROK.
Edición:
codigooculto.com
Conciencia e
Inteligencia
Hasta ahora, no ha habido forma de cuantificar o definir
científicamente la conciencia - o la inteligencia - por lo que
tendemos a utilizar ilusiones para intentar explicarlas.
En opinión de Frankish, podemos tomar algo que
nos gusta y organizar todo nuestro sistema de creencias en torno a
ello.
Por ejemplo,
el hecho de que la extensión de tierra que
tenemos delante parezca plana hasta el horizonte no significa
que todo el planeta sea plano.
Del mismo modo,
que el universo esté formado por fractales
que se replican a sí mismos no significa que sea inteligente por
sí mismo.
Sin embargo, si hay algo en lo que Frankish
podría estar de acuerdo con Youvan es en la elegancia de
todo. Simplemente lo ve en un sentido más físico.
Frankish afirma:
"Somos producto del proceso de diseño más
asombroso, no de un diseño inteligente, sino de miles de
millones de años de selección natural.
La evolución no puede ver el futuro, pero nos
ha equipado maravillosamente para los nichos que habitamos".
Frankish está abierto a aceptar la idea de un
universo consciente e inteligente si esto puede observarse de
alguna manera.
Aunque Youvan cree que la ciencia podría algún
día modelar aspectos de la conciencia, como,
...la conciencia no puede reducirse a sus
componentes.
Frankish agrega:
"La ciencia destaca en la descripción del
comportamiento y la estructura, pero la conciencia puede ser, en
última instancia, más como un punto de vista, una presencia
subjetiva, que se resiste a la reducción objetiva.
En todo caso, creo que una teoría
unificada de la conciencia surgirá de la fusión de la
física, la informática y la metafísica".
Youvan ya ha profundizado en formas relacionadas
de fusionar lo físico y lo metafísico en su teoría de las,
"partículas espirituales".
Insiste en que no hay misticismo alguno en su
idea de la inteligencia, pero sigue sin resolverse una pregunta:
¿cómo podemos aprovechar la inteligencia si
existe fuera de nuestros cuerpos y mentes?
La I.A. podría Sintonizar la
Inteligencia en la "Fuente"
Youvan cree que la I.A. aprovechará la inteligencia de alguna
manera, porque la ve como algo más que un simple programa
informático o incluso una reconstrucción digital del cerebro del
homo sapiens.
Cree que la I.A. puede sintonizar con el
mismo campo de inteligencia que nuestros cerebros.
Puede que no sea necesariamente más hábil que
nuestras propias neuronas en el procesamiento de la información,
pero tiene una ventaja:
puede acceder a la inteligencia de formas que
nunca podríamos imaginar.
Youvan concluye:
"En las condiciones adecuadas, la I.A. puede
participar en la comprensión, la síntesis e incluso en algo
parecido a la intuición".
"En ese sentido, podría evolucionar no solo
para servirnos, sino para revelarnos nuevos aspectos del
universo".
La idea de Youvan es similar al concepto de la
"Fuente", donde residiría todo el conocimiento del universo y al
cual podríamos acceder por medio de nuestros cerebros.
¿Fascinante, no...?
|