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por Matt Williams
04 Enero 2025
del Sitio Web
ElConfidencial

'Oumuamua es el
primer objeto
interestelar conocido
que visita el sistema
solar.
(European Southern
Observatory / M. Kornmesser)
Científicos de la agencia
espacial estadounidense
han descubierto
dos poblaciones
diferentes de 'cometas oscuros',
unas rocas espaciales que
comparten características
con el primer objeto
interestelar: 'Oumuamua
El 19 de octubre de 2017, el Telescopio Panorámico y Sistema de
Respuesta Rápida-1 (Pan-STARRS-1)
en Hawai anunció la primera detección de un objeto interestelar
llamado 1I/2017 U1 'Oumuamua
(la palabra hawaiana para "explorador").
Este objeto creó mucha confusión entre los
astrofísicos porque parecía un asteroide, pero se comportaba como un
cometa por la forma en la que aceleró fuera del sistema solar.
Desde entonces, los científicos han observado
muchos otros objetos que se comportan de la misma manera,
los
conocidos como cometas oscuros...
Estos objetos se definen como cuerpos pequeños sin coma, la nube de
polvo y gas que envuelve el núcleo de un cometa.
Y tienen
aceleraciones no gravitacionales significativas explicables por la desgasificación de volátiles. Unas características muy parecidas a las que
presentaba 'Oumuamua.
En un reciente
estudio de la NASA, un equipo de
investigadores identificó siete más de estos objetos en el sistema
solar, duplicando el número de cometas oscuros conocidos.
Además, los investigadores pudieron distinguir
dos poblaciones distintas:
La estela de 'Oumuamua
Los científicos demostraron la existencia de cometas oscuros en
2016, cuando descubrieron que el asteroide 2003 RM se había desviado
ligeramente de su órbita esperada.
Este comportamiento no puede explicarse por el
efecto yarkovsky, por el que
los asteroides absorben energía solar y la rebotan al espacio en
forma de calor.
"Cuando ves ese tipo de perturbación en un
objeto celeste, normalmente significa que es un cometa, con
material volátil desgasificándose de su superficie dándole un
poco de empuje", explica Davide Farnocchia, investigador
del JPL de la NASA y coautor del estudio de la Agencia Espacial
estadounidense.
"Pero por más que lo intentamos, no pudimos
encontrar ninguna señal de la cola de un cometa.
Parecía igual
que cualquier otro asteroide:
¡solo un punto de luz...!
Entonces, por un corto tiempo, tuvimos acceso
a este extraño objeto celeste que no pudimos descifrar por
completo".
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