por Avi Loeb
27 Julio 2023

del Sitio Web ElConfidencial

 

 

Avi Loeb

es jefe del Proyecto Galileo, director fundador de

la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard,

director del Instituto para la Teoría y la Computación del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y autor del bestseller

Extraterrestrial - The First Sign of Intelligent Life Beyond Earth”.






Una de las 537 esférulas

 encontradas hasta ahora por Loeb,

observada bajo el microscopio.

(Avi Loeb)



Expedición interestelar


Avanzan los análisis de los restos del IM1,

un objeto interestelar hundido en el océano Pacífico.

Avi Loeb nos cuenta qué espera de esos resultados

y lo que pueden significar para la humanidad...




Durante la expedición interestelar al Océano Pacífico, se me ocurrió que todos los miembros del equipo están en el mismo barco.

 

Disfruté de la compañía de todos los miembros de la tripulación porque cada uno contribuyó desinteresadamente al éxito de nuestra misión.

El barco es una metáfora de la Tierra moviéndose por el espacio.

 

Todos los terrícolas compartimos el mismo barco y es mejor que trabajemos juntos.

Durante los últimos diez mil millones de años, otras civilizaciones tecnológicas podrían haber ensuciado el volumen del disco de la Vía Láctea con numerosos artefactos disfuncionales

Un psicólogo me dijo que la mayoría de la gente pide ayuda cuando siente que está atascada.

 

Desde un punto de vista interestelar, la humanidad está atascada en la Tierra...

Físicamente, la culpa es de la gravedad, pero hay algo más en esa postura.

 

Psicológicamente, centramos nuestra atención "en la Tierra", es decir, en el barco, en lugar de en nuestro destino en el océano del espacio interestelar.

Muchos científicos consideran 'extraordinariamente' improbable el encuentro con una reliquia de otra civilización tecnológica.

 

Pero a mí me parece de sentido común buscar basura espacial del tipo que producimos, ya que hay miles de millones de planetas similares a la Tierra en la Vía Láctea...

 

Solo en la última década empezamos a detectar objetos interestelares.

 

El primero fue el meteorito interestelar IM1, de un metro de tamaño, cuya alta velocidad fue detectada con gran fiabilidad por los sensores del Gobierno estadounidense el 8 de enero de 2014.


 

Una de las nuevas esferas microscópicas

encontradas en las muestras del IM1.

(Avi Loeb)

 

 

Que un meteoro interestelar del tamaño de un metro impacte contra la Tierra una vez por década implica que hay un millón de objetos de este tipo ahora mismo dentro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

 

Sin embargo, en la última década sólo hemos observado uno de ellos, el IM1. Esta es la razón por la que dirigí una expedición oceánica para recuperar materiales de IM1 e inferir su naturaleza.

 

Dentro de diez mil años, las cinco naves espaciales que lanzamos:

Voyager 1 y 2, Pioneer 10 y 11 y New Horizons,

...saldrán de la nube de Oort en las afueras del sistema solar y se convertirán en basura tecnológica en el espacio interestelar.

 

Permanecerán ligadas por gravedad al disco de la Vía Láctea.

 

Durante los últimos diez mil millones de años, otras civilizaciones tecnológicas podrían haber ensuciado el volumen del disco de la Vía Láctea con numerosos artefactos disfuncionales.

 

Esta 'basura' podría haberse acumulado en el espacio interestelar como los plásticos en el océano.

 

Queda por ver si alguno de los objetos similares a IM1 es basura tecnológica mediante un análisis de composición, como tenemos previsto hacer con las esférulas que recuperamos del lugar donde se estrelló IM1 en el océano Pacífico.

 

 

 

 

Curiosamente, la extrapolación de las estadísticas de IM1 implica que hay más objetos similares a IM1 que rocas del sistema solar del mismo tamaño en la nube de Oort del sistema solar.

 

En otras palabras,

podría haber más 'trozos de plástico' del océano del espacio interestelar que 'peces familiares' nadando por las afueras del sistema solar.

El descubrimiento de basura interestelar de nuestros vecinos cósmicos cambiaría el futuro de la humanidad.

La basura extraterrestre es nuestro oro...

Las historias de ciencia ficción suelen sugerir un primer (sic) encuentro con criaturas extraterrestres o artilugios funcionales, pero es más probable que nos encontremos con desechos disfuncionales.

 

Mi modelo de membrana para 'Oumuamua podría representar una capa superficial de un objeto tecnológico mayor o un trozo de una esfera de Dyson rota, afectada por la presión de la radiación además de por la gravedad, al igual que nuestra propia basura espacial 2020 SO, que fue descubierta en 2020 por el mismo telescopio Pan-STARRS que descubrió 'Oumuamua...

 

 

Varias de las nuevas esférulas

 encontradas en el laboratorio de astrofísica

de Harvard.

 

 

La identificación de restos tecnológicos interestelares revelaría la naturaleza de nuestros vecinos cósmicos, aunque ya no estén por aquí, porque el viaje de sus paquetes duró más que su vida útil.

 

El diseño inteligente de artefactos extraterrestres puede aportar una sensación de asombro religioso a la ciencia convencional. Podemos aprender de las experiencias pasadas de nuestros vecinos cósmicos e inspirarnos para hacerlo mejor que ellos.

 

Encontrar sus reliquias cambiaría lo que significa ser humano junto con lo que significa ser una especie interestelar.

 

En mi nuevo libro, Interstellar, que se publicará dentro de un mes y ya se puede reservar, hablo de las implicaciones de encontrar objetos interestelares de origen tecnológico.

 

Lo más significativo es que encontrarlos liberará nuestra mente de su frustrante enfoque de estar pegados a la Tierra.

 

Con una visión más amplia, podríamos cambiar nuestras prioridades y pasar de ser un cuervo picoteando en el cuello de las águilas a convertirnos en un águila que se eleva a alturas donde ningún cuervo sobrevive.

 

Esperemos que pasemos de la mentalidad de cuervo de las redes sociales a la mentalidad de águila de las civilizaciones inteligentes del espacio interestelar.

 

Todos estamos en el mismo barco. Colaboremos en equipo en nuestra verdadera expedición interestelar.