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			Traducción: 
			Carlos Estrada /
			
			Ana Indriago 
			Conferencia de Sir Laurence Gardner, 
			 
			Titulo en ingles: 
			
			Genesis Of The 
			Grail Kings 
			  
			Mientras que la investigación para el antecesor de este libro, 
			
			La 
			Herencia del Santo Grial, se basó en el Nuevo Testamento, 
			El Génesis 
			de los Reyes del Grial se concentra en los tiempos del Antiguo 
			Testamento, especialmente, en los primeros relatos de los libros del 
			Génesis y del Éxodo.
 Como se ha descubierto en estudios previos, los textos del Evangelio 
			que han sido de dominio público por siglos, a menudo guardan poca 
			relación con las historias de primera mano de la era con la cual se 
			relacionan.
 
 El Nuevo Testamento, como lo conocemos, fue compilado por los 
			Obispos del siglo IV para sustentar la recién manipulada fe 
			cristiana y, en la misma manera, las escrituras del Antiguo 
			Testamento se diseñaron para apoyar la fe hebrea emergente, en lugar 
			de representar el hecho histórico.
 
 Claramente, uno tiene que volver a las escrituras pre-bíblicas para 
			encontrar cualquier anomalía, pero el problema en términos bíblicos 
			es que las primeras escrituras hebreas (las cuales fueron re-estructuradas 
			muchos siglos después) fueron escritas solo entre los siglos VI y I 
			AC, así que no es probable que sean completamente auténticas al 
			relatar historias de millares de años antes. Ciertamente, es obvio 
			que este es el caso porque, cuando estos libros fueron escritos 
			inicialmente, su propósito expreso fue transmitir la historia de una 
			religión que no surgió realmente hasta bien entrada la historia 
			ancestral.
 
 La Biblia explica que la historia del linaje de sangre comenzó con 
			Adán y Eva, de cuyo tercer hijo, Seth, evolucionó una línea que 
			progresó a través de Matusalén, Noé y, eventualmente, 
			Abraham, quien 
			llegó a ser el gran patriarca de la nación hebrea. El texto relata 
			que Abraham llevó a su familia hacia el oeste fuera de Mesopotamia (hoy 
			en día Iraq) a la tierra de Canaán (Palestina), de donde algunos de 
			sus descendientes se desplazaron a Egipto. Después de muchas 
			generaciones, viajaron de regreso a Canaán donde, en su momento, 
			David de Belén llegó a ser Rey de los reinos recién constituidos de 
			Judea e Israel.
 
 Si lo vemos como se presenta en las escrituras, esto es una saga 
			fascinante, pero no hay por ningún lado nada que indique por qué la 
			línea ancestral de David y sus herederos subsiguientes, era especial 
			de alguna manera. De hecho, lo contrario es el caso; sus antepasados 
			son presentados como una sucesión de buscadores errantes de 
			territorio, que no se ha visto sean de importancia particular hasta 
			los tiempos del mismo Rey David.
 
 Su historia bíblica no aguanta una comparación con, digamos, los 
			faraones contemporáneos del antiguo Egipto, pero de su importancia, 
			se nos dice, viene del hecho que Abraham y sus descendientes, fueron 
			designados como 'el pueblo elegido de Dios'. Esto, por supuesto, nos 
			pone a dudar porque, según el Antiguo Testamento, su Dios solo los 
			condujo por una cadena de hambrunas, guerras y dificultades 
			generales, en lugar de actuar como su pastor misericordioso - una 
			imagen que sólo es representada de vez en cuando.
 
 Dado que el primer grupo de estos libros, posteriormente canónicos, 
			se escribió mientras los judíos estaban en cautiverio en la 
			Babilonia Mesopotámica del siglo VI AC, entonces es evidente que fue 
			en Babilonia donde se guardaron los registros originales. De hecho, 
			desde la época de Adán, digamos, a través de unas diecinueve 
			generaciones hasta Abraham, toda la historia patriarcal hebrea fue 
			mesopotámica. Más específicamente, la historia era de  
			
			Sumeria, en la Mesopotamia meridional, donde los antiguos sumerios de hecho se 
			refirieron a los prados del delta del Éufrates como el Edén.
 
 Al investigar para el libro La Herencia del Santo Grial, se 
			evidenció que constituían buenas fuentes de información de apoyo, 
			los distintos Evangelios y textos que no fueron escogidos por los 
			obispos para su inclusión en el Nuevo Testamento canónico - los 
			libros que fueron estratégicamente ignorados. En forma similar, hubo 
			libros que se excluyeron del Antiguo Testamento: 
			
			los libros de Enoc 
			y de los Jubileos, por ejemplo.
 
 Un trabajo adicional, al cuál se le presta atención, específicamente 
			en los libros del Antiguo Testamento de Joshua y 2-Samuel, es 
			el 
			libro de Jasher. Pero a pesar de la importancia aparente de 
			Jasher 
			para los escritores hebreos, no se incluyó en la selección final. 
			También, el libro de los Números guía nuestra atención al libro de 
			Las Guerras de Jehová, mientras que en el libro de Isaías, se nos 
			lleva al libro del Señor. El mismo hecho que estas escrituras sean 
			mencionadas en la Biblia, significa que deben ser anteriores al 
			Antiguo Testamento. De hecho, todos son citados como importantes 
			pero, por una razón u otra, los redactores vieron la oportunidad 
			para excluirlos cuando se hizo la selección canónica.
 
 A menudo nos hemos preguntado por qué el Dios bíblico de los hebreos 
			los condujo por pruebas, tribulaciones, inundaciones y desastres 
			cuando, de vez en cuando, él parece haber actuado con una 
			personalidad bastante opuesta y misericordiosa. La respuesta es que, 
			aunque aparentemente ahora es acogido en un contexto general como 
			Dios Único por las iglesias judías y cristianas, hubo originalmente 
			una diferencia clara entre las figuras 
			
			de 
			Jehová y El Señor. Ellos 
			eran, en la práctica, deidades bastante diferenciadas. El dios al 
			que llamaban Jehová, era tradicionalmente un Dios tempestuoso - un 
			Dios de la ira y la venganza, mientras que el Dios al que se 
			refirieron como El Señor, surge como un Dios de la fecundidad y la 
			sabiduría.
 
 En tiempos antiguos, la palabra hebrea prevaleciente para Señor era 
			Adón, mientras que el aparente nombre personal de Jehová no se 
			utilizó en absoluto. Venía de la raíz hebrea original 
			
			YHWH (Yahweh), 
			que significaba 'soy lo que soy' - una declaración que se le 
			atribuye haber dicho Dios a Moisés en el monte Sinaí, centenares de 
			años después de la época de Abraham. Sin embargo, la Biblia también 
			aclara que el Dios de Abraham, fue llamado realmente El Shaddai, que 
			significa Montaña Alta.
 
 Jehová, por lo tanto, no era en absoluto un nombre. Los primeros 
			textos se refieren simplemente a El Shaddai y a su contraparte Adón. 
			Los cananeos llamaron a estos Dioses El Elyon y Baal, significando 
			exactamente lo mismo: Montaña Alta y Señor. En las Biblia modernas, 
			las definiciones Dios y el Señor son utilizadas y entremezcladas 
			como si se refirieran al mismo personaje de Jehová, pero 
			originalmente no era así. Uno era un dios vengativo (un aniquilador 
			de personas), y el otro era un Dios social (un benefactor de 
			personas). Adicionalmente, en contraste con las enseñanzas de la 
			Biblia, varias tradiciones relatan que estos Dioses, ambos tenían 
			padres, esposas, hijos e hijas.
 
 A través de la era patriarcal, los hebreos emergentes intentaron 
			apoyar a Adón el Señor pero, en cada giro, El Shaddai (El Dios 
			tempestuoso Jehová) se vengaba con inundaciones, tempestades, 
			hambrunas y destrucción general. Aún en los tiempos de cautiverio 
			(alrededor del año 586 AC), la Biblia explica que Jerusalén fue 
			derrocada por orden de Jehová. Entonces, decenas de millares de 
			israelitas fueron tomados como rehenes en Babilonia, simplemente 
			porque uno de sus reyes pasados (un descendiente del Rey David) 
			había erigido altares en veneración de Baal el Adón.
 
 Fue durante el transcurso de este cautiverio que los israelitas 
			finalmente cedieron. Ellos decidieron, después de generaciones de 
			apoyo de Adón , sucumbir al opuesto Dios de la ira, desarrollando 
			una nueva religión sin temor de su retribución. Fue, de hecho, en 
			este momento que el nombre aparente de Jehová apareció por primera 
			vez - poco más de 500 años antes de la época de Jesús. A 
			continuación, la Iglesia Cristiana también puso abordo a Jehová, 
			llamándolo simplemente Dios, y todos los conceptos hasta ahora 
			sociales de Adón, se desecharon totalmente. Las dos religiones 
			fueron ambas de allí en adelante fe de temor, e incluso hoy en día 
			sus seguidores se denominan como 'temerosos de Dios'.
 
 Esto nos aporta el conocimiento de que, dentro de un panteón general 
			de dioses y diosas (muchos de los cuales se mencionan realmente en 
			la Biblia), había dos Dioses predominantes y opuestos. En culturas 
			diferentes se les ha llamado El Elyon y Baal, El Shaddai y Adon, 
			Ahriman y Mazda, Jehová y el Señor, Dios y el Padre - pero estos 
			modismos no son nombres personales; todos ellos son definiciones 
			titulares.
 
 Para descubrir las identidades de estos Dioses, no debemos mirar más 
			allá de donde originalmente se les registró como operativos. Al 
			respecto, textos antiguos cananeos (descubiertos en Siria en 1.920) 
			revelan que sus respectivas cortes estaban en el valle del Tigris y 
			el Éufrates, en la Sumeria Mesopotámica – sobre el delta Edén del 
			Golfo Pérsico.
 
 Los registros escritos sumerios se pueden rastrear hasta el 3er 
			milenio AC y en ellos se explica que los Dioses en cuestión eran 
			hermanos. En Sumeria, el Dios tempestuoso quien eventualmente llegó 
			a ser conocido como Jehová, se llamaba Enlil o Ilul-kur-gal (que 
			significa el Alto de la Montaña) y su hermano, quien llegó a ser Adón el Señor, se llamaba
			Enki - un nombre muy apropiado porque Enki 
			significa el Arquetipo.
 
 Los textos nos informan que fue Enlil quien trajo el Diluvio; fue 
			Enlil quien destruyó Ur y Babilonia, y fue Enlil quien se opuso 
			constantemente a la educación y la iluminación de la humanidad. De 
			hecho, un texto sirio original, relata que fue Enlil-Jehová quien 
			arrasó las ciudades de Sodoma y Gomorra en el Mar Muerto - no porque 
			fuesen guaridas de la maldad como se enseña generalmente, sino 
			porque ellos eran grandes centros de sabiduría y aprendizaje.
 
 Por otro lado, fue Enki, quien (a pesar de la ira vengativa de su 
			hermano) otorgó a los sumerios acceso al Árbol del Conocimiento y al 
			Árbol de la Vida. Fue Enki quien estableció la estrategia de escape 
			durante el Diluvio, y fue Enki quien entregó las Tablas del Destino, 
			honradas por todos los tiempos - las tablas de la ley científica que 
			llegaron a ser los cimientos de las originales escuelas de misterios 
			en Egipto.
 
 Muchos libros mencionan la escuela hermética del Faraón Tutmosis 
			III, quien reinó cerca del año 1.450 AC, pero generalmente no es 
			sabido que la escuela que él heredó era la original Corte del 
			Dragón, fundada por los sacerdotes de Mendes cerca del año 2.200 AC. 
			Posteriormente, fue ratificado por la 12va dinastía de la Reina Sobeknefru como una Soberana Orden Sacerdotal, para ser llevada 
			eventualmente desde Egipto a los Reyes de Jerusalén y los Príncipes 
			del Mar Negro de Scythia. Hace alrededor de 600 años, el Rey 
			Segismundo de Hungría reconstituyó la Orden, que existe hoy día como 
			
			La Corte Imperial y Real de la Soberanía del Dragón, bajo los 
			auspicios de la Casa de Vere de Anjou.
 
 Los reyes de la primera sucesión (quienes reinaron en Sumeria y 
			Egipto antes llegar a ser Reyes de Israel) al instalarse fueron 
			ungidos con la grasa del Dragón: el cocodrilo sagrado. Esta noble 
			bestia fue conocida en Egipto como el Messeh (del cual derivó el 
			verbo hebreo "ungir") - y los Reyes de esta sucesión dinástica 
			fueron conocidos como Dragones o Mesías (significando Los Ungidos). 
			En tiempos del conflicto, cuando se unieron los ejércitos de los 
			diferentes reinos, se escogió un líder general y fue llamado el Gran 
			Dragón (el Rey de Reyes) o, como mejor conocemos el nombre en su 
			antigua forma céltica, el Pendragón.
 
 Un aspecto interesante de la palabra 'realeza' es que es idéntica a 
			parentesco (N. Del T.: se refiere a las palabras en idioma inglés
			kingship y kinship respectivamente). En su forma original “kingship” 
			era “kainship”, y el primer Rey de la sucesión Mesiánica era el Caín 
			bíblico (Kain), la Cabeza de la Casa Sumeria de Kish. Al reconocer 
			esto, uno puede ver inmediatamente una anomalía de origen en la 
			historia tradicional del Génesis, pues la línea histórica hasta 
			llegar a David y Jesús, no era en absoluto de Adán y el hijo de Eva 
			Seth. Era del hijo de Eva, Caín, cuyos sucesores registrados (aunque 
			se les da poco espacio en el Antiguo Testamento) fueron los primeros 
			grandes reyes de Mesopotamia y Egipto.
 
 Al leer la Biblia con este conocimiento en mente, entonces vienen a 
			aparecer dos importantes características más. La enseñanza 
			convencional cita generalmente a Caín como el primer hijo de Adán y 
			Eva - pero no lo era; inclusive el libro del Génesis nos dice que no 
			lo fue. De hecho, confirma cómo Eva le dijo a Adán que el padre de 
			Caín era El Señor, quien era por supuesto Enki el Arquetipo. Aún 
			fuera de la Biblia, en las escrituras del Talmud hebreo y el 
			Midrash, queda bastante claro que Caín no era el hijo de Adán.
 
 Así que, ¿qué más se nos ha enseñado equivocadamente acerca de este 
			aspecto particular de la historia? El libro del Génesis (en su 
			traducción inglesa) nos dice que Caín era 'un labrador del suelo' - 
			pero esto no es en absoluto lo que los textos originales dicen. Lo 
			que dicen es que Caín tuvo 'dominio sobre la tierra', que es un 
			asunto bastante diferente cuando se considera su status de rey.
 
 Los traductores de Biblia parecen haber tenido un problema constante 
			con la palabra Tierra - a menudo traduciéndola como suelo, arcilla o 
			polvo, en vez de reconocerla como relacionada con La Tierra. Aún en 
			el caso de Adán y Eva, los traductores cometieron evidentes errores. 
			La Biblia dice, 'Masculino y femenino los creó, y a él le llamó 
			Adán'. Escrituras más antiguas utilizan la palabra más completa 
			Adâma, que significa 'de la Tierra'. Sin embargo, esto no 
			significaba que ellos estaban hechos de tierra; significa (como la 
			Biblia Áncora hebrea explica en términos precisos) que ellos eran 
			Terrícolas.
 
 Hace alrededor de 6.000 años, Adán y Eva (conocidos entonces como 
			Atâbba y Kâva - y llamados colectivamente el Adâma) fueron criados 
			con propósitos de realeza por Enki y su esposa y hermana 
			Nîn-khursag. Esto sucedió en una 'cámara de creación' la cual en los 
			anales sumerios se le denomina la Casa de Shimtî (Shi-im-tî que 
			significa 'aliento - viento - vida'). Adán y Eva ciertamente no eran 
			las primeras personas en la Tierra, pero fueron los primeros de la 
			sucesión real alquímicamente ideada. A Nîn-khursag se le llamó la 
			Dama del Embrión, o la Dama de la Vida, y era la madre sustituta de 
			Atâbba y Kâva, quienes fueron creados a partir de un óvulo humano 
			fertilizado por el Señor Enki.
 
 Fue a causa del título de Nîn-khursag, la Dama de la Vida, que a Kâva posteriormente le fue dada la misma distinción por los hebreos. 
			De hecho, el nombre Kâva (Ava o Eva) en forma subsiguiente significó 
			"vida". Hay un interesante paralelo aquí porque, en sumerio, el 
			modismo La Dama de la Vida era Nîn-tî (Nin significa Dama, y tî 
			significa Vida). Sin embargo, otra palabra sumeria, ti (con 
			pronunciación más larga: "tii") significa 'costilla' - y fue en 
			virtud de la confusión entre las dos palabras, tî y ti, por parte de 
			los hebreos, que Eva llegó a ser incorrectamente asociada con la 
			costilla de Adán.
 
 Tanto Enki como Nîn-khursag (junto con su hermano Enlil - el 
			posterior Jehová) perteneció a un panteón de Dioses y diosas 
			conocidos como 
			
			los Anunnaki, lo cual, en sumerio, significa 'el 
			Cielo vino a la Tierra' (An-unna-ki). De hecho, la Gran Asamblea de 
			los Anunnaki (llamada luego la Corte de los Elohim) se menciona 
			realmente en el Salmo No. 82 del Antiguo Testamento, en donde Jehová 
			hace su ofrecimiento de poder supremo sobre los otros Dioses.
 
 Según la tradición del Dragón, la importancia de Caín era que él fue 
			producido directamente por Enki y Kâva, así que su sangre era tres 
			cuartos Anunnaki, mientras que sus hermanastros, Hevel y Satânael 
			(mejor conocidos como Abel y Seth), eran menos de la mitad Anunnaki, 
			siendo la progenitura de Atâbba y Kâva (Adán y Eva). La sangre 
			Anunnaki de Caín era tan avanzada, que se dijo que la sangre de 
			Abel, su hermano, era muy terrestre en comparación. Se relató en las 
			escrituras que Caín 'surgió muy por encima de Abel', para que la 
			sangre de su hermano fuera tragada por la tierra - pero esta 
			descripción original fue completamente mal interpretada por la 
			Biblia moderna, la cual ahora afirma que Caín 'se alzó contra Abel' 
			y derramó su sangre sobre la tierra. Esto, no es de ningún modo lo 
			mismo.
 
 La historia ahora puede proseguir, considerando el más antiguo 
			Escudo de Armas en la historia soberana - un título que denotaría el 
			linaje Mesiánico del Dragón a lo largo de los tiempos. Los sumerios 
			se referían a esta insignia como el el Gra-Al, pero la historia 
			bíblica se refieren a él como la Marca de Caín. Esta Marca es 
			presentada por la Iglesia moderna como si fuera una forma de 
			maldición, pero en la Biblia no se le define así. El Génesis 
			realmente cuenta que, habiendo discutido con Jehová sobre un asunto 
			de observancia soberana, Caín temió por su vida. Consecuentemente, 
			el Señor puso una marca sobre Caín, jurando una venganza séptupla 
			contra sus enemigos.
 
 Nunca se ha comprendido completamente por qué Jehová habría decidido 
			proteger a Caín, cuando fue él quien tuvo la queja contra Jehová. 
			Pero el hecho es que Jehová no tomó esta decisión; la Marca sobre 
			Caín fue puesta por el Señor - y el Señor (el Adón) no era Jehová 
			sino el propio Padre de Caín, Enki.
 
 Pocas personas piensan jamás piensan en cuestionarse acerca de los 
			supuestos enemigos de Caín, como se los define en el Génesis. 
			¿Quiénes podrían haber sido? ¿De dónde habrían venido? De acuerdo a 
			la Biblia sólo existían Adán y Eva, junto con sus hijos Caín y Abel 
			– y aparentemente Caín mató a Abel. ¡Por lo tanto, si uno acepta el 
			texto por lo que dice, no había más nadie que pudiera ser enemigo de 
			Caín!
 
 El Gra-Al sumerio, al cuál la tradición bíblica le llama la Marca de 
			Caín, era un digno símbolo así como la Copa de las Aguas, o la Rosi-Crucis (la Copa de Rocío), y fue identificada en todos los 
			registros (inclusive en los anales egipcios, fenicios y hebreos) 
			como una Cruz roja vertical centrada dentro de un Círculo. A través 
			de las eras fue desarrollada y embellecida, pero siempre ha 
			permanecido esencialmente igual y se le reconoce como el símbolo 
			original del Santo Grial.
 
 Otra anomalía se presenta poco después en el Génesis, cuando se nos 
			dice que Caín encontró esposa. ¿Quiénes en toda la tierra podrían 
			ser los padres de ella, si Adán y Eva eran la única pareja viva? 
			¡Luego, sin ni siquiera afrontar esta anomalía, el Génesis procede a 
			dar una lista de los descendientes de Caín! De todo esto se saca en 
			claro, que ha sido editada información importante del relato del 
			Antiguo Testamento. Simplemente, existía mucha más gente por esa 
			época y no es difícil encontrar sus historias fuera de la Biblia. A 
			parte de los registros sumerios, incluso textos antiguos hebreos y 
			cristianos dan mucha más información al respecto.
 
 Para aumentar aún más la sucesión histórica de Caín, este se casó 
			con su hermanastra, una princesa pura Anunnaki llamada Luluwa. Su 
			padre era Enki y su madre fue 
			
			Lilith, una nieta de Enlil. Aunque no 
			nos da el nombre de la esposa de Caín, la Biblia da el nombre de su 
			hijo menor Enoc (Henôch), mientras que los registros sumerios citan 
			a su hijo mayor y sucesor real Atûn, quien quizás es más conocido 
			como el Rey Etâna de Kish.
 
 Se decía que Etâna 'caminó entre los Dioses' y fue alimentado de la 
			Planta del Nacimiento (o el Árbol de la Vida como se le llama en el 
			Génesis). De allí en adelante los reyes de esa línea, fueron 
			denominados como las ramas del Árbol - y la palabra antigua para 
			rama era 'klone' (clon). En tiempos posteriores, esta Planta o Árbol 
			se redefinió como la Vid – y así el Gra-Al, la Vid y el linaje 
			Mesiánico, llegaron a entrelazarse en la literatura del Santo Grial 
			de las eras subsiguientes.
 
 En virtud del cruce así concebido, esta sucesión real se modeló 
			específicamente para liderazgo y, en todos los aspectos del 
			conocimiento, la cultura, la conciencia, la sabiduría y la 
			intuición, estaba altamente avanzada respecto a sus contemporáneos 
			mundanos. Para conservar su sangre lo más pura posible, siempre se 
			casaron con un pariente cercano, porque se conocía completamente que 
			el gen predominante de la sucesión era portado por la sangre de la 
			madre. Hoy en día a esto lo llamamos ADN Mitocondrial. Y así nació 
			una tradición heredada por sus descendientes reales en Egipto, y por 
			los posteriores gobernantes célticos de Europa. La verdadera realeza 
			fue mantenida, fue transferida a través de la hembra y los 
			matrimonios reales fueron por lo tanto, estratégicamente concertados 
			con hermanastras maternas o primos de la línea maternal.
 
 Habiendo llegado al punto dónde se menciona por primera vez la 
			Planta del Nacimiento en los registros, estamos alrededor del año 
			3.500 AC, y es aquí donde comenzamos a aprender cómo fue alimentada 
			oralmente la sucesión real desde los primeros días con suplementos 
			corporales. Esta práctica original continuó por más de 1.000 años, 
			hasta que el programa de alimentación se volvió completamente 
			científico y alquímico.
 
 Antes discutir la dieta real en detalle, vale la pena considerar por 
			qué todos los personajes importantes de Sangre Real (los Sangréal) 
			que progresaron a partir de Caín y sus hijos, fueron 
			estratégicamente ignorados por los hebreos y por la Iglesia 
			cristiana, en favor de promocionar una línea paralela menor, a 
			partir de Seth, el hijo de Adán. ¿Por qué que la inmediata dinastía 
			Cananea fue rehuida por los atemorizados discípulos de Enlil-Jehová?
 
 En el libro del Génesis del Antiguo Testamento, las líneas de 
			descendencia se dan a partir de Caín y de su hermanastro Seth, pero 
			es de interés destacar, que los nombres detallados en las primeras 
			generaciones son bastante similares en cada lista, aunque se dan en 
			un orden diferente: Enoc, Jared, Mahalaleel, Matusalén y Lamec. En 
			vista de esto, a menudo se ha sugerido que la línea descendiente 
			desde Seth hasta el hijo de Lamech, Noé, fue creada por los 
			compiladores de Biblia, para evitar mostrar la verdadera 
			descendencia desde Caín hasta la época de Noé. Si este fuese el 
			caso, entonces algo debe haber ocurrido durante la vida de Noé para 
			causar que la historia ancestral fuese velada por los escritores 
			posteriores, como de hecho es transmitido en la Biblia misma.
 
 En esa etapa de la historia familiar, 
			 
			
			el vengativo Jehová 
			aparentemente advirtió a Noé y a sus hijos contra la ingestión de 
			sangre - un edicto que llegó a ser expresamente importante para el 
			estilo de vida hebreo posterior. Desde hace mucho tiempo ha sido una 
			acostumbrada práctica judía, colgar carne para que sangre antes de 
			cocinarla y consumirla pero, por contraste, la fe cristiana se 
			preocupa especialmente por la ingestión figurada de sangre. En la 
			tradición cristiana, se acostumbra tomar el sacramento de la 
			Comunión (la Eucaristía), en la que el vino se bebe del cáliz 
			sagrado, representando simbólicamente la sangre de Jesús: la sangre 
			de la Vid Mesiánica.
 
 ¿Podría ser, por lo tanto, que la costumbre cristiana moderna es un 
			salto atrás involuntario a algún ritual lejano pre-Noé al que Jehová 
			se opuso? Si ese es el caso, entonces ya que se sabe que el Cáliz es 
			un símbolo enteramente femenino que ha sido emblemático de la matriz 
			de los primeros tiempos (como se discutió en el libro La Herencia 
			del Santo Grial), ¿podría esta sangre Mesiánica (ahora simbolizada 
			por el vino) haber sido un extracto de sangre menstrual en los 
			tiempos originales?
 
 La respuesta a estas preguntas es Sí, eso era precisamente la 
			costumbre - pero no era tan insulso como quizás parezca. De hecho, 
			pocos de nosotros pensamos en cuestionar las fuentes máximas de 
			muchas de las medicinas y suplementos corporales que hoy en día se 
			ingieren - y aquellos que son conocedores a menudo estarían reacios 
			a decirnos. La hormona Premarin, por ejemplo, viene de la orina de 
			yeguas preñadas, mientras que ciertas hormonas del crecimiento y la 
			Insulina se fabrican del E. Coli - una bacteria fecal.
 
 El extracto de sangre en cuestión era, en el primer caso, el de 
			Nîn-khursag la hermana-esposa de Enki, la denominada Dama de la 
			Vida. Era una esencia sagrada Anunnaki, definida como la más 
			poderosa de todas las fuerzas vitales y se le veneraba como Fuego de 
			Estrellas. Fue del vientre de Nîn-khursag que nació la línea real y 
			fue su sangre, el divino 
			
			Fuego de Estrellas, con el que la sucesión 
			del Dragón se alimentó suplementariamente. En el antiguo Egipto, a Nîn-khursag se le llamó 
			Isis y, bajo cualquier nombre, ella era la 
			madre máxima de la línea Mesiánica, pues era suyo el gen de de la 
			línea matriarcal que constituyó el comienzo de la realeza.
 
 Vale recordar, por lo tanto, que el edicto bíblico de abstenerse de 
			la sangre no provino de Enki el Sabio, sino de Enlil-Jehová, el Dios 
			de la ira y la venganza que habría instigado el Diluvio, forzado el 
			caos en Ur y Babilonia, y habría intentado engañar a Adán diciéndole 
			que moriría si comía del Árbol del Conocimiento. Este no era un dios 
			que le agradaran las personas y los registros sumerios son muy 
			claros al respecto. De ahí que, si él prohibía la ingesta de sangre, 
			no es probable que hubiese sido un edicto para el beneficio de Noé y 
			sus descendientes; sino más probablemente para su detrimento.
 
 En términos estrictos, el original Fuego de Estrellas era la esencia 
			lunar de la Diosa, pero aún dentro de un entorno mundano cotidiano, 
			la menstruación contiene las secreciones endocrinas más valiosas, 
			especialmente la de las glándulas pineal y pituitaria . La glándula 
			pineal del cerebro, se asoció en particular directamente con el 
			Árbol de la Vida, pues de esta glándula diminuta, se decía que 
			secretaba la esencia misma de la activa longevidad, conocida como 
			soma - o como los griegos la llamaron, ambrosía.
 
 En círculos místicos, la flor menstrual (la que tiene el flujo) 
			(N.del T.: en idioma inglés la palabra Flow-er contiene las mismas 
			sílabas que la palabra flor y también es la contracción de “ella la 
			fluente”) por mucho tiempo se le ha conocido como la flor, y se le 
			representa como un lirio o un loto. De hecho, la definición 'flor' 
			es la misma raíz de la palabra moderna flor en el idioma inglés. En 
			Sumeria antigua, las hembras claves de la sucesión real todas eran 
			veneradas como lirios, teniendo nombres tales como Lili, Luluwa, 
			Lilith, Lilutu y Lillette.
 
 En la representación pictórica, el Dragón Mesiánico guarda poca 
			relación con la bestia alada de la mitología occidental posterior 
			que respira fuego. Era, en esencia, una serpiente de grandes fauces 
			con cuatro patas – muy similar a un cocodrilo o un lagarto. Este era 
			el Messeh sagrado cuyo nombre era Draco. Esta bestia soberana, era 
			un símbolo divino de los faraones egipcios, un símbolo del 
			Terapeutote egipcio en Karnak y Qumrân, mientras que también era la 
			serpiente marina Bistea Neptunis de los Reyes Pescadores 
			descendientes Merovingios en Gaul.
 
 En las referencias a serpientes en textos hebreos antiguos, se usa 
			la palabra nahash (de la raíz NHSH), pero esto no se relaciona con 
			serpientes en la manera en que quizás nosotros las percibamos como 
			víboras venenosas. Se relaciona con las serpientes en su capacidad 
			tradicional de mensajeras de sabiduría e iluminación – pues la 
			palabra nahash realmente significa "descifrar", "averiguar". Las 
			serpientes, de una forma u otra, siempre se asociaron con la 
			sabiduría y la sanación - con los Árboles de la Vida y del 
			Conocimiento, siendo costumbre identificarlos con serpientes. De 
			hecho, el emblema de muchas asociaciones médicas actuales es 
			precisamente esta imagen de una serpiente enrollada alrededor de la 
			Planta del Nacimiento - una representación mostrada en los relieves 
			de la antigua Sumeria, como el propio símbolo personal de Enki.
 
 En forma interesante, otro símbolo común para las organizaciones de 
			atención médicas representan dos serpientes enrolladas, dando 
			vueltas en espiral alrededor del caduceo alado de Hermes el Mago. En 
			estos casos, el simbolismo verdadero del ritual del Fuego de 
			Estrellas se transmite y este símbolo se puede trazar hasta el 
			origen mismo de las escuelas alquímicas de misterio y las 
			instituciones gnósticas. Los registros explican que el báculo 
			central y las serpientes entrelazadas, representan la médula espinal 
			y el sistema nervioso sensorial. Las dos alas superiores significan 
			las estructuras ventriculares laterales del cerebro. Entre las alas, 
			arriba de la columna vertebral, se muestra el pequeño nodo central 
			de la glándula pineal.
 
 La combinación de la pineal central y sus alas laterales por mucho 
			tiempo se ha conocido el Cisne y en el conocimiento del Grial (como 
			en algunos círculos del Yoga), el Cisne es emblemático del ser 
			completamente iluminado. Este es reino máximo de la conciencia 
			lograda por los Caballeros medievales del Cisne - como el 
			personificado por figuras caballerescas tales como Parcival y 
			Lohengrin.
 
 La pineal es una glándula muy pequeña, con forma de pino cónico. Se 
			sitúa en el centro del cerebro, aunque fuera de los ventrículos, y 
			no forma parte de la masa cerebra como tal. Con el tamaño de un 
			grano de maíz, el científico óptico francés del siglo XVII, René 
			Descartes, pensó que era el asiento del alma - el punto en que la 
			mente y el cuerpo se unen. Los antiguos griegos pensaban igual y en 
			el siglo IV AC., Herofilo describió a la glándula pineal como un 
			órgano que regula el flujo de los pensamientos.
 
 En los días de la antigua Sumeria, los sacerdotes de Anu (el padre 
			de Enlil y Enki) perfeccionaron y elaboraron un ramificada ciencia 
			médica en base a sustancias vivas, siendo un componente esencial el 
			Fuego de Estrellas menstrual. En el primer caso, fue esencia lunar 
			Anunnaki pura llamada el oro de los dioses, con la que se alimentaba 
			a los reyes y reinas de la sucesión del Dragón. Más tarde, sin 
			embargo, en Egipto y el Mediterráneo, los extractos menstruales se 
			recolectaron ritualmente a partir de sacerdotisas vírgenes sagradas, 
			quienes eran veneradas como las Mujeres Escarlata. De hecho, la 
			misma palabra ritual, tiene su origen en esta práctica y en la 
			palabra ritu (rubor), lo que definía la ceremonia sagrada.
 
 Desde luego los suplementos hormonales, son utilizados por el 
			estamento actual órgano-terapéutico, pero sus secreciones inherentes 
			(tales como la melatonina y la serotonina), se obtienen a partir de 
			glándulas disecadas de órganos muertos y carecen de los elementos 
			realmente importantes que sólo existen en la fábrica glandular del 
			humano vivo.
 
 En el simbolismo del fuego de la antigua alquimia, el color rojo es 
			sinónimo del metal oro. En algunas tradiciones (inclusive los 
			tantras hindúes), al rojo también se le identifica como negro. De 
			allí que la diosa Kali se dice que es roja y negra. Sin embargo, la 
			herencia original de Kali era sumeria, y se decía que era Kalimâth, 
			la hermana de Luluwa, la esposa de Caín. Kali era una de las 
			primeras princesas de la casa del Dragón y por su asociación con el 
			Fuego de Estrellas, ella llegó a ser la diosa del tiempo, las 
			estaciones, los períodos y los ciclos.
 
 Por lo tanto en los primeros días, los metales de los alquimistas no 
			eran metales comunes, sino sustancias vivas, y los misterios 
			ancestrales eran de naturaleza física, no metafísica. De hecho la 
			palabra 'secreto' tiene su origen en el conocimiento oculto de las 
			secreciones glandulares. La verdad era el ritu, del cual no sólo se 
			deriva la palabra ritual, sino también las palabras raíz y rojo. El 
			ritu, se decía, se revela como materia física en la forma del más 
			puro y noble de todos metales: el oro, el cual se creía representaba 
			la verdad máxima.
 
 Así como la palabra secreto tiene su origen en la traducción de una 
			antigua palabra, así también otras palabras relacionadas tienen 
			bases similares. En el antiguo Egipto, la palabra Amén se utilizaba 
			para significar algo oculto o escondido. La palabra oculto significa 
			lo mismo: 'Escondido de la vista' - y aun hoy en día utilizamos 
			Amén, para concluir las oraciones y los himnos, mientras que algo 
			oculto se cree que es siniestro. Sin embargo, en términos reales, 
			ambas se relacionan con la palabra secreto, y las tres estaban de 
			una u otra forma conectadas con la ciencia mística de las 
			secreciones endocrinas.
 
 Puesto que a Kali se le asociaba con el negro, la palabra inglesa 
			'coal' (N. del T.: ‘carbón’) - que denota aquello que es negro - 
			también proviene del nombre Kali a través de la palabra intermedia 
			kol. En la tradición hebrea, Bath-Kol (la contraparte de Kali), se 
			le llamaba la Hija de la Voz, y se decía que la voz se originaba 
			durante la pubertad femenina. De allí que el vientre se asociaba con 
			la voz enigmática y se decía que el Fuego de Estrellas era la 
			Palabra oracular del Vientre.
 
 Por lo tanto, el vientre era el “utterer”, (N. del T. 
			divulgador), o 
			el útero.
 
 A las Mujeres Escarlata se les llamó así por ser una fuente directa 
			del Fuego de Estrellas sacerdotal. Fueron conocidas en Grecia como 
			las hierodulai (mujeres sagradas) - una palabra que luego se 
			transformó (mediante el francés medieval al inglés) a “harlot”. En 
			la lengua germánica original se les conoció como horés, lo cual fue 
			luego anglificado a “whores” (N. del T. harlot y whores, significan 
			prostituta, ramera). Sin embargo, la palabra originalmente 
			significaba simplemente, 'amadas'.
 
			  
			Como se explica en los buenos 
			diccionarios etimológicos, estas palabras eran descripciones de una 
			alta veneración y nunca fueron intercambiables con tales 
			definiciones de prostituta o adúltera. Su asociación, ahora común, 
			era de hecho, una estrategia completamente inventada por la Iglesia 
			romana medieval, en su propuesta para denigrar del noble estatus de 
			las sacerdotisas sagradas.
 La retirada del dominio público, del conocimiento de la tradición 
			genuina del Fuego de Estrellas, ocurrió cuando la ciencia de los 
			primeros gnósticos y posteriores adeptos, fue suprimida por los 
			falsificadores de la cristiandad histórica. Una cierta cantidad de 
			la gnosis (el conocimiento) original, se preserva en el saber 
			talmúdico y Rabínico pero, en términos generales, los judíos y 
			cristianos convencionales hicieron todo lo que pudieron para 
			distorsionar y destruir todas las huellas del arte antiguo.
 
 Además de ser el Oro de los Dioses, al menstruo Anunnaki también se 
			le llamó el Vehículo de Luz, siendo la máxima fuente de la 
			manifestación y, en esta consideración, se equiparó directamente con 
			las Aguas Místicas de la Creación - el flujo de la sabiduría eterna. 
			Fue por esta razón, que la Rosi-Crucis (Copa de las Aguas) se 
			convirtió en la Marca de Caín y en el símbolo subsiguiente de la 
			sucesión real. Se decía que la Luz quedaba inactiva en una persona 
			espiritualmente dormida, pero que podía despertarse y motivarse por 
			la energía espiritual de la auto-voluntad y por la auto-búsqueda 
			constante. Esto no es un proceso mental obvio, sino realmente una 
			conciencia de libre pensamiento: un plano amorfo del ser puro o 
			conocimiento.
 
 Fue este mismo concepto de auto-compleción lo que trajo el mayor 
			problema para Enlil-Jehová. En contraste, su hermano Enki supo que 
			los humanos que comían del Árbol del Conocimiento (la sabiduría 
			Anunnaki) y de la Planta del Nacimiento (el Fuego de Estrellas 
			Anunnaki) podían llega a ser casi como Dioses. Aún, se dice que 
			Jehová habría reconocido esto y el Génesis sostiene que cuándo Adán 
			había tomado la fruta del Árbol, Jehová dijo, 'Mirad, el hombre ha 
			llegado a ser como uno de nosotros'.
 
 Enki, el sabio guardián del Árbol del Conocimiento, también tenía 
			otro nombre en la tradición hebrea, en la cual fue llamado Samael 
			(Sama-El) porque él era el Señor designado de Sama en la Mesopotamia 
			septentrional. Las enseñanzas de las escuelas de misterios eran muy 
			específicas acerca de los Árboles de la Vida y El Conocimiento, y 
			emulaban la sabiduría del mismo Enki, sosteniendo:
 
				
				Nada se obtiene simplemente deseándolo y nada se logra dejando la 
			responsabilidad a una autoridad más elevada. Creer es el acto de 
			vivir, (N.del T.: Juego de palabras en inglés; Believing significa 
				creer, pero separado Be-living significa vivir) pues estar vivo es 
			creer, y la voluntad es el máximo recurso del ser. 
			Los anales sumerios relatan que el hijo de Cain, el 
			Rey Etâna, tomó 
			de la Planta del Nacimiento para criar a su propio hijo y heredero, 
			el Rey Baali, mientras la Planta del Nacimiento se asoció con la 
			longevidad del individuo y el oficio de la realeza. En la práctica, 
			estaba relacionado con el Fuego de Estrellas y con la actividad de 
			la glándula pineal, y tomar de la Planta del Nacimiento, era el 
			ritual de ingerir el Fuego de Estrellas: La esencia femenina 
			Anunnaki, que ellos llamaron 'el néctar de la excelencia suprema '.
 Al respecto, la flor Anunnaki (la flor o el lirio) fue hecha para 
			ser la portadora de la copa: la transmisora del rico alimento de la 
			matriz. Al tener esta capacidad, se le llamó la Rosa de Sharon 
			(Sha-ra-on). Esto deriva de la palabra Sha, que significa Orbita, 
			junto con las palabras Ra y On, relacionadas con el máximo Templo de 
			la Luz. De ahí, ella fue La Rosa de la Orbita de Luz. El significado 
			de esta condición sumamente venerada, se hace realmente evidente en 
			la Biblia, en la Canción esotérica de Salomón, donde la novia 
			Mesiánica proclama, 'soy La Rosa de Sharon y el lirio de los 
			valles'.
 
 Se consideraba que un recipiente real del Fuego de Estrellas había 
			llegado a calificar para la realeza, cuando alcanzaba un estado 
			predefinido de conciencia iluminada - un estado en el cual sus 
			aptitudes para la sabiduría y el liderazgo, habían sido realzadas 
			hasta alcanzar los dominios de la realeza llamados el Malkû. Fue de 
			esta palabra mesopotámica que los hebreos generaron sus palabras 
			malchus (rey) y malkhut (el reino).
 
 Sólo en tiempos muy recientes los científicos médicos han 
			identificado la secreción hormonal de la glándula pineal. Finalmente 
			se aisló en el año 1.968 y la esencia se le llamó melatonina, que 
			significa 'trabajador nocturno' (del griego melos, que significa 
			"negro", y tosos, que significa 'labor'). Las personas con una 
			producción alta de melatonina reaccionan bruscamente a la luz solar, 
			la cual afecta su capacidad mental. Operan esencialmente de noche y 
			a la melatonina se le llama 'la hormona de la oscuridad', siendo 
			producida sólo de noche o lejos de la luz del sol. La exposición a 
			un exceso de luz solar realmente reduce la glándula pineal y dilata 
			el despertar espiritual, mientras que la oscuridad y la alta 
			actividad pineal aumentan el conocimiento intuitivo agudo de la 
			mente sutil, mientras que reduce el factor de stress.
 
 La melatonina realza y aumenta el sistema inmunológico del cuerpo, y 
			aquellos con alta secreción pineal son menos propensos a desarrollar 
			enfermedades cancerosas. La alta producción de melatonina eleva la 
			energía, la estamina y los niveles físicos de tolerancia. También se 
			relaciona directamente con los patrones de sueño, manteniendo el 
			cuerpo temperadamente regulado, con propiedades que operan a través 
			del sistema cardiovascular. La melatonina es, de hecho, un 
			antioxidante muy poderoso y efectivo del cuerpo y tiene propiedades 
			positivas mentales y físicas anti-envejecimiento. Esta valiosa 
			hormona es fabricada por la glándula pineal activando a un mensajero 
			químico llamado serotonina, el cual transmite impulsos nerviosos a 
			través de pares de cromosomas en un proceso llamado meiosis. Este es 
			el momento cuando los núcleos de la célula se dividen y los 
			cromosomas se comparten, para ser combinados eventualmente con otros 
			medio juegos en la fecundación.
 
 La resina del pino fue identificada por mucho tiempo con la 
			secreción pineal y fue utilizada para hacer incienso (el incienso 
			del sacerdocio). El oro, por otro lado, era un símbolo tradicional 
			de la realeza. De ahí que, el oro y el incienso fueran las 
			sustancias tradicionales de los sacerdotes-reyes de la línea 
			Mesiánica, junto con mirra (una resina de goma utilizada como un 
			sedante médico), que simbolizaba la muerte. En el mundo antiguo, el 
			conocimiento más elevado se conocía como daäth (del que viene la 
			palabra death. N del T. muerte en inglés). De hecho, el Nuevo 
			Testamento describe que estas tres sustancias, el oro, el incienso y 
			la mirra, fueron presentados a Jesús por los Magos, con lo cual lo 
			identificaban, sin duda alguna, como un sacerdote-rey hereditario de 
			la sucesión del Dragón.
 
 Los maestros Yoga sugieren que la glándula pineal (a la cual ellos 
			llaman el Tercer Ojo, o el Ojo de la Sabiduría) es significativa en 
			el proceso de tener conciencia, pues es la máxima fuente de Luz. Los 
			Iluministas y otros adeptos Rosacruz, se han referido por mucho 
			tiempo a la pineal como el “ayin” secreto - una palabra antigua para 
			ojo. Interesantemente, Enki-Samael era conocido como el Señor del 
			Ojo Sagrado.
 
 Se dice que una persona realmente espiritual puede percibir 
			automáticamente con el Tercer Ojo (el ojo sutil del interior), antes 
			que sea engañada por ojos mundanos que solo revelan las presencias 
			físicas. Tales presencias se definen por su lugar dentro de un 
			tiempo arbitrario, pero para los graduados pineales, no hay tiempo 
			que computar pues ellos viven en una dimensión donde el tiempo y el 
			espacio son de poca trascendencia.
 
 Y así los reyes Cananeos de Mesopotamia (los primeros Señores del 
			Dragón del linaje Mesiánico) ya que estaban hechos de elevada 
			sustancia Anunnaki, fueron alimentados con Fuego de Estrellas 
			Anunnaki para aumentar su percepción, su conciencia e intuición. 
			Consecuentemente, se convirtieron en maestros de la sabiduría - casi 
			como Dioses en sí mismos. Al mismo tiempo, sus niveles de estamina y 
			sus sistemas inmunológicos se reforzaron dramáticamente, pues las 
			propiedades anti-envejecimiento de las secreciones hormonales 
			regularmente ingeridas, facilitaran lapsos extraordinarios de vida.
 
 Además del ritual del Fuego de Estrellas, también se decía que los 
			reyes del linaje habían sido alimentados con la leche de la Diosa, y 
			aparentemente esta contenía una enzima que conducía a activar la 
			longevidad. Los investigadores genéticos actuales llaman a esta 
			enzima Telomerasa. Como se reportó recientemente en el Science 
			Journal (Vol 279 - 16 de enero 1.998), estudios corporativos y del 
			Centro Médico del Sudoeste, de la Universidad de Tejas, han 
			determinado que la telomerasa tiene propiedades anti-envejecimiento 
			extraordinarias.
 
 Las células sanas del cuerpo están programadas para dividirse muchas 
			veces durante una vida, pero este proceso de división y réplica es 
			finito, hasta que finalmente se alcanza un estado de no división. 
			Esto es un factor crucial en el envejecimiento. El potencial de la 
			división es controlado por unos casquetes en el extremo de las 
			hebras del ADN (bastante parecidos a las puntas de los cordones de 
			zapato). Estos casquetes son los telómeros y, a medida que cada 
			célula se divide, se pierde un pedazo de telómero. El proceso de 
			división cesa cuando los telómeros se han acortado a una longitud 
			óptima y crítica, posterior a la cual no hay más división celular y 
			todo lo que sigue es el deterioro.
 
 Experimentos de laboratorio con muestras de tejido, han mostrado 
			ahora que una aplicación de la enzima genética telomerasa, puede 
			prevenir el acortamiento de los telómeros en la división y réplica 
			celular. De ahí que, las células del cuerpo pueden continuar 
			dividiéndose mucho más allá de su programación natural restringida - 
			así como lo hacen las células cancerígenas que logran la 
			inmortalidad por ser ricas en telomerasa.
 
 La telomerasa no se expresa generalmente en el tejido normal del 
			cuerpo pero, aparte de estar presente en los tumores malignos, 
			también está presente en las células reproductoras. Parece, por lo 
			tanto, que dentro de nuestra estructura de ADN, está la habilidad 
			genética de producir esta enzima anti-envejecimiento, pero que el 
			potencial se ha desconectado de algún modo y permanece inactivo. 
			Probablemente, existe dentro de esas partes de nuestro ADN a las que 
			los científicos se refieren actualmente como "chatarra".
 
 En la Biblia canónica, se nos dice que, durante las vidas de Noé y 
			sus hijos, Jehová dio el edicto que prohibía ingerir sangre – o al 
			menos este fue el marco de tiempo aplicado al edicto por los 
			compiladores del Antiguo Testamento en el el siglo VI AC. Es 
			improbable, sin embargo, que este fuese el marco de tiempo correcto, 
			ya que para ese punto, Enlil-Jehová no habría tenido tal autoridad 
			suprema sobre Anu, Enki y la 
			
			Gran Asamblea de los Anunnaki. No 
			obstante, es evidente que, a partir de entonces, las edades dadas de 
			la línea patriarcal comienzan a disminuir considerablemente, de modo 
			que desde los días de Abraham e Isaac, mayormente, se nos presentan 
			lapsos de más normales. Sin embargo, en contraste, los lapsos de 
			vida de los reyes Sumerios descendientes de Cain y Etâna continuaron 
			en un nivel generalmente prolongado.
 
 Lo que sabemos sin lugar a dudas es que, cualesquiera sean las 
			realidades del edicto y su cronología, se volvió necesario un cambio 
			importante en la práctica del Fuego de Estrellas cerca del año 1.960 
			AC. Esto fue cuando la Biblia nos dice que Abraham y su familia se 
			desplazaron hacia el norte de la ciudad de Ur de los Caldeos (la 
			capital de Sumeria) hasta Harán, en el reino de Mari, antes de girar 
			hacia el oeste a Canaán. Los textos históricos contemporáneos 
			registran que Ur fue saqueada por el Rey de la cercana Elam, poco 
			después del año 2.000 AC y, aunque la ciudad fue reedificada, el 
			nuevo centro del poder se estableció en Harán.
 
			  
			Pero Harán no era 
			solo el nombre de una ciudad próspera, era el nombre del hermano de 
			Abraham (el padre de Lot). Documentos existentes (descubiertos en 
			1.934) también revelan que otras ciudades en Mesopotamia se les 
			llamó de igual forma, de acuerdo a los antepasados de Abraham - 
			ciudades tales como Terah (el padre de Abraham), Nahor (el padre de 
			Terah), Serug (el padre de Nahor), y Peleg (el abuelo de Serug).
 Aparentemente, alineados con toda la evidencia sumeria que sostiene 
			la línea real de Cain, estos informes recientemente descubiertos 
			confirman que la familia más cercana de Abraham (en la sucesión 
			después de Noé) también eran grandes apoderados de la región en 
			general. Claramente, los patriarcas no representaban familias 
			ordinarias, sino que constituían una dinastía muy poderosa. ¿Pero 
			por qué tan antigua herencia de prominencia y renombre llegó a un 
			fin abrupto y forzó a Abraham a salir de Mesopotamia hacia Canaán?
 
			  
			La respuesta será encontrada en tabletas de arcilla que pueden 
			fecharse cerca del año 1.960 AC. Estas detallan que, en aquel 
			momento, todo cambió en la hasta ahora tierra sagrada de Sumeria, 
			cuando llegaron invasores de todas partes. Ellos eran los Akkadianos 
			del norte, los Amoritas de Siria y los Elamitas de Persia. El texto 
			continúa: 
				
				“Cuando ellos derrocaron, cuando el orden destruyeron. Entonces como 
			un diluvio todo se consumió a la vez. Por lo que, Oh Sumeria! Te han 
			cambiado? A la Dinastía Sagrada del Templo ellos exiliaron”. 
			Fue en esta etapa de la historia sumeria que el imperio cayó y 
			Abraham fue forzado a huir hacia el norte de la ciudad de Ur. Pero, 
			qué le había sucedido a los Anunnaki: La Gran Asamblea de dioses 
			quienes habían establecido todo? Una vez más, el texto continúa: 
				
				“Ur se destruye, amargo es su lamento. La sangre del campo ahora 
			llena sus hoyos como bronce caliente en un molde. Los cuerpos se 
			disuelven como grasa en el sol. Nuestro templo se destruye. El humo 
			yace en nuestras ciudades como un manto. Los dioses nos han 
			abandonado como pájaros migratorios.” 
			En términos históricos, este desplome total del imperio sumerio le 
			sigue a la fundación de Babilonia por el Rey Ur-Baba cerca de 2.000 
			AC. Ciertamente, el relato de la Torre de Babel, y la ira resultante 
			de Jehová encaja precisamente con el marco de tiempo del propio 
			abandono de los sumerios por los Anunnaki.
 La historia del Génesis relata que las personas, que hasta aquel 
			momento Jehová había dicho eran 'muy buenas', fueron castigados 
			severamente a causa de una extraña trasgresión, sobre la que no se 
			había reglamentado previamente. La aparente trasgresión fue que 
			todos hablaban el mismo idioma - y el idioma único que todos 
			hablaban era, por supuesto, el sumerio: el primer idioma escrito en 
			forma comprensiva en la tierra.
 
 Para una razón que no se aclara en la Biblia, el texto del Génesis 
			explica que Jehová no estaba contento con la Torre de Babel - así 
			que ’bajó, y confundió el idioma de toda la tierra'. Los documentos 
			históricos sumerios cuentan casi lo mismo, excepto que el hecho de 
			confundir el idioma queda explicado mucho mejor, debido a las hordas 
			de invasores extranjeros que entraron en la región. Se evidencia que 
			esta invasión fue el resultado directo de las fricciones entre los 
			Anunnaki, ya que a la jubilación de Anu de la Gran Asamblea, su hijo 
			mayor Enlil-Jehová asumió la presidencia. Este proclamó que él era 
			maestro de toda la Tierra, aunque su hermano Enki-Samael podría 
			conservar la soberanía de los mares.
 
 Enki no estuvo satisfecho en absoluto con la proclama de su hermano, 
			porque, aunque Enlil era el mayor de los dos, su madre (Ki) era la 
			hermana menor de su padre Anu, mientras que la madre de Enki (Antu) 
			era la hermana mayor. La realeza verdadera, sostenía Enki, progresó 
			como una institución de línea matriarcal a través de la línea 
			femenina, y por este derecho de descendencia, Enki sostenía que él 
			era el primogénito de la sucesión real:
 
				
				Soy Enki - indicó - el gran hermano de los dioses. Soy quien ha 
			nacido como el primer hijo del divino Anu.  
			Como resultado, el pueblo de Babilonia anunció su lealtad a Enki y a 
			su hijo Marduk, lo que resultó ser inaceptable para Enlil-Jehová. 
			Habiendo perdido su popularidad, Enlil abrió las puertas de Sumeria 
			para dejar entrar invasores de las naciones circundantes. Los 
			escribas registraron que él produjo una gran y terrible tempestad, 
			que causó la aniquilación de toda la cultura sumeria, para que su 
			idioma no fuera más el predominante y hubo una gran confusión de 
			lenguas.
 Todo el trabajo que había sido alcanzado construyendo una 
			civilización extraordinaria por millares de años se destruyó en una 
			calada por Enlil-Jehová, simplemente porque él no compartiría la 
			autoridad con su hermano Enki. Los registros confirman que, en ese 
			momento de la historia sumeria, la Gran Asamblea de los Anunnaki 
			simplemente desocupó sus asientos y partió 'como pájaros 
			migratorios'.
 
 Por todo lo que había ocurrido al momento de la salida de 
			
			los 
			Anunnaki, se hizo entonces necesario un cambio urgente y 
			significativo en el procedimiento real, porque el Fuego de Estrellas 
			Anunnaki, ya no estaba disponible. Se tuvo que encontrar un 
			substituto y, como se mencionó previamente, las Mujeres sacerdotisas 
			Escarlata habían sido criadas con este propósito. Sin embargo, 
			estaba claro que, aunque se aparearan cuidadosamente, su esencia 
			genética se debilitaría a través de las generaciones que no tuvieran 
			aporte adicional Anunnaki.
 
 En ese caso, la creación de un sustituto más permanente y versátil 
			para el Fuego de Estrellas no fue problema, pues esto era 
			competencia de un grupo de metalúrgicos previamente entrenados, a 
			los cuales Enki llamó los Artesanos Maestros. El primero de esos 
			grandes metalúrgicos a quienes se entrenó habría sido Tubal-Caín, el 
			Vulcano - un descendiente de sexta generación de Caín, que es 
			recordado hoy en día en la Masonería moderna.
 
 Al considerar el Nuevo testamento de la Biblia, es de particular 
			interés que el padre de Jesús, José, quedó registrado en los 
			primeros Evangelios como un Maestro Artesano. En idioma inglés, se 
			le describe como un carpintero, pero esto es una mala traducción 
			patente. La palabra 'carpintero' se tradujo incorrectamente del 
			griego ho-tekton (un derivado del naggar Semítico), lo cual en 
			realidad definía a un Maestro de las Manualidades (o Maestro 
			Artesano). José, no fue por lo tanto, un trabajador de la madera, 
			sino un estudiado metalúrgico alquimista a la usanza de sus 
			antepasados ancestrales.
 
 En el libro del Éxodo del Antiguo Testamento, en la época de Moisés, 
			se nos presenta a un tal Bezaleel (un hijo de Uri Ben Hur) de quien 
			se decía estaba colmado con el espíritu del Elohim (el Anunnaki) en 
			sabiduría, entendimiento y conocimiento. Además, que Bezaleel era un 
			hábil orfebre y Maestro Artesano a quien se puso a cargo de la 
			construcción del Tabernáculo y del Arca de la Alianza.
 
 Al detallar como Bezaleel fabricaba varias coronas, anillos, tazones 
			y un candelero – todos de oro puro - el texto Bíblico añade a la 
			lista algo llamado el 'pan de la presencia' (N.del T.: pan sin 
			levadura consagrado por los sacerdotes judíos del antiguo Israel 
			durante el ritual del Sabbath) de la Alianza y, sin mayor 
			explicación, el hecho se da por sentado.
 
 Aunque la palabra 'Alianza' se ha llegado a identificar con acuerdos 
			contractuales, originalmente significaba 'comer el pan con', y es 
			pertinente destacar que la Oración Cristiana al Señor (la cual fue 
			extraída de un equivalente egipcio) especifica, 'Danos hoy el pan 
			nuestro de cada día'. Esto frecuentemente se utiliza para relacionar 
			al sustento en términos generales, pero en la tradición original, la 
			referencia se dirigía más específicamente al enigmático pan de la 
			presencia - el pan dorado de Bezaleel.
 
 El libro del Levítico también se refiere al pan de la presencia, 
			indicando:
 
				
				“Y tomaréis harina fina, y hornearéis doce bizcochos de la misma ... 
			Y añadiréis incienso puro sobre cada fila".  
			El uso de la palabra 'harina' en las traducciones inglesas realmente 
			es incorrecto y la palabra 'polvo' sería más exacta. Y los registros 
			de las escuelas de misterio citan en forma más precisa que el pan de 
			la presencia se hacia con el polvo blanco de oro, lo cual es 
			especialmente significativo porque en el Libro del Éxodo, se afirma 
			que Moisés tomó el becerro de oro que los israelitas habían hecho, 
			'y lo quemó al fuego, y lo molió hasta hacerlo un polvo'.
 En este caso, se usa la palabra correcta 'polvo' – pero calentar oro 
			desde luego no produce ningún polvo; realmente produce oro fundido. 
			¿Entonces qué era este polvo blanco mágico? ¿Existe una manera de 
			utilizar el calor para transformar oro metálico, en un polvo blanco 
			el cual sea digerible y beneficioso? Ciertamente la hay, y es aquí 
			que se aplicó el primer principio alquímico de los Maestros 
			Artesanos: 'Para hacer oro, debes usar oro'.
 
 El oro es el más noble de los metales y siempre fue representativo 
			de la Verdad. Mediante el uso regular del Fuego de Estrellas 
			Anunnaki (el Oro de los Dioses), los receptores habrían sido 
			llevados a los reinos del despertar y la conciencia elevados, a 
			causa de su contenido de melatonina y serotonina.
 
 Este era el reino de iluminación avanzada, que se llamó el plano 
			Sharon y se creyó que el oro del Fuego de Estrellas era la ruta 
			suprema de la Luz. Por lo cual, la persona densa y mundana (el 
			plomo) podría elevarse a un estado elevado de conciencia (percibido 
			como oro), y esto fue desde entonces la raíz de toda la ciencia 
			alquímica.
 
 El pan de la presencia (o como los egipcios lo llamaron, el alimento 
			scheffa) era un derecho tradicional de los Mesías israelitas y 
			egipcios, pues los primeros faraones, fueron reyes-sacerdote 
			completamente consagrados del linaje del Grial, descendiendo del Rey Nimrod en la sucesión Cainita.
 
 En el antiguo Egipto, el alimento scheffa siempre se representaba 
			como un bizcocho cónico . Este pan metálico se utilizó para 
			alimentar el cuerpo de Luz, como contraparte del cuerpo físico, y el 
			cuerpo de Luz (el Ka) se creía que era la conciencia. Ya en el año 
			2.200 AC, los faraones utilizaban este suplemento para aumentar la 
			actividad de las glándulas pituitaria y pineal, con lo cual elevaban 
			su percepción, conciencia e intuición - pero sólo los adeptos 
			metalúrgicos de las escuelas de misterios (los Maestros Artesanos de 
			la Corte del Dragón) conocían el secreto de su fabricación.
 
 En el 
			
			Libro Egipcio de los Muertos (El libro completo más antiguo 
			del mundo), el faraón en su búsqueda del alimento supremo de la 
			iluminación pregunta, en cada etapa de su viaje, la pregunta única: 
			'¿Qué es?' - Una pregunta que en el idioma hebreo (como se explica 
			en las Reliquias de los judíos), se hacia sólo con la palabra: 
			¿Maná?
 
 Cuándo se completó el Arca de la Alianza, se dice que Aarón había 
			colocado un omer de maná en el Arca. Este maná sagrado, se asociaba 
			comúnmente con una forma mística de pan: el pan de la presencia, o 
			como se le llamaba en la Mesopotamia de Tubal-Caín, el shem-an-na. 
			En este punto, llegamos a una definición particularmente importante 
			del pan de la presencia, pues de acuerdo a los Maestros Artesanos, 
			este alimento en forma de cono (o en forma de shem) estaba hecho de 
			'pedernal erguido'.
 
 En el libro de las Revelaciones del Nuevo Testamento se dice:
 
				
				A aquel que triunfe, le daré de comer el maná oculto. Y le daré una 
			piedra blanca.  
			Antes de investigar la naturaleza exacta de la piedra blanca del 
			shem-an-na (el pan hecho de polvo blanco del oro alquímico), vale la 
			pena considerar la famosa estatua del Rey-Sacerdote Melchizedek, en 
			la Catedral de Chartres en Francia. La estatua representa a 
			Melchizedek con una copa que contiene una piedra, la cual representa 
			el pan y el vino que él aparentemente ofreció a Abraham, de acuerdo 
			al libro del Génesis. 
 El vino, como sabemos, era emblemático del Fuego de Estrellas 
			Sagrado (al igual que el vino en la Comunión representa hoy en día 
			la sangre Mesiánica), pero la verdadera importancia de la 
			imaginería, es que el pan/piedra está contenido en la copa, 
			significando por ende, que el Fuego de Estrellas fue reemplazado por 
			un alimento sustituto en la misma época de Melchizedek y de Abraham. 
			Este substituto estaba hecho de shem-an-na - 
			
			el polvo blanco de oro, 
			el cual los mesopotamios llamaron 'pedernal sublime'.
 
 La finalidad del sustituto era muy directa. En vez de alimentar al 
			receptor con un suplemento hormonal directo, el polvo tenía efecto 
			en el sistema endocrino (particularmente en la glándula pineal), 
			causando por ende que el receptor fabricara sus propios 
			super-elevados niveles de hormonas tales como la melatonina. En el 
			famoso romance Grial medieval de Parzival, escrito por Wolfram von 
			Eschenbach, se dice de los Caballeros Templarios del Castillo Grial:
 
				
				Viven en virtud de la más pura piedra. Si no conoces su nombre, 
			apréndelo: se llama lapis exilis. Por el polvo de la piedra, el 
			fénix arde hasta las cenizas. Pero las cenizas rápidamente lo 
			restauran a la vida. 
			El fénix muda así las plumas, dando entonces una luz brillante, para 
			que sea tan hermoso como antes.
 Muchos se han preguntado acerca del nombre lapis exilis, pues parece 
			ser un juego de palabras, combinando dos elementos. En primer lugar, 
			es lapis ex caelis – que significa 'piedra de los cielos '. En 
			segundo lugar, es lapis elixir - la Piedra Filosofal mediante la 
			cual, los elementos base se transforman en estados más elevados del 
			ser. De cualquier manera, o de ambas, se relaciona directamente con 
			el pedernal sublime - el shem-an-na del exótico sustituto del Fuego 
			de Estrellas.
 
			 La clave para la alegoría de Parzival yace en la descripción de que 
			el fénix 'arde hasta las cenizas', pero a partir de esas mismas 
			cenizas, llega la gran iluminación. ¿Entonces, qué es un Fénix 
			exactamente? Es un ave mítica, pudiera responder uno – pero no sería 
			correcto. La palabra 'Fénix' es mucho más antigua que la mitología 
			del ave bennu, y es de hecho, lenguaje Greco-Fenicio antiguo. Fénix 
			significa 'carmesí' u 'oro rojo '.
 
 Un antiguo texto alquímico Alejandrino, hace mención particular al 
			peso del pedernal – al que llama la Piedra del Paraíso. En él se 
			indica que, 'cuando se coloca en las balanzas, la piedra puede pesar 
			más que su cantidad en oro, pero cuando se la hace polvo, aún una 
			pluma inclinará las balanzas en su contra'. En términos de fórmulas 
			matemáticas, esto se escribió como: 0 = (+1) + (-1). Esto aparece 
			ser una suma muy llana a primera vista, porque (+1) + (-1) 
			verdaderamente resulta en "0". Pero cuando se aplica a la materia 
			física, realmente es una imposibilidad, porque se basa en utilizar 
			un positivo y un equivalente negativo para producir nada.
 
 En el momento en que uno tiene una cantidad positiva de algo, no es 
			posible agregar un equivalente negativo de ese algo para producir 
			nada. A lo sumo, uno podría poner ese algo positivo fuera la de 
			vista - pero aún existiría y, por lo tanto, no sería la nada. La 
			única manera de convertir algo en nada, por lo que al campo material 
			concierne, es llevar ese algo a otra dimensión, para que desaparezca 
			físicamente del ambiente mundano. Si se logra ese proceso, entonces 
			la prueba del logro estaría en el hecho que su peso también 
			desaparece.
 
 Entonces, ¿qué es eso que puede pesar más que sí mismo, pero que 
			también puede pesar menos que sí mismo y convertirse en nada? 
			Entonces, ¿qué es eso que puede ser oro, pero que puedes ser 
			calentado y transpuesto a polvo? Es el Phoenix: el oro rojo que 
			arderá hasta las cenizas, pero que luego será restaurado para su 
			iluminación. Es el becerro de oro que Moisés quemó hasta llevarlo a 
			polvo. Es el pedernal sublime del shem-an-na - y los registros 
			sumerios indican que esto no estaba hecho de piedra en absoluto, 
			sino de metal brillante.
 
 En la tradición alquímica, se dice que la Piedra Filosofal es lo que 
			transforma los elementos básicos en oro. Se piensa que este es el 
			caso, tanto en el sentido metalúrgico como en el sentido espiritual 
			de la más elevada iluminación. En el sentido físico, sin embargo, 
			debemos retornar a la más antigua de todas las reglas alquímicas de 
			las primeras escuelas de misterios - y esa es:
 
				
				'Para hacer oro, debes usar oro'. 
			De ahí que, se determina que hay dos formas claramente diferenciadas 
			de oro físico: el metal normal como lo conocemos y un estado mucho 
			más sublime de oro - es oro en una dimensión diferente a la de la 
			materia percibida. Esto es el polvo blanco de oro: el maná oculto, 
			cuyo secreto de fabricación era conocido sólo por los Maestros 
			Artesanos. 
 Ahora, ¿qué es precisamente ese estado “sublime” que convierte el 
			oro en un dulce polvo blanco intangible? Es lo que la ciencia 
			moderna ahora llama el estado de 'alto giro'. Un átomo normal tiene 
			a su alrededor un blindaje potencial – un blindaje positivo 
			producido por el núcleo. La mayoría de los electrones que giran 
			alrededor del núcleo están dentro de este blindaje potencial, 
			excepto los electrones más externos. Sin embargo, el núcleo alcanza 
			el estado de alto giro, cuando el potencial del blindaje positivo se 
			expande para atraer a todos los electrones bajo el control del 
			núcleo.
 
 Los electrones normalmente viajan alrededor del núcleo en pares - un 
			electrón de giro positivo y un electrón de giro negativo - pero 
			cuando éstos están bajo la influencia de un núcleo de alto giro, 
			todos los electrones de giro positivo, se correlacionan con los 
			electrones de giro negativo. Cuando se colocan en perfecta 
			correlación, los electrones se vuelven luz blanca pura y a los 
			átomos de la sustancia de alto giro, les resulta imposible 
			enlazarse. Por ello, no pueden reformarse como metal y el todo 
			permanece simplemente, como polvo blanco monoatómico intangible.
 
 Un experimento recientemente realizado en EEUU, hizo evidente el 
			efecto de la mística luz blanca en condiciones al aire libre, sin el 
			control de vacíos y gases inertes necesarios para resultados en 
			espacios contenidos. En esta prueba, la llama se equiparó a muchas 
			decenas de millares de flashes. Fue, en efecto, una explosión, pero 
			no hubo absolutamente ninguna explosión y un lápiz no soportado, que 
			se había puesto de pie dentro de la explosión, quedó parado 
			verticalmente e intacto. Esto es completamente una reminiscencia de 
			la historia de Moisés y la zarza ardiente como se relata en el 
			Éxodo:
 
				
				'Y él vio, y percibió, que la zarza ardía sin fuego, y la zarza no 
			se consumía'. 
			Lo verdaderamente inusual acerca de este polvo blanco es que, 
			aplicando varios procedimientos, su peso subirá y bajará desde 
			centenares por ciento por encima de su peso óptimo, hasta menos que 
			absolutamente nada. Además, su peso óptimo es realmente 56% del peso 
			del metal a partir del cual se trasmutó. Entonces, ¿a dónde se va el 
			otro 44%? Se convierte en nada más que luz blanca pura y se traslada 
			a otra dimensión más allá del plano físico.
 Otra característica del shem-an-na es que, hasta el 56% de su 
			sustancia (eso es la muestra restante excluyendo el 44% de contenido 
			de luz) puede hacerse desaparecer completamente de la vista, 
			moviéndose hacia otra dimensión de la materia percibida - y cuando 
			esto sucede, su peso desaparece igualmente.
 
 En virtud de tal prueba, se ha descubierto que el polvo del pedernal 
			sublime, no sólo es capaz de elevar la conciencia humana, sino que 
			también es un superconductor monoatómico sin atracción 
			gravitacional. Uno de los grandes investigadores de la gravedad 
			desde la década de los ’60, ha sido el físico ruso Andrei Sakharov, 
			y las matemáticas para su teoría (basadas en la gravedad como un 
			punto-cero) fueron publicados en 1.989 (Revisión Física A - volumen 
			39, no. 5, 1 de marzo) por 
			
			Hal Puthoff del 
			
			Instituto de Estudios 
			Avanzados. Con respecto al polvo blanco monoatómico, Puthoff ha 
			concluido que debido a que la gravedad determina el espacio-tiempo, 
			entonces el polvo es capaz de doblar el espacio-tiempo. Es "materia 
			exótica", explicó, con una atracción gravitacional menor que cero.
 
 Apartando completamente el oro, ahora se sabe que los metales del 
			grupo del platino, el iridio y rodio (en estado de monoatómico de 
			alto giro), tienen también propiedades anti-envejecimiento, mientras 
			que los compuestos de rutenio y platino, interactúan con el ADN y el 
			cuerpo celular. En el Scientific American Journal de mayo de 1.995, 
			se discutió el efecto del rutenio en relación con el ADN humano, y 
			se mostró que cuando se colocan átomos individuales de rutenio en 
			cada extremo de la doble hélice de ADN, se vuelve 10.000 veces más 
			conductivo.
 
			  
			Similarmente, la publicación Platinum Metals Review 
			presenta artículos regulares con respecto al uso del platino, el 
			iridio y el rutenio en el tratamiento del cáncer, que es causado por 
			la división anormal e incontrolable de las células del cuerpo. 
			Cuándo se altera el estado del ADN, como en el caso de un cáncer, la 
			aplicación de un compuesto de platino resonará con la célula 
			deformada, causando que el ADN se distienda completamente y se 
			corrija. Dicho tratamiento no implica cirugía de amputación; no 
			destruye el tejido circundante con radiación, ni mata el sistema 
			inmunológico, como lo hace la quimioterapia. Es una cura sencilla 
			que realmente corrige las células alteradas.
 Es de particular importancia que, independientemente de toda la 
			costosa y extensa investigación actual, los secretos del pedernal 
			sublime, fueron conocidos por nuestros ancestros hace muchos miles 
			de años, aunque apenas ahora está siendo redescubierto. Para poner 
			las cosas en perspectiva sobre este asunto, es importante reconocer 
			que casi todo lo que ahora sabemos acerca de la vida y las 
			civilizaciones de los tiempos anteriores a cristo, ha sido aprendido 
			desde finales de los años 1.800. Antes de eso, el Antiguo Testamento 
			era uno de los escasos documentos de registro, pero nunca se 
			pretendió que el Antiguo Testamento fuese un reportaje exacto de la 
			historia; era realmente un libro de escrituras, diseñado para 
			apuntalar un creciente movimiento religioso.
 
 Hasta cierto punto, al igual que las escrituras de otras religiones, 
			las escrituras hebreas se basaron en la tradición mitológica, pero 
			puesto que las historias inherentes nunca se encontraron, sino hasta 
			recientemente en otras formas documentadas, el Antiguo Testamento 
			fue tratado, por innumerables siglos, como si fuese una verdad 
			absoluta basada en hechos. Y así, la mitología llegó a llamarse 
			historia por los estamentos educativos y gubernamentales, y como 
			tal, se la ha enseñado en las escuelas e iglesias por muchísimo 
			tiempo.
 
 Ahora tenemos una vasta cantidad de literatura original, 
			permitiéndonos estar mucho mejor informados, pues han sido 
			desenterrados cualquier cantidad de documentos explicativos - 
			documentos anteriores en más de 2.000 años a la escritura original 
			del Génesis. Uno esperaría que tales descubrimientos fuesen 
			recibidos con entusiasmo, pero este no ha sido el caso. En lugar de 
			eso, ellos han presentado severos problemas y no se les considera 
			revelaciones beneficiosas, sino amenazas. ¿A qué amenazan? Amenazan 
			con socavar la mitología de una época que se ha distorsionado 
			erróneamente como historia. ¿Cómo se enfrenta el estamento con esta 
			amenaza? ¡Se adhiere ceñidamente a la historia inventada, y declara 
			que los documentos de primera mano de la historia son mitológicos!
 
 Entre los años 1.850 y 1.930, repentinamente, aparecieron registros 
			que se habían escondido por innumerables generaciones, bajo las 
			arenas azotadas por los vientos del desierto, portando los nombres 
			de personajes muy conocidos tales como Abraham, Esaú, Israel, Heber, 
			Nahor, Terah y otros de la Biblia. Estos registros se escribieron 
			durante las vidas de estos hombres, o poco después, mientras que los 
			libros del Antiguo Testamento se compilaron más de 1.000 años 
			después. Sin embargo, uno por uno, estos documentos se han 
			clasificado como mitología. ¿Por qué? Porque ellos cuentan una 
			historia muy diferente a la que se enseña en la Biblia.
 
 Por los años 1.880, los estamentos directivos de la Cristiandad, 
			temían hasta la misma palabra arqueólogo. Como resultado, las 
			excavaciones arqueológicas fueron puestas bajo control estricto, 
			teniendo que ser aprobados su financiación y hallazgos por las 
			autoridades recientemente designadas. Una de éstas, la Reserva de 
			Exploración de Egipto, se estableció en Gran Bretaña en 1.891, y en 
			la primera página de su Memorando y Artículos de Asociación, se 
			indica que el objetivo de la Reserva, es promover el trabajo de 
			excavación 'con el propósito de aclarar o ilustrar la narrativa de 
			Antiguo Testamento'. En resumen, esto significaba que si se 
			encontraba algo que pudiera utilizarse para sostener la enseñanza 
			bíblica, entonces el público sería informado. Cualquier cosa que no 
			apoyase la interpretación de la Biblia por la Iglesia, no estaba 
			destinado a ver la luz del dominio público.
 
 Ahora es pertinente echar una mirada a uno de los hallazgos 
			monumentales de esa era - un descubrimiento acerca del cuál, muy 
			poco sabe la gente en su gran mayoría. De hecho, es probablemente el 
			descubrimiento bíblico más importante jamás hecho y tiene 
			implicaciones avasallantes, mucho más allá del descubrimiento por sí 
			mismo - pues es la historia definitiva del Fénix y el pedernal.
 
 Dentro del libro del Éxodo, se nombra una montaña bíblica 
			significativa. Se asienta en la extensa península del Sinaí - una 
			masa continental triangular que yace sobre el Mar Rojo, entre los 
			Golfos de Suez y Aqabah. En el Antiguo Testamento, primero se le 
			llamó a la montaña el Monte Horeb; luego se le llamó el Monte Sinaí 
			y subsiguientemente se le llamó de nuevo Horeb, a medida que 
			prosigue el relato. La historia es, por supuesto, la de Moisés y el 
			éxodo israelita de Egipto. Esta fue la montaña sobre la cual, según 
			el Éxodo, Moisés vio la zarza ardiendo; la montaña donde él habló 
			con Jehová y el lugar donde recibió los Diez Mandamientos y las 
			Tablas del Testimonio.
 
 Algo que se debe reconocer en esta etapa es que, en la época de 
			Moisés (cerca del año 1.350 AC), no había ninguna montaña llamada 
			Monte Sinaí. No había ninguna montaña con ese nombre, aún en los 
			días de Jesús - ni siquiera por otros 300 años más. Se debe recordar 
			también, que el Antiguo Testamento con el que estamos familiarizados 
			actualmente, proviene de un texto hebreo del siglo X y es, por lo 
			tanto, 600 años anterior inclusive al Nuevo Testamento canónico 
			compilado en el Siglo IV.
 
 La montaña ahora generalmente conocida como el Monte Sinaí, se 
			asienta al sur de la península - bastante cerca al vértice inferior 
			del triángulo invertido - y le fue dado el nombre en el el siglo IV, 
			por una misión de monjes cristianos griegos, 1.700 años después de 
			la época de Moisés. Ahora se le llama a veces Gebel Musa (o el Monte 
			de Moisés) y existe allí todavía un retiro cristiano llamado el 
			Monasterio de San Caterina. Sin embargo, esta no es la montaña del 
			Sinaí que la Biblia llama el Monte Horeb.
 
 El libro del Éxodo entra en cierto detalle al explicar la ruta 
			tomada por Moisés y los israelitas, desde la tierra egipcia de 
			Goshen en el delta del Nilo - atravesando las regiones desérticas de 
			Shur y Paran al norte de Sinaí, hasta la tierra de Midian (que está 
			al norte de la actual Jordania).
 
 A partir de esta ruta se hace muy fácil identificar la ubicación del 
			Monte Horeb, el cual se asienta bien al norte de Gebel Musa. La 
			palabra Horeb significa simplemente "desierto", y la gran montaña 
			del desierto que se eleva sobre los 800 metros, dentro de una alta 
			meseta de piedra sobre la Llanura de Paran, hoy en día se llama 
			Serâbît el-Khâdim (la Prominencia del Khâdim).
 
 A finales de los 1.890, el egiptólogo inglés, Sir William Flinders 
			Petrie, profesor del University College, en Londres, solicitó a la 
			Reserva de Exploración de Egipto llevar una expedición a Sinaí. En 
			enero de 1.904, su equipo había partido y en marzo de ese año, 
			encaminaron su expedición a las alturas del Monte Serâbît. En el año 
			siguiente, Petrie publicó los resultados detallados de sus 
			hallazgos, pero añadió a su informe el hecho que, para su 
			consternación, esta información no estaría disponible para los 
			suscriptores de la Reserva de Exploración de Egipto, quienes solo 
			recibirían mapas y un resumen general.
 
 Además, Petrie explicó que, desde el momento de aquella expedición 
			al Sinaí (aunque él ya había llevado previamente equipos financiados 
			a Egipto), su patrocinio por parte de la Reserva había terminado – 
			aparentemente, porque él había roto la regla obligatoria de los 
			Artículos, divulgando algo que era contrario a la enseñanza de la 
			Biblia. El había, de hecho, descubierto el gran secreto de la 
			montaña sagrada de Moisés - un secreto que no sólo le daba sentido a 
			lo presentado en el Éxodo, sino que voló totalmente la tapa de la 
			interpretación bíblica común.
 
 Lo que la Biblia no aclara es que Sinaí, no era una tierra 
			extranjera para los egipcios. Se consideraba realmente como parte de 
			Egipto y estaba bajo el control faraónico. Así que Moisés y los 
			israelitas aún no habían dejado Egipto cuando estaban al este del 
			delta de Nilo - todavía estaban en Egipto, teniendo que cruzar toda 
			la península del Sinaí, antes que entraran a la tierra Palestina de 
			Canaán.
 
 Durante la época de Moisés, el Sinaí estuvo bajo el control de dos 
			funcionarios egipcios: el Canciller Real y el Mensajero Real. Esta 
			fue la era del Egipto de la dinastía 18va - la dinastía de los 
			faraones Tutmosis y Amenhotep , junto con Akhenatón y Tutankhamon. 
			El Mensajero Real de esos tiempos, era un funcionario llamado Neby. 
			También era el alcalde y comandante de tropa de Zaru, en la región 
			egipcia déltica de Goshen, donde los israelitas habían vivido antes 
			del éxodo.
 
 La posición del Canciller Real era hereditaria en la familia de 
			Hyksos de Pa-Nehas, y el Panahesy de esta familia, era el Gobernador 
			oficial del Sinaí. Lo conocemos mejor por la Biblia como Finehas. El 
			llegó a ser uno de los primeros sacerdotes de la nueva estructura 
			Moisense, pero había sido previamente el Sacerdote Principal en el 
			templo del faraón Akhenatón en Amarna.
 
 Para entender el significado esencial del descubrimiento de Petrie, 
			vale la pena hacer una distinción necesaria entre los israelitas y 
			los hebreos de la era de Moisés. En aquel momento, no eran lo mismo, 
			como la enseñanza de la Biblia parece indicar. Los hebreos eran la 
			familia y los descendientes de Abraham, cuyo domicilio era, 
			principalmente, Canaán (Palestina). Los israelitas, por otro lado, 
			eran la familia y los descendientes de uno de los nietos de Abraham 
			- el hombre llamado Jacob, cuyo nombre fue cambiado a Israel. Fue 
			solo su familia, la que se había desplazado a Egipto y eran sus 
			descendientes, quienes eventualmente volvieron con Moisés para 
			reunirse, después de innumerables generaciones, con sus semejantes 
			hebreos.
 
 La diferencia entre las líneas era, por supuesto, que los israelitas 
			habían estado sujetos por mucho tiempo a las leyes y religiones de 
			Egipto, y sabían muy poco acerca de las costumbres de sus primos a 
			centenares de millas en Canaán. Por más de 400 años ellos habían 
			estado en un ambiente que sustentaba un panteón entero de Dioses y, 
			aunque ellos habían desarrollado un concepto de un solo Dios, dentro 
			de su propia fraternidad, aquél Dios no era el Jehová de los hebreos 
			cananitas. Su Dios era una entidad sin rostro, a quien ellos 
			llamaron, simplemente, el Señor.
 
			  
			En lengua israelita, fue llamado el Adón. Esta es una de las razones por las que los nombres Señor y 
			Jehová, fueron identificados separadamente en los primeros textos, 
			aunque en épocas posteriores, fueron puestos bajo el mismo manto del 
			Dios único, para encajar con las emergentes fe judía y cristiana. 
			Para los egipcios, el nombre de este Señor (Adón) era bastante 
			similar, y ellos le llamaban Aten - del cual derivó el nombre del 
			Faraón Akhenatón (Sirviente de Aten).
 Así, cuándo Moisés y los israelitas hicieron su éxodo al Sinaí, 
			ellos llegaron no como devotos de Jehová, sino de Aten, y fue por 
			esta misma razón que se les presentó nuevas leyes y ordenanzas para 
			alinearlos con la cultura hebrea de su nueva patria futura.
 
 Cuándo Moisés y los israelitas dejaron el delta egipcio, su ruta 
			obvia a Canaán, habría sido directamente a través del desierto del 
			Sinaí septentrional, pero, en vez de eso, ellos se dirigieron hacia 
			el sur dentro del difícil país de las cumbres para pasar tiempo en 
			la montaña Horeb del Serâbît. Esta fue la anomalía que tuvo a 
			Petrie 
			y su equipo desconcertado tanto tiempo.
 
			 
			El Monte Serâbît
 
			Entonces, ¿qué descubrió la expedición de 
			Petrie en lo alto de la 
			montaña santa de la Biblia? Bien, para empezar, ellos no hallaron 
			mucho, pero en una ancha meseta cerca de la cumbre, había signos 
			claros de antigua habitación. Podía verse pilares y piedras 
			erguidas, saliendo por encima de los escombros del suelo que habían 
			sido depositados por el viento y los deslizamientos, por algo más de 
			3.000 años. Sin embargo, luego de limpiar los escombros, surgió la 
			verdad de la historia bíblica y Petrie escribió: 
				
				No hay ningún otro monumento que nos haga lamentar más el hecho que 
			no esté en mejor estado de conservación. Todo estaba enterrado, y 
			nadie supo de él hasta que limpiamos el sitio. 
			Lo que encontraron era un enorme complejo egipcio de templos. 
			Implantado dentro de una muralla, había un templo exterior 
			construido sobre una extensión de 70 metros y se prolongaba hacia 
			fuera, desde un corte interior del templo, dentro de una gran cueva 
			en la falda de montaña. De los varios cartuchos, tallas e 
			inscripciones, se determinó que el templo había estado en uso desde 
			la época del Faraón Sneferu, quien reinó cerca del año 2.600 AC y 
			cuyos sucesores inmediatos, se considera que construyeron las 
			pirámides de Gizeh.
 La parte del templo elevada sobre la superficie, se construyó de 
			arenisca extraída de la cueva de la montaña, y contenía una serie de 
			vestíbulos contiguos, altares, atrios, cubículos y cámaras. De 
			éstos, las características claves desenterradas fueron el Santuario 
			principal, el Altar de los Reyes, el Atrio del Pórtico, y el 
			Vestíbulo de la diosa Hathor, a quien estaba dedicado todo el 
			complejo. Por todas partes había pilares y estelas presentando a los 
			reyes egipcios a través de las edades, con ciertos faraones tales 
			como Tuthmosis III (fundador del movimiento rosacruz en Egipto) 
			representado muchas veces en piedras erguidas y relieves de pared.
 
 La Cueva adyacente de Hathor se talló en la roca natural, con 
			paredes interiores planas, que se habían suavizado cuidadosamente. 
			En el centro, datando de 1.820 AC, se erguía un gran pilar vertical 
			del Faraón Amenomhet III, el yerno de Esaú. También estaba 
			representado su chambelán mayor y el portador de su sello. Muy 
			profundo en la cueva, Petrie encontró una estela de piedra caliza 
			del faraón Ramsés I - un trozo superior en el cual Ramsés (quien es 
			considerado tradicionalmente por los egiptólogos, haber sido un 
			opositor al culto de Aten) sorprendentemente, se describía a sí 
			mismo como 'El gobernante de todo lo que abarca Aten'.
 
			 
			También se encontró en Amarna la cabeza de una estatua de la madre 
			de Akhenatón. La Reina Tiye de Egipto, con su juego de cartuchos en 
			la corona.
 En las cortes y vestíbulos del templo exterior, había numerosos 
			tanques rectangulares tallados en la piedra y palanganas circulares, 
			junto con una variedad de mesas-banco, curiosamente formadas con 
			frentes esconzados y superficies por niveles. También había mesas 
			redondas, bandejas y platillos, junto con jarrones de alabastro y 
			contenedores, muchos de los cuales con forma de flor de loto. 
			Además, las habitaciones albergaban una buena colección de placas 
			barnizadas, cartuchos, escarabajos y ornamentos sagrados, diseñados 
			con espirales, cuadrados en diagonal y cestería. Había varitas 
			mágicas de un material duro no identificado, mientras que en el 
			pórtico, había dos piedras cónicas de aproximadamente 6 y 9 pulgadas 
			de altura, respectivamente. Los exploradores se desconcertaron 
			bastante por todo ello, pero se confundieron aún más con el 
			descubrimiento de un crisol de metalurgista.
 
 Desde ese descubrimiento, los egiptólogos han discutido en cuanto a 
			por qué habría sido necesario un crisol en un templo; mientras que 
			simultáneamente, han debatido acerca de una sustancia misteriosa 
			llamada mfkzt, la cual parecía estar relacionada con las piedras 
			cónicas y que tiene numerosas menciones en las inscripciones de 
			paredes y estelas. Algunos han sugerido que ese mfkzt, pudiera haber 
			sido cobre; muchos han preferido la idea de que sea turquesa y otros 
			han supuesto que quizás era malaquita, pero todas ellas son 
			especulaciones no corroboradas y no hay huellas de ninguno de estos 
			materiales en el sitio. Sinaí se destaca por sus minas de turquesa, 
			pero si la minería de turquesas era una función primaria de los 
			maestros del templo por tantos siglos, entonces uno esperaría 
			encontrar piedras de turquesa de sobra dentro de las tumbas de 
			Egipto. Sin embargo, no es tal el caso; apenas se ha encontrado 
			algunas.
 
 Otras causas de admiración, han sido las innumerables referencias 
			inscritas al "pan", junto con el prominente jeroglífico para "luz", 
			encontrado en el Altar de los Reyes. Pero el descubrimiento que 
			causó la mayor de las perplejidades, fue el desenterramiento de algo 
			que se identificó como el enigmático mfkzt, con el cual parecía 
			estar relacionado el simbolismo del 'pan'. Descansando algunos 
			centímetros más abajo entre pesadas losas, había en una despensa una 
			cantidad considerable del más fino, puro, blanco e intacto polvo.
 
 En el aquél momento, algunos sugirieron que el polvo podría ser un 
			resto de fundición de cobre pero, como se señaló rápidamente, la 
			fundición no produce polvo blanco; deja una escoria negra densa. 
			Además, no hay suministro de mineral de cobre a kilómetros del 
			templo y los antiguos trabajos de fundición, en todo caso, son 
			evidentes en los valles lejanos. Otros especularon que el polvo era 
			ceniza proveniente del quemado de plantas para producir álcali, pero 
			no había trazas de residuos de ninguna planta.
 
 A falta de cualquier otra explicación, se determinó que el polvo 
			blanco y las piedras cónicas, probablemente se asociaban con alguna 
			forma de rito de sacrificio, pero de nuevo se señaló que esto era un 
			templo egipcio y el sacrificio de animales no era una práctica 
			egipcia. Además, a pesar del tamizado y el cernido, no se encontró 
			resto alguno de huesos ni cualquier otra materia extraña dentro del 
			mfkzt, el cual apareció ante el mundo como un tesoro de polvo 
			sagrado de talco.
 
 Parte del misterioso polvo fue llevado a Gran Bretaña para análisis 
			y exámenes, pero jamás se publicó resultado alguno. El resto se dejó 
			a merced de los elementos, después de 3.000 años, para convertirse 
			en víctima de los vientos del desierto. Sin embargo, lo que se hace 
			patente, es que este polvo era aparentemente idéntico al pedernal 
			mesopotámico o shem-an-na - la sustancia que se hacía en bizcochos 
			de pan y se utilizaba para alimentar los Cuerpos de Luz de los reyes 
			babilonios y los faraones de Egipto. Esto, por supuesto, explica las 
			inscripciones del templo que denotan la importancia del pan y de la 
			luz, mientras que el polvo blanco (el shem-an-na) ha sido 
			identificado con el maná sagrado que Aarón colocó en el Arca de la 
			Alianza.
 
 El libro del Éxodo, relata que el Maestro Artesano que hizo el pan 
			de la presencia original para Moisés en Sinaí, era Bezaleel, pero 
			Bezaleel no era un panadero, él era un orfebre connotado - el mismo 
			hombre que hizo los ornamentos dorados para el Tabernáculo y el Arca 
			misma. Esto coincide precisamente con la función de los Maestros 
			Artesanos sacerdotes en Mesopotamia - los vulcanos y los 
			metalurgistas de Tubal-caín, quienes fabricaban el valioso 
			shem-an-na a partir de oro puro. En cuanto al crisol, las piedras 
			cónicas y la gran serie de tanques, mesas y equipo que hacían 
			parecer al templo del Sinaí, más como un laboratorio gigantesco que 
			como una iglesia, se desprende que eso es precisamente lo que era.
 
 Lo que Petrie había encontrado realmente, era el taller alquímico de Akhenatón y de las numerosas dinastías de faraones anteriores a él - 
			un templo-laboratorio donde el horno habría rugido y humeado durante 
			la producción del pedernal sagrado del shem-an-na de alto giro. En 
			forma repentina, las palabras del Éxodo comienzan a tener sentido, 
			cuando las leemos de nuevo con una visión completamente nueva:
 
				
					
					Y el monte Sinaí estaba totalmente en humo ...y ese humo subía como el humo de un horno,
 Y todo el monte tembló mucho.
 
			En el Éxodo, leemos que ‘Moisés tomó el becerro de oro que los 
			israelitas habían hecho, y lo quemó al fuego, y lo molió hasta 
			polvo' Este es precisamente el proceso de un horno de shem-an-na y 
			es evidente que los sacerdotes egipcios de la diosa Hathor, habían 
			estado trabajando su fuego por innumerables generaciones, antes que 
			los sacerdotes de Atón se involucraran en la época de Moisés.
 Fue, de hecho, el Faraón Tuthmosis III, quién había reorganizado las 
			antiguas escuelas de misterios de Thoth y fundó la Escuela Real de 
			los Maestros Artesanos en Karnak. A ellos se les llamó La Gran 
			Hermandad Blanca, a causa de su preocupación con un misterioso polvo 
			blanco. Una rama de esta hermandad, se ocupó especialmente de las 
			medicinas y la curación, y llegaron a conocerse como el Terapeutote 
			egipcio. Luego, en tiempos mucho más recientes, las actividades del 
			Terapeutote se extendieron a Palestina - especialmente en el 
			asentamiento de Qumrân, en Judá, donde prosperaron como los Esénios.
 
 ¿Pero, qué tenía de especial la diosa Hathor, que fue la deidad 
			escogida por los sacerdotes de Sinaí? Hathor era una diosa madre 
			suprema y, como la hija de Ra, se decía que había dado a luz al sol. 
			Ella fue la originalmente definida Reina del Oeste y Amante del 
			Infierno, a donde se decía que llevaba a los que sabían los ensalmos 
			correctos. Ella era la diosa reverenciada del amor, de las tumbas y 
			la canción - y fue de la leche de Hathor, que se decía que los 
			faraones obtenían su divinidad, volviéndose Dioses por derecho 
			propio.
 
 En una de las tabletas de piedra cerca a la entrada de la cueva del 
			Monte Serâbît, hay una representación de Tuthmosis IV en presencia 
			de Hathor. Ante él hay dos soportes de ofrendas coronados con flores 
			de loto, y detrás de él, hay un hombre que soporta un bizcocho 
			cónico identificado como pan blanco. Otro relieve detalla al albañil 
			Ankhib, que ofrece dos bizcochos de pan cónicos de shem-an-na al 
			rey, y hay retratos similares en otras partes en el complejo del 
			templo. Uno de los más significativos es, quizás, una descripción de 
			Hathor y el Faraón Amenhotep III.
 
			  
			La diosa tiene un collar en una 
			mano, mientras que con la otra, ofrece el símbolo de la vida y el 
			dominio al faraón. Detrás de ella está el tesorero Sobekhotep, quien 
			sostiene en aptitud un bizcocho cónico de pan blanco. Sin embargo, 
			lo más importante en este retrato, es el hecho que el Tesorero Sobekhotep se describe como el 'Supervisor de los secretos de la 
			Casa de Oro, quien trajo la noble y preciosa piedra a su majestad '.
 Experimentos recientes con este asombroso polvo blanco de oro, han 
			demostrado que, bajo ciertas condiciones, la sustancia puede pesar 
			menos que nada y se puede hacer desaparecer en una dimensión 
			desconocida. Pero, la cualidad más interesante del polvo, es que 
			puede suspenderse sobre el campo magnético de la Tierra, y que, 
			cuando está en un estado de gravedad nula, es capaz de transponer su 
			propia ingravidez a su anfitrión, facilitando así poderes de 
			levitación. Este anfitrión podría ser una sencilla cacerola de 
			laboratorio o un contenedor, pero igualmente podría ser un enorme 
			bloque de piedra, como los utilizados en la construcción de las 
			pirámides. De hecho, las pirámides son, como lo establece su mismo 
			nombre, producidas al fuego.
 
 En el depósito secreto de la Cámara del Rey, dentro de la Gran 
			Pirámide, la tradición antigua relata que los constructores, habían 
			colocado 'instrumentos de hierro, armamentos que no se oxidan, 
			vidrio que puede doblarse pero no romperse, y extraños ensalmos'.
 
 ¿Pero qué encontraron los primeros exploradores, al abrir túneles en 
			la cámara sellada? El único mobiliario era un cofre hueco de piedra 
			sin tapa, y no contenía un cuerpo, sino una capa de una misteriosa 
			sustancia en polvo. En forma superficial, se ha determinado que son 
			granos de feldespato y , que son ambos minerales del grupo del 
			silicato y el aluminio. Sin embargo, durante el curso de la reciente 
			investigación del polvo blanco, el aluminio y la sílice fueron dos 
			de los elementos constituyentes, revelados por el análisis 
			convencional de una muestra granular, la cual se sabía era 100% un 
			compuesto del grupo platino.
 
 Como lo reveló hace algunos años el pionero investigador americano 
			
			David Hudson, las pruebas estándar de laboratorio para componentes 
			elementales, se hacen aplicando a la muestra un arco de corriente 
			directa por 15 segundos, a un calor de superficie solar de 5.500º 
			centígrados. Pero, con el polvo blanco monoatómico, una prolongación 
			del tiempo de quemado más allá del procedimiento normal de la 
			prueba, reveló el noble metal del cual realmente estaba constituida 
			la sustancia. A causa de las limitaciones presentes en la secuencia 
			convencional de la prueba, el 5% del peso seco de nuestro tejido 
			cerebral, se dice que es carbón, mientras que análisis más rigurosos 
			lo identifican como los metales del grupo platino: iridio y rodio, 
			en estado de alto giro.
 
 Por lo tanto, la Cámara del Rey, aparentemente, fue ideada como un 
			superconductor, capaz de transportar al faraón a otra dimensión de 
			espacio-tiempo - y era aquí donde su Rito del Pasaje, se 
			administraba de acuerdo con el El libro de los Muertos. La clave 
			para este Derecho del Pasaje, está definida por una sola inscripción 
			cónica cerca de la entrada a la Cámara. Este símbolo jeroglífico (el 
			único jeroglífico verificable en toda la meseta de Gizeh - y el 
			mismo que apareció muchas veces en el templo de la montaña del Sinaí) se lee simplemente, "pan".
 
 Lo cierto es que, a pesar de que los aspectos históricos del Antiguo 
			Testamento se aborden y sean enseñados desde un punto de vista 
			hebreo, con una base originalmente mesopotámica, hubo un impacto 
			egipcio significativo en la cultura, el cual se ha ignorado 
			estratégicamente. Esto sale a la luz específicamente desde la época 
			del incidente del Sinaí y demuestra ser la razón por la cual el 
			importante libro de Jasher, fue excluido del canon.
 
 Fue sobre la montaña del Sinaí que Jehová anunció por primera vez su 
			presencia a Moisés. Siendo un partidario de Atón, Moisés preguntó a 
			este nuevo señor y maestro quién era - y la respuesta fue 'soy lo 
			que soy', lo cual en hebreo fonético pasó a ser Yahweh (Jehová). Sin 
			embargo, por largo tiempo, a los israelitas no les fue permitido 
			pronunciar el nombre Jehová, excepto al Sumo Sacerdote, a quien se 
			le permitía susurrarlo en privado una vez un año. El problema era 
			que se suponía que las oraciones, debían ser dichas a esta nueva 
			divinidad - pero ¿cómo sabría él que aquellos le hablaban si no se 
			decía su nombre?
 
 Los exiliados israelitas de Egipto, sabían que Jehová no era el 
			mismo que Atón (su tradicional Adón o Señor), así que ellos 
			presumieron que él debía ser el equivalente del gran Dios Majestuoso 
			de Egipto - aunque no fueran el mismo. Por lo tanto, se decidió 
			agregar, de ahí en adelante, el nombre de ese Dios Majestad a todas 
			las oraciones, y el nombre de ese Dios era Amén. Hasta el presente, 
			el nombre de Amén todavía es recitado al final de las oraciones. 
			Inclusive la muy conocida Oración Cristiana del Señor (como se dio 
			en el Evangelio de Mateo) fue traducida de una oración original 
			egipcia que empezaba: 'Amén, Amén, que estás en el cielo... '
 
 En cuanto a los famosos Diez Mandamientos, que se dice haber sido 
			transmitidos a Moisés por Dios en la montaña, también son de origen 
			egipcio, derivándose directamente del salmo número 125 en el Libro 
			Egipcio de los Muertos. Estos no eran nuevos códigos de conducta 
			inventados para los israelitas, sino que simplemente eran versiones 
			recientemente establecidas de las confesiones rituales de los 
			faraones. Por ejemplo, la confesión 'No he matado', fue transpuesta 
			al decreto de: No matarás; 'No he robado' se convirtió en: No 
			robarás; 'No he mentido’ se convirtió en: No levantarás falsos 
			testimonios - etcétera.
 
 No sólo se trajeron los Diez Mandamientos del ritual egipcio, sino 
			que también se rehicieron los Salmos (los cuales se le atribuyen al 
			Rey David) a partir de himnos egipcios. Inclusive el libro de los 
			Proverbios del Antiguo Testamento - las llamadas palabras sabias de 
			Salomón - fue traducido al hebreo casi al pie de la letra, a partir 
			de las escrituras de un sabio egipcio llamado Amenemope. Estas ahora 
			reposan en el Museo Británico, y verso a verso, el libro de los 
			Proverbios puede ser atribuido a este original egipcio. Ahora se ha 
			descubierto que, incluso las escrituras de Amenemope, se extrajeron 
			de un trabajo mucho más antiguo llamado La Sabiduría de Ptah-hotep, 
			que procede de más de 2.000 años antes de la época de Salomón.
 
 Además del Libro de los Muertos y la antigua Sabiduría de 
			Ptah-hotep, se utilizaron otros tantos textos egipcios al compilar 
			el Antiguo Testamento. Estos incluyen los Textos de la Pirámide y 
			los Textos del Ataúd, cuyas referencias a los Dioses egipcios, 
			fueron sencillamente transpuestas para relacionarlas al Dios hebreo 
			Jehová.
 
 En el libro La Herencia del Santo Grial, se relató que el estilo 
			moderno de la Cristiandad, el cual evolucionó de la Iglesia romana 
			en el siglo IV, es realmente un híbrido creado - una religión basada 
			en temas de muchas otras incluyendo, desde luego, el judaísmo. Ahora 
			se hace patente que el judaísmo mismo, no era menos que un híbrido 
			en sus primeros días, siendo un compuesto de tradiciones egipcias, 
			cananeas y mesopotámicas, con las historias, himnos, oraciones y 
			rituales de diversos dioses, reunidas y relacionadas con el nuevo 
			concepto creado del Monoteísmo.
 
 Lo que resulta particularmente interesante es que, históricamente, 
			esto no fue creado completamente en la época de Abraham, ni siquiera 
			en la época posterior a Moisés. No sucedió sino hasta el siglo VI 
			AC, cuando decenas de millares de israelitas, fueron tomados 
			cautivos por Nabucodonosor de Babilonia. Hasta ese momento, los 
			registros hebreos e israelitas se referían a cualquier cantidad de 
			dioses y diosas por sus nombres individuales, y bajo una 
			clasificación general y plural de Elohim.
 
 Por unos 500 años desde el Cautiverio, las escrituras existieron 
			sólo como una serie de textos bien diferenciados y no fue hasta 
			después de la época de Jesús, que se cotejaron en un solo volumen. 
			El mismo Jesús nunca habría oído acerca del Antiguo Testamento ni de 
			la Biblia, pero las escrituras a las que él tuvo acceso, incluían 
			muchos libros que no se escogieron para la compilación que hoy 
			conocemos. Extrañamente, algunos de estos libros, son mencionados 
			todavía en el texto moderno de la Biblia como importantes en la 
			cultura original, incluyendo el enigmático libro de Jasher.
 
 Jasher era el hijo egipcio de Caleb; él era cuñado del primer juez 
			israelita Othneil y tío de Bezaleel, el Maestro Artesano, así como 
			también era el portador del báculo designado por Moisés. Se 
			considera generalmente que, la posición del libro de Jasher en la 
			Biblia debería estar entre los libros de Deuteronomio y Joshua, pero 
			fue soslayado por los redactores, porque arroja una luz muy 
			diferente sobre la secuencia de acontecimientos en el Monte Horeb de 
			Sinaí.
 
 El relato familiar del Éxodo, explica que Jehová dio instrucciones a 
			Moisés acerca de los maestros y los sirvientes, acerca de la 
			codicia, del comportamiento entre vecinos, del crimen, del 
			casamiento, de la moral, y muchos otros asuntos, incluyendo la regla 
			de suma importancia del Sabbath - junto con los Diez Mandamientos. 
			Pero, en el libro de Jasher (que es anterior a las escrituras del 
			Éxodo), esas leyes y ordenanzas no son transmitidas a Moisés por 
			Jehová. De hecho, no se menciona a Jehová en absoluto. Las nuevas 
			leyes, dice el libro de Jasher, fueron comunicadas a Moisés y los 
			israelitas por Jethro, el Sumo Sacerdote de Midian y Señor de la 
			Montaña. En efecto, Jethro (cuya hija, Zípora, Moisés desposó) era 
			el gobernador general del Templo del Sinaí.
 
 En Canaán, el título Señor (o el Sublime) de la Montaña, fue 
			definido como El Shaddai, y esto es especialmente significativo 
			pues, como se mencionó previamente, este era precisamente el nombre 
			relatado por Moisés, cuando le pidió al Señor que revelara su 
			identidad. El Señor dijo 'soy lo que soy (YHWH); Soy aquél que 
			Abraham llamó El Shaddai'. YHWH eventualmente se transpuso al nombre 
			Jehová pero, como se relata en Jasher (y como se confirmó en el 
			Éxodo cuando se leyó correctamente), este Señor no era en absoluto 
			un Dios divino; él era Jethro El Shaddai, el gran vulcano y Maestro 
			Artesano del Templo de Hathor.
 
 Otro aspecto muy importante del libro de Jasher, es que explica que 
			no fue Moisés quien era el líder espiritual de los tribus que 
			abandonaron Egipto por Sinaí; su líder espiritual y consejero 
			principal era Miriam, la hermanastra de Moisés, quien solo recibe 
			menciones pasajeras en el libro del Éxodo. De hecho, como se detalla 
			en Jasher, la posición de Miriam colocó en tal problema a Moisés, en 
			su tentativa de crear un ambiente de predominio masculino, que la 
			encarceló – por lo que los israelitas se alzaron contra Moisés para 
			asegurar su liberación.
 
 No cabe duda que, por toda la manipulación de las escrituras de los 
			textos antiguos, Miriam (Meryamon de Egipto) surge fuera de la 
			Biblia canónica como un personaje clave de la era pero, así como 
			María Magdalena en los tiempos del Nuevo testamento, ha sido 
			ignorada y olvidada por los estamentos de la Iglesia fundados como 
			instituciones de predominio masculino. De Miriam, el libro de Aaron 
			(acreditado a Hur, el abuelo de Bezaleel) relata:
 
				
				A partir de entonces, Miriam llegó a ser admirada por los hebreos; 
			toda lengua cantaba su elogio. Ella enseñó a Israel; ella tuteló a 
			los niños de Jacob y el pueblo la llamó, a manera de eminencia, la 
			Maestra. Ella estudió el bien de la nación, y Aarón y el pueblo la 
			escuchaban. Ante ella las personas se inclinaban; a ella venían los 
			afligidos. 
			Sin embargo, la verdadera importancia de Miriam, es que ella era una 
			reconocida Reina Dragón del linaje Grial materno. Fue principalmente 
			de ella, que la línea dinástica culminó en la Casa Real de David, la 
			cual debe su origen real a la descendencia faraónica de Miriam, más 
			que a alguna herencia patriarcal de Abraham, como generalmente se 
			nos ha hecho creer.
 En el contexto de esta investigación, hemos dado un paso más allá de 
			los saltos de la Biblia, para presenciar el proceso alquímico y 
			científico que facilitó la Génesis de los Reyes del Grial. Esta 
			línea de sucesión (desde Caín y los dinastas mesopotámicos, pasando 
			por los primeros faraones de Egipto, hasta el Rey David y más 
			adelante hasta Jesús) tuvo el propósito de criar a los proveedores 
			terrenales de la Luz. Ellos eran los verdaderos 'hijos de los 
			Dioses', quienes primero se alimentaron de Fuego de Estrellas 
			Anunnaki, cerca del año 3.800 AC y, subsiguientemente, con 
			suplementos de metal de alto giro, alrededor del 2.000 AC. En 
			resumen, ellos fueron criados para ser líderes de la humanidad y 
			eran mantenidos físicamente y espiritualmente en estado elevado - la 
			dimensión total del ausente 44% - la dimensión de la Orbita de la 
			Luz - el Plano de Sharon.
 
 Sólo durante los pasados 150 años más o menos, y más específicamente 
			durante los pasados 80 años, se han desenterrado debajo de las 
			arenas del desierto, los grandes almacenes de los registros 
			egipcios, mesopotámicos, sirios y cananeos. Pruebas documentales de 
			primera mano, anteriores a los tiempos de la Biblia, ahora han 
			surgido en piedra, arcilla, pergamino y papiro - decenas de millares 
			de documentos que atestiguan una historia mucho más emocionante de 
			lo que jamás se nos dijo.
 
 De haber estado disponibles estos registros a través de las 
			generaciones, nunca habría surgido el concepto de una raza 
			particular que goza de una revelación divina y la exclusividad de 
			Jehová, quien nos ha cegado por muchísimo tiempo (poniéndonos en 
			modo belicoso contra aquellos de otra fe que siguen sus propias 
			tradiciones), nunca habría tomado tan arrogante asidero.
 
 Gradualmente, a medida que aparecen nuevos descubrimientos, es 
			evidente que estamos ahora surgiendo de la oscuridad de nuestras 
			nociones preconcebidas sin fundamento. Aún así, los siglos de 
			adoctrinamiento conducido por la Iglesia – hacen muy difícil 
			desechar el dogma restrictivo, de la innata tradición de tercera 
			mano, en favor de una mayor iluminación dada por aquellos que 
			estuvieron presentes en aquél tiempo.
 
 La perspectiva verdaderamente inspiradora, es que la curva de 
			aprendizaje todavía no ha terminado. Así como una cumbre nevada es 
			solo la continuación de la actividad de antaño, igualmente lo es la 
			sabiduría ancestral, que ahora nos cae una por una - con cada nueva 
			faceta de aprendizaje, lista para ser apilada sobre el conocimiento 
			anterior.
 
 Afortunadamente, el alba del conocimiento está ya detrás de nosotros 
			y, aunque algunos escogerán mirar atrás más allá de su velo, muchos 
			darán un paso con vigor dentro del nuevo milenio, para presenciar 
			una nueva y resplandeciente salida del sol - una revelación de 
			posibilidades ilimitadas, y una restauración de nuestra verdadera 
			herencia universal.
 
			  
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