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			Publicado por Cosmoxenus en Agosto/18/2005 
			
			
			18 Agosto 2005 
			
			del Sitio Web
			
			ElAmarna 
			
			  
			
			  
			
			
			 
			QUÉ ES UN ELEMENTAL 
			 
			En esa región etérica, en esa 
			
			4a. dimensión viven las criaturas 
			elementales de la naturaleza y esto es algo que debemos comprender 
			profundamente.  
			
			  
			
			A tales criaturas se les da el nombre de 
			
			elementales, 
			precisamente porque viven en los elementos. 
			 
			Sepa usted mi querido amigo, que el fuego está poblado de criaturas 
			elementales; entienda que el aire está también densamente poblado 
			por esa clase de criaturas y que el agua y la tierra están pobladas 
			por esos mismos elementales. 
			 
			No hay árbol que no tenga su criatura elemental de la naturaleza. 
			Las plantas tienen alma, y las almas de las plantas encierran todos 
			los poderes de la "Diosa Madre del Mundo..." 
			
				
				"Las almas de las plantas son los 
				elementales de la Naturaleza. Estas criaturas inocentes todavía 
				no han salido del Edén, y por lo tanto aún no han perdido sus 
				poderes ígneos.  
				
				  
				
				Los elementales de las plantas 
				juguetean como niños inocentes entre las melodías inefables de 
				este gran Edén de la Diosa Madre del Mundo..." 
			 
			
			 
			 
			NOMBRES EN LAS DIFERENTES CULTURAS 
			
				
					- 
					
					a las criaturas del fuego, desde los tiempos mas antiguos, se les 
			conocía con el nombre de Salamandras  
					- 
					
					a los elementales del aire se 
			les designa con el nombre de Silfos  
					- 
					
					a los seres del agua se les 
			llaman Ondinas, Nereidas, Sirenas, etc. etc 
					 
					- 
					
					a las criaturas que 
			viven entre las rocas de la tierra se les bautizó con el nombre de 
					pigmeos, gnomos, etc.   
				 
			 
			
			Es ostensible que la forma de esas criaturas 
			varía muchísimo.
			Las criaturas elementales de los vegetales antiguamente conocidos 
			con los nombres de silvanos, dríadas, hamadríadas y 
			faunos. 
			 
			Estos elementales de las plantas, que el médico Gnóstico maneja, son: 
			
				
					- 
					
					los "dussi" de San Agustín 
					 
					- 
					
					las "hadas" de la Edad Media 
					 
					- 
					
					los "Dore Oigh" de los galos 
					 
					- 
					
					los "grove" y "meidens" de los irlandeses 
					 
					- 
					
					los "ánime" de los sabios médicos Gnósticos, de nuestros fraters 
					"indios" 
			de la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia)  
				 
			 
			
			El insigne Maestro Paracelso da el nombre de 
			"silvestres" a los 
			elementales de los bosques y de "ninfas" a los de las plantas 
			acuáticas. 
			  
			
			  
			
			
			 
			QUE FORMA 
			TIENEN 
			
				
					- 
					
					las criaturas del fuego son delgadas y secas, muy semejantes al 
			chapulín o grillo, aunque de tamaño mucho más grande. 
					 
					- 
					
					las criaturas del aire parecen niños pequeños muy hermosos con 
			rostros sonrosados como la aurora  
					- 
					
					los elementales del agua tienen 
			diversas formas - algunas parecen como damas inefables, felices entre 
			las olas del inmenso mar, otras tienen formas de sirenas peces, con 
			cabeza de mujer, y por último hay ondinas que juegan con las nubes o 
			moran en los lagos y ríos que se precipitan entre sus lechos de roca. 
					 
					- 
					
					los gnomos de la tierra, los pigmeos, parecen ancianos con su luenga 
			barba blanca y continente ceremonioso. Ellos viven normalmente en 
			las minas de la tierra o cuidan los tesoros que por ahí subyacen 
			escondidos.  
				 
			 
			
			Todos estos elementales de la naturaleza son útiles en la gran 
			creación; algunos animan el fuego, otros impulsan el aire formando 
			los vientos, aquellos animan las aguas, estos otros trabajan en la 
			alquimia de los metales dentro de las entrañas de la tierra. 
			  
			
			  
			
			  
			
			
			 
			LOS YOES QUE DEBEMOS DOMINAR Y SU RELACIÓN CON LOS ELEMENTALES 
			 
			¿Cómo podríamos mandar a los Elementales de la naturaleza si no 
			hemos aprendido a gobernar los Elementales atómicos de nuestro 
			propio organismo?. 
			
				
					- 
					
					Las Salamandras atómicas de la Sangre y del Sexo arden 
			espantosamente con nuestras pasiones animales...  
					- 
					
					Los Silfos atómicos de nuestros propios aires vitales, al servicio 
			de la Imaginación Mecánica Subjetiva (no se confunda esto con la 
			Imaginación Objetiva Conciente), juegan con nuestros pensamientos 
			lascivos y perversos...  
					- 
					
					Las Ondinas atómicas del Sagrado Esperma originan siempre espantosas 
			tempestades sexuales...  
					- 
					
					Los Gnomos atómicos de la carne y de los huesos gozan indolentes con 
			la pereza, glotonería, concupiscencia...  
				 
			 
			
			  
			
			 
			  
			
			SOBRE EL ESCEPTICISMO Y LOS ELEMENTALES 
			 
			Existen por doquiera muchos bribones del intelecto, sin orientación 
			positiva y envenenado por el asqueante escepticismo.
			Ciertamente el repugnante veneno del escepticismo contagió a las 
			mentes humanas en forma alarmante desde el Siglo XVIII. 
			 
			Antes de aquel siglo la famosa Isla Nontrabada o Encubierta, situada 
			frente a las costas de España, se hacía visible y tangible 
			constantemente. No hay duda de que tal isla se haya ubicada dentro 
			de la cuarta vertical. Muchas son las anécdotas relacionadas con 
			esta isla misteriosa. 
			 
			Después del Siglo XVIII la citada isla se perdió en la eternidad, 
			nadie sabe nada sobre la misma. 
			 
			En las épocas del rey Arturo y de los caballeros de la mesa redonda, 
			los elementales de la naturaleza se manifestaron por doquiera 
			penetrando profundamente dentro de nuestra atmósfera física. 
			 
			Son muchos los relatos sobre duendes, genios y hadas que todavía 
			abundan en la verde Erim, Irlanda; desafortunadamente todas estas 
			cosas inocentes, toda esta belleza del alma del mundo, ya no es 
			percibida por la humanidad debido a las sabihondeces de los bribones 
			del intelecto y al desarrollo desmesurado del Ego animal. 
			 
			Hoy en día los sabihondos se ríen de todas estas cosas, no las 
			aceptan aunque en el fondo ni remotamente hayan logrado la felicidad. 
			
			  
			
			  
			
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