Capitulo 2 - Dividir para reinar mejor

traducción de Luna Azul

Agosto 10, 2008

del Sitio Web ForoCoches

La Mesopotamia hace correr ríos de tinta desde los años 90. El país bíblico irakí está más que nunca presente en nuestro paisaje cotidiano, pues está en el corazón mismo de una apuesta política y económica mundial. Sus inestimables riquezas hacen el objeto de un amplio plan del cual la hipocresía no desvela más que la punta del iceberg.

La guerra del Golfo de 1991 es una consecuencia directa del conflicto Iran-Irak.

 

Tenemos que retroceder entre 1980 y 1988, época en que Irak e Irán están en guerra. El Irán de Jhomeini representa una amenaza para la petro-monarquía del planeta. Bajo el silencio cómplice de la ONU, el dictador Saddam Hussein se ve ejecutando el trabajo sucio y es activamente sostenido por el gobierno de los Estados Unidos que financia clandestinamente el sobrearmamento irakí en armas punta bajo cobertura de darle fondos para la agricultura, la hipocresía es total.

 

Howard Teicher, miembro del Nacional Security Council (NSC), revelará bajo juramento en 1995 que :

«El director de la CIA, Casey dirigía personalmente los esfuerzos aspirando a garantizar la victoria de Irak a través de un aprovisionamiento suficiente en armas, municiones y vehículos. [...] Los Estados Unidos aportaron un apoyo activo al esfuerzo de guerra de Bagdad suministrando a los irakies billones de dólares en créditos, y transmitiéndoles informaciones recogidas por nuestros servicios, dándoles consejos estratégicos y supervisando estrechamente las ventas de armas a Irak por terceros países…»(1)

Al final de los años 80, Saddam Usen se encuentra bajo la presión de las deudas que tiene con el gobierno de Estados Unidos que le había subvencionado durante 8 años, y éste último le sugiere de privatizar en parte su industria petrolífera para honrar su deuda. ¡Imposible!

 

La trampa se cierra, entonces el Kuwait recibe la orden «desde arriba» de inundar el mercado con petróleo a bajo coste, y esto en contra de todos los acuerdos firmados con la OPEP. Irak y los demás países de la OPEP despliegan esfuerzos diplomáticos para que el Kuwait renuncie a su política devastadora, pero en vano… Saddam Hussein reivindica entonces la anexión del Kuwait y lo invade para meter la mano en sus riquezas petrolíferas.

 

Ni por un momento, pensó en ver a sus patrocinadores occidentales revolverse contra él, sobre todo que a finales de julio de 1990, April Glaspie, la embajadora americana en Bagdad, había declarado en un comunicado a Saddam Hussein que:

«Los Estados Unidos no tomarían partido en la querella entre Irak y el Kuwait» (2)

Esta misma postura fue confirmada cuando el presidente Iraki avisó al secretario de estado americano de una invasión inminente y que se le contestó que era «una historia entre Árabes y no un problema de ellos, ¡¡¡arréglense!!! »…

El verdadero error de Irak no fue el de haber invadido el Kuwait en 1990 - el apoyo firme y duradero de los Estados Unidos al estado colonial de Israel es la prueba viviente - pero sí el de poseer numerosas riquezas, de las que una es ultrasecreta y amenaza los intereses de los poderosos de este mundo y más precisamente del gobierno oculto de este planeta compuesto por una elite comúnmente llamada ILLUMINATI.

Nos hacen creer todavía hoy, que la lucha contra el terrorismo sería el único motivo del despliegue militar en Irak, ¡ pero desgraciadamente no es así ! Nos hacen creer todavía, y de una manera astutamente orquestada, que el petróleo sería el único móvil de los ataques contra Irak, pero eso no es del todo exacto y el mordaz estudio de Donald Losman, profesor de economía en la universidad de la Defensa Nacional (Washington), publicado el 1 de agosto de 2001, demuestra claramente que, contrariamente a las ideas recibidas, el petróleo está lejos de ser una prioridad nacional para los Estados Unidos. Volveremos a hablar de ello al final de este capítulo.

Pero la verdad es que la apuesta fue capital hasta tal punto de haber sacrificado numerosas vidas a expensas de una máquina de guerra despiadada, y esto desde 1991. Las naciones en coalición de ésa época gloriosa realizaron una «guerra limpia», quirúrgica y «sin pérdidas», porque Dios está siempre del lado de los justos. Las pérdidas fueron, sin embargo inmensas del lado Irakí como lo confirmaron las 300 toneladas de uranio empobrecido vertido por las fuerzas americanas y que afectaron a la población civil irakí que residía en las zonas de combates.

 

La contaminación por uranio empobrecido ha causado numerosos cánceres, leucemias así como la aparición de malformaciones congénitas monstruosas. La radioactividad y su dispersión han contaminado también los ecosistemas por varios miles de años (3). Sobre los 537 000 militares americanos enrolados entre enero y febrero de 1991, buen número de ellos están afectados por leucemia, enfermedad de Parkinson y dificultades respiratorias. (4)

El territorio irakí contiene cerca de 10 000 yacimientos arqueológicos oficiales, de los cuales sólo el 15% ha sido explorados al día de hoy, según el arqueólogo McGuire Gibson. Pero cerca de otros 15000 yacimientos mayores existirían, sobre los cuales ninguna búsqueda ha sido llevada a cabo. Esto no impidió al «nuevo orden mundial» de pasarle el rasero al pasado.

 

Se estiman en varios miles el número de excavaciones en el sur de Irak arrasadas bajo la indiferencia general, un verdadero desastre para el mundo de la arqueología y para el patrimonio mundial de la humanidad. Toneladas de vestigios bíblicos reducidos a polvo y pérdidas para la eternidad en nombre de la paz. Entre las destrucciones oficiales e inscritas, podemos citar el templo piramidal de Ur ¡¡¿golpeado por 400 misiles?!!

 

Y las ruinas del templo de Clesiphon fuertemente dañado por los bombardeos (5).

Al término de esta primera guerra, un procedimiento viejo como el mundo y que recuerda de cierta manera el aislamiento y la asfixia voluntarios impuestos en Alemania después de la primera guerra mundial, obligó a Irak a arrodillarse frente a los países «pacificadores».

 

Estos últimos no dejaron sin embargo de bombardear el país hasta la segunda guerra del Golfo. Un embargo comercial y financiero, del cual es preferible callar la crueldad, fue instaurado en agosto de 1990, o sea 5 meses antes del despliegue de las fuerzas multinacionales en Irak, y ampliado hasta nueva orden en marzo de 1991, justo después de las hostilidades.

El pueblo irakí pagó cara la hipócrita devolución de deuda acordada a Saddam Hussein, pues el presidente irakí, aún en el poder, justificaba la reconducción del embargo. ¿Para qué? Para prohibir a Irak (segundo productor en el mundo) de bombear su petróleo y así controlar el curso del bruto con Arabia por varios y fructuosos años…

 

Pero ese gesto iba a permitir sobre todo, a Estados Unidos de empujar a Saddam Husein a cometer otros errores. Así «el eje del bien» se montaba la excusa para renovar un próximo despliegue de las fuerzas armadas aliadas sobre el suelo irakí, desde luego, bajo control americano. De toda evidencia, el trabajo secretamente empezado en Irak en este principio de 1991 no podría verse terminado a tiempo, pues pedía un plazo mucho más largo…

Según un reporte publicado en Le Monde Diplomatique en agosto 2002, el embargo y la resolución 986 «Petróleo contra alimentos » fijados por la ONU han causado la muerte de más de 400 000 niños irakíes (560 000 según la FO).


Estas cifras dan vértigo, desde luego, pero a nadie le importa, «el eje del bien».


¡¡¡No está francamente para pararse a mirar por algunos cientos de miles de vidas más o menos para conseguir sus fines !!! El Illustré del 12 de Julio de 2000 indica que desde el establecimiento de las sanciones instauradas por la ONU, las estaciones de depuración y las tuberías no pudieron ser cambiadas por temor a que el material de recambio sirviera a la fabricación de armas de destrucción masiva (6).

 

Al término de los acontecimientos inscritos oficialmente al día de hoy, podemos con toda seguridad pretender que ése temor fue voluntariamente exagerado.

La guerra de 1991 conoció el pillaje de los yacimientos arqueológicos pero también el de los museos. Se han nombrado cerca de 4000 objetos arqueológicos robados, entre otros, en los museos irakíes de Mossul, Kirkuk, Karbala y Basora. Todos esos objetos están inscritos en un catálogo oficial. Pero la extraña historia de una estatuilla en bronce sustraída del Museo de Kirkuk e inventariada entre los objetos robados de la época, prueban que todos esos objetos no están sólo en manos de coleccionistas privados.

 

En efecto, en 1999, la estatuilla de bronce reapareció ¡en la colección del New York Metropolitan Museum!

El 11 de septiembre de 2001 sumergió a los Estados Unidos en el terror, pero marcó también un volantazo decisivo para el país bíblico irakí. No entraremos en el debate de saber quién fue el comanditario de los atentados, pero la confusión voluntariamente mantenida, a lo largo de los meses, por el presidente George W. Bush entre su «eje del mal» (Irak, Irán, Corea del Norte…) y el grupúsculo terrorista de Bin Laden (presunto autor del atentado del 11 de septiembre) volvió popular la idea de marchar otra vez en guerra contra Irak.

En este principio del nuevo milenio, Georges W. Bush, «gran guía universal», ha conseguido adormecer a las masas con el fin de llevar a cabo su misión salvadora cuyo objetivo era el de llevar a la humanidad hacia un «mundo limpio» dónde los enemigos del nuevo orden no tienen lugar y dónde los adversarios de los Estados Unidos son los opositores maléficos del «mundo libre y unificado» (sic).

 

La cruzada del presidente americano toma todo su sentido cuando se sabe que Irak es el país del Génesis bíblico, el país de Abraham y sus patriarcas y sobre todo del Edén de Adam y Eva, ya veremos esto en detalle. Los textos mesopotámicos grabados sobre las tabletas de arcilla no dejan de fomentar la interrogación de los expertos, pues estos replantean numerosas ideas recibidas concerniente a la Biblia y a la religión judeo-cristiana en general.

 

Lo que no es francamente una buena noticia para el mundo «libre» que utiliza la santa Biblia como garantía para partir a la guerra contra un terrorismo sabiamente orquestado.

La segunda guerra del Golfo tuvo, una vez más numerosos víctimas inocentes y los «errores» se han sucedido. La realidad escondida y filtrada por las cadenas televisivas americanas ha minimizado con amplitud las víctimas civiles, las mujeres y niños asesinados, heridos o lisiados. Mentiras enormes han servido para apoyar y justificar esta guerra absurda.

 

Entre las dos más llamativas, anotemos el falso reporte británico, utilizado por el gobierno de Estados Unidos, queriendo demostrar que Irak poseía armas de destrucción masiva incluyendo armas químicas y biológicas 1. Mala suerte, el citado reporte era de hecho una compilación de fuentes accesibles en Internet y sobre todo documentos datando de doce años atrás que le sirvieron a un estudiante a elaborar su tesis.

 

Numerosos pasajes de esta tesis fueron directamente plagiados, faltas en el tecleo, incluidas…

 

Nota 1. En lo que concierne las armas biológicas, podemos precisar que Irak las poseyó en varias ocasiones en la época de la guerra contra Irán. Eric Laurent anota en su obra “La guerra de los Bush” (Plon 2003) que no es hasta 1992, gracias a una investigación llevada por el Senado americano, que la verdad fue desvelada :

“Entre febrero 1985 y el 28 de noviembre de 1989, al menos 61 entregas de cultivos biológicos habían sido expedidos hacia Irak. Esos envíos contenían 19 contenedores de bacterias de anthrax, surtidas por American Type Culture Collection Company, una sociedad instalada a proximidad de un laboratorio de Fort Detrick, controlado por el ejército americano, y en la que los laboratorios trabajaban sobre las armas biológicas “sensibles”. Quince dosis de Clostridum Botalinium (toxina botulítica) habrían sido entregadas a los laboratorios militares de Saddam por la misma sociedad entre el 22 de febrero de 1985 y el 29 de septiembre de 1988…”

Eric Laurent cita además otros agentes biológicos altamente peligrosos que el gobierno US suministró a Irak durante este periodo…vez más, y gracias a las cifras aproximadas de victimas civiles irakies recogidas más arriba, la historia nos permite constatar de que no fue así y que las «incursiones quirúrgicas» jactadas por la propaganda de Estados Unidos fallaron de nuevo (7).

El segundo es, desde luego, la historia de la soldado de primera clase Jessica Lynch.

 

La propaganda americana hizo de ella una heroína que se habría, según el Washington Post del 3 de abril de 2003,

«defendido ferozmente y que habría abatido varios combatientes enemigos. Sufriendo múltiples heridas por bala, ésta habría sido testigo de la muerte de varios soldados y habría luchado con todas sus fuerzas para no ser capturada viva…».

El New York Times contó después su liberación por las fuerzas especiales de la marina, bajo un diluvio de fuego. Sus salvadores la arrancaron de un hospital irakí dónde la joven era maltratada… En realidad, el personal médico irakí la trató con la más exquisita amabilidad. Una enfermera irakí le cantaba canciones para dormirla y beneficiaba de una ración suplementaria de zumos de frutas y de galletas.

 

El personal del hospital había intentado asimismo devolverla a las autoridades americanas, en vano, y finalmente la dejaron en el hospital, a disposición de las fuerzas armadas americanas cuando éstas invadieron el lugar (1)

La operación militar «golpe y estupor» hizo honor a su título pomposo y significativo en cuanto a las verdaderas intenciones del gobierno americano. Contrariamente a la primera guerra del Golfo, la alta comandancia americana reconoció el 1% de error para sus nuevas tecnologías en armamento. Pero, una ola ola de saqueos draconianos despojó el museo de Bagdad (clasificado por la UNESCO) en los días que siguieron la entrada de las tropas americanas en la capital, y sin que éstas intervengan para proteger los objetos arqueológicos.

 

En pocos días, los museos de Mossul, Tikrit y Babylone fueron igualmente saqueados o quemados así como numerosos yacimientos arqueológicos.

 

Varios arqueólogos británicos se lamentan sobre el destino del preciado patrimonio cultural iraquí y reprochan a las fuerzas americano-británicas de no haber protegido los museos de los saqueadores, mientras que todos los pozos petrolíferos irakis fueron puestos bajo seguridad en un tiempo mínimo., y que, desde el principio del conflicto grandes y jugosos contratos fueron otorgados a las sociedades americanas en el marco de la reconstrucción de Irak…

El Museo de Bagdad encerraba una colección de más de 200 000 objetos de arte procedentes esencialmente de la antigua Mesopotamia, cuna de prestigiosas civilizaciones de Sumer, de Akkad, de Babylonia y de Asiria. No se sabe cuántos objetos han desaparecido y es muy probable que no se sepa jamás, por el hecho de la destrucción voluntaria de los catálogos por los mismos saqueadores. Algunos estiman que aproximadamente 170 000 objetos fueron robados y el resto gravemente estropeados (8).

La antropóloga Elisabeth Stone, que participó en una expedición organizada por la National Geografic Society, subrayó que los pillajes son alentados por «el deseo de comprar esos objetos en los países occidentales, por personas acomodadas en los Estados Unidos, en Europa y en Japón»(9). En Londres el mercado está saturado por pequeñas tabletas cuneiformes que se venden entre 600 y 700 Euros la pieza (10).

La inercia cómplice de Georges W. Bush frente al pillaje del país que aloja los más antiguos vestigios inventariados sobre el planeta, fue largamente señalada por la comunidad internacional.

«El país invasor y su ejército deben tomar las medidas indispensables para proteger los bienes culturales que temen ser deteriorados por las acciones militares en un territorio ocupado», estipula un artículo de la Convención sobre la protección de los bienes públicos en caso de un conflicto armado, adoptado en 1954 en La Haya por la UNESCO.

La Convención de La Haya obliga a las naciones en guerra a proteger el patrimonio cultural del lugar en conflicto, ¿¡ pero es cierto que los Estados Unidos y Gran Bretaña, grandes países colonizadores, forman parte de las pocas naciones que no lo firmaron ¡?…

Un gran número de arqueólogos internacionales y de exploradores del mundo árabe no dudan en afirmar que coleccionistas americanos están detrás del pillaje de los museos irakis. Jueves 17 de abril de 2003, en París, una reunión de expertos de la UNESCO formula que los pillajes de piezas arqueológicas fueron la obra de bandas extremadamente bien organizadas y en posesión de las llaves de las bóvedas y cajas fuertes (5).


Dony George, director de investigación y estudios en el Museo Nacional irakí de Bagdad, nos informa en una declaración a la AFP que los saqueadores pasaron de llevarse las copias de los objetos depositados en las reservas, no llevándose más que las piezas originales, «Es una operación de robo organizado» y para él la prueba irrefutable de que especialistas se encontraban entre los ladrones y que actuaban por cuenta de intereses extranjeros (11).

En la misma época, en Londres, un grupo de nueve eminentes arqueólogos publicó un texto a los Estados-miembros de la Coalición en el diario británico The Guardian. Estos declararon que un organismo creado en 1994 con el nombre de American Council for Cultural Policy (ACCP), negoció con el departamento de Estado y el departamento de la Defensa de los Estados Unidos antes del principio del conflicto por una «flexibilidad de la legislación protectora de la herencia cultural irakí».

 

Siendo la meta el poder exportar de Irak antigüedades bajo pretexto que las piezas estarían más seguras en Estados Unidos. Esta información fue divulgada en la misma época por el New York Times.

Asimismo, el semanario The Art Newspaper de noviembre 2002, publicó un artículo intitulado «Iraq's history is our history too». Leemos aquí que la asociación ACCP ofrece su ayuda a las futuras instituciones irakíes liberadas para retomar las excavaciones más eficaces y tecnológicamente avanzadas.

 

El subtítulo del artículo es muy evocador:

«Arqueólogos y abogados apuran al gobierno americano de tomar en cuenta los sitios históricos en Irak en la elaboración de su estrategia militar».

Es de todos modos notable el subrayar que la ACCP, que posee lazos estrechos con la administración Bush, fue fundada por el antiguo abogado del New York Metropolitan Museum dónde fue encontrada en 1999 la famosa estatuilla en bronce sustraída durante la primera guerra del Golfo en el museo de Kirkuk(12)

 

La ACCP niega cualquier implicación en los saqueos de los museos irakís.

  • ¿Qué pensar de todo esto?

  • ¿Porqué haber decidido de invadir Irak si ninguna arma de destrucción masiva ha sido encontrada?

  • ¿Quién, por la misma circunstancia, ha planificado los saqueos dirigidos de los museos nacionales y yacimientos irakís?

  • ¿Han sido el petróleo y el saqueo los únicos objetivos de algunas sociedades petroleras y organizaciones clandestinas manifiestamente encubiertas por el gobierno americano, o constituyen éstos dos solos la enorme guinda que esconde el pastel?

En agosto 2001, en un punzante estudio intitulado «Economic Security, a National Security Folly?», Donald Losman, profesor de ciencias económicas de la universidad industrial de las fuerzas armadas (universidad de la Defensa nacional en Washington), concluyó que USA,

«derrocha entre 30 y 60 mil millones de dólares cada año para garantizar la seguridad de las reservas de petróleo del Medio-Oriente, cuando sus importaciones provenientes del Golfo pérsico han alcanzado solamente 10,25 miles de millones de dólares por año entre 1992 y 1999».

Su punzante conclusión es la siguiente:

«el petróleo no es un problema de seguridad nacional y utilizar el ejército para defender vagas nociones de bien-estar económico es ¡inoportuno y perfectamente inmoral!»(13).

Sabemos a partir de aquí que el petróleo adereza las cajas registradoras de las sociedades petroleras americanas, pero que no es por lo tanto la razón principal de tal despliegue militar en la región del Golfo Pérsico.

 

Sin embrago, podemos apostar que las fuerzas americanas no saldrán jamás de Irak mientras el petróleo corra a chorros en ésa región y que - a pesar de que las salidas precipitadas de las organizaciones privadas e internacionales llevadas por la fuerte hostilidad de la población local y de los religiosos - los USA conservarán un control enmascarado del país colocando un gobierno burdo y fantoche. Tenemos que admitir que el petróleo es, hasta el día de hoy y mientras aún quede, un arma política temible y un medio de chantaje.

 

Esto permite, entre otras cosas de controlar el abastecimiento energético de los países que osan mostrarse demasiado independientes cara al gigante americano…

Los acontecimientos ligados a la ofensiva imperialista en Irak han suscitado numerosas dimisiones en el seno de los países de la coalición. Este fenómeno demuestra que la diplomacia planetaria está en grave peligro. La incapacidad corrosiva del gobierno americano a establecer un plan de paz en Irak, después de la guerra, dejando así el país en una inseguridad crónica, nos demuestra que la paz no forma manifiestamente parte de su plan inicial.

 

De hecho, ¿es la paz verdaderamente el objetivo americano cuando sabemos que 15 billones de dólares bastarían a hacer retroceder de una forma eficaz el hambre sobre el planeta y que, según el SIPRI (Stockholm Peace Reseach Institute), la exportación de armas en el mundo ha suministrado 101 billones de dólares a las firmas americanas en el año 2002?(14) .

 

Aparte de esto, el presupuesto militar de USA ha pasado a más de 370 billones de dólares en 2002 y a 383 billones de Dólares en 2003. Este dinero ha cubierto la fabricación de armas punta y ha garantizado el desarrollo del famoso escudo antimisiles americano (15).

Para finalizar, ¿qué más decir del gobierno de Estados Unidos que se permite el derecho de emprender una agresión militar cuidadosamente planificada bajo cobertura de que el régimen iraquí no habría cooperado, que habría hecho supuestamente uso de una «flagrante violación de sus obligaciones de desarme», no autorizando a los inspectores a controlar sus infraestructuras ? Todos tenemos en la memoria que en ese fin de 2002, mientras que las fuerzas americanas se amontonaban frente a la frontera de Irak y que éstas tomaban así como rehenes al mundo entero y a las Naciones Unidas , Irak había ya aceptado absolutamente todo!

 

Pero cuando la terrible máquina de guerra americana está en marcha, ya no hay quién la pare.

La Convención sobre las armas químicas de 1993 obliga a los firmantes a declarar las armas químicas que tengan, a destruirlas eventualmente , a no desarrollarlas nunca, conseguirlas, utilizarlas o transportarlas. Sin embargo ¿saben Vds. que el gobierno imperialista de Estados Unidos se reserva el derecho exclusivo de rechazar la inspección del conjunto de sus instalaciones? (16)

A la vista de todos estos hechos y de las revelaciones que van a seguir, yo afirmo serenamente que la historia no es más que una eterna vuelta a empezar en este planeta y que las apuestas irakies no están solamente relacionadas con el petróleo.

 

Como Vds. lo constatarán, el dominio de Irak es, psicológicamente, de una importancia considerable para el gobierno oculto, pero está también en estrecha relación con el proyecto militar que ciñe la Tierra tal un torno e inicialmente bautizado «Star Wars» por el presidente Reagan…
 


Fuentes sobre las dos guerras del Golfo

(1) Michael Moore “Tous aux abris!”, les editions la découverte, 2004
(2) Le livre jaune Nº 5, chapitre «Saddam Hussein et la tempête du désert», les éditions Félix, 1997
(3) Médecines nouvelles, 3ème trimestre 2002.
(4) Le Monde du 2 avril 2003, Bagdad, le journal d´une guerre.
(5) www.cyberie.qc.ca/chronik/20030422
(6) L´Illustré du 12 juillet 2000, article de Laure Lugon Zugravu
(7) http://new.humanite.fr/journal/2003-04-09/2003-04-09-369987
(8) http://fpfre.peopledaily.com.cn/200304/18/fra20030418_60631.html
(9) http://fr.news.yahoo.com/030611/202/3913s.html
(10) www.ulg.ac.be/capri/CAPRI_fr2-Patrimoine-15-04-03html
(11) www.lemonde.fr/article/0,5987,3218-318059-,00.html
(12) www.routard.com/mag_reportages.asp ?id_rep=33
(13) www.cato.org/pubs/pas/pa409.pdf
(14) www.convergenciesrevolutionaires.org/article709.html
(15) http://radio-canada.ca/nouvelles/Dossiers/11Sept/repercussions02.html
( 16) EM avril-juin 2oo3 - nº 62 «L'impéialisme américain et la crise économique mondiale» / Bruxelles

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