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			by Alfred 
			Lambremont Webre20 Enero 
			2015
 
			del 
			Sitio Web NewsInsideOut 
						traducción 
						de 
						
						Adela KaufmannVersión original en ingles
 
						    
			
			  
			¿De dónde 
			viene el mal? 
			  
			¿Es una fuente 
			del mal una malvada dimensión no local de wetiko, o 
			los arcontes que pueden actuar un virus involucrando una mente 
			colectiva, o mentes humanas individuales y propagarse a través de 
			nuestra sociedad?  
			
			  
			En su 
			entrevista con el Alfred Webre Lambremont 
			de NewsInsideOut, Paul 
			Levy, autor de "La Locura de George Bush - Una Reflexión de Muestra Psicosis 
			Colectiva" 
			y "Disipando Wetiko - Rompiendo la Maldición del Mal', 
			concluye que, 
				
				"Nuestra especie está 
				claramente en el medio de una epidemia psíquica de masas, que yo 
				llamo 'egofrenia maligna' y los nativos americanos lo llaman 'wetiko'. 
				Las tradiciones gnósticas llaman a la epidemia psíquica masiva 'Arcóntica'."   
				"Escondido en el mal de 
				wetiko," concluye Paul Levy, "está su propia medicina. 
				Codificada en la oscuridad está la revelación de la luz. Viendo 
				la oscuridad es una forma de iluminación". 
			Paul Levy 
			escribe, 
				
				"El 
				origen de la enfermedad wetiko ha de ser descubierto dentro de 
				la psique. El patógeno wetiko manifestado como una perturbación 
				en el campo del inconsciente colectivo de la humanidad misma, 
				creando las 
				
				líneas-Ley sobre las que los acontecimientos del 
				mundo son levantadas y energizadas."  
			
 
			
			
			Siendo Conscientes de la Sombra 
				
				"El 
				problema de la maldad de wetiko está íntimamente ligada con el 
				problema de la sombra, tanto personal como de arquetipo. La 
				sombra, un término acuñado por Jung, es una parte viva de la 
				personalidad... 
				  
				La 
				figura del diablo es una variante del arquetipo sombra, es 
				decir, el aspecto peligroso de la no reconocida parte-oscura de la personalidad que 
				representa y encarna los poderes potencialmente malignos del 
				inconsciente", escribe Paul Levy. 
			
			  
			  
			  
			  
			
			
			Referencias 
				
			 
			  
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