por Jorge Ramos
Junio 2014

del Sitio Web ElSecretoDeTiamat

 

 

 

 

 

Índice

Prólogo
La metamorfosis
 


Parte Primera (Hacia el horizonte cóncavo)

  1. Durante el vuelo

  2. Un paseo con las Ski-doo

  3. Variación inexplicable de temperatura

  4. Una propuesta arriesgada

  5. Ante una pared casi vertical para franquear

  6. El momento de la misteriosa revelación

  7. Extrañamente cóncavo

  8. El deshielo

  9. Un paraíso escondido

  10. Algo que construir y algo más grande que presenciar

  11. Su peso es menor al del volumen de agua que desaloja

  12. Una desconcertante visita

  13. Donde el escepticismo de Eddie es demostrado

  14. Un buen café para conocerse

  15. ¿Quién me susurra en los sueños?


Parte Segunda ("El Anillo")

  1. Extraños sonidos en la noche

  2. Alguien a quien acudir

  3. La base secreta

  4. Inoportuno giro del cauce del río

  5. La reunión

  6. Persecución maldita

  7. Buscando contactos

  8. Divina providencia

  9. Máxima prioridad

  10. Un encuentro imposible

  11. La noche continúa

  12. La cita y algo más...

  13. Cálidas galerías para un crudo invierno

  14. Cuando la desesperación colma su límite

  15. Una cacería sangrienta

  16. Unidas en la desesperación

  17. Atrapados entre las oscuras y frías paredes de la agonía

  18. Nos vigilan

  19. Una gota de esperanza

  20. La visita sorpresa

  21. Una misteriosa luz

  22. La guarida del acantilado

 

Parte Tercera ("Zona Oscura") - no incluido en este informe

 

Donde el Sol se pone para siempre
Profundas reflexiones
Cuando el alma nos invita a tomar caminos diferentes
La visita laboral de Kat
Exasperación tras los bastidores
Corazones encendidos
El libro polvoriento y misterioso
Tiamat
Los moradores de la cúspide piramidal
Una extraña invitación
Algo realmente maravilloso
Camino tortuoso
La Luz y la Oscuridad
La cabaña
Anunnaki igual a nibiruano

 


Parte Cuarta (El mundo interno de Tiamat) - no incluido en este informe

 

Aparentemente un apacible día en el parque infantil
Comenzando la historia
Hacia el Proyecto de Integración de Polaridades
Una visión fascinante
Los comienzos de Nibiru
Cuando Ángela mira a los ojos de la oscuridad
La ciudad intraterrena de Instrol
Proyecto genético de Tiamat. Capítulo I
Un obsequio inesperado
Proyecto genético de Tiamat. Capítulo II
El Ágora

 

 

Epílogo - no incluido en este informe

 

 

 

 

 

 

 

 



Prólogo

Son muchos los secretos que se han ocultado a lo largo de la historia de nuestra civilización.

 

El interés por conocer los aspectos del pasado que alojan las respuestas a los ruegos del presente, ha atraído la atención de varios investigadores que se afanan por revelar los acontecimientos históricos yacidos en el olvido; bien se encuentren asentados en ruinas o encriptados en pasajes arcaicos, la dificultad de los hallazgos ha demorado el día en que la coetánea generación pudiera retirar el velo de sus ojos y no permanecer más como un individuo ciego cuyo pasado es aquel gran desconocido que atormenta su conciencia.

Y en qué misterios habremos de adentrarnos en este breve relato que no sea en las evidencias que los habitantes de las tierras de Súmer nos dejaron como legado en las tablillas recientemente descubiertas.

 

Es el motivo que alentó al respetado autor Jorge Ramos a dedicar sus esfuerzos para escribir la presente obra, y enseñarnos que la oscura realidad en donde vivimos fue antaño una sociedad sin ocultismos; cuando el hombre conservó la unión fraternal con la naturaleza.

 

Sí, los que detentaron la ocasión de vivir en la alegada época, acusarían los incidentes que en los lienzos de barro son figurados por la etnia de los Anunnaki - "los dioses que del cielo bajaron a la tierra" - para adulterar una de las etapas de la vida desde el planeta Nibiru.

 

Los sujetos que provocaron el desequilibrio se citaron siglos más tarde en las narraciones póstumas a su mudanza, ya como el recuerdo de una antigua leyenda que generó dudas sobre su originalidad cuyos argumentos se interpretaron de diversas formas; es así como se consolidó el mito del pueblo.

 

Y ahora, el sacrilegio de este pasado no ha borrado las huellas de su presencia, porque lo acontecido hace más de 4000 años a.C., ha quedado inscrito en los restos de la cultura de sumeria.

Durante la lectura del volumen, que no alberga solo las aventuras de sus personajes, sino los valores de un pensamiento libre y atrevido que ha investigado sin miedo al futuro bajo la intuición de su propia alma, se nos remontará a un viaje donde las cuestiones que recaen sobre los eslabones de nuestro pasado quedarán resueltas.

por Adrián Hidalgo "Sin'il"

 



La metamorfosis


4.500 millones de años antes - El Sistema Solar

Cuando la nada parecía un abismal y oscuro océano sin vida, se produjo una chispa en forma de pensamiento.

 

Un nuevo diseño estaba a punto de iniciarse; el juego entre polaridades trazaba el ritmo natural de la existencia. Tal fue el origen de nuestro universo.

Una Infinidad de enormes cúmulos de gases, semejantes a pompas de jabón, junto a otros de polvo, comenzaron a expandirse y deambular sin rumbo alguno, con caprichoso destino, por todo lo recóndito del cosmos.

 

Fuerzas desconocidas hicieron que, misteriosamente, se atrajesen entre ellos hasta conseguir formar conjuntos, que parecieran estar artísticamente dibujados en hermosos lienzos, con centenares de miles de millones de nebulosas. Como granos de cereal fueron derramándose por toda la profundidad del nuevo espacio sideral, y con distinta suerte tomarían caminos desiguales, estableciéndose, de este modo, sus propias formas de vida.

En una de éstas nebulosas, los gases utilizaron su poder de presión para expandirse, no obstante, las fuerzas gravitacionales de la formación lo impidieron, superando así el poder expansivo de los mismos y atrayéndolos en dirección al núcleo como si de un gran abrazo cósmico se tratara. Ésta, inexorablemente, terminó colapsando.

La nebulosa, en su fase de contracción, comenzó a girar sobre su propio eje.

 

Pero el cóctel que produjo las fuerzas gravitatorias con las presiones de los gases y su misma rotación, hizo iniciarse un proceso de achatamiento. Esto originó acumulaciones gaseosas mezcladas con polvo en su interior, y fue entonces cuando nació una de las centenares de miles de millones de Galaxias del Universo, la Vía Láctea.

 

Así fue como empezaron a formarse cúmulos corpóreos de todos los tamaños y propiedades físicas y químicas.

 

A efectos de masas, algunos de estos cúmulos se separaron para constituir planetas y girar en torno a alguna gigantesca masa incandescente. De esta manera fue como se crearon los diversos sistemas de la Vía Láctea, entre ellos, el Sistema Solar.

 

Sin embargo, no todos los planetas o demás cuerpos celestes pudieron formar parte de una estructura familiar cuyo progenitor fuese un astro Sol. Muchos quedarían huérfanos, errando solos por los misteriosos abismos de la Galaxia, mientras encontraban alguna familia que lo amparasen.

Pasarían millones de años de continua transformación, y en ese transcurso de tiempo fueron produciéndose, entre si, un sinfín de impactos de cometas, asteroides y demás elementos cósmicos. El Sistema Solar fue evolucionando con aquellos sucesos, hasta configurar casi su estado actual.

 

De esta manera se consiguió, progresivamente, el nacimiento de sus satélites y planetas, entre los cuales se encontraba Tiamat.

El planeta, con un tamaño aproximado a la mitad de grande de lo que es en la actualidad, estaba compuesto de agua en su totalidad.

 

Transcurrió miles de años de profunda transformación geológica, y fue entonces, cuando en el interior de su composición acuosa comenzaron a surgir las primeras células, para posteriormente evolucionar a microorganismos pluricelulares, así sucesivamente hasta alcanzar una variedad inimaginable de clases vegetales y animales marinos con diversidad de formas y tamaños, algunos de ellos realmente monstruosos y otros con inteligencias sorprendentes.

 

Poco a poco fueron adaptándose a su medio ambiente y al entorno que les ofreció la oportunidad de existir y coexistir como seres vivos. Entonces, no había hecho más que comenzar la cadena evolutiva de vida en Tiamat.

Sin embargo, mientras deambulaba, perdido por los confines de la galaxia, un cuerpo celeste huérfano semejante a una pequeña enana marrón, se dirigía implacable y sin rumbo a gran velocidad hacia el Sistema Solar.

 

Su volumen, tres cuartas partes del volumen de Tiamat, estaba compuesto principalmente de materia sólida con un núcleo incandescente.

 

Éste, comenzó a adentrarse y a cruzar la órbita excéntrica e inclinada de Plutón, ignorándolo a su izquierda. El joven y radiante Sol, con un volumen 900 mil veces mayor que el del intruso, hizo que su extraordinaria fuerza gravitatoria atrajese irremediablemente su curso.

 

La entidad, debido a la gran atracción del astro Sol, modificó sensiblemente su trayectoria, hasta convertirla en una elíptica.

 

Debido a ello, comenzó a variar de forma considerable su orientación, de tal manera que logró cruzar las órbitas; primero del gigantesco y gaseoso Neptuno, que se encontraba orbitando detrás del Sol, al igual que el gigante helado Urano.

 

Después, se dirigió hacia la órbita de Saturno, atrayéndolo hacia sus majestuosos y brillantes anillos, por lo que su rumbo elíptico volvió a modificarse ligeramente, dibujando una parábola algo más suave.

 

Cruzó la órbita de Júpiter - el planeta más grande - encontrándose éste en el otro extremo del Sistema Solar, para después del mismo modo hacerlo con la de Marte - el planeta rojo - dejándolo rezagado detrás a su izquierda.

La mala fortuna, o podríamos decir, la providencia, hizo que el cuerpo, irremediablemente, se cruzase en el camino de Tiamat.

 

Parecía estar todo curiosamente predispuesto y confabulado, por una mano invisible, para que así aconteciera. Gracias a que el movimiento orbital de Tiamat era el mismo a la dirección que había tomado la entidad visitante, éste, se aproximó más lentamente, produciéndose un terrorífico encuentro casi frontal que hizo estremecerse todos los rincones del Sistema Solar.

El impacto creó una inmensa nube de partículas de agua, polvo y rocas, que debido a las diversas fuerzas gravitacionales se distribuyó por todos los satélites y planetas del sistema, siendo los cuerpos celestes más próximos a Tiamat los más "beneficiados", como el planeta Marte.

Podría determinarse que, más que una colisión, fue una fortuita fusión entre los dos astros. Su núcleo incandescente penetró hasta el mismísimo centro de Tiamat. Lo cual creó una doble fuerza gravitacional en su interior, repeliéndose entre ambas y girando en sentido contrario.

 

Como resultado de la fusión, la materia sólida se separó de la materia líquida, formando así una gran masa continental en la superficie esférica.

 

Los gases dispersos se mezclaron creando, de esta forma, las diversas capas de la atmosfera. Como consecuencia, todos los seres vivos de Tiamat perecieron en el acto irremediablemente.

 

Tan solo sobrevivieron aquellas células que pudieron soportar tal envite entre los dos cuerpos celestes.

Sin embargo, como un óvulo fecundado por un espermatozoide resultó Tiamat. El cuerpo intruso parecía llevar lo necesario para que posteriormente y después de muchas decenas de miles de años de metamorfosis, comenzara de nuevo a surgir la vida en el renovado y preñado planeta.

 

Esta vez, con un volumen casi el doble del que tenía antes de la colisión y algo más de una cuarta parte de materia sólida, cohesionada en mayor medida en una misma zona de la superficie, formaría lo que actualmente conocemos como Pangea supercontinental.

Una mayor y rica diversidad biológica fue entonces la gran característica del transformado planeta. De modo que, gracias a ello, comenzarían, pues, a nacer una diversidad casi infinita de seres vivos, tanto animales como vegetales, dentro del agua e incluso fuera de ella.

De los océanos salieron hacia la superficie los primeros tipos de anfibios. Éstos, después de varios cientos de miles de años, evolucionaron hasta convertirse en los primeros tipos de reptiles.

 

Algunos de los cuales se desarrollaron en diversos grupos de dinosaurios. Otros, por el contrario, evolucionarían más la capacidad cerebral, llegando a formar complejas estructuras sociales entre sus miembros, y convirtiéndose en la raza reptiliana más inteligente y evolucionada.

 

El desarrollo de la vida no había hecho más que comenzar en Tiamat.
 

Regresar al Menú