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del Sitio Web BrownstoneEsp
parece decidido a adoptar un nuevo enfoque geopolítico que hace del multilateralismo la regla básica del tablero mundial.
Las administraciones estadounidenses elaboran periódicamente una Estrategia de Seguridad Nacional (NSS, por sus siglas en inglés).
Trump, por ejemplo, elaboró una durante su primer mandato.
En su mayoría, estos documentos presentan una versión idealizada de la política exterior y de seguridad de un Gobierno y carecen de gran relevancia práctica debido a lo que omiten:
Sin embargo, esta NSS, publicada recientemente (2025 - National Security Strategy), presenta una interpretación bastante diferente al aplicar un distintivo enfoque de "Estados Unidos primero" a la política exterior estadounidense, evitando la hegemonía global, la "dominación" y las cruzadas ideológicas en favor de un realismo pragmático y transaccional centrado en la protección de los intereses nacionales fundamentales:
Por lo tanto, Estados Unidos ya no,
Este informe critica la anterior búsqueda de la supremacía global por parte de Estados Unidos como un fracaso que terminó debilitándolo, y sitúa la política de Trump como una corrección necesaria a la postura anterior.
Por lo tanto, acepta y hace suya la abertura geopolítica hacia un mundo multipolar.
Son dos, en consecuencia, los objetivos en clave de política exterior que se matizan en lugar de reformularse radicalmente:
El documento no menciona una "paz estratégica" con Rusia, sino únicamente un "cese de hostilidades", es decir, un alto el fuego.
La cuidadosa elección del lenguaje empleado podría indicar que Trump no pretende un acuerdo total con Rusia sobre sus preocupaciones de seguridad, sino únicamente una tregua, un "cese de hostilidades".
Define las relaciones europeas con Rusia como "profundamente debilitadas":
En esencia, se impone a los europeos la responsabilidad de Ucrania a partir de ahora.
En términos más generales, se espera que los aliados paguen las cuentas, mientras Estados Unidos vuelve a construir en casa.
Uno de los mayores cambios de la Estrategia Nacional de Seguridad (NSS) es que Estados Unidos se define ahora como una potencia hemisférica fortificada en lugar de una potencia hegemónica global:
En cuanto a la presencia militar, la Estrategia establece que esto implica,
Quizás el aspecto más significativo en términos de impacto práctico sea la referencia a,
La Estrategia Nacional de Seguridad (NSS) critica duramente el estancamiento económico de Europa, su declive demográfico, la pérdida de soberanía ante las instituciones de la UE y su "borrón y cuenta nueva":
El documento declara que las 'élites' liberales/tecnócratas de la UE y de muchos Estados miembros representan una amenaza para el futuro de Europa, la estabilidad regional y los intereses estadounidenses.
Deja claro que apoyar a la Derecha Patriótica en Europa y "cultivar la resistencia" a la trayectoria actual de Europa redunda en beneficio de Estados Unidos.
Señala el reemplazo demográfico (inmigración) como la mayor amenaza a largo plazo para los intereses europeos y estadounidenses, cuestionando abiertamente si algunas naciones europeas seguirán siendo aliados fiables dada su trayectoria actual.
Por lo tanto,
El Pánico de la Élite Europea
Líderes europeos, incluido el ex primer ministro sueco Carl Bildt, calificaron la referencia de la NSS a Europa como situada "a la derecha de la extrema derecha".
En Estados Unidos, demócratas como el representante Jason Crow la consideraron "catastrófica" para las alianzas, es decir, para la OTAN.
Para comprender plenamente el clamor de pánico que surgió desde Europa, es necesario un poco de contexto.
Primero, conviene recordar que la política identitaria progresista nunca admitió la "otredad" ni la diferencia de opinión.
Jennifer Rubin, columnista del Washington Post y colaboradora de MSNBC (citada durante mucho tiempo por el Washington Post como su "columnista republicana" para el "equilibrio"), escribió en septiembre de 2022 que rechazaba la idea misma de que un argumento tuviera "partes", ya que cualquier argumento contrario imputaba racionalidad a los conservadores.
Pero, además, el entonces presidente Biden, en un discurso ese mismo mes, dijo prácticamente lo mismo que Rubin.
En un escenario inquietantemente iluminado por una luz roja y negra, en el histórico Independence Hall, Biden extendió inequívocamente las amenazas de un terrorismo exterior para advertir contra la amenaza de un terrorismo diferente, más cercano:
El precepto central de este mensaje apocalíptico se coló a través del Atlántico para cautivar y convencer en Varsovia por medio del mismo Biden a la clase dirigente de Bruselas.
Esto no debería sorprender:
Las élites europeas necesitaban desesperadamente un sistema de valores que llenara la laguna de identidad de la UE.
Sin embargo, la solución estaba al alcance de la mano:
El arriba citado, pronunciado por Biden en Varsovia - con efectos de iluminación y un fondo dramático que recuerda a su discurso en Liberty Hall - buscó retratar al movimiento MAGA, opositor por entonces al Gobierno americano, como una grave amenaza para la seguridad de Estados Unidos y se valió del maniqueísmo radical para retratar, esta vez, a Rusia (Rusia es el contrapunto externo a la amenaza relacionada del MAGA estadounidense).
Este fue su enfoque para la épica batalla entre las fuerzas de la "luz" y la "oscuridad", que debía librarse sin cesar y ganarse contundentemente.
Una vez más, Biden intentaba consolidar el arraigado ethos misionero de Estados Unidos como la "Ciudad en la Colina", un faro para el mundo, en una guerra cósmica "eterna" contra el "mal" ruso.
Esperaba vincular a la clase dominante estadounidense a la lucha metafísica por la "luz".
David Brooks, autor de Bobos in Paradise (columnista liberal del New York Times), admite que inicialmente se dejó llevar por esta ideología liberal, pero luego admitió que fue un gran error:
Reconoce:
En pocas palabras,
Esto resultó en el intento de convocar una vanguardia cuya furia proselitista se centrará en "el Otro".
Von der Leyen, en su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Parlamento Europeo en 2022, coincidió casi exactamente con las palabras de Biden:
A pesar de la unión de los "bobos" (es una forma abreviada de las palabras 'bourgeois' y 'bohemian', que sugiere una fusión de dos clases sociales distintas - el bohemio contracultural, hedonista y artístico, y el burgués capitalista de cuello blanco) estadounidenses con los 'guerreros' liberales de la UE, muchos en todo el mundo se sorprendieron ante la gran prontitud con la que los líderes de Bruselas adoptaron la línea de Biden, que abogaba por una larga guerra contra Rusia:
En pocas palabras,
La formación inicial de la OTAN en 1949 fue generalmente rechazada por la izquierda europea debido a su postura explícitamente anticomunista.
Sin embargo, con el bombardeo de Belgrado por la OTAN en 1999, la alianza militar se transformó para algunos miembros de la izquierda en general (incluidos socialdemócratas y liberales) en un instrumento para la transmisión liberal y la consolidación de "nuestra democracia" (este era el lenguaje de Biden en aquel momento).
La fusión del liderazgo de la UE con la OTAN y con el proyecto Biden fue completa.
La entonces ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock - tan decidida a "arruinar a Rusia" como Biden - en un discurso pronunciado en Nueva York en agosto de 2022, esbozó la visión de un mundo dominado por Estados Unidos y Alemania.
En 1989, el presidente George Bush ofreció a Alemania una "colaboración en el liderazgo", afirmó Baerbock.
Pero en aquel momento, Alemania estaba demasiado ocupada con la reunificación como para aceptar la oferta. Hoy, afirmó, las cosas han cambiado radicalmente:
Refiriéndose a la "alianza para el liderazgo" entendida en términos militares, afirmó:
Por lo tanto, la indignación de la "élite europea" ante la devastadora crítica de la NSS a Europa no se debe simplemente a que Estados Unidos le da la espalda, de forma muy evidente,
La NSS critica su subversión o ataque a los principios básicos de la democracia e incluso cuestiona si serán aliados adecuados para el futuro.
Se declara, además, que la OTAN "no es para siempre".
Por eso, las capas dirigentes europeas se encuentran ahora aisladas, ampliamente impopulares y desamparadas...
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