22 Agosto 2016

del Sitio Web ElRobotPescador

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Se intensifica cada vez más la histérica guerra de información alrededor de las elecciones presidenciales de EE.UU., oscurecida por la larga sombra de Putin y los servicios secretos rusos.

El último capítulo se ha producido cuando la líder de la Minoría Demócrata de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, advirtió de que hackers rusos que trabajan para el Gobierno de su país divulguen correos electrónicos de la candidata demócrata para que afecten su popularidad (o más bien dicho, para que la hundan definitivamente).

La líder demócrata, citando a fuentes, informó que muy probablemente la divulgación de los correos tenga lugar durante el mes de octubre, a apenas días de la fecha de las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo ocho de noviembre.
 

 


Nancy Pelosi
 


Las sospechas deben tener fundamento (quizás porque dentro del partido demócrata saben perfectamente el contenido presumiblemente polémico de estos e-mails), puesto que Pelosi y varias publicaciones al servicio del partido demócrata, como Politico, ya se han apresurado a afirmar que los posibles documentos filtrados,

"serían textos fabricados por el Kremlin para dar la ventaja en las presidenciales al rival de Clinton, Donald Trump".

Los republicanos dicen que los demócratas están tratando de distraer al público de la cuestión más importante:

el contenido de las filtraciones.

Dicen que los demócratas ya trataron de hacer lo mismo con el primer lote de 20.000 mensajes de correo electrónico del Comité Nacional Demócrata (DNC) que se filtró en Julio, lo que obligó a la renuncia de la presidenta Debbie Wasserman Schultz después de mostrar que algunos miembros del personal de DNC, habían favorecido a Clinton sobre su rival principal, el senador Bernie Sanders.

Funcionarios de inteligencia (incluyendo al Director de la NSA, Michael Rogers y al director de Inteligencia Nacional, James Clapper), han sostenido durante mucho tiempo que una amplia manipulación de datos es una posibilidad inquietante, y que potencialmente será el próximo frente, tanto en el campo de la ciber-delincuencia como en la guerra digital en ciernes entre los países.
 



 


El mes pasado, un grupo bipartidista de 32 expertos de seguridad nacional en el Grupo de Seguridad Nacional del Instituto Aspen, advirtieron de un tipo específico de falsificación, argumentando que los presuntos piratas informáticos rusos que atacaron el DNC y el Comité de Campaña Demócrata del Congreso, podrían falsificar el contenido de los archivos que liberen y que presuntamente venderían como documentos filtrados, a los que sin embargo añadirían todo tipo de informaciones falsas para perjudicar a Hillary Clinton.

Por su parte, la revista estadounidense Forbes afirma que si esto realmente sucede, pues, sería altamente posible que los documentos hayan sido correos electrónicos que Clinton había borrado antes de entregarlos al FBI y que luego fueron recuperados durante el periodo que los hacker tuvieron acceso a los servidores de la cuenta de Clinton.

De este modo, los hacker serian los únicos que tienen estos correos electrónicos ya que Clinton realizó un "Wipe Clean", es decir, llevó a cabo un proceso de 'limpieza' (lo que hace imposible que ya se puedan recuperar archivos y correos electrónicos eliminados) antes de entregar sus servidores y los contenidos de su cuenta al Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI).

Por esta razón es posible que en estos momentos los hackers tengan en sus manos correos electrónicos y textos que ni siquiera tiene el FBI o Clinton.

Esto, además, permitiría a los hackers falsear dichos documentos a conveniencia, añadiendo "la salsa necesaria" para demonizar tanto como quieran a Hillary Clinton, sin que nadie pueda contrarrestar su contenido, puesto que la única manera de demostrar que esos archivos filtrados han sido falseados, sería haciendo públicos unos presuntos archivos originales que contradijeran dichas informaciones.
 



 


Y eso es imposible de realizar…

 

¿La razón? Pues bien, aceptemos la hipótesis de que los 'rusos' manipulen los documentos, como ya están advirtiendo los medios informativos al servicio del partido demócrata.

Cualquiera que pretendiera demostrar que "los rusos" han falseado esos documentos filtrados, sacando a la luz los archivos originales "no falseados", quedaría en evidencia ante la opinión pública, lo que a su vez, perjudicaría aún más a Hillary Clinton:

  • El FBI teóricamente no dispone de esos documentos "originales y no falseados", por lo que sería injustificable que de repente los sacara a la luz.
     

  • Ninguna otra agencia gubernamental, como la CIA, podría sacar esos presuntos documentos "no falseados por los rusos", sin tener que explicar de dónde los ha sacado, pues al hacerlo, se intensificaría la sombra de la vigilancia ilegal masiva, en este caso, sobre el partido demócrata.
     

  • Y sobretodo, los propios demócratas y más particularmente, Clinton, no podrían presentar dichos documentos presuntamente originales, puesto que con ello incurrirían en un delito de encubrimiento, al no haberlos presentado inicialmente a la justicia y al FBI.

Así pues, todo apunta a una nueva jugada maestra de ajedrez de Vladimir Putin, cada vez más próxima a un jaque mate hacia Hillary Clinton, de cara a las elecciones de noviembre.
 



 


A Clinton solo le queda la opción de denunciar a priori que se filtrarán documentos falseados en octubre para darle la victoria a Trump, "el agente de Putin", pero sin ninguna opción de poder demostrar que dichos documentos han sido manipulados.

Por si eso fuera poco, pesa sobre Clinton el peligro de que esos documentos sean filtrados por una fuente de "prestigio intachable", como es Wikileaks.
 



 


Que las posibilidades de Hillary Clinton se hundan antes de llegar a las elecciones, debería ser una buena noticia para el mundo… pero deja de serlo cuando vemos que la alternativa a Clinton es Donald Trump… como mínimo, podemos concluir que el mundo no gana demasiado con el cambio de uno por otro.
 


COMENTARIO: A ello debemos añadir los crecientes y aparentemente fundamentados rumores sobre la mala salud de Hillary Clinton.
 


Y puesto que en este blog nos gusta tanto hacer conjeturas sobre posibles planes y conspiraciones, se nos ocurre una posible maniobra sucia de Clinton para ganar las elecciones:

utilizar sus medios de comunicación afines para simular que las encuestas la dan como favorita (aunque sea mentira) y poco antes de las elecciones, realizar un atentado de falsa bandera… contra ella misma.

Estamos hablando de un intento de asesinato contra Clinton, en el que ella resulte herida de bala y del que se recupere "heroicamente", para "seguir dirigiendo al país con pulso fuerte".

 

No hay mayor demostración de "fortaleza" que aparecer,

"determinado ante las cámaras después de un vil intento de asesinato" (pista: en España ya se utilizó una vez este método).

¿Qué mejor que un loco defensor de Trump, preferiblemente racista, intentando asesinar de un tiro a una "mujer inocente", presuntamente "progresista" y "amante de las minorías" como Hillary Clinton?

 



 


Posiblemente, alguna de las mentes enfermas que la asesoran ya están pensando en ello; al fin y al cabo, la fórmula le resultaría de lo más ventajosa.

Con ello se podría utilizar los arrebatos demenciales de carácter racista de Trump, sumados a sus insinuaciones de "disparar contra Clinton", para culpabilizarlo del ataque.

Además, ello serviría como ejemplo claro de la necesidad de realizar "un control de armas" en EE.UU.

Permitirían vincular a Clinton con personajes históricos de prestigio de la historia americana, como los Kennedy (John F. Kennedy y Robert Kennedy), Reagan o el propio Abraham Lincoln.


Y todo ello aderezado con la campaña que vincula a Trump con el "enemigo ruso" y el malvado villano
Putin.
 


 


Y por último, una ventaja adicional:

las posibles demostraciones de mala salud de Hillary Clinton, debidas a sus problemas de coagulación y que presumiblemente podrían ir haciéndose visibles en momentos concretos, se verían justificadas por el ataque recibido.

Así, si en un momento dado vemos a una Hillary Clinton debilitada, sus medios afines nos podrían vender que,

"aún sufre las secuelas del ataque fanático recibido" y lo que a ojos de la opinión pública, se habría presentado (como tratan de hacer sus enemigos), como una "debilidad que la incapacitara para la presidencia", ahora sería presentada como "la muestra de fortaleza inquebrantable de una mujer que desafía el destino y las balas y se sobrepone heroicamente a los ataques".

Desde hace un par de semanas, empezamos a temernos este paquete argumental y más concretamente desde que Trump insinuó que,

"un defensor de las armas podría detener a Clinton" (¿como se puede ser tan idiota?),

...y desde que se inició la campaña republicana sobre la salud de Hillary Clinton.

Al fin y al cabo, el clan hermano Clinton-Bush, son especialistas en falsas banderas…
 



 

 

 


Fuentes