by Robert Naeslund
Extraído de Paranoia Magazine

Issue 19 - Winter 1999
del sitio Web MindControlForums

traducción de Adela Kaufmann
Versión original

 


 


                                                                                      Robert Naesland
 

El derecho del más fuerte: la fuente de la tiranía de la inhumanidad y el Estado.

 

Este es un relato de la Policía de Seguridad sueca (SÄPO) y el uso de seres humanos para la investigación médica, pero bien podría ser de la Alemania nazi, donde el abuso del Estado era una parte natural del sistema. Hay muchas similitudes en los métodos de rutina y de la brutalidad entre la Gestapo y SÄPO.

 

Por otra parte, la SÄPO está explotando un nuevo tipo de técnica informática que les permite controlar los pensamientos y el comportamiento humano.

En la foto arriba a la izquierda está una radiografía de un objeto situado en el cráneo directamente por delante del hueso frontal. El objeto fue implantado por la fuerza en 1967 en un hospital donde yo estaba esperando una operación. SÄPO había obligado a que el cirujano participara en su programa, previniéndole ejercer la cirugía original.

Después de sedarme violentamente, hicieron una incisión de 5 cm de largo en mi hueso frontal, en el que colocaron el objeto: un radio-transmisor que ha estado transmitiendo un haz de alta frecuencia electromagnética a través de mi cerebro durante 24 horas al día desde entonces. Las dimensiones del dispositivo son de apenas 7x4 mm.

El proceso de miniaturización ya ha pasado la etapa del transpondedor inyectable, una ampolla diminuta capaz de almacenar datos y actuando como un emisor y un receptor.

 

 


Jan Freese - La despótica incompetencia

La razón para la acción de SÄPO era que yo constituía una amenaza para el secreto de los proyectos estatales de control mental .

 

Esta operación encubierta de acoplamiento de los cerebros de las personas a las computadoras ha estado ocurriendo por décadas, y no sólo SÄPO está involucrado. Los transmisores se están implantando en la cabeza de la gente durante cirugías rutinarias de hospital. Por lo general, éstos son insertados a través de orificios nasales, desde donde son operados mediante comunicación bidireccional por radio.

 

Después de penetrar en el cerebro, la onda de radio es procesada en un sistema que conecta las funciones neurológicas a un ordenador. Posteriormente, la actividad mental, los procesos biológicos, la función sensorial, de hecho toda la vida del individuo, es puesta al descubierto para su inspección y control estatal.

En su reporte, el eminente profesor Peter Lindström llama a la técnica "control intra-cerebral radio-hipnótico". Este habla mucho sobre una ciencia que se conoce también como telemetría bio-médica, control mental o interacción cerebro-ordenador. El escribe que allí que con estos implantes hay un riesgo de meningitis y de infecciones crónicas.

A finales de 1960, el potencial y las áreas de aplicación de la telemetría ya estaban siendo discutidas por J.M. Delgado en su libro Control Físico de la Mente: Hacia una Sociedad Psicocivilizada / Physical Control of the Mind: Toward a Psychocivilized Society:

Estamos avanzando rápidamente en el patrón de reconocimiento de correlaciones electrónicas de comportamiento y en el método de comunicación bidireccional por radio entre el cerebro y las computadoras.

Esto ha estado pasando durante mucho más tiempo de lo que la mayoría de la gente puede imaginar. Fue, de hecho, una de las primeras aplicaciones de la tecnología informática, hace cuarenta años, el de vincular el sistema biológico humano con un ordenador.

 

Hace treinta años, en 1968, el Dr. Stuart Mackay publicó su o de Telemetría Bio-Médica (Bio-Medical Telemetry) en el que expone el potencial de esta última ciencia:

Entre los muchos instrumentos de telemetría que están siendo utilizados hoy en día hay radio transmisores miniatura que pueden ser tragados o implantados quirúrgicamente en el hombre o los animales ...

 

El ámbito de observación es demasiado amplio para poder dar una idea con algunos ejemplos... estos permiten el estudio simultáneo del comportamiento o del funcionamiento fisiológico... En casos tales como el monitoreo del bienestar de un buzo en el mar o un astronauta en órbita, es esencial un flujo continuo de información fisiológica.

Las radiografías de mi cabeza muestran tres transmisores implantados, de los cuales uno ha sido completamente encajado en el lóbulo frontal. Todos fueron implantados en diferentes ocasiones durante la década de 1970 por la Policía Criminal de Suecia mientras yo estaba detenido en Estocolmo y Nacka.

 

Un artículo publicado en 1975 en la Universidad de Yale por un equipo internacional de seis investigadores como parte de un proyecto conjunto entre la Universidad de Yale y la Universidad de Medicina de Madrid titulada "Comunicación Bidireccional con el Cerebro", describe cómo la comunicación se puede lograr con profundos procesos cerebrales utilizando diminutos transmisores, que son también capaces de suprimir los patrones EEG.

 

Ellos afirman esto debido a que tanto la energía como los datos son aportados por ondas de radio, estos transmisores duran toda la vida.

La comunicación bidireccional con la profundidad del cerebro hace posible enviar y recibir información desde y hacia el cerebro. La técnica elimina la necesidad de restringir al sujeto experimental, permitiendo la libre expresión del comportamiento y las relaciones sociales. La instrumentación, incluyendo los vínculos de radio, es pequeña y ligera, y no interfiere con la movilidad...

 

Nuestro experimento demuestra la supresión de un patrón específico de EEG por estimulación repetida de retroalimentación por radio de un punto específico intracerebral... Como no se utilizan baterías, la vida del instrumento es indefinida. La energía y la información son suministradas por frecuencias de radio.

Han pasado casi treinta años desde que el primer transmisor fue implantado en mi cabeza en el Hospital de Söder, el asunto es en realidad mucho más grande y aún más impactante, ya que los cirujanos también han estado colocando estos transmisores en las cabezas de los pacientes bajo anestesia en la mesa de operaciones. Esto es lo que me pasó a mí al final de la década de 1960 cuando me sometí a cirugía en el Hospital de Söder. Antes de ese tiempo, yo había sido un miembro completamente normal de la sociedad.

Yo nunca había cometido un crimen ni tenido ningún contacto con psiquiatría, y estaba empleado. De hecho, no había nada en mi vida que pudiera justificar la adopción de medidas especiales para observarme. La única conclusión razonable es que algunos cirujanos en el hospital estaban y pudieran seguir implantando transmisores durante las operaciones normales en base regular.

 

No hay razón alguna para creer que yo fui una excepción.

Hace treinta y tres años, en 1965, un investigador del departamento para tecnología de la información del Instituto de Investigación de Defensa llamado P.M. Persson publicó un artículo sobre la telemetría biomédica en el que escribió:

Telemetría, es decir, radio-transmisión de datos, se aplica principalmente cuando es difícil o imposible suministrar los parámetros por cualquier otro método... La palabra telemetría se deriva del griego "tele" que significa "medir".

 

En Suecia, la telemetría, por tanto, sería llamada "fjarrmatning" (medición de larga distancia)... Una parte importante de la biotelemetría es conducida principalmente con el uso detransmisores implantados, el desarrollo de los cuales ha recorrido un largo camino en la investigación médica.

Lo que realmente ha sido bien desarrollado en la investigación médica fue, por supuesto, el abuso de los pacientes en cuyas cabezas los cirujanos estaban implantando transmisores.
 

 



Un viaje a la locura

Para los años posteriores a la implantación del transmisor en el Hospital de Söder, yo, realidad era bastante inconsciente de que algo había sucedido.

 

De todo lo que era consciente era de una débil señal de radio de origen no identificable dentro de mi cabeza. Fue sólo después de unos años que me hice consciente de que algo había sido puesto dentro de mi cabeza durante la operación. Este tiempo habría de ser un período de grandes e inexplicables cambios y, cuando cumplí treinta años, me decidí a ir por el camino criminal.

Es difícil afirmar con certeza que este era un resultado de lo que me estaba sucediendo a mí, pero fue, en todo caso, después de la implantación del transmisor que vinculó mi cerebro a un ordenador para que los científicos pudieran usarme para sus propios malvados diseños, que mis concepciones y sentimientos fueron radicalmente alterados.

En Estados Unidos, el mismo año que me colocaron el implante del transmisor en el Hospital de Söder (1967), el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Yale publicó un reporte titulado La intervención del hombre en las funciones intracerebrales".

Los autores escribieron:

Se están desarrollando técnicas para la investigación y la manipulación del hombre. La comunicación bidireccional con la profundidad del cerebro hace posible enviar y recibir información desde y hacia el cerebro...Podemos iniciar, detener o modificar una variedad de manifestaciones autonómicas, somáticas, de comportamiento y mentales.

 

Podemos experimentar con los mecanismos cerebrales responsables de la aparición y el mantenimiento de las funciones específicas de comportamiento y mentales... Como no se utilizan baterías, la vida del transmisor es indefinida. La energía y la información son suministrados por las frecuencias de radio.

El reporte de una comisión parlamentaria presidida por Alva Myrdal, SOU 1972:59 titulado “Para elegir el futuro”, abordaba esta técnica:

La investigación en el campo de la función cerebral y la conducta tiene como objetivo principal identificar el tipo y el grado de cambios que pueden efectuarse con estos nuevos métodos, proporcionando así información sobre nuevas posibilidades para aliviar el sufrimiento humano, así como los riesgos de control y modificación de la conducta en contra de la voluntad del pueblo.

El reporte estatal SOU 1987:74 también menciona la técnica, discutiendo la habilidad de ver a través de los ojos de otra persona:

Es inevitable que la vigilancia encubierta del personal trae consigo una significativa infracción a la integridad individual. Los haberes públicos y privados de una persona pueden ser registrados y documentados en un alto grado.

 

Esto también incluye cualquier encuentro que el individuo tiene con otras personas. Las cartas y otras comunicaciones escritas que el individuo recibe, por ejemplo, en casa o en la oficina, pueden ser monitoreados durante la vigilancia.

Fue en mi primera vez con la policía, el 10 de marzo de 1972, que fui puesto a dormir sin mi consentimiento y cuando me desperté unas horas más tarde fue a un nuevo tipo de vida.

 

La primera cosa que me di cuenta era de una profundamente inquietante señal de radio en mi cabeza. La onda electromagnética que fue penetrando en mi cráneo era de lavado de cerebro, y tuvo un efecto negativo en mis funciones de memoria, hábitos y conductas. Lento pero seguro estaba siendo transformado en una persona diferente, con facultades en gran medida discapacitadas. Como puede verse en la fotografía de rayos X mostrada, este transmisor había sido insertado a través de la fosa nasal izquierda.

El experimento que comenzó entonces continuó diariamente, inmutable, durante los siguientes 3.5 años. Inhibió la capacidad de mi hemisferio cerebral izquierdo, y después de un rato he perdido las habilidades básicas como la secuencialidad, convirtiendo el alfabeto, por ejemplo, en un enjambre de letras irremediablemente desordenadas.

 

Mi capacidad de pensamiento lógico se vio afectada, debido al lavado de cerebro tuve grandes problemas mnemotécnicos que crearon un caos diario. La referencia del Dr. Lindström en su segunda carta a este proceso como "la disolución electrónica de la memoria" es una descripción adecuada de lo que estaba sucediendo a mí.

Gordon Thomas, el conocido autor y productor de la BBC, escribió en la introducción a su libro Journey Into Madness, que:

Desde la década de 1950, los médicos en el este y el oeste, han hecho caso omiso del sagrado juramento de su profesión y han ayudado en la investigación patrocinada por los gobiernos de los métodos de tortura médica y control mental.

Un detalle de una radiografía de mi cabeza muestra las fosas nasales y el área detrás de la frente.

 

Dos partes sombreadas indican la posición de los transmisores que fueron removidos quirúrgicamente en los hospitales privados en el extranjero. Uno de ellos fue insertado en hospital Söder, mientras que otro fue el que recibí estando bajo custodia policial en 1978.

 

Un tercer objeto en los rayos-X es el primer transmisor de que la policía colocó en mi cabeza el 10 de marzo de 1972, y un cuarto fue implantado, ya sea en centro de detención de Estocolmo o en custodia en Vasteras en 1973. El último transmisor mostrado en la radiografía fie insertado bajo sedación el 26 de noviembre de 1975 en el centro de detención de la Policía de Nacka.

Nueve años pasaron antes de tratar de hacer algo acerca del tormento cada vez mayor.

 

En 1976 le escribí a Bror Rexed, el director general de la Junta de Salud y Bienestar, y le expliqué lo que me estaba pasando y cómo había comenzado todo. Sin embargo, lo que no entendí es que habían rutinas ni-escritas para enterrar lo más rápidamente posible los reportes relativos a la existencia de estas prácticas bárbaras.

 

En lugar de contestar a mi carta, el Sr. Rexed se la pasó al departamento responsable de atención psiquiátrica, que se puso en contacto conmigo con la advertencia de que podría ser llevado en el caso de continuar haciendo estas afirmaciones.

Un documento titulado "La ruptura de cuerpos y mentes - The Breaking of Bodies and Minds", publicado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia , establece lo siguiente:

... El Estado, con la ayuda de psiquiatras, efectivamente puede silenciar a las personas que se oponen sus políticas, la manipulación estatal de la psiquiatría con fines políticos es una realidad en muchos países.

En un viaje a Atenas en el verano de 1977, tuve la oportunidad de tener un examen de rayos-X.

 

Allí, el radiólogo fue capaz de identificar dos extraños objetos en la extensión de las fosas nasales, al lado del lóbulo frontal. A mi regreso a Suecia, le entregué los rayos X a la Junta de Salud y Bienestar para confirmar mis afirmaciones anteriores. Ellos, a su vez, las transmitieron para su examen por su propio asesor radiológico, el Dr. Kjell Bergström del Hospital Académico de Uppsala, quien se comprometió a elaborar un reporte.

Después de varios intentos de contactarme con el Dr. Bergström, se hizo evidente que él no estaba preparado para hacer un reporte en absoluto.

 

Después de mucha correspondencia, tanto por carta como por teléfono, finalmente presentó un reporte. No fue una sorpresa que su reporte fuese totalmente engañoso. Negó la existencia de objetos extraños en mi cabeza y dijo que las radiografías de mi cráneo eran perfectamente normales.

Fui obligado a hacer algo acerca de mi esclavizada vida. Viajé de regreso a Atenas en febrero de 1978 y me reuní con un radiólogo quien me puso en contacto con un cirujano que estaba dispuesto a operar para retirar el objeto.

 

El transmisor que se había implantado en mi cabeza en el Hospital de Söder fue finalmente retirado el 13 de marzo 1978 después de haber estado en funcionamiento durante once largos años. Solo había pasado un mes desde que el Reporte del Dr. Bergstrom negó la existencia de objetos extraños en mi cabeza.

 

Mi vida ha mejorado sensiblemente después de la remoción de cuatro transmisores que habían estado transmitiendo ondas electromagnéticas a través de mi cerebro.

 

 


Una colusión Penal expuesta

El Dr. Gregorius se comprometió a realizar la siguiente operación un par de meses más tarde.

 

En julio de 1978, una semana antes de que yo debía regresar a Atenas, fui detenido por la policía por un crimen que había cometido unos meses antes. Después de unos días en prisión, la Dra. Annmari Jonsson de la Junta de Salud y Bienestar Social vino para conversar. La Dra. Jonsson es la psiquiatra que me había contactado al año anterior con relación a mi correspondencia con Rexed.

 

Ella antes me había amenazado con la reclusión psiquiátrica si persistía en hacer declaraciones acerca de un transmisor habiendo sido implantado en la cabeza en el Hospital de Söder. Ella se estaba ahora poniendo seria, y estaba dispuesta a usar su posición para hacerme callar en una criminal connivencia entre los médicos y la policía.

Nuestra conversación no duró más que unos pocos minutos, tras lo cual ella estaba lista para preparar el reporte que debía preparar el camino para el diagnóstico psiquiátrico que venía, el cual la Junta de Salud y Bienestar Social podría entonces, siguiendo la rutina, usar como un arma para ocultar la actividad ilícita del Estado.

 

Su reporte se basó en el hecho evidente de que cualquiera que dijera que le estaban utilizando para investigación científica en telemetría era un enfermo mental. Yo también estaba amenazando con exponer algo de una naturaleza extremadamente confidencial.

 

Esta fue justificación suficiente para que me marcaran mí como una persona crónicamente paranoica.

El reporte de Annmari Jonsson en agosto de 1978 incluía la siguiente nota:

"Él mantiene ferozmente todo lo que él escribió al Director General. Él se vuelve indignado y claramente ofendido si alguien cuestiona la realidad de su historial médico. Al hacerlo, muestra claras ideas delirantes y también es paranoico. Él es psicótico, necesitando de hospitalización y hay muchas razones para hacerle un examen forense-psiquiátrico".

Hasta un cierto punto en mi vida, nunca había tenido problemas psiquiátricos, nunca había tenido ningún contacto con atención mental ni mostré nunca rasgos inhumanos ni utilicé violencia.

 

La razón de por qué era tan importante para los psiquiatras que me diagnosticaran una enfermedad mental es que el uso de los sistemas informáticos del cerebro implica la violación del derecho humano básico a la vida. Cualquier persona que constituya una amenaza para este secreto puede ser silenciada a cualquier precio. También es importante para ellos crear una ilusión de que aquellos que afirman que están siendo sometidos a esos abusos tienen problemas mentales.

El Dr. Janes Jez, el psiquiatra que realizó mi examen forense-psiquiátrico y que es en última instancia el responsable de mi diagnóstico psiquiátrico, escribió en sus notas:

"Robert Naeslund debe ser considerado peligroso si su sistema de delirios no puede ser curada y él comienza a dudar de sus concepciones y a obtener conocimiento de su enfermedad".

Yo era, por supuesto, peligroso para nadie más que los criminales del Estado, que creo que colaboraron en el abuso, como el Dr. Curt Strand , la Dra. Annmari Jonsson o el Dr. Janes Jez.

En el tiempo en el que fue tomada la radiografía, en 1984, yo había sido sometido a dos operaciones:

  1. el primero fue el transmisor que fue implantado y había sido sacado

  2. el segundo involucraba el que había sido insertado en mi orificio nasal derecho en mi última detención en 1978, bajo custodia policial.

Dr. Lindstrom ha documentado que mi radiografía del cráneo muestra claramente una serie de transmisores implantados, uno de los cuales está en mi cerebro.

 

Cuando yo pude obtener la verificación del Dr. Lindstrom y varios otros médicos algunos años más tarde, envié una carta conteniendo los reportes correctos de las radiografías, tanto a la Junta de Salud y Bienestar Social como a los médicos llamados para hacer comentarios.

Ellos reaccionaron como delincuentes. Habrían hecho cualquier cosa para enterrar la verdad cuando fueron finalmente expuestos, por lo que se negaron a contestar mis cartas, diciendo que nunca las recibieron, a pesar del hecho de les había enviado cartas en varias ocasiones. Por supuesto, no hay nada que se pueda añadir.

 

Ha sido demostrado más allá de una sombra de duda que la psiquiatría fue utilizada como un arma contra mí para ocultar la brutalidad del Estado en la implantación de transmisores en mi cabeza y mi posterior explotación en un continuo experimento científico permanente.

Hace algunos años, había un medio en los medios de comunicación sobre el uso del encarcelamiento psiquiátrico en la Unión Soviética como arma política contra los disidentes. La situación no es tan diferente en Suecia, como mi caso lo demuestra.

 

Yo simplemente estaba tratando de librarme del experimento del que había sufrido durante los últimos once años y recuperar los derechos humanos a los que tenía derecho, derecho a no ser esclavizado por experimentos institucionales y de investigación.

El Dr. Tord Svahn del Hospital de Huddinge es uno de esos médicos que creo que está implicado con el Dr. Jez en el complot contra mí para legitimar su diagnóstico. Durante el examen psiquiátrico forense, yo exigí que se hiciera un estudio radiológico de mi cráneo, ya que sabía que estos objetos aparecerían en las radiografías.

 

Sin embargo, mi petición fue denegada y tuve que luchar durante tres meses antes de que él cediera a mis peticiones.

El examen radiológico fue llevado a cabo por el Dr. Svahn, que también firma los reportes que confirman su estado normal. Un par de años más tarde, tuve la oportunidad de exponer el reporte deliberadamente falaz del Dr. Svahn, cuando fueron requisadas de Huddinge para estudios adicionales por parte de otros profesionales de la medicina. Todos los médicos que han visto estas imágenes han sido capaces de identificar los objetos extraños implantados, algo que también han confirmado en los reportes.

Con la ayuda de varias compañías de electrónica en Estocolmo, que me proporcionaron tanto los medios como el conocimiento, fui capaz de determinar las frecuencias de las ondas electromagnéticas que viajaban a través de mi cabeza a estos transmisores. Las frecuencias que entran en mi cabeza han sido analizados de estar entre 17 y 24 kHz .

Hace unos veinte años (1976), los investigadores Eskil Block y Per Scharestrom publicó su libro El hombre y la tecnología en la sociedad del futuro.

 

El libro aborda la siguiente técnica:

El estudio de la comunicación electrónica nos ha dado una oportunidad mucho mayor para entender los aspectos vitales del sistema nervioso humano y de los órganos de los sentidos.

 

A partir de esta tecnología después creció una ciencia más abstracta y general, la cibernética, el estudio de la comunicación y el control... avances en la ciencia y la tecnología nos muestran una y otra vez que debemos estar preparados para ajustar nuestra visión del mundo y Regresar a evaluar los límites de lo posible.

Cuando el Estado comete un delito grave, se asegura que ninguno de los suyos revelará el secreto.

 

En ese caso, todo se perdería desde el principio. Por esa razón, entre otras, los radiólogos en los diferentes hospitales niegan la existencia de objetos extraños en mi cabeza, como podemos ver en los reportes de los Dres. Bergström y Svahn. Hay, sin embargo, muchos otros radiólogos que utilizan su posición para negar la verdad en una enorme fabricación colectiva, para que no exista ninguna amenaza de que se fugue ninguna información sobre los abusos.

 

Fue, por tanto, crítico cuando el Dr. Lindstrom elaboró un reporte totalmente contradictorio acerca de las radiografías que los médicos suecos habían declarado normales. Fue, por tanto, también en la naturaleza de las cosas que los médicos suecos trataron de hacer que el Dr. Lindstrom se retractara de su reporte.

Los médicos, tanto en el Hospital Karolinska como en el el Instituto Karolinska, que en realidad no tenían absolutamente nada que ver con mi caso, le escribieron al Dr. Lindström en California insistiendo en que se condujera apropiadamente y no hiciera ese tipo de reporte, y le solicitaron si sería posible que reconsiderase sus declaraciones.

 

Otros adoptaron una línea más dura, diciendo que no era competente para examinar las radiografías y que debía cambiar de opinión.

No había una sola persona actuando por ningún otro motivo que el de ocultar su propia mala-praxis o la de su colega. La clínica psiquiátrica en el Hospital Karolinska es otro ejemplo. A falta de conocer los hechos, una tarea bastante fácil, teniendo en cuenta que el nombre del doctor Lindström y la dirección están en las cartas, se contactaron con la Junta de Salud y Bienestar, con la increíble historia de que los reportes que habían presentado eran mis propias elucubraciones.

En lugar de unirse a sus líneas, el comportamiento de los médicos suecos tuvo el efecto contrario sobre el Dr. Lindstrom.

 

Se sintió, como es natural, indignado de que habían intentado obligarle a cumplir con el corrupto modelo sueco, y como resultado, él le pasó algunas de mis radiografías a algunos de sus colegas en el Centro Médico de la la Universidad de California en San Diego, pidiéndoles que escriban exactamente lo que pudieran ver sin darles ninguna información previa.

 

El Profesor Wickbom produjo uno de esos reportes. Wickbom había sido médico jefe del departamento radiológico en el Hospital de Sahlgrenska en Gotemburgo, Suecia.

Los reportes contradictorios de los médicos suecos y sus colegas en el extranjero dan una clara imagen de los métodos que el Estado sueco utiliza para asegurarse de que no se filtre nada en relación con este acoso de control mental. No se trata sólo radiólogos, psiquiatras o cirujanos aislados que están participando en los crímenes. En ese caso, habrían sido expuestos hace mucho tiempo.

 

Debería ser un derecho humano inalienable el no ser víctima de la implantación de transmisores en la cabeza por parte de los cirujanos durante las operaciones. También, por supuesto, uno debería esperar recibir precisos reportes radiológicos no contaminados por la necesidad de ocultar los crímenes de Estado.

Todo esto se refiere al abuso de una técnica tan terrible que el Estado va a llegar a cualquier extremo para asegurar que se mantenga alejado del conocimiento del público en general . Esta es la verdadera razón del porqué los psiquiatras regularmente diagnostican como enfermo mental a cualquiera que trate de afirmar que es una víctima experimental de esta técnica.

 

Los psiquiatras explican que tal técnica no existe y que es simplemente un síntoma de esquizofrenia o paranoia el imaginar que algo así está sucediendo. La verdad es que miles de libros y reportes médicos y científicos dan testimonio de la existencia de esta técnica.

Las siguientes citas ofrecerán un estudio de estos reportes:

  1. Los sistemas electrónicos que pueden ser totalmente implantados en el cuerpo han progresado en los últimos veinte años a partir de dispositivos de transistores individuales a complejos dispositivos multifunción que también pueden incorporar funciones de memoria y funciones microprocesadores de lógica.
    ("Estudio de telemetría implantable, "Tomas B. Fryer, de la NASA, 1974).
     

  2. La técnica de control de telemetría de los seres humanos ofrece la posibilidad de regular con precisión la conducta a nivel subconsciente.
    ("Electrónica en la observación y el control , "Crimen y la Justicia, 1972.)
     

  3. El propósito de la telemetría biomédica es para monitorear o estudiar a los animales y a los seres humanos con el menor trastorno posible a su actividad normal, durante el sueño, el amor, el trabajo, comer, dar una conferencia bucear, etc.
    (La telemetría es la mayoría de edad , el Dr. Stuart Mackay, 1983)
     

  4. Esta técnica también se prestaría a la restricción y el control de la vida privada de las personas y el comportamiento social a nivel nacional. Esto sería la violación sin trabas de la integridad personal y la supresión de la actividad social y política, lo suficiente para hacer del terrible estado robotizado de Orwell una realidad.
    (The Information Society, Yoneji Masuda, 1980)

Es posible no sólo un seguimiento detallado de cada dimensión de la vida de una persona, sino también de manipularlos.

 

Me di cuenta en una fase muy temprana de que eran capaces de registrar mis pensamientos, mi visión, mis emociones e intenciones.

La policía nunca me impidió actuar de forma ilegal, a pesar de conocer mis planes por adelantado. Por el contrario, estimuló mi conducta criminal y como yo sabía que ellos sabían lo que estaba haciendo, es evidente que estaban protegiendo mi actividad criminal. La pregunta es si todo esto ha ocurrido también con otras personas en custodia.

Los científicos suecos escriben en sus trabajos de investigación que los pensamientos de la gente son observados y que,

"datos experimentales del sistema nervioso, a una tasa no disminuida, sigue fluyendo en las computadoras."

Esta declaración fue hecha por el profesor Jens Allwood en Framtider (Futures), publicado por el Instituto de Estudios Futuros de Estocolmo.

 

En el mismo tema, el profesor asistente Erland Hjelmquist argumentó que, en la mayoría de los casos,

"Los investigadores han destinado sus teorías para hacer frente a lo que sucede en las cabezas de las personas cuando toman decisiones o forman opiniones, o cuando se acuerdan de algo... y así sucesivamente."

Peter Westerholm, profesor titular e investigador médico, sugirió en un discurso en una conferencia del Departamento de Justicia en 1986 que:

También hay que saber cuántas personas están experimentando lo que está pasando, tal vez incluso sus opiniones, sus evaluaciones. Y es muy claro que esto nos llevará a un territorio no del todo legítimo.

El hecho es que datos del sistema nervioso continúan fluyendo en los ordenadores a un ritmo creciente debido al hecho de que más y más personas están siendo conectadas al sistema.

 

La tasa de crecimiento del abuso por parte de hospitales, SÄPO, y la Policía Criminal es construido sobre el sistema de control mental que ha sido altamente desarrollado en la investigación médica.

 



Generando Enfermedades

Para dar una idea del tipo de experimentos a los que yo estaba siendo sometido, considere los siguientes aspectos de estos sistemas. Durante los años 1979-1984, yo sufrí de su poder para generar enfermedad en una persona. Esto es algo que ha sido bien documentado por los investigadores médicos.

 

En Bio-Medical Telemetry (1968), el Dr. Mackay escribió que,

"Ciertamente hay métodos más elaborados e inmediatos para acelerar los sujetos humanos y animales a un estado de mareo por movimiento."

Sus escalofriantes afirmaciones de que podían se inducidos inmediatos y acelerados estados mórbidos a través de la comunicación por radio bidireccional con el cerebro revela también sus propias actitudes respecto a los posibles ámbitos de aplicación de estos métodos.

Comenzando en 1972, cuando la policía implantó su primer transmisor en mi cabeza, el efecto predominante fueron poderosas señales de radio en mi cabeza. Estas señales se intensificaban continuamente y oscilaron en el transcurso de los años entre fuertes notas graves y penetrantes señales de alta frecuencia, con el espectro de sonido completo interviniendo en diferentes volúmenes.

 

Esto cambió mi vida y alteró mis estados de ánimo. A menudo inducía insomnio, incapacidad para concentrarme, irritabilidad y dificultad para pensar.

Pero también hubo cambios en mi comportamiento, que a veces significaba que terminaba inusualmente fuera de mi, o hacía cosas completamente fuera de mi personaje. Los síntomas que los científicos habían comenzado a provocar en el momento de mi residencia en la clínica psiquiátrica especial de Sidsjon en 1978-79 eran reproducciones exactas de las enfermedades anteriores, como infecciones de garganta que me mantuvieron en un estado recurrente de frío y fiebre durante varios años.

Esta técnica hace posible controlar todas las funciones cerebrales y procesos biológicos.

 

Durante los tres primeros años de la década de 1980, hicieron mal funcionar mi cerebro termorregulador, produciendo cambios de temperatura entre calor y frío extremos durante varias horas. Entre 1981-1983, esta técnica también controló mi corazón con tal precisión que podrían llevarlo casi a detenerse.

Esto también se prolongó durante horas durante un tiempo, por lo menos cada noche, después de lo cual lo hiper-activaban. El patrón era tan sistemático que debe haber sido producido por un programa informático. Desde agosto de 1978, cuando fui puesto a dormir bajo custodia por última vez, y desde que el transmisor insertado en mi fosa nasal derecha comenzó su funcionamiento de cuatro años, sufría de calambres en las piernas, pies, manos y brazos durante horas todos los días hasta que el transmisor fue eliminado en Atenas en 1982.

Sólo un año después de que el Dr. Lindstrom y otros hicieron declaraciones precisas acerca de mis radiografías, el experimento del cerebro que se había intensificado de forma continua desde 1972, finalmente se estabilizó. Cuando las empresas de electrónica me dieron la oportunidad de demostrar las diferentes frecuencias de ondas que pasaban por mi cabeza, el efecto disminuyó.

Después de que la Cruz Roja en Estocolmo habló con el doctor Lindström para discutir una posible cirugía de los Estados Unidos, para lo cual él tenía la intención de ayudar con los gastos de viaje necesarios, el terror que había sufrido durante doce años, finalmente se detuvo por completo.

 

La operación no llegó a nada, sin embargo, ya que por primera vez me negaron la visa de entrada a los Estados Unidos.

 



Técnicas tipo Frankenstein

En 1987, un asalto tuvo lugar en el hospital de San Carolus hospital en Yakarta, Indonesia, donde yo estaba a la espera de una operación para, de una vez por todas, eliminar los transmisores implantados en el cerebro.

 

El asalto comenzó cuando estaba siendo llevado al quirófano. Parado afuera estaba el cirujano, profesor de neurocirugía llamado Dr. Hendayo. Él me informó que era incapaz de seguir adelante con la operación que había sido programada una semana antes. Me dijo que tendría que posponer, explicando que no podía revelar las razones.

Traté de persuadirlo para que mantuviera su parte del acuerdo, y después de una breve discusión cambió de idea y me llevaron al quirófano. Lo que era conocido a él, y de lo que me di cuenta en el momento en que entré en la sala, era que habían dos individuos vestidos de paisanos esperándome. Yo traté de librarme de estas aterradoras técnicas de Frankenstein. Me agarraron los brazos y me inyectaron algo, y perdí el conocimiento.

Cuando me acerqué, estaba justo en medio de la operación, y sentí un dolor agudo en mi cabeza. Mis brazos y piernas estaban atadas hacia abajo y el médico sostenía mi cabeza, mientras que uno de los dos vestidos de civil sostenía un objeto similar a un hierro para marcar animales. Apretó el instrumento caliente hacia abajo en mi cabeza abierta.

 

Se sentía como si mi cabeza fuera a explotar, y yo gritaba en agonía antes de perder la conciencia. Dieciocho horas después me desperté. Tan pronto como pude, me fui directamente al departamento de rayos X para informar de lo sucedido.

De la radiografía que tomaron, el radiólogo pensó que se veía como una quemadura en la que había sido colocado una especie de objeto extraño. Después, me fui al director del hospital para decirle lo que había ocurrido. Se me informó que el Dr. Hendayo no había vuelto por un par de días. Cuando más tarde me puse en contacto con él, me explicó que lo sucedido no era obra de él.

 

Explicó que debería haber entendido cuando trató de echarse atrás, y que había sido incapaz de actuar, porque la policía de seguridad de mi país estuvo involucrada. La presencia tanto de la quemadura como del objeto implantado fue confirmada por un número de reportes radiológicos.

Un hospital en Estocolmo, escribe,

"A la izquierda en las margosupraorbitalis hay una ranura profunda, de 2 cm de diámetro y 0,5 cm de profundidad."

Otro hospital en el extranjero, escribió:

"La vista lateral de la radiografía del cráneo muestra un defecto radiotransparente justo detrás del seno frontal. Un cuerpo extraño en forma de paraguas es visto en relación al defecto justo por encima del techo de la órbita derecha ".

Estos eventos en el Hospital de San Carolus, en Yakarta, en agosto de 1987 revelan la otra cara de las dificultades experimentadas al tratar de liberarme del equipo de control mental.

 

El Dr. Hendayo dio cuenta de que no podía operarme o hacer algo acerca de mi situación, cuando la policía de seguridad, posiblemente junto con sus colegas de la CIA, le prohibió operarme y se tomaron el departamento de cirugía del Hospital St. Carolus con el fin de implantar otro transmisor. El transmisor en forma de hongo se encuentra adyacente al lóbulo frontal derecho, paralizándolo.

 

El transmisor ahora afecta a la parte izquierda de mi cuerpo. Es particularmente notable en la cara donde la ceja izquierda ahora se inclina como un signo de deterioro cerebral.

La radiación producida por este implante tiene un efecto diferente que el producido por los otros transmisores, ya que opera con alta frecuencia de ondas de radio que se encuentran justo antes de la parte de microondas del espectro de frecuencias. Desde el principio, podía sentir cómo subía la temperatura de mi cerebro, cuyas consecuencias cambiaron mi vida e influyeron en mis habilidades, energía y estado de alerta.

Esta radiación es también muy peligrosa y se sabe que induce cáncer y leucemia. Como un síntoma completamente normal de un hemisferio derecho paralizado, he perdido todas las emociones, incluyendo sensaciones sexuales.

 

Certificados médicos confirman continuas infecciones intratables causadas por los dolorosos efectos de deshidratación de las ondas de radio producidas por el objeto implantado, así como la visión enormemente deteriorada y el astigmatismo. El continuo deterioro de mi visión me ha llevado a necesitar gafas y una lupa para leer letras normales.

Existe una ilustración de la compañía de publicidad médica Dow Corning para su nuevo electrodo para implantación en la cabeza de la gente. Fue publicado en Neurología y de Ingeniería Biomédica (1990), con el siguiente texto:

Un nuevo diseño de electrodo para la grabación extradural de la actividad cerebral... Electrodos peg epidurales son compuestos implantables en forma de hongo, de elastómero Silastic... El grabar la actividad cerebral del espacio extradural no es un nuevo concepto...

 

Los electrodos extradurales de tiras tienen un bajo riesgo de infección, son bien tolerados por los pacientes, y tienen excelentes características de grabación.




Un Esclavo Moderno

Al igual que todos los dispositivos de radio, este electrodo transmite datos de la vida interna de una persona, sus funciones mentales, sus procesos biológicos y neurológicos, los cuales pueden ser combinados para producir más información acerca de la vida de alguien de lo que incluso esa persona sabe sobre sí mismo.

 

Los implantes se pueden utilizar para "lavado de cerebro": para manipular los procesos internos, modificar o destruir las emociones y pensamientos, y, como uno de los tempranos trabajos de investigación anteriores decía, controlan el comportamiento en detalle.

Es la técnica más fantástica, y más aterradora que jamás haya sido desarrollada, y por lo tanto uno de los mayores secretos que sostiene el Estado. El nuevo transmisor estaba destinado a lavarme el cerebro en un grado mucho mayor que cualquiera de los anteriores.

 

Está claro que los médicos ahora, los psiquiatras, y la SÄPO están dispuestos a evitar cualquier fuga de revelar el secreto de la técnica y el alcance de los brutales experimentos y abusos de toda la vida de las personas involucradas en ellos.

El hecho de que la Policía Criminal esté utilizando la técnica y esté anestesiando a las personas que están bajo arresto para implantarles transmisores debe pintar un cuadro completamente nuevo de lo que estas autoridades realmente representan. Tampoco es difícil ver que esta técnica sólo se puede emplear, siempre y cuando el público no sepa nada al respecto.

 

Después de haber sido utilizado como un sujeto experimental para varios proyectos estatales durante los últimos treinta años ha significado que he tenido que vivir mi vida sin las libertades normales y la seguridad personal necesaria para planificar y elegir mi propio destino.

Se puede decir que he tenido a vivir como un esclavo moderno. Nunca he sido capaz de escapar de la experimentación continua en mi cerebro y he tenido que soportar la observación completa por parte de la investigación médica/policíaca y su intrusión en mi vida como un partido invisible para todo lo que hago. La radiación de alta frecuencia está destruyendo mi salud y estoy viviendo con la amenaza constante de una lesión letal.

He sido privado de mis derechos humanos y de mi integridad, y he sido despojado, estudiado, explotado, violado y amenazado con mi vida. Necesito encontrar un médico que sea capaz de operar, en primer lugar, para eliminar el transmisor de SÄPO en la cara del poder de SÄPO.

 

Estas personas son la cara del nazismo en nuestra sociedad. Ellos están respaldados por todo el sistema político, y no hay ningún tribunal en Suecia que condene a uno de ellos. No hay psiquiatra que ponga en riesgo su puesto de trabajo revelando sus propios crímenes, los de sus colegas y los crímenes de la sociedad.

 

Tampoco hay ningún cirujano responsable de la implantación de radio-transmisores en el cerebro de los pacientes durante la cirugía. Los radiólogos que producen reportes falsos para proteger los abusos institucionales del Estado son igualmente exentos de castigo.

Si nosotros en Suecia queremos vivir en una sociedad donde las autoridades tengan que tomar responsabilidad por sus acciones, estas personas deben ser arrestadas. Esta es la única manera de saber lo que está sucediendo detrás de la al pared alta de secreto de SÄPO, y hasta donde han llegado estos experimentos de control mental. Hay personas responsables del tipo de vida que yo he tenido que sufrir y la tortura que he sufrido y los he nombrado a todos ellos.

 

Todo el mundo en algún momento de sus vidas tiene que ir a un hospital para una operación, pero, ¿quien ingresaría en un hospital si este puede formar parte de un programa secreto de investigación médica que puede proceder durante el resto de sus vidas? Ya no puede darse por sentado que el que vive su propia vida también tenga los derechos sobre ella.

Cualquier persona que desee ayudar a Robert Naeslund a encontrar un neurocirujano ético puede contactar con él en el cuidado de Gruppen, Caja 136, 11479 Estocolmo, Suecia, Fax: 08-668 -6066.
 

 

 


La Historia de Robert Naeslund
 

Nueva Delhi

1991

Desde que una operación en el Hospital de Soder en Estocolmo a finales de la década de 1960, he sido utilizado en un experimento médico que ha significado una gran cantidad de sufrimiento y ha sido muy doloroso. La operación fue realizada por el Dr. Curt Strand, quien insertó un objeto extraño, un llamado transmisor cerebral en mi cabeza a través del conducto nasal derecho.

Durante muchos años he tratado de conseguir ayuda de los médicos suecos e incluso de la Junta Nacional de Salud y Bienestar (Socialstyrelsen). Sin embargo, me enfrenté a los médicos que se convirtieron en mis enemigos y yo, entre otras cosas, fui declarado enfermo mental y colocado en un hospital psiquiátrico.

 

En 1983 entré en contacto con el Prof. PA Lindstrom en la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, quien examinó mis radiografias. Muchos médicos suecos habían dado opiniones escritas acerca de estos, y declarado que las radiografías eran completamente normales, que no había ningún objeto extraño en mi cabeza.

El Prof. Lindstrom escribió en una de sus muchas declaraciones que,

"Sólo puedo confirmar que algunos objetos extraños, muy probablemente transmisores cerebrales han sido implantados en la base de su cerebro frontal y en el cráneo. En mi opinión, no hay excusa para tales implantes, si el paciente no ha sido plenamente informado acerca de los procedimientos, los efectos, los riesgos, el método de la anestesia, etc., y luego dar un claro consentimiento por escrito."

Estoy totalmente de acuerdo con Lincoln Lawrence que en su libro en la página 27, escribió:

"Hay dos procedimientos particularmente terribles que han sido desarrollados: Aquellos que trabajan y juegan con ellos secretamente los llaman R.H.I.C. y E.D.O.M. -- Control intracerebral Radio-hipnótico y Disolución Electrónica de la Memoria".

Estos, así como ESB (estimulación electrónica del cerebro) constituyen lo que es incluido en telemetría Bio-médica.

Después de que el Prof. Lindstrom escribió su opinión, cerca de una decena de otros médicos en diferentes países han hecho declaraciones escritas que dan fe de los transmisores implantados en la cabeza. Las declaraciones muestran claramente que los médicos suecos han dado reportes falsos en relación con este caso.

 

A pesar de la evidencia que demuestra mi caso, yo no puedo obtener ayuda quirúrgica en Suecia, para eliminar los muchos transmisores implantados en la cabeza, que están activos día y noche, año tras año. Esta fue la razón por la que busqué ayuda en Nueva Delhi, pero veremos claramente que los médicos tienen fuertes lazos internacionales, y son más sociales colegialmente que humanos.

<Omitiendo la historia de la búsqueda de un médico para eliminar los transmisores. Fueron retirados y analizados por técnicos de Hewlett-Packard. >

La dificultad de encontrar un médico que me operara es el gran secreto detrás del uso de la telemetría bio-médica, y la solidaridad de los médicos internacionales con colegas que utilizan a personas para los experimentos.

 

Me gustaría pedir a todo el que lea este reporte que me ayude a encontrar un cirujano que realice la operación para que pueda ser liberado de los varios transmisores implantados en mi cráneo y mi cerebro. Estos transmisores han cambiado mi vida de muchas maneras y me atormentan a través de su uso constante.

 

Puedo viajar a donde sea necesario y sería personalmente responsable de todos los costos que están conectados a la operación. Estocolmo, Suecia,

Estocolmo, Suecia

Noviembre de 2991
 

 

 

 


P.A. LINDSTROM, M.D.
27 de julio 1983


Sr. R. Naeslund
Ervallakroken 27
12443 mil Bandhagen
SUECIA

[no es la dirección actual]

En respuesta a su carta más reciente respecto a las películas radiológicas sólo puedo confirmar que algunos objetos extraños, seguramente transmisores cerebrales, han sido implantados en la base de su cerebro frontal y en el cráneo.

El riesgo de tales implantaciones es considerable y el riesgo de infecciones crónicas y meningitis cuando la implantación se ha realizado a través de la nariz o los senos paranasales son problemas reales.

En mi opinión, no hay excusa para tales implantes si el paciente no ha sido completamente informado acerca de los procedimientos, los propósitos, los riesgos, el método de la anestesia, etc., y luego da un claro consentimiento por escrito.

Estoy totalmente de acuerdo con Lincoln Lawrence, quien en su libro, en la página 27, escribió:

"Hay dos procedimientos particularmente terribles que se han desarrollado E.D.O.M. -- control intracerebral Radio-hipnótico y Disolución electrónica de la memoria"

Hace muchos años tuve algunas conversaciones con Delgado . Me pidió aplicar mi técnica ultrasónica para su propósito particular de alterar el comportamiento del paciente, pero me negué porque tenía objetivos y enfoques totalmente diferentes. Sin embargo, me encontré con que Delgado es un hombre inteligente, pero un tanto extraño.


Los mejores deseos!
P.A. Lindstom, M.D.
PAL/mjt

 

 

Control Mental de Telemetría Bio-médica
 


La tecnología y sus posibilidades
La Telemetría Bio-médica desde hace mucho tiempo se pensó que era imposible por la mayoría de las personas y ha sido relegada a la ciencia ficción.

 

El hecho es que los científicos desarrollaron esta tecnología a la realidad por lo menos hace treinta años y comenzó a hacer experimentos con personas inconscientes.

Por medio de la comunicación bidireccional por radio, llamada telemetría o control remoto, se puede enviar una onda de ida y vuelta a un transmisor cerebral en la cabeza de una persona. Las corrientes de longitud de onda fluyen a través del cerebro y vuelven a un equipo, donde todos los aspectos de la vida de un ser humano quedan al descubierto y son analizados.

Durante la década de 1960, transmisores cerebrales tan pequeños como la mitad del tamaño de un filtro de cigarrillo hizo posible que los médicos los implantaran fácilmente en pacientes involuntarios durante las operaciones, y sin necesidad de cirugía, a través de las fosas nasales.

Para analizar un EEG en un ordenador en lugar de una impresora da una perspectiva totalmente nueva sobre lo que puede ser concluido. La recepción de las manifestaciones mentales, pensamientos e impresiones visuales o sentimientos, comportamientos y reacciones psicológicas pueden ser continuamente registrados.

 

La telemetría Bio-médica ha hecho posible que los científicos médicos y el Estado observen a la persona más profunda y más completamente de lo que el individuo, posiblemente, puede hacer por sí mismo.

A través del análisis y de computadoras programada pueden ser creados incluso los afectos y los cambios en el estado físico y mental de una persona.

"Por medio de estimulación eléctrica de estructuras cerebrales específicas, pueden ser inducidos movimientos por medio de comando de radio, la hostilidad puede aparecer o desaparecer, la jerarquía social puede ser modificada, el comportamiento sexual puede ser cambiado, y la memoria, las emociones y el proceso de pensamiento pueden ser influenciados por control remoto"...

"Los transmisores no tienen pilas, son activados por radio, y pueden ser utilizados indefinidamente, por lo que el cerebro puede ser estimulado por tiempo indefinido" ...
"Control físico de la mente" por el profesor J. Delgado

"Hay sin duda métodos más elaborados e inmediatos para acelerar va sujetos humanos y animales en un estado de mareo por movimiento" ...

"Las posibilidades que existen de la telemetría bio-médica sólo están limitadas por la imaginación del investigador."
"Telemetría" Bio-Médica por Dr. Stuart Mackay

"Las distancias no eran un problema, ya que las longitudes de onda largas pueden viajar a través de todo el mundo a la velocidad de la luz. Los cristales líquidos que son inyectados directamente en el torrente sanguíneo afianzándose en el cerebro han sido desarrollados en los últimos diez años. Funciona sobre el mismo principio que el transmisor habitual y utiliza la misma tecnología y contiene las mismas posibilidades. Una parte esencial de la biotelemetría comprende la transmisión de datos. Esto ocurre sobre todo con la ayuda de un transmisor implantado quirúrgicamente. La tecnología ha sido muy ampliamente desarrollada en la investigación médica".
P.M. Persson, Institución Sueca de Investigación de Defensa, FOA, 1965

"La telemetría para la vigilancia de todos los ciudadanos está en las mesas de dibujo. Las técnicas de control mental podrían convertirse en equipo estándar de los departamentos de gobierno, las prisiones y la policía. Esto está respaldado por una documentación contundente ".
Editores de revisión semanal de "Los Ladrones de la mente" de Samuel Chavkin


 


Robert Naeslund - Fotos de Implantes Psicotrónicos

Robert Naeslund es la víctima sueca de control-mental que ha luchado con implantes de transmisores cerebrales. Las siguientes imágenes se obtuvieron de la ahora desaparecida VERICOMM BBS:


 

1.

Foto del implante en el cerebro siendo removido

 del cráneo de Robert Naeslund en Atenas, Grecia, 1978.


 


2.

Foto del implante después de haber sido removido

 del cráneo de Robert Naeslund en Atenas, Grecia, 1978.


 


3.
Foto de rayos X que Radiografía mostrando otro implante

en el cerebro en el cráneo de Robert Naeslund de 1987.

Detalle : "En esta fotografía de rayos X tomada al día siguiente de la operación,
el área de 1/2cm de profundidad de la corteza marcada

puede ser identificada, al igual que el transmisor implantado ".
Más detalles: coloque el ratón en la parte superior de la imagen
 



4.

Foto de Robert Naesland.

Detalle:
"La línea punteada indica el lugar

donde SÄPO / CIA junto con el Dr. Hendayo trepanaron mi frente. "


 

Las imágenes de arriba son de:

"Cuando el Estado comete Violaciones: Documentos de control mental" - Parte 1
Publicista:
Mediaecco y Organización de Red de Contacto Internacional para la Investigación Política
PO Box 66
8400 AB Gorredijk
Holanda
VoFax: 31 - (0) 5133 a 5.567
La dirección actual pudiera ser:
Box 136
11479 Estocolmo
SUECIA o Robert Naeslund, Slipgaten 12, 117-39, Estocolmo, Suecia