CAPITULO DOCE - Más sobre la reencarnación: después de la muerte y vidas intermedias

Hace apenas una semana que Jon llamó de nuevo. Sally se encon­traba en el hospital, después de un muy serio ataque durante el cual su corazón se detuvo por un corto tiempo. Jon estaba perplejo e indeciso entre orar por su recuperación o por su liberación a través de la muerte y preguntó si podríamos celebrar una sesión sobre este asunto.

Seth a menudo nos había dicho que, cuando terminamos con nues­tras vidas aquí, estamos verdaderamente ansiosos por abandonar esta existencia. Cuando el cuerpo está agotado, realmente queremos desha­cernos de él. El instinto de supervivencia se satisface perfectamente, porque el yo interior sabe a ciencia cierta que vivirá después de la muerte. No obstante, yo odiaba decir esto a Jon por teléfono. En teoría sona­ba bien; pero, naturalmente, yo sabía que quería que Sally viviera. Sabía que él abrigaba esperanzas de que ocurriera un milagro, por lo menos una recuperación parcial, un alivio temporal.

Le prometí celebrar una sesión con Seth por él y más tarde me sentí contenta por haberlo hecho. No sólo esta sesión fue de gran ayuda para Jon, sino que contiene excelente información sobre lo que puede pasar mientras una persona se encuentra supuestamente inconsciente, en coma y lo que experimentamos antes y después de la muerte.

También ahora, al momento de la sesión, Sally de nuevo se encon­traba en un profundo estado de coma. No había podido hablar por más de un año. Primero Seth proporcionó más o menos una página de impresiones, nombres, iniciales, sucesos, etcétera, que dijo que había "derivado de cierta porción de la conciencia de la joven: recuerdos dispersos, pensamientos e ideas.

"Toda la realidad de ella es mucho más grande y se está esforzando por poner estos recuerdos en su lugar, como si estuviera acomodando muebles en una casa nueva. El tiempo, como se piensa de él, tiene poco significado para ella. Tú podrías comparar las dos experiencias de tiempo diferentes de esta manera:

"En tu dimensión es como si los acontecimientos recordados fueran como piezas de muebles, todas arregladas en un salón en determinado orden. Al vivir en el cuarto, puedes encontrar tu camino entre los di­versos muebles, con toda facilidad.

"Entonces te mudas a una habitación más grande y de tipo diferente y aquí los muebles quizá estén distribuidos de cierta manera, retirados y vueltos a colocar, para satisfacción de tu corazón. Puedes formar di­ferentes combinaciones en él y usarlo para diferentes propósitos. Así es como Sally está reacomodando los muebles de su mente. Y así como tú podrías visitar una nueva residencia y mudar algunas de tus perte­nencias allí, antes de que oficialmente la hagas tuya, así ella ha estado examinando el nuevo ambiente. Se encuentra en el proceso de trasla­darse a la nueva ubicación.

"Ha habido guías para ayudarla. Difícilmente notará que se ha mu­dado enteramente, pues se sentirá como en casa. En su caso ha venido formando cuadros de memorias de su infancia, de días antes de su en­fermedad física y entrando en ellos. Está aprendiendo qué sucesos que parecen estar en el pasado, pueden volver a crearse.

"Esto no significa que piense que es una niña. Está disfrutando la libertad de preexperimentar eventos. Esta es una forma de terapia es­piritual en su caso, por lo que pierde la identificación con la enferme­dad y no la carga consigo.

"Dentro de poco tiempo, empezarán los periodos de adiestramien­to. Será su turno ahora ayudar a otros y ser su fuente de resistencia. Por lo tanto, ya ha iniciado una nueva vida (Seth no quiere decir otra vida física aquí, claro está), aunque en el momento presente su expe­riencia está siendo monitoreada por guías hasta cierto grado.

"Se ve sostenida, en un sentido religioso, por figuras convenciona­les sacadas de la Biblia. Estas personalidades le explicarán la índole de la realidad en un vocabulario que tendrá sentido para ella. De nuevo ha resuelto los problemas que ella misma se creó y expuso a la compa­sión y comprensión de su marido, cualidades que le son de gran ayuda en su propio desarrollo.

"Yo me le he aparecido como un muy gentil Juan el Apóstol y he hablado con ella. Ésta no es una cuestión de truco, sino un método de ayuda que ella puede aceptar. No es inusitado para aquellos que tratan de ayudar, asumir tales formas e imágenes reconfortantes."

(Posteriormente pensamos que esta última declaración poseía impli­caciones en extremo provocativas para casos en los que se dan a cono­cer visiones de figuras religiosas. Abrigamos la esperanza de que Seth discutirá esto de manera más detallada en el futuro.)

Durante nuestro descanso, Rob mencionó varias interrogantes que pensaba que a Jon le gustaría que se contestaran, o que podrían lle­garle a la mente cuando leyera la trascripción de la sesión. Una de ellas tenía que ver con el tipo de cuerpo que Sally tenía a su disposi­ción. Seth dijo: "Ahora bien, el nuevo cuerpo, claro está, no es en ver­dad uno nuevo en lo absoluto, sino simplemente un cuerpo no físico, de acuerdo con tus términos, uno que tú usas en proyecciones astrales, uno que da la vitalidad y fuerza al cuerpo físico que conoces.

"Tu carne está incrustada en él ahora. Cuando abandonas el cuerpo físico, el otro cuerpo es completamente real para ti y parece igualmen­te físico, aun cuando goza de muchas más libertades. . . Sally está en­cantada con este cuerpo, comparándolo con el físico (y enfermo). Está tratando de cortar toda identificación con su organismo físico, bien sea que esté vivo o muerto, según tus términos.

"Jon debe decirle que se halla en libertad de irse y que él gozosa­mente le concede su libertad, de tal modo que incluso después de la muerte, ella no sienta que debe permanecer cerca de él. Sabe bien que volverán a unirse. . . y comprende que él no se da cuenta de esto como ella.

Varios días después de esta sesión, nos visitó un ministro retirado y su esposa. El Rev. Lowe, como lo llamaré, publica un boletín nacional que discute los elementos psíquicos del cristianismo. Durante varios años hemos mantenido correspondencia con él, mas no nos conocía­mos personalmente. Le platiqué respecto a la sesión de Jon y se mostró muy interesado en lo que Seth tenía que decir respecto a las experien­cias de Sally en estado de coma.

El Rev. Lowe y su esposa se presentaron una noche de clases y, por supuesto, yo los invité a asistir. Yo procuro siempre mantener las cla­ses tan informales como sea posible. Todo el mundo se trata sobre una base de nombres propios, es decir se tutea, y cada uno de nosotros viene vestido con la ropa que le es más cómoda y natural. Los hombres con traje de negocios, se mezclan con gente vestida como hippies y siempre tenemos vino para aquellos a quienes les gusta. Admito que me pregunté lo que pensaría el Rev. Lowe y tenía esperanzas que no esperara algo como una reunión de oración. A nuestra propia manera usamos la oración, pero de un modo sumamente creativo, no estructu­rado y no convencional. En ocasiones tocamos música de rock 'n' roll, por ejemplo, mientras yo leo algún poema... y esto era lo que yo consideraba oración.

No tenía yo idea si Seth se presentaría esa noche. Al principio, en broma, presenté al ministro como un baterista de rock, a fin de que él y toda la clase se sintieran cómodos y tranquilos. Alguien comentó que la presencia de un ministro debe haber inhibido a todos, puesto que nadie hablaba mucho.

De pronto entró Seth, diciendo: "¡Y yo pensé que te estabas portan­do bien, debido a que yo estaba aquí! Tendré que aprender a ser un re­verendo baterista y así me pondré a tono contigo." Después de esto, se dirigió a varios de los componentes de la clase y luego invitó al Rev. Lowe a preguntar cualquier cosa que le viniera a la mente.

-Cuando abandonamos el cuerpo físico, ¿adónde vamos? inquirió el ministro. Todos los demás se mantuvieron silenciosos, bebiendo vino y escuchando.

"Vas adonde quieres ir -contestó Seth-. Ahora bien, cuando tu mente consciente ordinaria y en vigilia se adormece en el estado de sueño, viajas en otras dimensiones. Estás preparando tu propio cami­no. Cuando mueres, vas por esos caminos que has preparado ya. Exis­ten varios periodos de adiestramiento que varían, de acuerdo con el in­dividuo.

"Debes entender la naturaleza de la realidad, antes le que puedas moverte bien dentro de ella. En la realidad física estás aprendiendo que tus pensamientos poseen realidad y que tú creas la realidad que conoces. Cuando abandonas esta dimensión, entonces te concentras en el conocimiento que has ganado. Si todavía no comprendes que puedes crear tu propia realidad, entonces regresas y de nuevo aprendes a manipular una y otra vez los resultados de tu propia realidad inter­na, cuando la encuentras objetivizada. Te enseñas a ti mismo la lección, hasta que por fin la has aprendido; Juego empiezas a aprender cómo ma­nejar la conciencia que es tuya, correcta e inteligentemente. Luego puedes formar imágenes para beneficio de otros y conducirlos y guiarlos. Luego agrandas constantemente el alcance de tu entendimiento.".

-¿Qué determina el tiempo entre reencarnaciones? -preguntó el ministro.

"Tú. Si estás muy cansado, entonces te tontas un descanso. Si eres sabio, tomas tiempo para digerir tu conocimiento y planear tu siguien­te vida, de la misma manera que un escritor planea su próximo libro. Si tienes demasiadas ligas con esta realidad o si eres demasiado impa­ciente o si no has aprendido lo suficiente, entonces puedes regresar con demasiada rapidez. Siempre queda esto como decisión del indivi­duo. No existe la predestinación. Las respuestas se encuentran detrás de ti mismo, entonces, como están dentro de ti ahora."

El Rev. Lowe formuló otras preguntas, pero ya no en relación con el tema que estábamos tratando. El y Seth parecían llevarse muy bien. Posteriormente, en un descanso, recibí varias impresiones de una vida anterior de la señora Lowe. Mientras tenía lugar una discusión gene­ral, la "vi" cerca de una academia de equitación en Francia, en el siglo catorce; y luego la vi a ella y al Rev. Lowe como gemelos en Grecia, cuando él era orador y ella un soldado. Hubo otros detalles; pero lo interesante fue que la señora Lowe me dijo después, que ella realmente estaba loca por los caballos y que Grecia y Francia eran los únicos países en los que tenía gran interés.

Seth raras veces ofrece datos sobre reencarnación, a menos que es­tén directamente ligados con el desarrollo general de la vida presente de un individuo; y se rehusa a proporcionar historias de vidas pasadas, por ejemplo, a aquellos que piensa que nunca aplicarán las lecciones involucradas. Y, cosa sumamente extraña, ofreció tal información una vez en una clase a tres jóvenes colegialas que claramente no creían en la reencarnación al principio Acababan de empezar las clases y, si bien se sentían curio as respecto , , 9, PES, poseían poca paciencia con la teoría ele la reencarnación ;;.c. c e    de la sesión,

Estas muchachas eran muy inteligentes, brillantes, alertas y cautas. No eran nada propensas a verse embarcadas en fetichismos absurdos. Al mismo tiempo, estaban intensamente interesadas en las ideas de Seth de que la conciencia puede expandirse con toda seguridad y sin necesidad de drogas, mediante el uso de sus métodos. Una de estas muchachas, Lydia, era la más expresiva del grupo en sus argumentos en contra de la reencarnación.

"Tú reencarnarás, creas o no creas que lo harás --y Seth empezó di­ciendo esto, con una sonrisa-. Es mucho más fácil si tus teorías enca­jan en la realidad, mas si no es así, entonces no cambias la índole de la reencarnación ni una pizca." Y prosiguió para dar a Lydia una des­cripción bastante detallada de una vida anterior, alrededor de la zona de Bangor, Maine, en 1832, cuando era varón. Esta fue la primera se­sión que tuvo Seth dedicada a Lydia y ésta se movía nerviosamente en su asiento, mientras Seth citaba nombres, fechas y determinados epi­sodios de su vida pasada.

Cuando terminó, Lydia dijo:

-Bueno, no sé que pensar, pero te diré esto. Lo más increíble es que yo pasé mi infancia en Bangor, Maine, y, cuando nos mudamos al Estado de Nueva York, no mencionaba a Nueva York como mi hogar, pues siempre sentía que yo pertenecía a Maine.

-Y Seth dijo que. . . -Ella se interrumpió y leyó las notas que había tomado. Luego exclamó muy excitada:

-Seth dijo que una Miranda Charbeau, del lado francés de mi fa­milia en esa vida pasada, casó e ingresó a la familia de Franklin Bacon en Boston. Otra vez, esto es algo loco, y realmente lo es, porque mí fa­milia esta ocasión está conectada con la familia de Roger Bacon, de Boston.

No obstante, no hubo mucho tiempo para más discusión, debido a que Seth ahora empezó a hablar con Jeane, la más psíquicamente do­tada del grupo.

"Ella vivía en Mesopotamia, antes de que a este lugar se le cono­ciera por ese nombre. Aquí encontramos aptitudes mostradas, ignora­das y mal usadas, a través de una sucesión de vidas: un ejemplo bastan­te clásico del `progreso', seguido por muchos psíquicamente dotados, pero con muy pobre control de sus personalidades y facultades.

"China y Egipto. Vidas relacionadas de distintas maneras con la re­ligión, pero sin el necesario sentido de responsabilidad; por desgracia, se limitó a sacar ventaja de las fortunas de que disponían las clases go­bernantes, a través de las eras. Por esta razón, las aptitudes no han lle­gado a fructificar. Únicamente en esta presente existencia se encuentra finalmente cierta comprensión y sentido de responsabilidad. En el pa­sado, sus facultades psíquicas se utilizaron para propósitos equivoca­dos; por lo tanto, no se desarrollaron cabalmente y la personalidad permaneció en un decidido estancamiento.

"En dos ocasiones la muerte ocurrió por fuego." Subsecuentemen­te a esta aseveración, Seth proporcionó detalles de una vida irlandesa de Jean en 1524. Luego continuó para proporcionar los siguientes da­tos, que encontramos sumamente interesantes. Los mencionaré exac­tamente como los recibí, aun cuando al principio resultaban un poco confusos, puesto que Seth simplemente saltó a ellos.

"Una pequeña población a veinticinco metros de Charterous (esta es la mejor aproximación del nombre: Charterous o Charteris ¿Chartres?). El apellido entonces era Manupelt o Man Aupault. A. Curia. Hay aquí una conexión con la primera personalidad histórica con que nos hemos encontrado: una relación muy distante con Juana de Arco, por parte del padre de la mística, removida dos veces. Y ese nombre apro­ximadamente como está escrito, en algunos registros. . . de una vieja catedral. El nombre de la familia, la población y el nombre de la ca­tedral son iguales."

Cuando Seth guardó silencio, durante un minuto, Jean no pronun­ció palabra. Luego realmente se ruborizó y nos confesó que siempre se había sentido aterrorizada por el fuego y que su apodo en la escuela secundaria había sido Juana de Arco o La Bruja.

Pero Seth no había terminado. Proporcionó material sobre reencar­nación para otra estudiante, Connie, y mencionó en particular una vida en Dinamarca, cuando ella había muerto, siendo un niño pequeño, de difteria. ¡Y eso realmente causó una impresión! Connie sorprendió a todo el mundo, particularmente a las otras muchachas colegialas, al decir que, desde que era muy niña, siempre había tenido miedo a lle­gar a padecer de difteria y que nunca pudo entender por qué.

-Porque en la actualidad ¿a quién le preocupa la difteria? -ex­clamó.

-Si tenias miedo de llegar a padecer cáncer, por ejemplo, yo podría entenderlo -contestó Lydia.

-Eso es lo que quiero decir -afirmó Connie-. Simplemente no podía tener sentido para mí antes. Que yo sepa nadie en mi familia murió a consecuencia de difteria.

De este modo, con historias de reencarnación, Seth dio a cada joven un fragmento de información, sumamente significativo y desconocido para cualquiera de los que se encontraban en la habitación, excepto para la persona para la que estaba destinado. Y este trozo de informa­ción encajaba perfectamente con algunas pequeñas e inexplicables ac­titudes que anteriormente les habían intrigado. De pronto se mostraron sumamente interesadas en la reencarnación y, como ya es usual, sus mentes se estimularon. Ahora querían saber todo de inmediato.

-Seth dijo antes que todo el tiempo existía en una sola vez -excla­mó Jean. ¿Entonces cómo es que habla respecto a vidas reencarnadas o una serie de vidas, una antes que otra? Las dos cosas no parecen en­cajar juntas.

Casi de inmediato, entró Seth y dio respuesta a esta pregunta.

"Tu idea del tiempo es falsa. El tiempo, como lo experimentas, es una ilusión causada por tus propios sentidos físicos. Ellos te obligan a percibir la acción en ciertos términos; mas ésta no es la naturaleza de

la acción. Los sentidos físicos únicamente pueden percibir un poco de la realidad a la vez y así te parece a ti que un momento existe y se va para siempre y el siguiente momento llega y, como el anterior, tam­bién desaparece.

"Pero todo el universo existe a un tiempo simultáneamente. Las primeras palabras que se hayan llegado a pronunciar, todavía resona­rán en todo el universo y, en tus términos, las últimas palabras que se han llegado a pronunciar, ya han sido dichas, pues no existe principio. Es únicamente tu percepción la que es limitada.

"No hay pasado, presente y futuro. Éstos únicamente parecen exis­tir para quienes viven dentro de una realidad de tres dimensiones. Puesto que yo ya no estoy en ella, puedo percibir lo que tú no puedes. También hay una parte de ti que no se halla aprisionada dentro de la realidad física y esa parte de ti sabe que sólo existe un Ahora Eterno. La parte de ti que sabe esto, es el yo total.

"Cuándo te digo que viviste, por ejemplo, en 1836, digo esto porque para ti eso tiene sentido ahora. Vives todas tus reencarnaciones a la vez, pero encuentras difícil entender esto dentro del contexto de tu rea­lidad tridimensional.

"Imaginas que tienes varios sueños y que sabes que estás soñando. Dentro de cada sueño, pueden transcurrir cien años terrestres; pero para ti, el soñador, no ha pasado tiempo, pues te hallas libre de la di­mensión en que el tiempo existe. El tiempo que pareces pasar dentro del sueño o dentro de cada vida, es únicamente una ilusión y, para el yo interno, no ha pasado el tiempo, porque no hay tiempo."

La verdad es que Seth ha usado varias analogías para explicar las experiencias de la reencarnación. En la página 3 600 de nuestras pro­pias sesiones, encuentro esto: "Los diversos yos reencarnacionales pueden, superficialmente, considerarse como porciones de un rompe­cabezas de palabras cruzadas, porque todas son porciones del total y, no obstante, pueden existir separadamente."

En la 256° sesión dijo: "Debido a que estás obsesionado con la idea del pasado, presente y futuro, te ves obligado a pensar en las reencar­naciones como eslabonadas, una antes de otra. Ciertamente hablamos de vidas pasadas porque estás acostumbrado al concepto de secuencia de tiempo. Lo que tienes, en vez de eso, es algo así como los sucesos que se narran en The Three Faces of Eve (Las tres caras de Eva). Todos tienen egos dominantes, todos ellos parte de una identidad interior, dominante en varias existencias. Pero las existencias separadas existen simultáneamente. Únicamente los egos involucrados hacen la distin­ción de tiempo: 145 a. de J.C., 145 d. de J.C., mil años en tu pasado y mil años en tu futuro. . . todos existen ahora."

De hecho, Seth impartió tres o cuatro sesiones en las que comparó casos de personalidades "divididas" para nuestro yo reencarnado. Terminó diciendo: "Resulta interesante que las personalidades (en Las tres caras de Eva), se alternan y todas existían al mismo tiempo, por decirlo así, aun cuando sólo una era la dominante en un momento dado. De la misma manera, las llamadas personalidades pasadas están presentes en ti ahora, mas no son dominantes."

Hasta donde sabemos, esta reconciliación de reencarnación y tiem­po simultáneo, es original de Seth. La mayoría de las otras teorías sobre la reencarnación toman la secuencia de tiempo corno un hecho concreto. Pero entonces ¿qué hay de la causa y el efecto? Cuando Seth introdujo esta idea, ésta es una de las primeras interrogantes en que pensamos Rob y yo. La actitud de Seth hacia la causa y el efecto se hará lo suficientemente clara en sus explicaciones ulteriores de la verdadera naturaleza del "tiempo"; pero cuando Rob formuló primero la pre­gunta, Seth contestó:

"Puesto que todos los sucesos ocurren simultáneamente en realidad, poco hay que se pueda ganar diciendo que un acontecimiento pasado es causa de uno presente. La experiencia pasada no causa la experien­cia presente. Estás formando el pasado, presente y futuro... simultá­neamente. Puesto que los sucesos te parecen a ti en secuencia, esto resulta difícil de explicar.

"Cuando se dice que ciertas características de una vida pasada in­fluyen o causan patrones presentes de conducta, tales aseveraciones (y yo he hecho algunas de ellas), están sumamente simplificadas, a fin de hacer claros ciertos puntos.

"El yo total se da cuenta de todas las experiencias de todos sus egos y, puesto que una identidad las forma, son susceptibles a que haya si­militudes y características compartidas entre ellas. El material que les he dado sobre la reencarnación, es perfectamente válido, particular­mente para propósitos de trabajo; pero es una versión simplificada de lo que en realidad ocurre."

Así pues, aunque Seth a menudo explica problemas de vida presente como resultado de dificultades en vidas pasadas, deja ver claramente a aquellos que pueden entenderlo, que las vidas en realidad existen simultá­neamente, exactamente igual que tres personalidades pueden existir en un cuerpo en algún momento. Pero no todos los problemas son resultado de tales influencias provenientes de una "vida pasada". En un caso, los golpes que recibió una amiga en el presente tuvieron su origen precisa­mente en esta vida, aun cuando los de su novio fueron restos del pasado.

Doris estaba sufriendo toda clase de dificultades. Por una cosa: continuamente perdía la cabeza y se enamoraba de hombres que no querían casarse, bajo ninguna circunstancia. En tales relaciones ella era la agresora. Los hombres en cada caso eran personas que no que­rían comprometerse, estaban exageradamente sujetos a sus padres, o eran personas que por una razón u otra no solían tener relaciones re­gulares con mujeres. Doris fue lo bastante lista para ver esto, pero cada vez estaba segura que había algo respecto al nuevo hombre, que lo ha­cía más elegible o, por lo menos, más propenso a aceptar los avances de ella. Mientras tanto, se encontraba mortalmente sola, pues se rehu­saba a tener citas con hombres "ordinarios", pues le parecían infe­riores, comparados con su nuevo ídolo.

Finalmente, después del rompimiento de uno de tales episodios, so­licitó una sesión con Seth. Nos conoce a ambos perfectamente, por lo que me asombró muchísimo su comportamiento antes de la sesión. Es­taba tan tensa, que yo encontré muy difícil entrar en trance. Ella nada más se quedó allí sentada, en. realidad con el rostro pálido, sin una míni­ma sonrisa y dando la impresión de estar aterrorizada.

Seth comenzó diciendo con gran gentileza: "Tus sentimientos hacia mí están relacionados con otras actitudes profundamente arraigadas dentro de ti. Desde la infancia has tenido miedo de tu padre y ahora piensas en mí como si yo fuera, un anciano, aunque sabio, un macho adulto en extremo poderoso, tal corno pensabas de tu padre cuando eras niña. Esta actitud ensombrece tus relaciones con los varones con quienes has estado en contacto.

"Ves al macho en términos inspirados en ti durante la infancia. Pensabas que tu padre poseía cualidades similares a las de un dios y pretendes proyectar estas cualidades en los hombres que conoces. Por lo tanto, ellos te defraudan; mas esto también satisface tus necesida­des, porque mientras ves al macho como un dios, también lo ves como alguien que imparte castigo y es irrazonable y cruel. Así pues, tienes miedo de quedar `bajo el pulgar de un hombre' o, su dominio. Debido a que fuiste un varón en vidas pasadas, recientes esto mucho más.

"Por lo tanto, consistentemente escoges hombres en quienes preten­des ver características femeninas, con la esperanza de que estas cuali­dades más gentiles, te protejan contra los otras tan temidos rasgos masculinos que, en tu mente, has exagerado..,

Por lo que Rob dijo más tarde, Doris permaneció sentada allí con la cara roja y un poco embarazada. Nuestra grabadora de cinta estaba encendida. Seth prosiguió citando ejemplos de una vida anterior de Doris, de los cuales ni Rob ni yo sabíamos nada. Toda la sesión se lle­vó nueve páginas escritas a máquina a renglón seguido, en las cuales Seth analizó las actitudes y rasgos de Doris, ilustrándolos como episo­dios específicos conocidos anteriormente sólo por ella y terminando con un excelente consejo.

Le dijo que estaba proyectando una imagen en cada varón que co­nocía y luego reaccionando a ella, en vez de al individuo. Le sugirió ciertos ejercicios mentales calculados para ayudarle a disolver esta fal­sa imagen. Aquí Doris empezó a sollozar un poco. Seth sonrió y dijo: "Ahora bien, no llores. Yo no soy tu padre imponiéndote una lección de aritmética. Me encuentro aquí para ayudarte y, a cambio, recibo lágrimas. Por lo regular no ejerzo tal efecto en la gente."

En respuesta, Doris se las arregló para hacer un leve gesto.

-Puedes hacer preguntas --le sugirió Rob.

--Bueno, ¿entonces por qué Frank (no su nombre real) tiene citas y mantiene relaciones ordinarias con las mujeres? ¡Es lo bastante hom­bre! -dijo. Luego, casi con un toque e, desafío, agregó-: No es afe­minado. En este caso, el problema principal está en dificultades de "una vida pasada".

"Él antes fue mujer. Sus actuales padres eran sus hermanos, en el periodo de la Revolución Americana y en la misma zona geográfica que ahora. Sus hermanos se hallaban involucrados como espías. Tu Frank, como hermana suya, reveló el lugar en que se ocultaban, que era un sótano, abajo de una vieja posada. Ella fue capturada cuando salió en busca de provisiones, dio a conocer su escondite y no pudo ad­vertir a sus hermanos. Así pues, sentía que los había abandonado y traicionado."

Seth siguió diciendo que, en esta vida, Frank prefirió regresar como hijo de los dos hermanos que, en la actualidad, son marido y mujer. "Ahora racionaliza su deseo de no abandonar la casa. Los hermanos nunca la hicieron responsable... sabían que la muchacha se había aterrorizado y que, por miedo, había hablado, sin intención alguna de traicionarlos. No hay castigo involucrado. Él ha escogido en esta vida ser de alguna utilidad para ellos y ayudar a otros. Su peculiar reserva (era muy callado), es resultado de estas experiencias pasadas. Piensa que alguna vez ha hablado demasiado y traicionado mucho. Por ello ahora es muy reservado y sigiloso respecto a cuestiones que considera importantes."

Seth enfatizó que por razones propias, Frank no quería tener una relación de matrimonio y terminó por decir a Doris que ella lo había escogido precisamente por esta razón: que nunca vio al hombre como era, sino sólo por la imagen que ella había proyectado de él. Inciden­talmente mencionó el nombre de Frank, en una vida pasada, como Achman y, mucho tiempo después, Doris supo que la familia actual de él tiene una rama de apellido Achinan.

Le ofreció muchos más consejos psicológicos. Toda la sesión fue de gran ayuda para Doris, quien, a propósito, desde entonces no ha teni­do miedo a Seth. Pero resulta una sobresimplificación decir que todos los problemas actuales son resultado de dificultades en vidas pasadas. No nos "aferramos" a nuestros problemas, sea que provengan de esta vida o de otra. No tenemos que arrastrarlos con nosotros. Por lo regu­lar pueden resolverse y, si bien las influencias reencarnacionales cier­tamente operan, no lo hacen en un vacío. El siguiente capítulo sobre la salud, contendrá algunos de los métodos de Seth para mantener la vi­talidad mental, psíquica y física... así como la perspectiva.

Algunas personas están mejor capacitadas para utilizar la experiencia de una vida pasada, según creo, mientras que otras se aíslan casi de manera hermética en cada vida, cerrándose tanto como les es posible,

a tales influencias. Las vidas de algunas personas parecen no tener sentido, por ejemplo, a menos que se conozcan sus vidas "previas". La duración de nuestra vida, de cincuenta, sesenta o setenta años, es

algo así como novelas completas, bien tramadas y ejecutadas.

No obstante, no hay duda que un conocimiento de las influencias reencarnacionales arroja valiosa luz sobre la índole de la personalidad y nos ayuda a ver nuestros yos presentes con alguna perspectiva. Los

siguientes extractos de una conferencia sobre reencarnación, nos de muestran la continuidad e interrelaciones que pueden estar involucra­das en el tapiz del yo que ahora llamamos nosotros.

Cierto editor, a quien llamaré Matt, vino a visitarnos de Nueva York. Ya antes habíamos intercambiado correspondencia. Él había leído un manuscrito mío y ya sabía lo referente a Seth. Nos simpatizamos mu­tuamente de inmediato, pero se trataba primordialmente de una junta de negocios. Y luego me di cuenta de que Matt quería "probar mis fa­cultades", de una u otra manera y yo no quería sentirme bajo presión.

Algunas personas, según lo he descubierto, tienen las ideas más ex­trañas respecto a médiums o psíquicos. Cuando por primera vez des­cubrí esto, yo solía esforzarme hasta el máximo para probar lo normal que era. La gente por lo regular encuentra esto muy desilusionador y, según descubrí, muy inhibidor. Ahora, todo esto ya ha dejado de ser importante. La verdad es que soy tan normal o anormal como cual­quier otra persona.

En realidad esto es una especie de diversión; Matt se esforzó muchísimo para demostrarme que yo no tenía que probar nada. Así pues, durante un rato nuestra conversación fue más bien brillante y hasta frenética.

Seth nos había dado a conocer previamente información respecto a Matt, su compañía editora y sus asociados. A la siguiente noche, cuando nos encontrábamos todos más cómodos unos con otros, Seth se presentó y celebró una excelente sesión.

Por cierto que desde entonces Matt ha llegado a ser un buen amigo nuestro, pero entonces era un perfecto desconocido. Las introspec­ciones psicológicas mostradas fueron en realidad asombrosas, y yo no creo que el psicólogo más completo y curtido podría haber subrayado las características, facultades y responsabilidades de este joven, tan bien como lo hizo Seth.

Mis ojos se mantuvieron abiertos durante gran parte de la sesión (es decir, mis ojos físicos, porque en tales ocasiones son definitivamente espejos de una personalidad diferente).

"Ha habido un sentimiento de vacío que tiene que llenarse -co­menzó diciendo Seth-. El temor de una identidad que se escapa y corre hacia afuera. Mi copa se rebosó y nada de mí ha quedado, ¿compren­des? Por otra parte, siempre ha sido natural para la personalidad vol­tear hacia afuera de una manera fácil y con exhuberancia.

"Así pues encontramos dos vidas dedicadas a ayudar a otras; pero, en ambos casos, la personalidad se llenó con un tesoro interno resin­tiendo, hasta cierto punto, a aquellos a quienes ayudaba. Si se dedica­ra a ayudar a otros, entonces ¿quién atendería la tienda? Tendría miedo de que desaparecieran las existencias.

"En otras dos vidas, hubo en vez de eso el desarrollo de facultades internas, con exclusión de otras, un cerrar de ventanas y atrancar las puertas. Ya no veía hacia afuera y nadie se atrevía a mirar al interior. Solía hacer gestos horribles a la ventana de su alma para espantar y alejar a otros. No obstante, a través de todo esto, las aptitudes inter­nas en realidad crecieron. Él `incrementó sus existencias.' "Ahora ha empezado a sintetizar estas condiciones internas y exter­nas. Se da cuenta que el yo interno no necesita verse celosamente guar­dado, que su identidad no escapará de él como un perro que abandona la carrera. . . Ahora verás que, en vez de eso, soy un compañero ami­gable, como un perro viejo con una larga traílla..."

Al escuchar esto, Rob y Matt estallaron ambos en carcajadas. Luego, Seth empezó a dar información, relacionando algunos de los actuales intereses del joven con actividades pasadas. Mencionó varias vidas anteriores, pero enfatizó una como particularmente significati­va: "Tú fuiste miembro de un grupo monástico que clasificaba y co­lectaba varios tipos de semillas. El grupo trabajaba oficialmente en manuscritos, pero nuestro amigo aquí presente, junto con varios otros, eran buscadores de semillas de contrabando, creyendo, contra teorías que corrientemente se tenían, que las preguntas concernientes a la naturaleza podían contestarse examinando la naturaleza.

"Investigaron las ideas, el folklore y conocimientos que oficialmen­te se tenían concernientes a la botánica y reproducción de semillas e iniciaron detrás del monasterio,' su jardín prohibido. Estaban tratando de descubrir el secreto de la herencia dentro de la vida de las plantas.

"Esto ocurrió cerca de Burdeos. La orden tenía algo que ver con San Juan. Había allí una especie de escudo heráldico que pertenecía bien sea a la orden o a la familia de nuestro amigo; un escudo con un tenedor de cuatro dientes, con una serpiente en la porción superior del mango en el frente y, en el fondo, se veía un castillo o monasterio.

"Los monjes fueron expulsados... (de) la orden. . . en los años de 1 400.y tantos. El nombre del monje en la orden parece haber sido Aerofranz Marte." (Interpretación fonética de Rob.)

--¿Cómo morí entonces? --inquirió Matt,

"Tres aldeanos estaban cazando en terrenos del monasterio. Tú gri­taste para decirles que habían invadido propiedad privada y caíste sobre una roca. Quedaste inconsciente y los pueblerinos huyeron. Re­cobraste el sentido por la noche y vagaste por los campos en el lado más lejano del monasterio y llegaste a una especie de lago. Te arro­dillaste y empezaste a orar y perdiste el equilibrio. Entonces trataste de aferrarte a una delgada rama que estaba colgando, mas ésta cedió y entonces te ahogaste."

Al llegar a este punto, mientras Seth hablaba me pareció estar con­templando la escena que describía. Vi al monje desde algún lugar atrás y arriba, mientras vagaba alejándose del monasterio y por los campos. Seth prosiguió diciendo que los experimentos de ese monje contribu­yeron a avances logrados más tarde en ese mismo campo, por otro monje.

Asimismo, ofreció excelentes consejos que estoy segura que muchas personas podrían utilizar: "No uses tu intelecto como un delgado es­tandarte que ondeará desde tus ventanas. Lo estás usando como un complicado juguete que te pertenece. Abanícalo como un juguete fino, pero ten mucho cuidado de las direcciones en las que lo dejas correr. Tu intelecto es muy bueno pero te has permitido sentirte fascinado por su brillante calidad y lo has utilizado perfectamente como herramienta.-Estoy reproduciendo sólo extractos de lecturas personales, escogiendo pasajes que tienen relación con la reencarnación. Por lo regu­lar las lecturas mismas incluyen algo más: sugerencias saludables, así como análisis de carácter y consejos sobre otras cuestiones. Y hasta ahora, cada sesión ha resultado altamente significativa para la perso­na en cuestión.

Matt, por ejemplo, se sorprendió por el análisis de carácter que, se­gún dijo, lo identificaba con un T. More. El escudo mencionado por Seth era bastante similar, como nos dijo, a su propio esbozo que solía garrapatear impensadamente mientras se hallaba en el teléfono o en momentos difíciles. Otro punto interesante: algunos años antes, el edi­tor había escrito dos dramas: uno que describía a un monje que vivía en alguna costa cercana a Burdeos y otro, que también se desarrollaba en Francia durante el siglo XIII. Listos hechos, claro está, nos eran desco­nocidos a nosotros.

Sin embargo, sabíamos bien que el editor se interesaba en la botáni­ca y Seth eslabonó esto en su evocación del trabajo experimental hecho con semillas.

A través de varios extractos de conferencias, he tratado de mostrar las ideas de Seth sobre la reencarnación, hasta donde se aplican perso­nalmente; pero existen varias cuestiones importantes que no hemos considerado todavía. Por ejemplo, ¿qué tantas vidas llegamos a vivir? ¿Existe algún límite para ellas? Dicho simplemente, vivimos tantas existencias físicas como pensamos que debemos hacerlo con objeto de desarrollar nuestras facultades y prepararnos a entrar en otras dimen­siones de realidad. Esto se discutirá con mayor amplitud en el capitulo que se refiere a la índole de la personalidad.

Sin embargo, dentro de este marco de desarrollo, existe un requisito mínimo. Seth dice: "Como regla general, cada entidad suele nacer de tal modo que se tengan experiencias en tres papeles diferentes: el de madre, padre y niño. Dos vidas serían suficientes para propor­cionarte los tres papeles; pero, en algunos casos, la personalidad no funciona en la edad adulta. Sin embargo, el tema más importante es el uso cabal del potencial."

Seth asimismo nos dijo que algunas personalidades no se desarro­llan bien en el ambiente físico, pero se completan en otras realidades. En otras palabras, la "última" reencarnación no es el fin. Existen otras dimensiones de existencia en las que tenemos una parte todavía más importante que desempeñar en el mantenimiento de la vida y la conciencia. Estas dimensiones y nuestro papel en ellas, se explicarán junto con el concepto de Dios, las probabilidades y el tiempo. Pero medulares en las discusiones de Seth sobre la reencarnación, son los si­guientes extractos de la sesión 233, que colocan a la reencarnación en perspectiva., individual e históricamente.

"En la materialización de la personalidad a través de varias reencar­naciones, únicamente el ego y las capas del subconsciente individual, adoptan nuevas características. Las demás capas del yo retienen sus experiencias pasadas, identidad y conocimientos.

"De hecho, el ego recibe mucha de su estabilidad (relativa), debido a esta retención inconsciente. Si no fuera por las experiencias pasadas en otras vidas en relación con las capas más profundas del yo, el ego encontraría casi imposible relacionarse con otros individuos y la cohesividad de la sociedad no existiría.

"El aprendizaje, hasta cierto grado, se transmite a través de los ge­nes, bioquímicamente hablando; pero esta es una materialización físi­ca del conocimiento interno logrado y retenido en vidas anteriores.. . El ser humano no... brota a la existencia con el nacimiento y labo­riosamente inicia entonces su primer intento de ganar experiencia. Si tal fuera el caso, todavía se encontraría en la edad de piedra.

"Estas son ondas de energía y ondas de patrones de reencarnación, pues ha habido muchas edades de piedra en tu planeta, donde nuevas identidades iniciaron su "primera" experiencia con la existencia física y modificaron la faz de la tierra conforme progresaban.. .

"Cambiaron a su propia manera, no en la manera de ustedes; pero esto lo discutiremos en una fecha muy posterior. No obstante, todo ello ocurre, básicamente, dentro del tiempo del parpadeo de una pes­taña, todo con un propósito y significado y con base en el logro y res­ponsabilidad. Cada parte del yo, si bien independiente hasta un grado considerable, es no obstante, responsable con todas las otras partes de ese yo; y cada yo total (entidad), es responsable ante todos los demás; si bien es en gran parte independiente en cuanto a actividad y decisión.

"Puesto que son muchas las capas del yo que componen el yo total (entidad), del mismo modo muchas entidades forman un gestalt del cual sabes relativamente poco y del cual no estoy todavía preparado para decirte." (Esta última observación iba a conducirnos, mucho más tarde, a bloques enteros de sesiones que tenían referencia con el concepto de Dios.)

Todavía estamos celebrando sesiones que tienen relación con la re­encarnación y, cuando se presentan estas dudas, nosotros las pregun­tamos. Esto ayuda a agregar algo a nuestro material sobre el tema por supuesto; pero todavía en toda la trama de las sesiones, la reencarna­ción desempeña un papel comparativamente menor, únicamente como un aspecto de nuestra realidad.

Ya sea que entiendan y acepten o no sus antecedentes de otras reen­carnaciones, es sumamente importante vivir una vida sana y balancea­da en esta existencia. Nosotros conformarlos nuestra realidad día a día. Damos forma a nuestras vidas pasadas y formamos la presente; y al solucionar los problemas ahora, podemos hacer que las cosas sean bastante más fáciles para nuestros yos "pasados" y futuros.

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