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  21 Mayo 2013
 
			
			del Sitio Web 
			
			PediatriaPractica
 
			  
			  
			Una interesante visión de un 
			científico.
 
			  
			
			Peter Doshi
 
			postdoctoral fellowJohns Hopkins University School of Medicine, Baltimore, Maryland.
 Peter Doshi:
			
			Influenza - Marketing Vaccines by Marketing 
			Disease
 
			BMJ 
			2013; 346:f3037 doi: 10. 1136/bmj. f3037. 
 
			  
			  
			Venta de 
			enfermedad
 
			Las compañías farmacéuticas han sabido por mucho tiempo vender 
			algunos sus productos, pero ellas tenían que vender primero, la 
			enfermedad a la gente.
 
 
			La publicidad a principios del siglo 20 para el enjuague bucal 
			Listerine, por ejemplo, advirtió a los lectores del "problema de la 
			halitosis', convirtiendo así el mal aliento en una preocupación 
			social generalizada.  
			 Del mismo modo, en los años 1950 y 1960, Merck lanzó una amplia 
			campaña para bajar el umbral de diagnóstico de la hipertensión, y al 
			hacerlo, favoreció la ampliación del mercado para su fármaco 
			diurético, Diuril (hydrochlorothiazide).
 
 Hoy las compañías farmacéuticas sugieren que hemos subdiagnosticado 
			epidemias de disfunción eréctil, trastorno de ansiedad social y 
			disfunción sexual femenina, cada una con sus propias siglas y un 
			medicamento en la lista.
 
 
			
			Nota:
			Reichert T.:
			
			The erotic history of advertising. 
			2003 -
			Greene JA.:
			
			Releasing the flood waters: Diuril and the reshaping of 
			hypertension. Bulletin Hist Med 2005; 79:749-94.
 
 
			
			La promoción de las vacunas contra la gripe actualmente, es una de 
			las más agresivas políticas de salud pública. Hace veinte años, en 
			1990, se usaron 32 millones de dosis de la vacuna contra la gripe en 
			los Estados Unidos.
 
			Hoy alrededor de 135 millones de dosis de la vacuna contra la gripe, 
			cada año ingresan al mercado de ESTADOS UNIDOS, con las vacunas 
			administradas en las farmacias, supermercados, incluso algunos 
			locales de comidas.
 
			Este enorme crecimiento no ha sido impulsado por demanda popular 
			sino más bien por una campaña de salud pública.
 
				
				¿Podría la gripe una enfermedad conocida desde hace siglos, bien 
			definida en cuanto a su etiología, diagnóstico y el pronóstico, ser 
			también un caso más de "tráfico" de enfermedad?
 Yo creo que sí, dice el autor Peter Doshi.
 
			
 
 
 ARTICULO DONDE FIGURAN DATOS QUE SUSTENTAN LA 
			OPINIÓN DEL AUTOR
 
				  
				Los 4 meses transcurridos entre octubre de 1976 y enero de 1977 
			fueron únicos en los anales de la epidemiología de Estados Unidos. 
				   
				Cuarenta millones de ciudadanos fueron vacunados contra la 
				"gripe 
			del cerdo”, como respuesta a un programa nacional de inmunización 
			lanzado en función de la predicción de una inminente epidemia; 
			durante el mismo período se diagnosticaron más de 500 casos del 
			síndrome de Guillain-Barré en sujetos inmunizados, que originaron 25 
			muertes.    
				La anticipada pandemia nunca llegó a producirse y el 
			programa se suspendió.
			(La vacuna utilizada en ese episodio, no es la misma vacuna 
			actualmente en uso para la gripe H1N1)
 
					
						
						
						Tuells J. La gripe del cerdo (1976): cuando el pánico y la política 
			toman las decisiones. Vacunas. 2007; 8(2):119-125
						
						Langmuir AD. Guillain-Barré syndrome: the swine influenza virus 
			vaccine incident in the United States of America, 1976-77: 
			preliminary communication. J Royal Soc Med. 1979;72:660-9.
 
				Pero a diferencia de la mayoría de las historias de venta de 
			enfermedad, aquí los vendedores son los funcionarios de salud 
			pública, se preocuparon muy poco sobre qué marca de vacuna se 
			administre, siempre que puedan convencer que se tome a la gripe 
			seriamente.
 La comercialización de las Vacunas contra la gripe implica tanto el 
			marketing de la influenza, como la de una amenaza de grandes 
			proporciones.
 
 El sitio Web del CDC explica que 'Las temporadas de gripe son 
			impredecibles y pueden ser graves', citando un saldo de muertes de 
			'3000 a un máximo de alrededor de 49 000 personas.'
 
 Sin embargo, una imagen mucho menos grave y más tranquilizadora de 
			la gripe parece probable, si se tiene en cuenta que las muertes 
			registradas por la influenza disminuyeron considerablemente en el 
			medio del siglo 20, por lo menos en los Estados Unidos, todas antes 
			de la gran expansión de las campañas de vacunación en la década de 
			2000, y pesar de tres llamadas 'pandemias' (1957- 1968 - 2009)
 
   
			
			
			   
				La recomendación universal de vacunación contra la influenza del CDC 
			lleva el mensaje implícito de que, más allá de aquellos para quienes 
			está contraindicada la vacuna, la vacuna sólo puede hacer el bien, 
			no hay necesidad de sopesar los riesgos contra los beneficios.
 
					
					"Es 
			muy, muy, muy raro que alguna vez se vea algo asociado con la vacuna 
			que sea un hecho grave'. 
				Meses más tarde, Australia suspendido su programa de vacunación 
			contra la influenza en menores de cinco años después de que muchos 
			niños (uno de cada 110 vacunados) presentaron convulsiones febriles 
			después de la vacunación.    
				Otra reacción seria a las vacunas 
			antigripales, y también inesperado ocurrió en Suecia y Finlandia, 
			donde las vacunas contra la influenza H1N1 se asociaron con un 
			aumento en los casos de narcolepsia entre los adolescentes (aproximadamente 
			uno de cada 55.000 vacunados).    
				Las investigaciones posteriores de 
			los investigadores gubernamentales y no gubernamentales confirmaron 
			el papel de la vacuna en estos hechos graves. 
   
				
				 
				
				
				Origin   
				Pero quizás el aspecto más listo de la estrategia del marketing 
			influenza gira alrededor de la afirmación de que 'la gripe' y 'la 
			influenza' son iguales.
 
 La diferencia parece sutil, y puramente semántica.
   
				Pero el 
			desconocimiento de la diferencia, podría ser la principal razón por 
			la cual algunas personas se dan cuenta de que incluso la vacuna 
			ideal contra la influenza, "adaptada" perfectamente a las cepas 
			circulantes de la gripe salvaje y capaz de frenar todos los virus de 
			la gripe, sólo puede hacer frente a una pequeña parte del problema 
			'gripe' porque la mayoría de las 'gripes' parece no tener nada que 
			ver con la influenza.
 Cada año, cientos de miles de muestras de vías respiratorias se 
			procesan en los ESTADOS UNIDOS.
   
				De las que se someten a la prueba, 
			en promedio el 16% se encuentran positivas para la influenza.
   
				
				   
				Todas las influenzas son 'gripe', pero sólo una de cada seis 
				"gripes" podría ser influenza. No es de extrañar que muchas personas 
			sienten que las 'vacunas contra la gripe' no funcionan: para la 
			mayoría de las influenzas, no pueden.
 
   
				Explicando la brecha entre la evidencia y el miedo
 Peter Doshi- 
				
				Trends in Recorded Influenza Mortality: United States, 
			1900-2004. Am J Public Health. 2008; 98:939–945.
 
 La idea de que la propiedad fundamental de la influenza pandémica, 
			es un exceso de mortalidad, es difícil de conciliar con los datos de 
			mortalidad por influenza registrados en el último siglo.
 
 Hay muchas explicaciones posibles, uno de los cuales puede ser la 
			tendencia a generalizar la excepción de -la pandemia de 1918-1919.
 
 En 1918, los médicos carecían de unidades de cuidados intensivos, 
			respiradores, agentes antivirales y antibióticos, un hecho 
			importante a la luz de la evidencia histórica de las interacciones 
			entre la gripe y los patógenos respiratorios bacterianos secundarios 
			(por ejemplo, Haemophilus influenzae) como una causa importante de 
			muerte durante la pandemia.
 
 También es importante reconocer que los intereses comerciales pueden 
			inflar el impacto percibido de la gripe y otras infecciosas 'pandemias'.
 
 Hay una clara necesidad de "cuentas”, más basadas en la evidencia de 
			la influenza, en el contexto de la epidemiología histórica y en los 
			avances médicos y sociales actuales.
 
 Otra posible explicación de la falsa suposición de que las pandemias 
			son necesariamente más mortales, que las no-pandemias, puede residir 
			en una errónea comprensión y uso erróneo de la palabra 'pandemia'.
 
 El virus de la gripe circula el mundo sobre una base anual, pero es 
			por lo general no rotulado como una pandemia, hasta que la cepa de 
			virus en amplia circulación es sustancialmente nueva (es decir, que 
			lleva una hemaglutinina diferente o la proteína neuraminidasa de las 
			cepas ya en circulación)
   
			Por otro lado, el uso masivo del antiviral oseltamivir (Tamiflu®) ya 
			había generado un 96% de resistencia en una muestra de 3902 cultivos 
			virales 
			para H1 N1. (datos OMS)    
			Este informe resumido para el 
			hemisferio Norte en la temporada 2008-2009 cubre formalmente el 
			período septiembre 2008 a marzo 2009.
 
 
				
					
						
							
								
								
								 
								Los datos han sido recopilados a través de la 
								Red de Vigilancia de 
			Influenza Global (RMVG) y de los Centros Colaboradores de la OMS. 
								   
								Los datos de los países europeos que participan en el 
								Sistema 
			Europeo de Vigilancia de la Gripe (EISS), bajo los auspicios del 
								Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) 
			han sido proporcionados por los laboratorios de la red comunitaria 
			de laboratorios de referencia para la gripe humana en Europa (CNRL) 
			y el laboratorio central de pruebas de la Agencia de Protección de 
			la Salud, Londres, Reino Unido.    
								La mayoría de los datos han sido 
			recogidos para la sensibilidad H1N1 al oseltamivir, pero otros datos 
			también se resumen aquí. No hay conclusiones específicas de 
			resistencia en los países reportan menos de 10 aislamientos de cada 
			subtipo de virus. 
			En una publicación de la época (JAMA), se menciona:
 
				
				"Durante la 
			temporada de influenza 2007-2008, la resistencia al oseltamivir 
			entre los virus influenza A (H1N1) aumentó significativamente por 
			primera vez en todo el mundo.    
				Los datos de vigilancia preliminares 
			indican que la prevalencia de la resistencia a oseltamivir entre 
			influenza A (H1N1) será probablemente más alta durante la temporada 
			2008-2009.”  
			La resistencia al oseltamivir fue de, 264 de 268 (98.5%) 
			de las muestras testeadas en virus influenza A (H1N1).Dharan Nila J. -
			
			Infections With Oseltamivir-Resistant Influenza 
			A(H1N1) Virus in the United States. JAMA. 2009; 301(10): 1034-1041.
 
 Otro estudio sobre la acción de los antivirales dice:
     
			
			
			       
			Conclusión 
			Todos estos datos nos hacen pensar que, los 
			'profesionales' de la salud debemos ser críticos de las "ofertas" que 
			provienen de la industria farmacéutica, analizando la evidencia 
			científica y epidemiológica, sin descartar ninguna probabilidad, y a 
			través de ella tomar las mejores decisiones, que favorezcan a 
			nuestros pacientes.      
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