por Gabriel Bolio

09 Noviembre 2013

del Sitio Web Milenio


 

 

 


Jack Andraka, acudió a dar una conferencia

a Puebla en La Ciudad de las Ideas.

(Gabriel Bolio)
 

 

 

Jack Andraka,

galardonado por desarrollar

un método para diagnosticar cáncer,

reprochó que solo 0.08% del mundo

tiene acceso a ese conocimiento.
 

 

Puebla
 

Jack Andraka, un joven de 16 años originario de Maryland, Estados Unidos, quien fue galardonado hace un año con un premio de 75 mil dólares por desarrollar un método con papel y nanotubos de carbono para diagnosticar cáncer de páncreas, comentó en México que es necesario acabar con la “aristocracia científica”, para democratizar el conocimiento.

En el evento Ciudad de las Ideas que se celebra este fin de semana en Puebla, donde algunas de las mentes más brillantes del mundo inspiran a los jóvenes con sus ponencias, Andraka reprocho que,

“estamos viviendo en una aristocracia científica donde 0.08 por ciento de las personas en el mundo son las únicas que tienen acceso a ese tipo de conocimiento”.

El joven ejemplificó que,

“es como si en la Ciudad de México tomáramos a 60 personas y solo ellas pudieran leer los artículos científicos”.

Al preguntarle cómo logró él superar a estas barreras, comento a MILENIO que no fue fácil,

“tuve que ser muy persistente”.

¿Por qué no se dio por vencido?

“Porque mi invento puede salvar 400 vidas al día de gente que fallece de cáncer, como ocurrió con mi tío”, contestó.

 

 


SU INVESTIGACIÓN

“Hacer un sensor de papel para detectar el cáncer de páncreas es casi tan sencillo como hacer galletas de chispas de chocolate”, comentó en tono de broma el joven genio.

Sin embargo, lo difícil para él fue encontrar el método, pues consiste en detectar una proteína específica que se incrementa cuando los pacientes desarrollan esa enfermedad.

“No es nada fácil detectar estas proteínas, estos cambios, hay litros y litros de sangre en el cuerpo (…) Cuando estamos buscando un aumento pequeñito en una pequeña cantidad de una proteína es casi como tratar de encontrar una aguja en un saco de agujas idénticas”, explicó Andraka.

“Sin darme por vencido, por mi ignorancia completa del tema, fui a la mejor fuente que puede tener un adolescente cuando tiene dudas: Google y Wikipedia. Básicamente, encontré una base de datos de más de 8 mil proteínas que están presentes en el torrente sanguíneo cuando hay cáncer”, agregó.

El adolescente se encerró en su cuarto en el verano y comenzó a estudiar las 8 mil proteínas hasta que encontró una que tenía el potencial de ayudar a detectar el cáncer de páncreas, pues en ese caso se encuentra en niveles muy altos en la sangre.

La ventaja del método,

“es que funciona en las etapas más tempranas de la enfermedad, cuando alguien tiene casi 100 por ciento de probabilidades de sobrevivir y es más de 90 por ciento exacto para detectar el padecimiento” explicó.

“Finalmente terminé con un sensorcito de papel que cuesta tres centavos de dólar y funciona en cinco minutos, 168 veces más rápido, casi 26 mil veces menos caro y más de 400 veces más sensible para detectar el cáncer de páncreas que los métodos actuales”, comentó Andraka.


 


BARRERAS

Para hacer la investigación,

“redacté un procedimiento de laboratorio de 32 cuartillas y lo mandé por correo electrónico a 200 diferentes catedráticos de las universidades y los institutos nacionales de salud (de Estados Unidos); de pronto recibí 199 rechazos, me di cuenta de que los profesores no son tan buenas personas como aparecen en sus perfiles”, narró el adolescente.

“Una de las adversidades a las que me enfrenté en este proyecto fueron los muros en la ciencia; uno tiene que pagar 35 dólares nada más para leer 11 hojas de papel, esto hizo muy difícil mi investigación, no podía conseguir artículos que necesitaba” recordó.

Andraka dijo que, como cualquier adolescente, tuvo que ponerse creativo y piratear muchos artículos.

 

Cuando no lo podía hacer, recurrió a otros textos, pero no eran de los autores intelectuales del reporte y tenían información insuficiente.

“Hubo un caso en el que tuve que pagar los 35 dólares, bueno, mis papás, porque ellos fueron los que me compraron el artículo”, comentó.

Acerca de las iniciativas de querer acercar a los niños al mundo de la ciencia, Andraka dijo que es,

“un mensaje confuso si hay que pagar 35 dólares, porque el mundo de la ciencia debería ser tan accesible como la cultura pop, como una canción que puedes comprar por 10 centavos, porque si no, vamos a acabar con un montón de Kim Kardashians y Miley Cyruses”.

El adolescente aseguró que,

“al poner estas barreras estamos imponiendo un sistema clasista, tenemos laboratorios corporativos y grandes universidades que pueden pagar por este conocimiento, hay una jerarquía como Yale y Harvard que tienen mucho más dinero que mi universidad local”.

Además, concluyó el genio,

“es lo mismo con los países, hay mucho más acceso en Estados Unidos, pero acabo de estar en Ucrania y me dijeron, ‘simplemente no podemos pagar estos artículos’, eso sin contar que hay una clase más baja, la gente que no tiene Internet en lo absoluto y no puede leer ni los resúmenes, no tienen acceso al conocimiento”.

 

 


Claves - Los premios

  • Jack Andraka es tan solo un estudiante de secundaria en Maryland, que llevó a cabo su investigación científica en la Universidad Johns Hopkins.
     

  • Es ganador del premio Gordon E. Moore de la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel y del Premio Smithsoniano al Ingenio Estadounidense.
     

  • Es el orador más joven de la Real Sociedad de Medicina (Royal Society of Medicine) y ha participado en la revista Ciencia Popular (Popular Science) y las conferencias de científicos TED (video abajo).
     

  • Jack actualmente trabaja con un equipo de adolescentes (Gen Z) en el Premio Tricoder X de la Fundación Qualcomm y forma parte de la selección nacional júnior de kayak en aguas peligrosas
     

  • Ha ganado premios en varios concursos nacionales e internacionales de matemáticas y le gusta jugar con su perro y hacer figuras de papiroflexia.