publicado por Dra. Alma Rosa

Septiembre 6, 2011

del Sitio Web Biomagnetismosalud.Ning

 

El RESURGEN está fabricado con agua de mar diluida y antes de ser envasado es sometido durante más de un mes a un campo magnético de más de 10000 gauss, lo cual le confiere unas cualidades especiales de las que ahora vamos hablar.

Al final del artículo se presenta un ensayo clínico realizado en el policlínico Lawton de la ciudad de La Habana (Cuba) de los sorprendentes efectos del agua magnetizada sobre 60 enfermos cardiacos (angina de pecho) y 30 con varices.

Al cabo de los 3 meses de comenzado el tratamiento, se hizo evidente la desaparición de los síntomas clínicos en ambos grupos de estudio y se demostró la eficacia de la estrategia terapéutica puesta en práctica, al lograr que desaparecieran los síntomas clínicos de las enfermedades estudiadas.

Las características del agua, como temperatura, densidad, tensión superficial, viscosidad y conductividad, son transformadas por el magnetismo. El agua sometida a la fuerza magnética ayuda a eliminar los depósitos de sales que se forman en las tuberías y en los conductos de las máquinas.

 

Mediante su empleo en la agronomía se ha logrado incrementar la velocidad de crecimiento de los cultivos de 50 a 100%.

 

También se ha descubierto que si se usa agua magnetizada en la preparación del concreto para construcción, tiene entre 20 y 50% más resistencia que el concreto normal. De hecho, estos milagros de la industria y la agricultura hace décadas que llamaron la atención de los científicos sobre las propiedades terapéuticas del agua magnética.

No es que en la antigüedad el hombre desconociera el agua magnética. Los arroyos que corrían entre imanes naturales en forma de piedras y peñas se magnetizaban y su agua, al ser consumida por la gente de aquellas épocas, los dotaba de energía y producía curas milagrosas.

 

Pero seguramente no llegaron a entender la causa de este fenómeno y lo aceptaron con reverencia, considerándolo un don divino. Indudablemente, ignoraban cómo magnetizar el agua en sus propias casas utilizando imanes naturales y, por otra parte, esos imanes naturales eran sumamente escasos. Actualmente se fabrican imanes permanentes de toda clase y el agua magnetizada ha dejado de ser un misterio.

 

Pasemos entonces a examinar la magnetización del agua y otros líquidos como jugos, leche, cerveza, aceites, etcétera y su utilización para fines curativos.
 

 


Cómo magnetizar los líquidos

Cuando el agua o cualquier otro líquido entran en contacto con un imán permanente durante cierto tiempo, el magnetismo lo penetra, produciendo, cómo antes mencionábamos, cambios en las propiedades del líquido y así se magnetiza.

 

El agua puede entrar en contacto con el imán de las siguientes tres maneras:

 

  1. Sobre un recipiente vacío se cuelga un imán y con un chorro muy fino se va vertiendo el agua, hasta llenar el recipiente.

     

    Este método reproduce lo que ocurre en la naturaleza, cuando una corriente de agua se magnetiza al fluir por yacimientos de minerales magnéticos. En Rusia se está usando este método a escala industrial para magnetizar grandes cantidades de agua, para lo cual los rusos emplean electroimanes de alta potencia.

     

    Sin embargo, este método tiene dos inconvenientes.

     

    • Al estar constantemente en contacto con el agua el imán puede oxidarse y luego el óxido puede pasar al agua.

    • La segunda desventaja, más importante aún, es que el agua está en contacto con el imán sólo unos segundos y no es muy probable que quede bien magnetizada, a menos que el imán usado sea extraordinariamente fuerte.

     

    Aún más, con este método la magnetización lograda será únicamente de cierto grado; no es posible obtener diferentes grados de magnetización.

     

    Y por último, la obtención de líquidos magnetizados sólo con el polo norte o sólo con el polo sur es imposible por este método.

     

  2. En el segundo método se coloca un imán en una vasija llena de agua y se deja entre seis y ocho horas, o más.

     

    En este método también es seguro que el imán se oxide con el tiempo; el óxido en suspensión echará a perder el agua y ya no se podrá beber. Más aún, si quisiéramos magnetizar leche o cerveza no sería conveniente sumergir un imán en ellos.

     

    Seguramente se pueden obtener diferentes grados de magnetización con este método, pero no permite la magnetización separada por los polos norte y sur.

     

  3. Para los autores la forma ideal de magnetizar un líquido es llenar dos botellas, jarras o cualquier otro recipiente de fondo plano, poner uno en el centro de un imán que tenga el polo norte expuesto y el otro en un imán con el polo sur expuesto.

     

    Los imanes deben ser metálicos, en forma de disco y tener de 8 a 10 cm de diámetro, para que el fondo de cada recipiente cubra la superficie de cada uno de los imanes. Los recipientes deben ser de vidrio, acero inoxidable o plástico, materiales que permiten que el magnetismo fluya libremente y actúe sobre el líquido.

     

    En este método no hay peligro de que el óxido se mezcle con el líquido y los recipientes pueden permanecer sobre los imanes todo el tiempo que haga falta, lo que permite lograr diferentes grados de magnetización.

     

    Cuando los recipientes se retiran de los imanes, los líquidos magnetizados se pueden mezclar y guardarse en botellas a las que pondremos la etiqueta "Bipolar" o se pueden guardar en botellas separadas marcándolas como "Polo norte" y "Polo sur".

     

    Los autores siguen únicamente este método para magnetizar el agua.



Dos aspectos por considerar

Al hablar de la magnetización de agua o cualquier otro líquido, es conveniente considerar el grado de magnetización y la utilidad terapéutica de la magnetización bipolar o unipolar.

 

La magnetoterapia aún se encuentra en proceso de desarrollo y todavía están por definirse y establecerse las normas de magnetización del agua y otros líquidos.

En lo que hace al grado de magnetización, éste depende de tres condiciones:

  1. la cantidad de líquido que se ponga sobre el imán

  2. la potencia del imán

  3. el tiempo que el líquido esté en contacto con el imán

Estos tres factores determinan el grado de magnetización.

 

El problema es que, aunque podemos medir la fuerza del imán, no tenemos un método para medir el grado de magnetización del agua y otros líquidos. A falta de una escala de medición sólo podemos guiamos por la experiencia. El método que los autores utilizan consiste en poner dos jarras de agua de un litro sobre cada uno de los polos de dos imanes redondos de unos 3000 gauss, generalmente de 12 a 14 horas.

 

El agua así magnetizada a un grado específico y luego mezclada ha dado buenos resultados, por lo que los autores han adoptado este método como procedimiento habitual de trabajo.

Esta agua magnetizada se receta como auxiliar del tratamiento magnético para casi todas las enfermedades.

 

Los autores prescriben tres dosis diarias, una por la mañana antes del desayuno y las otras dos después de las comidas. Cada toma será de 60 ml tratándose de adultos, 30 ml para adolescentes y dos cucharadas soperas para niños de menos de tres años.

 

En algunos casos la dosis prescrita produce algo de calor o resequedad; siendo así, el paciente puede reducir la dosis o diluirla mezclando igual cantidad de agua simple con la magnetizada. No obstante, esta práctica está basada en nuestra experiencia y no está avalada por la autoridad científica.

Es evidente que los diferentes grados de magnetización por necesidad causan distintos efectos y que el agua y otros líquidos magnetizados a diferentes grados se vuelven agentes curativos cualitativamente distintos para emplearse en distintos padecimientos.

 

Los magnetoterapeutas han estado experimentando en este campo pero hace falta una investigación exhaustiva a fin de establecer las normas aplicables para los diferentes grados de magnetización desde el punto de vista científico y terapéutico.
 

 


Las tres clases de agua

El doctor Hahnemann preparaba tres medicamentos homeopáticos a partir de los diferentes efectos del imán:

  • uno con el imán completo, es decir, la combinación de los dos polos

  • otro con el polo norte

  • uno más con el polo sur

Identificó los síntomas precisos de las enfermedades que había que tratar con cada uno de estos tres medicamentos. Estos mismos principios se aplican también en el caso del agua magnetizada.

 

Hasta ahora los terapeutas por lo general han recetado sólo agua bipolar a todos los pacientes para casi cualquier enfermedad, lo cual ha dado buenos resultados, pero definitivamente el agua magnetizada tendrá mejor efecto si consideramos a las tres aguas - bipolar, de polo norte y de polo sur - como entidades individuales y las utilizamos como auxiliares terapéuticos específicos teniendo presente la naturaleza del padecimiento.

 

Los síntomas que Hahnemann identificó al usar cada uno de sus medicamentos magnéticos, así como los efectos básicamente diferentes de los dos polos, podrían servimos de guía, segura aunque rudimentaria, para utilizar las tres aguas como medicinas independientes, lo cual podría ampliar los horizontes de la investigación.

 

Así pues, las tres aguas, magnetizadas a diferentes grados, pueden representar para la magnetoterapia un gran número de auxiliares terapéuticos que pueden hacer de ella una práctica perfecta y precisa.
 

 


Otros líquidos

Cómo ya mencionamos, hay otros líquidos benéficos para la salud que también se pueden magnetizar para usarse con mucho mejores resultados en el tratamiento de diversas enfermedades, padecimientos menores y estados de debilidad.

 

El consumo diario de Yogurt descremado colocada sobre el polo sur por cerca de media hora proporciona vigor y vitalidad en casos de debilidad o agotamiento. Este Yogurt ha demostrado ser de gran utilidad en la recuperación o incremento de la potencia sexual.

Los jugos de diversas frutas tratados con magnetismo se vuelven más refrescantes y son más nutritivos. Además del Yogurt y los jugos, los aceites con propiedades medicinales también se pueden magnetizar para hacerlos más efectivos, especialmente en casos de caída de cabello y problemas de la piel.

 

El aceite de oliva magnetizado puede ser de gran ayuda en el tratamiento de la gota y el reumatismo.
 

 


Para qué sirve el agua magnetizada

La experiencia ha demostrado que el agua magnetizada ayuda en el tratamiento de casi todas las enfermedades, y es en especial benéfica en padecimientos digestivos, nerviosos y urinarios.

El agua magnetizada reduce el exceso de acidez y de bilis en el aparato digestivo y normaliza los movimientos intestinales, expulsando toda la acumulación de materiales tóxicos. De esta manera, limpia completamente el sistema, mejora la digestión, aumenta el apetito, expulsa la enfermedad y da salud y energía a la persona que la toma con regularidad.

 

Es recomendable que incluso las personas sanas tomen agua magnetizada para mantenerse libres de molestias o padecimientos digestivos. Para un consumo habitual se utiliza agua que haya sido magnetizada de cuatro a seis horas.

Esta maravillosa agua también es muy buena en padecimientos nerviosos y para la presión arterial, en especial la presión baja. Produce un efecto calmante y ligeramente sedante en el sistema nervioso, ayuda a limpiar las arterias obstruidas, normaliza el aparato circulatorio, nutre y da fuerza.

Además de estas propiedades, el agua magnetizada es efectiva en el tratamiento de asma, bronquitis, resfriados, tos y todo tipo de fiebres.

También se recomienda el uso del agua como auxiliar externo para el lavado de ojos inflamados o irritados, heridas, brotes de eczema, etcétera, para una recuperación más rápida. En todo tipo de infecciones oftálmicas se logran resultados sorprendentes si se lavan los ojos varias veces al día con agua magnetizada con el polo norte. Para conservar una vista normal no hay nada como el lavado diario de los ojos con agua magnetizada.

El agua magnetizada tiene muchas posibilidades, pocas conocidas y muchas todavía por descubrir.

 

Por el bien de la humanidad, se debe emprender una búsqueda seria y llevar un fiel registro de formas más completas y concretas de explotar y utilizar este "don divino", ya que en el mundo de la medicina no hay nada que sea tan barato ni tan fácil de obtener como esta agua.

 

Cualquier persona la puede preparar con toda facilidad en su casa con un par de imanes.
 

 


El proceso de magnetización

Se necesitan dos imanes en forma de disco, uno con el polo norte expuesto y el otro con el polo sur expuesto.

 

Estos imanes deben ser de 8 a 10 cm de diámetro y tener una fuerza de 2000 a 3000 gauss. Se toman dos jarras, botellas o cualquier otro recipiente de vidrio que tengan fondo plano, y se llenan con agua limpia. Se puede usar agua de pozo o de río, pero se debe filtrar antes de ponerla sobre los imanes. Las bases de los recipientes se limpian y se secan. Uno de los recipientes se coloca sobre el polo norte de un imán y el otro sobre el polo sur del segundo imán.

 

Se cubren los recipientes y se dejan sobre los imanes durante el tiempo que sea necesario para magnetizar el agua.

 

Si no tiene Imanes en forma de disco puede usar cualquier otro tipo de imán de 2000 a 3000 gauss de potencia, colocándolos de modo que el polo norte de un imán esté en contacto con el exterior de un recipiente y el polo sur del otro imán esté en contacto con el segundo recipiente.

Transcurrido el tiempo necesario, los recipientes se retiran de los imanes. Si hemos de utilizar el agua bipolar, los dos recipientes se vacían en uno para que se mezclen los dos tipos de agua y se guarda en botellas limpias.

 

Si se necesita agua de las dos polaridades, el agua que acabamos de magnetizar no se mezcla (o se mezcla sólo una parte) sino que se guarda en botellas separadas con etiquetas marcadas "polo norte" o "polo sur".
 

Cualquier líquido se magnetiza igual.

Cabe añadir que antes que Batmanghelidj, Ramos o Gross hubo muchas otras personas que hablaron de la trascendencia del agua para la vida.

 

Es el caso del francés René Quinton, quien a finales del siglo XIX lo fundamentaba en el hecho de que todo lo que está vivo en el planeta - desde la savia de las plantas a los torrentes sanguíneos de todas las especies - procede y está constituido de ella. Y más concretamente, del agua de mar (componente del RESURGEN).

 

Por eso estudiarla a fondo se convirtió en su obsesión. Y por eso llegó a demostrar que podían curarse numerosas enfermedades con agua de mar. Bañándose en ella, ingiriéndola en pequeñas dosis e, incluso, sustituyendo el plasma sanguíneo humano por agua marina debidamente tratada.


Hoy el agua de mar purificada extraída de grandes profundidades, ayuda a curar o mejorar los síntomas de patologías tan dispares como,

  • las afecciones de la piel - incluida la psoriasis

  • la desnutrición

  • el asma

  • los problemas de próstata

  • la artritis

  • la osteoporosis

  • la bronquitis

  • la gingivitis

  • los problemas gastrointestinales

  • el desequilibrio de los sistemas nervioso central e inmune

  • la obesidad

  • el cansancio crónico

  • la sinusitis

  • la anorexia

  • el estrés,

...entre otras dolencias.

 

En España sólo está autorizado hoy su uso como complemento dietético a pesar de que durante décadas se han constatado sus propiedades terapéuticas. Hasta en casos de cáncer y sida

El RESURGEN es fabricado con agua de mar diluida y sometida a un campo magnético de 10000 gauss durante un mes

 




El doctor Felicísimo Ramos afirma en su obra El agua magnetizada que el agua magnética es eficaz en el tratamiento de,

abscesos, acidez, acné, afta, alergias, amenorrea, anorexia, artritis, asma, bocio, bronquitis, calambres, cálculo biliar, cálculo renal, cáncer, caspa, cataratas, catarro, ciática, cólicos, colitis, conjuntivitis, convulsiones, debilidad muscular, diabetes, diarrea, dificultades urinarias, dificultades de corazón, disentería, dismenorrea, dispepsia, disuria, diviesos, dolor (de cabeza, espalda, muelas, rodillas, etc.), eczemas, encías, enuresis, escaldaduras, espondilitis, espondilosis, estreñimiento, fiebre, fístula, fisura, flatulencia, fracturas, golpes, gonorrea, gota, hemorroides, hepatitis, heridas, hernia, herpes, hidrocele, hipertensión, inflamaciones, insomnio, ictericia, leucoderma, leucorrea, lumbago, malaria, migraña, nefritis, nerviosismo, neumonía, neuralgia, neuritis, obesidad, palpitaciones, paperas, parálisis, pérdida de memoria, picaduras, piorrea, polio, pólipos, presión arterial alta, problemas de vista, prostatitis, psoriasis, quemaduras, raquitismo, reumatismo, rubeola, sarampión, sífilis, sinusitis, tifus, tiña, torceduras, tracoma, trastornos biliares, tuberculosis, tumores de mama, tumores de útero, úlcera, urticaria, varicela, vegetaciones, vértigo, vómitos, etcétera. Además, mejora la circulación, rebaja el índice de colesterol y potencia el sistema inmune.

Casi nada…
 


 

 





El Agua Magnetizada

Un Nuevo Modelo de Tratamiento en Las Ciencias Médicas
por René F. Espinosa Álvarez A, Jesús F. Novoa Blanco B y José de la Luz Montero García C
 

 

Recibido: 12 de enero de 1996.

Aprobado: 15 de octubre de 1997
Dr. René F. Espinosa Álvarez. Ave 103-B No.2817 entre 28 y 30, Reparto Magdalena, Cotorro, Ciudad de La Habana 40, Cuba.

 

RESUMEN

Se someten a tratamiento 60 pacientes con angina de pecho y 30 pacientes con diagnóstico de várices en los miembros inferiores.

 

Se señala que para lograr la desaparición de los síntomas clínicos de ambos grupos de enfermos, se les indica la ingestión de agua o de otros líquidos previamente magnetizados y se logra una respuesta satisfactoria en la totalidad de los pacientes estudiados.

En la literatura científica existen referencias en relación con la aplicación del campo magnético en la terapéutica de las enfermedades cardiovasculares, la cual se realiza mediante irradiación directa de los pacientes con campos magnéticos de frecuencia controladas.

Las enfermedades cardiovasculares son actualmente las de mayor índice de morbilidad y mortalidad, sobre todo en los países desarrollados, a la vez que ocupan el primer lugar de estos trastornos médicos en términos de costo económico.1

En las últimas décadas se han realizado innumerables investigaciones orientadas a disminuir el índice de morbilidad y mortalidad de las enfermedades cardiovasculares, y en tal sentido la lucha contra los factores de riesgo y la ayuda de la farmacología han sido 2 pilares fundamentales.

Este equipo de investigación consideró utilizar un método físico (agua magnetizada) con el objetivo de lograr la desaparición de los síntomas clínicos, que son expresión de un déficit irrigativo en las enfermedades estudiadas.

A tal efecto se tomaron como puntos de partida los siguientes:

  1. El agua es la sustancia más importante para la vida junto con el oxígeno y constituye del 60 al 70 % del peso corporal de los adultos y más del 99 % de su composición molecular. La célula vive en un medio acuoso y ella misma está formada en gran parte por agua.2
     

  2. El tratamiento magnético del agua está basado en el principio de inducción electromagnética o de Faraday, que evita que se formen incrustaciones calcáreas y paulatinamente elimina las ya existentes en las instalaciones industriales que se forman en los lugares por donde ella circula.3

Es conocido que la magnetización inducida en el agua, además de tener una permanencia (memoria del agua) de unas 24 horas, modifica sus propiedades físico-químicas trascendentes a sus propiedades biológicas y químicas.

 

Se sabe también que modifica su tensión superficial y que tiene otras características que mejoran su comportamiento como solvente y medio para procesos físico-químicos, de modo tal que es presumible que incremente el intercambio líquido a través de las membranas del cuerpo, y por ende, todo el intercambio electrolítico y de otro tipo puede ser favorecido.

Ventajas fundamentales del tratamiento magnético del agua:

  1. No requiere gastos en productos químicos para controlar las incrustaciones.

  2. No requiere seguimiento ni control de la calidad, ni análisis motivados por el propio proceso.

  3. No se altera la calidad del agua.

  4. El tratamiento no sólo impide la formación de nuevas incrustaciones, sino que elimina las ya existentes.4



Métodos
Se realizó el análisis en un grupo de estudio constituido por 60 pacientes con el diagnóstico de angina de pecho espontánea y de esfuerzo, y otro grupo formado por 30 enfermos de várices en los miembros inferiores con sintomatología clínica (dolor, molestias, entumecimiento, calambres, etcétera).

 

Se orientó magnetizar el agua o los líquidos que los pacientes iban a tomar, en una instalación que sólo consta de un imán permanente, colocado bajo el recipiente (plástico, vidrio o aluminio) con agua.

 

El líquido en cuestión se magnetiza en períodos de menos de 30 segundos antes de ingerirse. Todos los pacientes comenzaron el tratamiento a partir de enero de 1993, sin suspender la terapia medicamentosa que llevaban. Se realizó el seguimiento mensual de los síntomas clínicos de las enfermedades estudiadas.

La situación actual del país, impidió la realización de estudios complementarios posteriores al tratamiento con agua magnetizada, tales como,

  • electrocardiografía

  • pruebas ergométricas

  • coronariografías, etcétera,

...ni tampoco se llevaron a cabo estudios anatomopatológicos, por no haber tenido lugar fallecimiento alguno hasta enero de 1994.
 


Resultados
Todos los pacientes dieron buena acogida al tratamiento con agua magnetizada. No se perdió ningún caso, pues la disciplina clínica fue del 100%.

 

Al cabo de los 3 meses de comenzado el tratamiento, se hizo evidente la desaparición de los síntomas clínicos en ambos grupos de estudio, cuestión que probablemente está relacionada con una mejoría funcional vascular y que permite inferir la posibilidad de una mejoría estructural de los pacientes.
 


Discusión
Si bien, hasta donde hemos podido revisar, no hemos encontrado bibliografía que nos permita comparar nuestros resultados, no es menos cierto que se pudieron demostrar los beneficios que reporta el agua magnetizada en el tratamiento de los pacientes sometidos al estudio, lo cual nos estimula y nos abre las puertas a futuras investigaciones vinculadas con el proceder descrito.

Hasta el momento, se conoce la capacidad del agua magnetizada para evitar las incrustaciones calcáreas y de disolverlas, en los procesos industriales.3

 

Sin embargo, existe bajo nivel de conocimiento acerca de sus virtudes aplicables a la salud humana, lo cual explica que nos hayamos visto precisados a seguir la llamada "metódica cibernética de la caja negra" para desarrollar nuestro trabajo experimental.
 


Conclusiones
Se demostró la eficacia de la estrategia terapéutica puesta en práctica, al lograr que desaparecieran los síntomas clínicos de las enfermedades estudiadas.
 


Recomendaciones
Precisar por los métodos requeridos la influencia del tratamiento con agua magnetizada sobre el daño funcional y estructural vascular en estos tipos de pacientes.


Referencias

1. Peeson PB, Mc Dermott W, Wyngaarden JB. Tratado de Medicina Interna de Cecil. La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1984: 1269.
2. Llanio Navarro R. Propedéutica Clínica y Fisiopatología. La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1984:435-6.
3. Ramos Fernández F. El agua magnetizada. Madrid: Ed. Mandala, 1994.
4. Verenguer P. Conferencias, Memorias Técnicas, Magnetizador- Electroimán, 1991.

A. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Asistente del Policlínico Lawton. Ciudad de La Habana.
B. Licenciado en Química-Física. Investigador Agregado. Ciudad de La Habana.
C. Doctor en Ciencias Químicas. Ciudad de La Habana.