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  por 
			Claudia Inés Hernández
 Tel Aviv
 
			2006 
			  
				
					
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						Sobre la autora 
						  
						Claudia Inés Hernández, nació en Rosario,
			provincia de Santa Fe, Argentina, en 1959. 
			Casada con Luis, tiene tres hijos, Leandro, Sebastián e Ignacio 
			(Ohad), y dos nietas Nicole y Candela. 
 Se recibió de maestra especializada en educación primaria en 
			Argentina. Se desempeñó como maestra, especializándose luego en el 
			área de lengua, para el tercer ciclo de la educación general básica.
 
 Emigró a Israel en septiembre del 2001. Hoy reside en Tel Aviv, 
			Israel, trabaja como Baby sitter y es voluntaria en el Jardín de 
			Infantes de "La Escuelita", Escuela para hijos de Inmigrantes 
			Latinoamericanos.
 
 Sus investigaciones por Internet han sido realizadas a través de 
			buscadores, diccionarios médicos, páginas médicas y en especial en 
			la página del Doctor José Larena Avellaneda Mesa y su libro de 
			visitas.
 
 Su capacidad de investigación, así como su entereza al enfrentar su 
			enfermedad la hacen merecedora de futuros reconocimientos en los 
			medios de difusión.
 
 El Editor
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			 Las Palmas de Gran Canaria, España
 
 
			  
			  
			  
			  
			  
			  
			  
			  
			  
			 
			  
			  
			  
			  
			A mi familia y al Dr. Larena  
			 PRÓLOGO
 
			 Con la historia de mi enfermedad en mis manos, termina un largo 
			camino en busca de la verdad de tantos años de sufrimiento. Fueron 
			dieciocho años en los cuales aceptaba todo lo que me decían los 
			médicos con tal de sentirme bien, sana, sin miedos, ni dolor.
 
			  
			Años 
			de no hacerme entender, pues la incomprensión me llevó a pensar que 
			podía padecer una dolencia que solamente yo sentía, y no era visible 
			ante ningún estudio específico, lo que desencadenó a través de 
			tantos años en un diagnóstico psiquiátrico Trauma del pánico (Panic 
			Desorder). Mi mente cansada de querer explicar lo inentendible por 
			los médicos, podía llamarlo de una sola manera ¡LOCURA! 
 DCM (Disfunción Cráneo-mandibular), es el nombre científico de lo 
			que padecía, por eso la importancia de esa sigla, de esas palabras, 
			de esa ciudad borrosa a la cual llegué mal, y donde terminó mi 
			camino de lucha, y donde encontré la verdad. Para muchos médicos, 
			como también para mí, una enfermedad tal vez desconocida, no 
			destacada, pero el tiempo me demostraría, lo valioso que es buscar e 
			indagar hasta en lo más sencillo e irrelevante de cualquier 
			enfermedad, para no padecer años y años de incomprensión y de dudas.
 
 Busco con mi historia una toma de conciencia, por parte de los 
			pacientes y médicos. Estos últimos no pueden quedarse en el tiempo, 
			deben seguir buscando, estudiando, no tienen la verdad absoluta, y 
			para los pacientes, que entiendan, que preguntar más allá, no 
			significa faltar el respeto, o creer que sabemos más, porque 
			finalmente la relación médico-paciente es un intercambio donde tanto 
			uno como el otro deben lograr sentirse satisfechos de la tarea 
			cumplida, pero todos tenemos el derecho de DUDAR, CREER, PREGUNTAR, 
			y llegar a la verdad.
 
			  
			Tomar conciencia que si una enfermedad no es 
			visible, no puede ser tomada solamente desde la perspectiva de la psiquiátría. Quizás aún no se halla descubierto otro medio para 
			diagnosticar rápidamente esto, pero al encontrarlo yo tan fácilmente 
			después de dieciocho años, la pregunta que me queda es:¿ porque 
			ellos que han estudiado para curar no dieron con la solución…? 
 Tal vez, y este es un juicio personal, muy personal. ¿Por qué los 
			encargados de curarnos a nosotros los enfermos no quieren, o no 
			tienen tiempo? Más rápido es diagnosticar algo psiquiátrico, ¿a lo 
			mejor se quedaron estancados en la historia de sus aprendizajes, sin 
			continuar avanzando en ellos?, sin pensar que los que vamos a la 
			consulta somos enfermos reales, con sentimientos y dolores, y nos 
			colocamos en sus manos, pues también psicológicamente estamos 
			preparados y enseñados a creer en ellos.
 
 En mi libro no quiero hacer hincapié en ningún medico en especial de 
			los tantos que visité en aquellos dieciocho años, muchos me ayudaron, 
			otros no me escucharon y no me comprendieron, no faltaron los que me 
			miraron con cara ¡de pobrecita está LOCA! Fueron muchos, de todo 
			tipo y especialidad. A ellos y a las personas que aún sufren sin 
			tener respuesta a su padecimiento, quiero decirles, que si saben 
			escuchar y piden ser escuchados, no será tanto el tiempo para 
			encontrar la VERDAD, YO estoy curada, sin ningún síntoma y no tomo 
			medicamentos, puedo DISFRUTAR DE UNA VIDA SANA, EN PAZ, FÍSICA Y 
			PSICOLÓGICAMENTE.
 
 Finalmente la Disfunción Cráneo-mandibular que padecí, no era 
			INVENTADA, ni LOCURA, era sólo una enfermedad que producía en mi 
			grandes desequilibrios en el sistema nervioso, y por consiguiente en 
			todo mi cuerpo.
 
 Hoy descubro y entiendo que a partir de mi lucha y mi constancia por 
			encontrar la VERDAD de mis llantos, dolores, e incomprensiones, 
			aquella Claudia que no hallaba el camino, logró encontrarlo Después 
			de Caminar Mucho, deambulando de médico en médico, encontré el 
			camino y me dio ganas de VIVIR, DISFRUTAR, REÍR Y de AYUDAR en 
			especial a LOS QUE SUFREN, SIN SABER POR QUE.
 
 A través de Internet se me abrieron las puertas de MI VERDADERA 
			ENFERMEDAD (DCM - Compromiso Articular), Internet, me llevó a 
			conocer al Dr. José Larena Avellaneda Mesa (http://www.step.es/~jlarena/), 
			me llevó a conocer a un MÉDICO con todo el valor que esa palabra 
			conlleva, un hombre que ama lo que hace, que sabe escuchar, que se 
			dedica a CURAR y AYUDAR a los que sufren, de quien aprendí mucho, y 
			a quien le dedico este libro con todo mi agradecimiento por el honor 
			de haberlo conocido.
 
 No puedo olvidarme y sería injusta de mi parte, si no se lo dedicara 
			también a mis hijos, Leandro, Sebastián e Ignacio, a quienes amo 
			profundamente, a Luis, ellos que a pesar de todo estuvieron conmigo, 
			tal vez sin entender, sufrieron junto a mi en esos años de lucha, a 
			mi familia, amigos, y médicos que también pensaban como poder 
			ayudarme.
 
 GRACIAS
 
 
			
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			Inicio del camino
 
			 Un día gris, muy gris en mi casa,hace más de
			dieciocho años, comienza mi sufrir de ALGO que por mucho tiempo no 
			tendría nombre, ALGO que cambiaría mi vida, en todos los sentidos, 
			aunque hoy puedo entender que siempre lo padecí, escondido dentro de 
			mi cuerpo, pero aquel día sólo se presentó fuera, como una crisis de 
			vértigo .
 
 La crisis que experimenté aquella mañana, fue una sensación 
			terrible, un mareo gigantesco, como si estuviera sentada en una 
			calesita que giraba a gran velocidad y no paraba, no se detenía, 
			duró tal vez unos minutos, para mi fue una eternidad.
 
 Aún no puedo explicar en palabras exactas lo que sentí, eso que 
			salió de mi cuerpo y se hacía visible por primera vez. Como el cielo 
			gris de aquel día, así sería por años mi sufrir, gris, triste, 
			desolador. Comenzaría así mi camino, deambulando de médico en médico 
			para logar una mejor calidad de vida, de salud y de comprensión, que 
			creía merecer, pero tardaría años en lograrlo.
 
 Los primeros médicos que visité lo tomaron como ALGO, pasajero, me 
			medicaron con pastillas para mareos y nauseas, tal vez podía ser 
			ALGO en las cervicales... diagnósticos que sólo mostraban un caso 
			más de una enfermedad temporaria, un mal movimiento, ALGO.
 
 Esas horribles sensaciones continuaron a pesar de la medicación, 
			siguieron caídas, la pérdida del equilibrio, sensaciones horribles, 
			me levantaba mareada, tenía nauseas, mis despertares no fueron los 
			mismos, mis días no fueron los mismos, entre inestabilidad, mareos y 
			por consiguiente miedo, desolación y sufrir lo inexplicable.
 
 Recuerdo una caída que me quedo marcada, porque en esa caída sufrí 
			lo que también sufriría después, la soledad, la inseguridad y el 
			desconocimiento, esa fue la caída al abismo de una mente que quería 
			y gritaba que se le diera más que la palabra ALGO, que me dieran una 
			razón por sentirme tan mal. La caída ocurrió a las ocho de la mañana 
			en la fila de la boletería del tren, yo viajaba a la capital, a la 
			casa de una tía, había dejado a mis dos hijos en el jardín de 
			infantes, cuando me di cuenta que otra vez mi cuerpo, no podía 
			controlar mi sensación de inestabilidad, le dije a la señora de 
			adelante que me agarrara, no me escuchó, creo, y me caí, y volví a 
			estar sentada en esa calesita gigante que giraba a mucha velocidad y 
			no paraba, cuando la horrible sensación se detuvo, vi caras que 
			miraban sin entender que me había pasado.
 
			  
			Me sentaron en un banco de 
			la estación, me preguntaron si estaba bien, y me dijeron:¡Claudia, 
			nos vamos, llega el tren, perdona… debemos ir a trabajar! Me quedé 
			sentada en el banco un tiempo indefinido, me sentía mal, agotada, 
			débil, pensaba que lejos quedaba todo, mi casa, el hospital, el 
			jardín. Que lejos estaban todos y yo ahí sola, más sola que nunca. 
			Despacio comencé a caminar a casa, estaba como ida, desolada…así 
			llegué. Le pedí a una vecina que buscara a mis hijos en el jardín y 
			me acosté a descansar.  
			  
			Pensé ir al médico, pero estaba lejos y sola 
			no me atrevía, así que tomé la medicación para los mareos y esperé 
			hasta el otro día para ir. Creo que no supe explicarle lo que me 
			había sucedido, me quedaba otra vez sin palabras para decirle lo 
			real que era mi crisis, otra vez padecer ALGO, ALGO, y así continué, 
			ese ALGO, me producía estar muy mal, pero no había otra explicación.
			
 En el verano viajé a mi pueblo, no me sentía bien, visité a los 
			médicos conocidos de la familia, quienes me hicieron varios estudios 
			y me diagnosticaron un desnivel en el líquido de los oídos, me 
			dieron una luz, pusieron una palabra que suplía ALGO, tal vez podía 
			padecer el SÍNDROME DE MENIERE (enfermedad del oído interno causada 
			por un aumento de la presión del líquido contenido en el laberinto). 
			Sus síntomas se asemejaban a los míos, vértigo, ruidos en el oído. 
			Por fin había encontrado lo que podía suplantar a ese bendito ALGO.
 
 Cuando volví a mi casa con el diagnóstico en la mano, tuve la 
			posibilidad de hablar con mi médico, me indicó que continuara con el 
			remedio para los mareos, y un medicamento que me acompañaría por 
			años, creo por todos los años FOLCODAL 75 (vaso dilatador cerebral) 
			que un día yo sin entender, le contesté al farmacéutico; los médicos 
			me lo recetaron, ante su pregunta: ¿porqué tomaba ese remedio para 
			gente mayor, si sólo tenía veintisiete años?
 
 Luego de la medicación continuaron una serie interminable de 
			estudios, algunos sencillos, otros desagradables, dolorosos, pero yo 
			estaba para eso, porque a través de ellos podría entender porque me 
			sentía tan mal, tan mal. Me sentía mal a pesar de los remedios, no 
			mejoraba mi inestabilidad, tal vez disminuía, pero no terminaba, 
			estaban cada día más interiorizados en mi cuerpo, en mi sentir y 
			sufrir.
 
 Con los estudios y sus resultados también comenzaron mis visitas a 
			diferentes médicos y especialistas, algunos trataron de ayudarme, de 
			apoyarme, pero no sabían cómo. Otros ni se preocuparon, como ese 
			especialista de oído que fui con una carta de mi médico clínico, 
			donde el había escrito lo que estaba padeciendo, sin leer la carta, 
			hizo un bollo y la tiró a la papelera, por lo menos me escuchó y me 
			dijo que siguiera con lo mismo. “Que MENIERE no tenía cura”. Cuando 
			se lo conté a mi médico no lo podía creer. Ni yo, que me sentí tan 
			mal, tan poca cosa ante este hecho, que marcó en parte mi lucha y mi 
			camino a la verdad.
 
 Todo continuó igual, con mi cuerpo cada día buscando defensas para 
			poder estabilizarme, tiempos mejores, tiempos peores, tiempos de 
			alegría, tiempos de soledad y tristeza, con nuevas caídas, con 
			inestabilidad, miedo, desorientación, que me llevaron a estar para 
			los médicos deprimida, a lo cual agregaron a los dos vasos 
			dilatadores diarios y al de los mareos, un antidepresivo, otro más a 
			los muchos que tomaría.
 
 Y otra vez el abismo, cuando fui a la consulta de otro médico del 
			oído que me dijo que mi estado, mi sufrir, NO ERA MENIERE, pues para 
			ser MENIERE, tenía que padecer sordera cosa que no sucedía en mi 
			caso personal. De nuevo la incomprensión y la pregunta. ¿doctor que 
			padezco ? y la respuesta fue ALGO, al que le puso de nombre SÍNDROME 
			VERTIGINOSO, un conjunto de síntomas, o sea estaba enferma tenía 
			ALGO, síntomas que me hacían sentir así de mal, otra vez lo mismo, 
			otra vez volver al principio, otra vez ALGO, que no tenía 
			explicación, sólo yo tenía que encontrar las palabras para explicar 
			de nuevo mi sentir y sufrir a nuevos médicos, porque mis síntomas, 
			mis caídas, mi inestabilidad, no cesaban, seguían en mi como el 
			primer día .
 
 De aquel tiempo me quedó la frase que me acompañaría por años:
 
				
				"SU CUERPO ESTA EN PERFECTAS CONDICIONES. NO HAY NADA QUE INDIQUE 
			ENFERMEDAD”!  
			Pero yo seguía sintiéndome mal... 
 
			
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			Tiempos
 
			 Desde que comenzó todo, hasta quince años después, 
			mi vida la puedo dividir en tiempos buenos y malos. Pues esta forma 
			me permite dividir mis tiempos según mi sentir. Hoy que ya puedo 
			reír y disfrutar las cosas desde otra perspectiva, quiero recordar 
			lo bueno y lo malo, aunque lo malo, dejaría huellas que tardarían en 
			cerrarse, me sirven para hacer un balance entre mi incomprensión y 
			mi alegría.
 
 Los tiempos buenos fueron a mi entender pocos, pero transcurrieron 
			en períodos largos, y a pesar que nunca dejé de sentirme inestable, 
			con naúseas y con todo mi cúmulo de sensaciones extrañas, fueron 
			tiempos de tranquilidad emocional.
 
 El más importante, fue el nacimiento de mi tercer hijo, al que 
			llamaría Ignacio; el comenzó a crecer en mi vientre en medio de 
			interminables y sufridos estudios médicos. Lo que provoco en mi 
			tener mucho miedo durante esos nueve meses; esos meses fueron de 
			gran incertidumbre, pues tal vez, esos estudios podrían haber 
			afectado en parte su desarrollo.
 
 Pero no fue así, gracias a Dios, Ignacio nació bien, hermoso, 
			fuerte, sano y todos los adjetivos que se puedan dar. Yo ya tenía 
			dos hijos Leandro (9) y Sebastián (8), los tres llenaron muchos 
			momentos de aquellos años, no sólo porque los amaba y por la alegría 
			profunda de verlos crecer, sino porque los tres serían un bálsamo a 
			mi sufrir, en una palabra, cubrirían muchos tiempos de dolor y 
			soledad en mi salud.
 
 En esos años construimos con mi esposo Luís nuestra casa, la casa 
			propia, la que habíamos logrado con tanto esfuerzo, y donde 
			encontré al mudarme, tiempos de satisfacción y seguridad, en la 
			calidez de sus paredes, en el verde de su parque, en el calor de su 
			hogar. Mi enfermedad permanecía en mi cuerpo, pero sentía más vigor 
			para seguir buscando mi curación.
 
 Otro logro en ese tiempo, fue haberme recibido de maestra, carrera 
			que siempre me había apasionado. Trabajar como maestra, ayudó mucho 
			a mi sufrimiento, ya que desde ese lugar, podía ayudar a otros, y de 
			alguna manera ser ayudada a estar contenida a pesar de mis síntomas. 
			Seguía buscando mi verdad, como en el aprendizaje que se busca el 
			saber. Ese tiempo lo recuerdo con gran satisfacción, a pesar que 
			para lograr cada día ir a trabajar, debía crear nuevas defensas para 
			estabilizarme, ya que el trabajo alegraba mis días.
 
 Por último, un tiempo importante, que luego me llevaría sin querer a 
			mi verdad y curación, fue mi ALIA, mi radicación en Israel, este 
			país nos ofrecía la esperanza de una nueva vida. Se realizó luego de 
			decisiones muy profundas, de sentimientos encontrados, no fue fácil 
			irnos de nuestra querida Argentina, pero era un desafió que 
			deseábamos afrontar todos juntos, con la esperanza de nuevos aires a 
			nuestra lucha familiar, en lo económico y en calidad de vida.
 
 Israel, con el pasar del tiempo, me demostraría que es un lugar 
			donde el cúmulo de creencias, producen una energía muy positiva, 
			ISRAEL ES LA FUERZA DE LA FE, y esa FE, sería luego la que me 
			mostraría el camino.
 
 Los tiempos malos, no duraban mucho, pero fueron tantos, que al 
			juntarlos se acumularon años de dolor y soledad.
 
 Crisis, caídas, internaciones, alternativas para defenderme de mi 
			inestabilidad, médicos, estudios, más y más...
 
 Cada crisis, cada nueva caída era un nuevo tiempo de miedos, 
			soledad, angustia, sentirme realmente física y psíquicamente 
			destruida.
 
 Cada internación, cada médico, cada examen nuevo, era un tiempo de 
			dolor, de incomprensión, pero también de esperanza, de tener la 
			posibilidad de tener ALGO que los médicos vieran y puedan darme una 
			respuesta a ese ALGO que no tenía explicación y no se veía, que no 
			conformaba a nadie y menos a mi..
 
 Mi cuerpo en ese tiempo, creó defensas concientes y no, para 
			mantenerme en pie, las náuseas matinales me acompañaron todo el 
			tiempo, pensaban en un embarazo, pero eran nauseas provocadas por el 
			desequilibrio de cambiar de posición al levantarme, de allí, miles 
			de cosas más haría para logar que cada día trascurriera lo mejor 
			posible, pero siempre con el miedo a que en cualquier momento podía 
			aparecer otra crisis.
 
 Puedo resumir en ejemplos esos tiempos malos, ellos marcaron mi 
			memoria y los recuerdos con bronca y desesperación. Era terrible no 
			ser entendida, el desinterés de algunos médicos, que finalmente 
			culminaron con el diagnóstico que podía haber ALGO, y ese ALGO, 
			podía ser producido por mi mente, por lógica ALGO psicológico que no 
			se veía, pero estaba ahí.
 
 Un ejemplo claro de esos tiempos malos, fue poder justificar muchos 
			días de licencia por enfermedad en mi trabajo, esa justificación 
			estaba en mano de un médico que estudio mi caso y debía firmar la 
			orden para que yo pudiera cobrar mi salario, de ese médico, sólo 
			recuerdo su mal trato hacia mi, sus gritos y lo que dijo al ir a 
			buscar la respuesta:
 
				
				"COMO SE LE OCURRE A UD, QUE YO JUSTIFIQUE ESOS 
				DÍAS, SI EL 
				SÍNDROME VERTIGINOSO, NO ES UNA ENFERMEDAD, POR FAVOR ¡YA MISMO SE 
			REINTEGRA AL TRABAJO! 
			Me fui de ahí sin poder defenderme de esos gritos, no supe que 
			decir, sólo pude entender en esa respuesta grosera y desubicada que 
			no tenía la menor idea que es un enfermo y el respeto por éste, que 
			el diagnóstico que me acompañó por años, Síndrome Vertiginoso, no 
			era una enfermedad ... Desolada, voy directamente al médico laboral 
			que me correspondía, con bronca, llanto y desesperación, le 
			pregunté:  
				
				"DÍGAME DOCTOR, SI NO ME JUSTIFICAN LOS 
				DÍAS, NO ME IMPORTA, NO ES 
			PLATA LO QUE QUIERO, LO QUE SI, INTENTO SABER QUE TENGO Y QUE DEBO 
			HACER PARA QUE ENTIENDAN QUE ME SIENTO MAL, ¿QUE QUIEREN?, QUE ME 
			CORTE UN BRAZO Y SE VEA SANGRE O ME QUIEBRE UNA PIERNA, QUE TENGO 
			QUE HACER, PARA QUE ENTIENDAN QUE ME SIENTO MAL”  
			A lo cual no tuve respuesta, no se si cobré los días de enfermedad, 
			sólo recuerdo que continuaba, terriblemente desorientada, mal, 
			mareada, pero a pesar de todo, tomé fuerza no se de donde, y empecé 
			de nuevo a trabajar, llena de miedos, de dolor, cuidando cada cosa 
			para que una nueva crisis, una nueva caída no ocurriera. 
 Otro tiempo, que en un primer momento lo tomé como una esperanza, 
			pero hoy lo recuerdo como otro tiempo malo, otro tiempo de aceptar 
			cualquier cosa con tal de sentirme bien, fue cuando mi querido 
			médico clínico Pablo, con el cual pasé gran parte de mi enfermedad,que siempre me escuchó y ayudó en la búsqueda de mi verdad, me miró 
			un día y ante mi llanto y desolación de no encontrar respuesta a 
			nuevos estudios, me dijo:- con respeto, pero también con pena en 
			sus ojos,
 
				
				“Claudia creo que podríamos ver la posibilidad de visitar 
			a un psiquiatra...”  
			Yo que obedecía en todo, salí de ahí y busqué un 
			psiquiatra, con el cual comencé una terapia de casi dos años hasta 
			mi viaje a Israel, el psiquiatra me diagnóstico DESORDEN PÁNICO, y 
			sobre esa base se limitaba mi terapia en busca de estar estable, 
			sana, sin nauseas, sin desequilibrio, sin caídas. La terapia sólo 
			agregó más remedios a mi estado, no me daba las respuestas buscadas, 
			sólo las justificaba, pero a pesar de todo seguía yendo. 
 A pesar de la terapia en mi mente seguía la frase: SU CUERPO ESTA EN 
			PERFECTAS CONDICIONES. NO HAY NADA QUE INDIQUE ENFERMEDAD.
 
 Pero continuaba sintiéndome mal...
 
 
			
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			Sentimientos
 
			 Mis sentimientos, i enfermedad durante tantos años,
 
 marcaron día a día mis estados de ánimo y mi sentir. Trataré en esta 
			lista poner muchos de aquellos sentimientos que sin tener un lugar 
			especial, fueron vividos intensamente por mí.
 
				
					
						
						
						DESESPERACIÓN 
						
						DOLOR 
						
						TRISTEZA 
						
						MIEDO 
						
						SOLEDAD 
						
						AMOR 
						
						ALEGRÍA 
						
						CULPABILIDAD 
						
						BRONCA 
						
						RENCOR 
						
						CARIÑO 
						
						DESORIENTACIÓN.
 
			¡INCOMPRENSIÓN!    
			Con el palpitar de estos sentimientos y sobre todo con el de la 
			incomprensión, mi mente llegó a pedir, rogar que entre los tantos 
			estudios y exámenes a los que me sometieron, tuviera, quizás, un 
			tumor, o una infección visible, para ser entendida, que no me 
			hiciera sentir una mentirosa.  
				
				
				Cómo no entender el cansancio de justificar mi malestar físico!
				
				¿Hasta dónde había llegado mi mente? ¿Cuántos sentimientos 
			acumulados, cuanto llanto, cuanta desolación?
				
				¿Qué era en si DESORDEN PÁNICO? ¿qué sentimientos había en mi que 
			provocaron esta perturbación, esta angustia, este desorden, este 
			desborde solitario y que los descargaba en crisis de inestabilidad y 
			pánico?  
			Los síntomas descriptos por mi concordaban, según el psiquiatra, con 
			este desorden pánico, pero que no cesaban a pesar de la terapia y la 
			medicación. 
 La medicación fue en gran parte contenedora de mis sentimientos, 
			casi todos ellos servían para eso, para sujetar mis sentimientos, 
			pues no había aún nada físico en mi, o sea mis sentimientos fueron 
			medicados.
 
				
					
					
					El dolor, con analgésicos. 
					
					
					El miedo y la angustia, con tranquilizantes. 
					
					
					El desorden, con vasos dilatadores. 
					
					
					La depresión, con antidepresivos. 
					 
			Llegué a tomar diez por día. Pero éste no era el verdadero camino, 
			aun tenía que caminar años de enigmas, pues a pesar de tantos 
			remedios, quedaban dentro de mi los mismos síntomas de siempre- 
			inestabilidad, náuseas, mareos, zumbidos en los oídos, estaban ahí 
			dormidos, pero no cesaba el miedo a una nueva crisis, a una nueva 
			caída, porque ahora entiendo que la medicación sólo producía en mi 
			un medio para estar mejor, eran algo que llegó a engañarme y yo a 
			creer que así podía continuar viva. 
 También ese engaño ayudo a seguir con la frase en mi mente:
 
				
				SU CUERPO ESTA EN PERFECTAS CONDICIONES. NO HAY NADA QUE INDIQUE 
			ENFERMEDAD.  
			Pero no mejoraba, me sentía mal... 
 
			
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			Última crisis
 
			 Nuestra radicación en Israel fue en septiembre del 
			2001 para poder viajar, hicimos varios trámites, entre ellos la 
			historia médica de cada uno de los integrantes de la familia.
 
 Mi historia clínica, escrita por mi médico de Argentina explicaba lo 
			siguiente.
 
				
				-
			ENFERMEDAD ACTUAL: Síndrome vertiginoso asociado a trastornos de la ansiedad (pánico).
				
 - MEDICACIÓN:
 
					
						
						
						Remeron 
						
						Folcodal 75
						
						Modurotic
						
						Rivotril
						
						Alplax 
				(todos estaban 
			explicados con las drogas correspondientes que son universales y los 
			miligramos que tomada diariamente): 
 - DIAGNOSTICO (confirmado o presuntivo):
 
					
						
						
						Síndrome vertiginoso asociado a trastornos de la ansiedad.
						
						
						Estudios tomográficos y audiométricos. NORMALES.
						
						Estudio del flujo carótido NORMAL.
						 
			Con esta hoja que resumía mi estado de salud de casi quince años, me 
			presenté en Israel en la obra social por nosotros elegida. Allí 
			comencé a ser atendida por una médica clínica y una psiquiatra, la 
			cual leyó con ayuda de una traductora la hoja de vida de mi salud y 
			empecé a ser medicada de la misma forma que en Argentina.
 En Israel, el idioma es el hebreo, lo comencé a estudiar apenas 
			llegué, pero para comunicarme con las doctoras necesitaba en un 
			primer momento una traductora, ella lo hacía con muy buena voluntad 
			y cariño, pero creo que nunca pudo transmitir la verdad del sentir 
			emocional y físico que padecía.
 
 La falta de comunicación, sería en mis primeros años en Israel y 
			hasta hoy, algo que empeoraría mi INCOMPRENSION ¡!!
 
			  
			Pero es lo que 
			había y yo siempre obedecía. Con la psiquiatra no hice terapia por 
			el idioma, pero iba a la visita mensualmente por la medicación, y a 
			través de la traductora al principio y luego sola como podía, 
			explicar mi estado de salud. 
 El 24 de mayo del 2003, cumplí las bodas de plata. Con mi esposo, 
			pasamos el día en el Mar Muerto. A partir de ese día mi salud, mi 
			estabilidad comenzaba sin explicación a tener una recaída, visité a 
			mi médica y a un médico del oído, pero no encontraron nada anormal, 
			y el día veintisiete de mayo, nuevamente el abismo, una nueva crisis 
			y una nueva caída en mi trabajo.
 
 Mis dos hijos mayores me llevaron de urgencia al médico del oído, 
			que sin entender porque no podía mantenerme en pie, me derivo al 
			hospital, fui atendida en la guardia e internada ante mi intensa 
			crisis de desequilibrio en la sección de neurología, pensaban que 
			tenía ALGO, en la cabeza, un tumor, ALGO. Me realizaron una 
			tomografía computada, de la que no sabría el resultado, hasta varios 
			días después.
 
 Esa internación, esos días en el hospital, fueron los días más 
			terribles de todos los años de mi enfermedad. Tuve que afrontar la 
			falta de idioma, por lo tanto no ser entendida, no sabían porque me 
			caía, y yo no sabía cómo explicar esos quince años de ALGO que sólo 
			tenía interpretación psíquica.
 
			  
			No quisieron ponerme alguien que me 
			ayudara con el idioma, llamé a la señora que me traducía en la 
			clínica, ella se comunicó con el hospital y me contó que estaban 
			haciendo todo por mi, no entendí ¿que?, nadie venía a verme, los 
			médicos me miraban con cara de qué tendrá ..., eso me produjo más 
			desolación, confusión, MAS INCOMPRENSIÓN. TODO EMPEORABA. 
 Prefiero no comentar en detalles los terribles días que pasé en el 
			hospital, porque me hace mal, me duelen mucho, me dan mucha bronca e 
			impotencia. Lo que si puedo decir, que no sé de dónde saqué fuerzas 
			para caminar sin caerme, agarrada a una silla de ruedas, recorrí 
			sola el hospital en busca de alguien que me ayudara con el idioma y 
			poder entender a los médicos, me tenían tirada en la cama sola y sin 
			explicaciones. Finalmente una empleada amable, hija de españoles, me 
			ofreció su ayuda con el idioma ante mi pedido desesperado. Sólo se 
			que los demás, los que tal vez me pudieron ayudar me dejaron sola, 
			pero esta señora se compadeció de mi y fue a la habitación con los 
			médicos y me tradujo lo que transcribiré textualmente:
 
 "Los médicos me dicen que en la tomografía, no sale más que un punto 
			blanco, no saben si es un punto en tu cabeza o el tomógrafo funciona 
			mal (textuales palabras). Si lo deseas te podes quedar internada 
			unos días más y te van a hacer una resonancia magnética, que puede 
			llevar días, pero si te vas con el alta médica, ese estudio llevará 
			mucho más tiempo, porque los médicos piensan que podes tener ALGO en 
			la cabeza, pero en este momento no tienen respuesta".
 
 Les solicité el alta médica, deseaba huir de ese lugar, no me 
			importaba cuanto tardaría el estudio, no quería pasar una hora más 
			en el hospital, donde veía caras de médicos desamorados, insensibles 
			ante mi sufrir, ante mi inestabilidad y mi falta de respuestas 
			claras, la falta de idioma, por lógica, no ayudaban a entender que 
			tenía.
 
 El día dos de junio por la tarde fui dada de alta, con una carta que 
			me acompañaría por muchos médicos más, Trauma del Pánico (Panic 
			Desorder), el diagnóstico, y la orden para una resonancia magnética. 
			Salí con millones de preguntas, sin respuestas …
 
 Llegué a mi doctora quien trascribió la carta en su computadora (en 
			Israel, no existen carpetas médicas como en Argentina, está la 
			computadora que guarda tu historia que a mi humilde entender enfría 
			la relación médico -paciente, sólo la psiquiatra tenía carpetas de 
			sus pacientes, las guardaba bajo llave, eran secreto profesional, 
			¿pero hasta dónde era secreto, si yo para hablar con ella necesitaba 
			traductora ?).
 
			  
			Mi doctora y también la psiquiatra encasillaron mi 
			sufrir con las palabras PÁNICO DESORDEN, la que venían del hospital, 
			donde se entiende hay médicos especializados, diagnóstico que no me 
			conformaba por el estado deplorable en el que me encontraba, física 
			y psíquicamente.  
			  
			Pero en mi mente seguía de alguna manera con la 
			frase de siempre:  
				
				SU CUERPO ESTA EN PERFECTAS CONDICIONES. NO HAY NADA QUE INDIQUE 
			ENFERMEDAD.  
			Pero continuaba sintiéndome muy, muy mal... 
 
			
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			Preguntas
 
			 El tiempo de mi vida enferma, estuvo cargado de...
 
 ...PREGUNTAS…...
 
 No fue un día, una semana, un mes, un año, sino años de preguntas 
			con o sin respuestas aceptables, unas ayudaban a entenderme, otras 
			conformaban la situación del momento, otras muy académicas, otras 
			muy filosóficas. Pero hoy puedo decir sin culpa, que esas respuestas 
			sólo produjeron en mi más PREGUNTAS, pues sólo justificaban en parte 
			porque mi cuerpo no podía lograr una verdadera estabilidad física y 
			psíquica.
 
 Todo ese cúmulo de preguntas y respuestas, creo... fue lo que 
			provocó en mi cuerpo, en mi sentir, en mi mente, una única 
			respuesta, estaba ¡LOCA!
 
				
					
					
					¿Por qué esa palabra tremenda? 
					
					
					¿Tal vez por las preguntas sin 
			contestar que aún estaban en mí?
					
					¿Cómo todos mis estudios daban 
			normal, si yo me
			sentía mal? 
					
					¿Qué enfermedad padecía? 
					
					
					¿Mi mente inventaba mi sufrir?
					
					
					  De ser así ¿por qué mi mente producía esos
			síntomas? 
					
					¿Sentía o inventaba? 
			A esas preguntas se sumaban otras que no podía responder ni 
			comprender: 
				
					
					
					¿Cómo tenía una familia a pesar de mi falta de salud? 
					
					
					¿Cómo crié a mis tres hermosos hijos? 
					
					
					¿Cómo pude estudiar y ejercer mi profesión de maestra?
					
					¿Cómo pude ser mujer, amiga, hermana...? 
					
					
					¿Cómo pude vivir? 
					
					¿Cómo…?  
			Qué fuerzas dentro de mí hacían que a pesar de todo siguiera 
			adelante con mi verdad, a pesar de sentirme culpable por mi falta de 
			SALUD y mi LOCURA. A lo mejor mis fuerzas eran producto de esas 
			respuestas insatisfechas. Porque yo no... MENTÍA ! 
 Porque deseaba profundamente estar bien a pesar de TODO Y TODOS!
 
 ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? continuaron mucho más tiempo, después de mi 
			última crisis,
 
				
					
					
					¿Pero qué me pasaba, ya que cada día estaba peor?
					
					
					¿Por qué había llegado al estado de tener que caminar agarrada de 
			las paredes?
					
					¿Mi voz se estaba yendo, ya no podía emitir más que 
			sonidos? 
					
					¿El dolor de cabeza, no cesaba, ni la compresión de
			mi cara? 
					
					¿Mis ojos no se quedaban quietos? 
					
					
					¿Por qué las nauseas, 
			la inestabilidad, los mareos? 
					
					¿Por qué estaba débil, triste, 
			deprimida, nerviosa,
			llorona, confusa, incomprendida? 
					
					¿Por qué me sentía tan terrible, a 
			pesar del
			cargamento de medicamentos diarios? 
					
					¿Por qué no mejoraba? 
					
					
					¿Por qué 
			sólo volvía a recibir como respuesta la
			palabra ALGO, por parte de los médicos? 
					
					¿Por qué?  
			En esa desesperación de preguntas sin respuestas, mi terror, mi 
			miedo hizo que fuera a la Iglesia a buscar una ayuda de otro tipo. 
			En aquella capillita, en esa capillita de la época bizantina me 
			arrodillé frente a DIOS, le recé y mirando a JESUS a los ojos, le 
			rogué y le pedí:  
				
				POR FAVOR DIOS AYÚDAME A ENCONTRAR EL CAMINO, SIENTO QUE ME ESTOY 
			MURIENDO POCO A POCO, TE LO PIDO CON TODA LA FUERZA DE MI FE!!!
				 
			Al salir de ahí, en mi mente continuaba la frase:  
				
				SU CUERPO ESTA EN PREFECTAS CONDICIONES NO HAY NADA QUE INDIQUE 
			ENFERMEDAD.  
			Pero ya no podía más... 
 
			
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			Internet
 
			 Una vez viendo una película dijeron una frase que 
			después sería para mí, la respuesta que estaba buscando.
 
				
				"CUANDO LA MEDICINA NO TIENE RESPUESTAS, APARECE DIOS" 
				 
			Que frase más justa para lo que vendría. Por fin, mi pedido, mi 
			ruego, mis rezos habían sido escuchados en aquella capillita. 
 La verdad de la frase llegaría tres días más tarde, a través de mi 
			correo electrónico, en una carta de mi querido tío Clarence, desde 
			Buenos Aires, donde me daba el nombre de una enfermedad que podía 
			ser lo que me estaba afectando. Ningún médico había sospechado de 
			esa enfermedad, llamada SÍNDROME DE COSTEN...
 
 En un primer momento pensé, ¿otro síndrome? ¿Otro conjunto de 
			síntomas?, ¿Pero por qué no buscar que era?, ¿Por qué no? Todo era 
			posible ante el estado en el que me encontraba. Comencé a buscar por 
			Internet esa enfermedad, para saber qué era, y descubrí lo 
			siguiente:
 
 SINDROME DE COSTEN, es el nombre de una enfermedad, que se le dio a 
			las investigaciones hechas por el otorrinolaringólogo, James Costen, 
			en 1934. En su investigación Costen hace una relación, entre un 
			conjunto de síntomas y los desórdenes funcionales en la Articulación 
			Tempero Mandibular (ATM), lo que producía en diferentes pacientes 
			sintomatologías leves o severas, entre las cuales encontré muchas de 
			las mías.
 
 Entendiendo esto, continué buscando, páginas que me pudieran ampliar 
			este Síndrome y encontrar la punta de un gran iceberg, de un nuevo 
			desafió por lograr mi curación.
 
 Entre las muchas páginas Web que hablaban del tema, encontré una en 
			especial, que no sólo hablaba del Síndrome de Costen, sino de otra 
			enfermedad que se asociaba a la de Costen, DCM (Disfunción 
			Cráneomandibular), escrita por el DR JOSE LARENA AVELLANEDA MESA, 
			Estomatólogo (médico-dentista, especializado en enfermedades de la 
			boca y los dientes), en DCM, desde Las Palmas de Gran Canaria, Islas 
			Canarias en España el escribía sobre su propia investigación.
 
			  
			El 
			había hecho estudios específicos sobre el tema, su página estaba 
			llena de palabras sencillas que cualquier persona, sin ser médico 
			podía entender, en ella explicaba, cada cosa, Qué era ATM; qué era DCM; qué síntomas producían en los enfermos que padecían esta 
			enfermedad con una claridad que me llevó a entender, que yo padecía 
			casi el ochenta por ciento de todos los síntomas descriptos por él 
			en su página Web.  
			  
			También explicaba su origen, sus causas, 
			tratamiento, prevención y un apartado especial, al que el Dr., 
			llamaba COMPROMISO ARTICULAR (Tema específico investigado por él, 
			conjuntamente con un grupo de médicos especializados en el tema), 
			que culminó por hacerme entender que eso que el doctor explicaba tan 
			sencillamente, podía ser lo padecido por mí en esos años. 
 ¿Por qué no creer que podía ser eso?
 
 ¿Quién me podía decir que esto no tenía nada que ver conmigo, con mi 
			padecer, con mi interminable sufrir?
 
 ¿Por qué no tener una esperanza?
 
 ¿Por qué no?
 
 Así que después de leerla, releerla, una y otra vez, encontraba en 
			cada renglón, en cada frase, en cada apartado, con gran sorpresa las 
			respuestas tan esperadas, sin querer ilusionarme demasiado, ese día 
			al encontrar la pagina Web del Dr. Larena, por primera vez, y 
			después de estudiarla profundamente, comenzaba a cambiar la frase 
			que tenía grabada en mi mente:
 
				
				SU CUERPO PUEDE NO ESTAR EN PERFECTAS CONDICIONES…
				PUEDE HABER ALGO QUE INDIQUE ENFERMEDAD
 
			Y aunque estaba mal, surgía una esperanza... 
 
			
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			Pedido de auxilio
 
			 La página Web, del Dr. Larena, tenía además de todo
			lo descripto, un apartado que él lo denominaba libro de visitas. En 
			él, todos las personas que quisieran podían escribirle, estaba para 
			eso, para escribir, sobre nuestras dudas, nuestras preguntas, 
			escribir...
 
			  
			Allí leí muchas cartas de personas desconocidas, que 
			padecían los mismos síntomas, en forma igual o parecida a los míos, 
			o sea no era la única, eso hizo que inmediatamente escribiera la 
			primera carta, pidiendo AUXILIO, una carta desesperada, o sea una 
			carta no literaria, sino de una persona en un estado de salud malo, 
			necesitada de respuestas y ayuda. 
 Primera carta de auxilio:
 
				
				Nombre: Claudia Glassel.  
				Ciudad: Kiriat Gat –Israel 
				 
				Edad: 44 años 
			 
				Fecha: 12/06/03 
 “Estimado Dr., hace exactamente dieciocho años padezco una 
			enfermedad que tiene síntomas similares a los usted mencionados, me 
			han tratado por Meniere, tengo vértigos, mareos constantes, falta de 
			equilibrio, tengo una caída constante hacia el lado derecho, 
			problemas oculares, mi enfermedad es como que se duerme y se 
			despierta en forma muy alterada y fuerte, pero jamás dejé de estar 
			desequilibrada, esto me ha provocado pánico, del que me estoy 
			tratando.
   
				Necesito, si no le es molestia poder ayudarme, o darme una 
			pista ya que los médicos no saben lo que es, me han realizado todo 
			tipo de estudios, los cuales dan bien, pero mi malestar físico y mi 
			falta de equilibrio no me permiten seguir así. Estimado Dr. sé que 
			le parecerá extraña mi consulta, pero ya no se que pensar, no es una 
			enfermedad que se vea, por lo tanto yo y sólo yo se lo que siento, 
			mi familia me acompaña pero aún tienen más dudas que yo, por eso le 
			agradecería que me conteste, aunque sea que esta nota llegó y si tal 
			vez mi enfermedad es la que me han mandado desde Argentina. 
				   
				Desde ya 
			muy agradecida, con el respeto que me merece un cordial saludo
				 
				Claudia Glassel”.  
			Un día después, el 13/06/03, vuelvo a escribir en el libro de 
			visitas, otra carta casi similar a la anterior pero en ella agregaba 
			lo siguiente:  
				
				“Necesito con urgencia una respuesta a mi enfermedad, el Síndrome de 
			Costen, el cual estoy totalmente segura padezco, en estos años . 
			Jamás se me hubiera ocurrido que el problema que padezco es bucal, 
			no tengo ya dientes propios, sino prótesis en toda mi boca, y es tan 
			fuerte esto que siento que NECESITO DE SU AYUDA ¡!, QUE HAGO DR?, 
			para que en el menor tiempo posible comience a sentirme mejor.
				   
				Le 
			aseguro que jamás ningún otorrino, ni neurólogo, me dijo de este 
			síndrome y a mi no se me hubiera ocurrido ir a un médico dental. Tal 
			vez usted conozca a donde acudir acá en Israel, por lo que desde ya 
			y sin miedo a ser pesada, sino cansada de mi dolencia es que me 
			atrevo a preguntar y solicitar su ayuda, desde ya muchas gracias, 
			con todo mi corazón y la esperanza de mi pronta mejoría lo saludo 
			atentamente,  
				Claudia Inés Hernández de Glassel.”
				 
			El día 15/06/03, yo estaba en mi casa, recién me levantaba y al 
			abrir mi correo electrónico me encuentro ante mi sorpresa y mi 
			alegría la respuesta del Dr. Larena en la que me respondía lo 
			siguiente:  
				
				“Estimada Claudia Hernández: 
 Si es portadora de prótesis completas, superiores e inferiores, haga 
			el favor de quitárselas durante unos días, sin ponérselas PARA NADA, 
			y si padece un Costen, le desaparecerán totalmente los síntomas.
 
 Hágalo y me escribe con los resultados.
 
 Saludos
 
				Dr. Jlarena.”  
			Que felicidad !!!, el Dr. me había contestado, me estaba dando una 
			punta, un camino, como siempre obediente sin esperar un segundo me 
			saque las prótesis (las que no usaría por meses), eso fue por la 
			mañana, a la noche conteste al Dr. no sólo por mi ansiedad, sino 
			porque estaba llena de luz, de ganas, no podía creer que me hubiera 
			contestado.  
				
				“Estimado Dr.: 
 Un millón de gracias, su respuesta llegó en el momento justo, ya que 
			no estaba nada bien, hice lo que me ha dicho en forma inmediata, ya 
			que poseo prótesis superiores e inferiores, en el transcurso del día 
			sólo he sentido mis oídos un poco descomprimidos, sólo eso, lo 
			tendré al tanto.
 
 Deseo agradecerle con toda mi alma, agradecerle y saludarlo 
			atentamente, con el respeto que usted se merece.
 
				Claudia Inés 
			Hernández de Glassel.”  
			Su respuesta a mis cartas de auxilio no se hizo esperar y llegó a mi 
			correo, su segunda respuesta en ella me daba ánimo y consejos con 
			palabras sencillas:  
				
				Estimada Claudia:  
				“Este tranquila y siga las instrucciones que le digo para saber con 
			relativa seguridad qué padece y procurar solucionarle su problema.
				
 Por ahora no use las prótesis para NADA, ni para salir a la calle, 
			aliméntese a líquido y anote los síntomas que van desapareciendo y 
			los que van quedando. Dígame por que lado masticaba antes, si lo 
			sabe con seguridad y si siempre lo hizo por el mismo lado de 
			masticación.
 
 Saludos
 
				Dr. Jlarena.”  
			Estaba FELIZ !!!, por fin otra posibilidad de curarme, Dios me había 
			dado su ayuda. Mi mente no se por qué, ya pensaba: 
				
				QUE PODÍA TENER ALGO FÍSICO. UNA ENFERMEDAD REAL.
				 
			Comenzaban días de esperanza... 
 Nota del Editor: Todas las cartas escritas por mi al Dr. Larena se 
			encuentran en el Libro de Visitas de su página Web, lo que no así 
			sus respuestas, que al ser personales, las guardo, en un apartado de 
			mi correo electrónico, desde aquel día 15/06/03, y ya son más de 
			cuarenta.
 
 
			
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			Búsqueda
 
			 A esas cartas de auxilio continuaron otras cartas de intercambio 
			entre el Dr. Larena y yo. Intercambio no sólo de preguntas y 
			respuestas, intercambio del ALGO, que yo buscaba por años, 
			COMPRENSIÓN.
 
 La página Web que estaba escrita en español e inglés, me dio la 
			posibilidad de ir a ver a mi médica y pedirle una orden para un 
			dentista maxilo-facial, especializado en ATM .La doctora no muy 
			contenta, (opinión personal), me la dio, pero para ella mi 
			diagnóstico estaba ya cerrado en Trauma del Pánico (Panic 
			desorder).
 
 Con esa carta llegue al dentista en compañía de una amiga que 
			hablaba hebreo, le trate de explicar, le entregué la carta de la 
			doctora de familia, la página del Dr. Larena en inglés y en cinco 
			minutos, y no miento, en cinco minutos me dijo lo siguiente:
 
				
				“Usted padece una enfermedad crónica, qué se le va hacer, tome estos 
			analgésicos, este antibiótico por si hay infección y póngase paños 
			de agua caliente en cada lado de la cara “  
			Creo, no se, me parece que se despidió, y terminó la consulta, nada 
			más, salí de ahí, entendiendo menos de lo que sabía al entrar... 
 Para mi cada día que pasaba, estaba más convencida que lo que 
			hablaba el Dr. Larena en su página, no era descabellado, por eso 
			comencé en forma particular, ya que la obra social no cubría este 
			tipo de médicos a buscar un Estomatólogo, lo encontré en Tel Aviv, 
			era argentino, le hablé por teléfono, me dio la cita y me dijo que 
			la consulta costaba cien dólares.
 
 Fui con mi amiga aunque el médico hablaba español, ya que mi estado 
			de estabilidad, seguía siendo malo. Llegué tarde unos minutos por 
			problemas con el tren, pero me atendió igual, eso si, descontando 
			del tiempo de mi consulta los minutos de retraso. Le expliqué a mi 
			humilde entender qué padecía, le mostré los escritos del Dr. Larena, 
			la carta de mi médica que siempre me acompañaba, y la radiografía 
			panorámica de mi boca que él me había solicitado.
 
			  
			Después de 
			moverme, apretarme la cabeza, mover mi mandíbula de un lado a otro, 
			y llegar a marearme, lo mire y le dije ¿qué tengo doctor?, no 
			olvidaré sus manos debajo de su barbilla y su cara de saber, 
			(opinión personal), aquella conclusión:  
				
				“Yo creo que usted primero debe ponerse las prótesis sino se le va a 
			deformar la boca, segundo tiene una gran compresión en la cabeza, 
			póngase paños de agua caliente en la frente, en la mejillas y en el 
			cuello cuatro veces al día y tercero vaya a su psiquiatra y dígale 
			de mi parte que le agregue VALIUM, eso la va a ayudar a 
			descomprimir, y vuelva en un mes, estudiaré su caso” 
			Tardó veinte minutos, porque como dije antes llegué tarde, me cobró 
			los cien dólares y salí de ahí, con un ataque de nervios, menos mal 
			que estaba con mi amiga, porque de la bronca y del mareo que me 
			había provocado moviéndome tanto la cabeza, hubiera llegado a otra 
			crisis de inestabilidad. El primer paso para él era OTRO REMEDIO. 
			¡No lo podía creer, llegué a mi casa y tiré a la basura TODOS, los 
			medicamentos que tenía y pensé en mi desolación, mejor morir sin 
			remedios! 
 Después de eso, triste y llorando le escribo al Dr. Larena y le 
			explico lo siguiente el 22/06/03:
 
				
				“Estimado Dr. Larena: 
 Hoy he asistido a la consulta con el Estomatólogo en Tel Aviv... (Le 
			relato todo) y además escribo, otro día sin respuestas, estimado 
			Dr., no deseo molestarlo más, ¿pero puede ser que mis síntomas sean 
			por un estado psiquiátrico, que data de dieciocho años y de tensión 
			muscular?
   
				Dr. ¿Qué tendrían que hacer los médicos de acá para darse 
			cuenta de que es la verdad?, mis preguntas son muchas, ya no 
			descarto nada, sólo se que desde que no uso las prótesis he mejorado 
			mucho mi estado anterior, aunque persiste en menos grado la 
			inestabilidad y los demás síntomas, y eso no sólo lo siento yo, sino 
			también mi familia y mis amigos y ya no tomo más medicamentos, se 
			terminaron, basta de drogas. ¿Por eso qué me aconseja?  
				Gracias, 
			 
				Claudia.”  
			La respuesta llegó el día 24/06/03, en la que el Dr. contesta a mi 
			desesperación:  
				
				“Estimada Claudia: 
 Siento que no le crean, que mis colegas sigan con su “miopía” en 
			todo este asunto del compromiso articular.
 
 Creo que usted no inventa nada y que por lo tanto no sufre de 
			enfermedad psíquica ninguna, y usted no tiene que demostrar nada a 
			nadie, sencillamente tener la suerte de encontrar un médico que sepa 
			lo que padece y solucionarle su problema.
 
 Saludos
 
				Dr. Jlarena.”  
			Esa contestación me tranquilizó bastante, pero seguía sin encontrar 
			acá en Israel quien pudiera dar con mi padecer. Asisto de nuevo a mi 
			doctora y le solicito una nueva orden para el departamento 
			Temporo-mandibular del Hospital Kaplan, tenía el dato que había 
			buenos médicos allí, la doctora al principio se niega porque no cree 
			mucho lo que digo (opinión personal), más aún cuando le comunico que 
			había tirado toda la medicación y no las tomaba más, su enojo era 
			tal, que yo como no entendía mucho hebreo, no puedo decir con 
			exactitud, pero sólo se que me dijo que yo no tenía por qué hacer 
			eso sola, no quise escuchar más y le pedí de nuevo la orden y de muy 
			mala gana me la dio por fin. 
 Pedí un turno en la sección Temporo Mandibular del hospital Kaplan, 
			y por suerte los miércoles había un médico que hablaba español, por 
			lo que solicité el turno. Asisto acompañada por mi esposo y mi hijo 
			menor que entró conmigo, le explico al Dr. que padecía, le entrego 
			todo lo que tenía, la orden de la doctora, la página del Dr. Larena, 
			me mira la boca por dentro (yo nunca más me había vuelto a poner las 
			prótesis), se da vuelta y en hebreo le habla a la enfermera, mi hijo 
			menor que si entendía hebreo me dice – mamá vamos te están tratando 
			de loca ... Salimos, esperamos la carta para la médica de familia, y 
			en ella lo único que pone es que padezco PÁNICO DESORDEN.
 
 Por más naturalidad, por más respeto que ponía en decir que sentía, 
			no me entendían, y en una de sus cartas el Dr. Larena me decía que 
			nadie debería sentirse ofendido si yo explicaba lo que podía padecer 
			con el compromiso articular, si solicitaba que fuera palpada en el 
			fondo de mi articulación bucal y comprobar la patología del 
			compromiso articular, pero ni en español me entendían...
 
 En mi deambular en Israel, de médico en médico, igual que en 
			Argentina, sólo encontré más incomprensión a mi sufrir, por lo que 
			me di cuenta que lo que más pesaba, lo que más valía, no era mi 
			respeto, ni tener interés en escucharme, la naturalidad, las cartas, 
			la página Web, lo que más pesaba era la carta con mi diagnóstico 
			PÁNICO DESORDEN. Era una mujer marcada.
 
 PERO SEGUÍ BUSCANDO MI VERDAD. AHORA SABIA QUE ESTABA ENFERMA.
 
 Pero continuaba sin encontrar al médico adecuado…
 
 
			
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			Lo que entendí y aprendí
 
			 En una de las cartas el Dr. Larena me hace cinco
			preguntas, que al respondérselas comprendí, que había encontrado las 
			palabras para describir mi enfermedad y que fueron entendidas, cosa 
			que hasta ese momento no había sucedido, esas preguntas eran:
 
				
					
					
					¿Qué síntomas le van quedando?
					
					
					¿Cuáles le han desaparecido? 
					
					
					¿Cómo y dónde es el dolor que siente? 
					
					
					¿Cuándo tiene en el día más 
			dolor? 
					
					¿Cómo sigue de los mareos? 
			Esas preguntas la respondí el día 25/06/03…  
				
				“Estimado Dr. Larena: 
 Cada vez estoy entendiendo más mi enfermedad, lo que me ayuda a 
			seguir en busca de un profesional, que logre entenderme y curarme. 
			En su respuesta, la que agradezco profundamente, hay preguntas que 
			me he ido contestando en estos días y quisiera respondérselas:
 
					
					
					Los síntomas que aún tengo, pues parece estoy más atenta a ellos, 
			son: zumbidos en los oídos, un poco de dolor en el compromiso 
			articular derecho, molestia y dolor en el oído derecho, 
			inestabilidad al salir a la calle o en mi casa (no todo el tiempo), 
			a veces dolores en la sien derecha y visión no buena (veo por 
			momentos doble). 
					
					Me han desaparecido, el mal humor,( ahora me río y no estoy 
			enojada), el decaimiento general, he vuelto a tener voz, aunque más 
			grave, la angustia constante, las náuseas, los vómitos, el miedo a 
			salir sola por mis caídas, el malestar constante en mi boca y en 
			toda mi cara( como si ahora estuviera relajada) 
					
					El dolor que siento en este momento es mi oído derecho, es como si 
			todo el tiempo tuviera algo dentro de él ( no es fuerte, es 
			constante), lo que hace que continuamente me toque para ver que hay, 
			la mandíbula derecha a la altura de la articulación, pero no sólo 
			por dentro, sino por fuera como un calambre, a veces dolor en la 
			sien derecha, el cuello como contracturado sobre todo de tarde, por 
			la noche y cuando duermo (mi cuello al moverse en la cama está como 
			contracturado, uso ahora almohadas altas, he notado que con ellas mi 
			cuello está mejor), el dolor en mi brazo derecho, el traumatólogo me 
			mandó quimioterapia (sic. Fisioterapia), pero ahora dudo que no sea 
			de mi enfermedad ( no voy a dejar de hacer las mismas a pesar de mis 
			dudas), este dolor no es sólo cuando uso el brazo, sino estando 
			quieto también, sobre todo del codo a la mano. 
					
					Tengo más dolores en el transcurso del día, del mediodía a la 
			noche, ya no me levanto con nauseas y mareos bruscos, pero a medida 
			que pasa el día aumentan los mismos. 
					
					Con respecto a los mareos como le conté antes, tengo una 
			inestabilidad hacia el lado derecho, mareos pocos, mas bien como que 
			floto y a veces mi visión, como va empeorando en el transcurso del 
			día no me permite estabilizarme en el espacio. Eso es por ahora lo 
			que más noto en mi, pero ayer Dr. volví
			a leer y ver las fotos del compromiso de 
					
					su página Web, hice 
			nuevamente lo que usted me mandó, me toqué dentro de mi boca a la 
			altura de los compromisos articulares y noté que dentro de mi boca, 
			el compromiso articular del lado izquierdo, es diferente al derecho, 
			el derecho es más grande, está como inflamado, como que ocupa mucho 
			espacio y al apretar me duele, no tanto como hace días, pero 
			continúa el dolor, en cambio en el izquierdo cuando aprieto es sólo 
			una molestia y se palpa chico y hueco al final. 
				Dr. esto es lo más 
			importante en estos días sin las prótesis, sólo me queda preguntarle, si los síntomas sin las prótesis, desaparecerán paulatinamente o 
			sólo con la ayuda de un profesional para ver el tratamiento 
			adecuado, se irán definitivamente ¡!.No se si me entiende la 
			pregunta, sólo que mi duda es si a pesar de no tener las prótesis, 
			¿es normal seguir teniendo ciertos síntomas?    
				Estimado Dr. me 
			despido, con la seguridad que entenderá mis palabras y enviándole 
			desde acá todo mi agradecimiento y mí respeto,  
				atentamente  
				Claudia.”  
			La respuesta a esta pequeña historia clínica de mi estado de salud 
			llego el día 26/06/03  
				
				Estimada Claudia: 
 No se preocupe por el error, ya me lo imaginaba (esta aclaración del 
			Dr. la hace porque le escribí nuevamente, pidiendo disculpas por 
			escribir quimioterapia en vez de fisioterapia en mi carta)
 
 Por lo que describe en el e-mail la sintomatología es más por su 
			lado derecho. Bien, lo frecuente es que el compromiso sea debido al 
			llevar, al usar las prótesis, un compromiso prótesis- hueso uni o 
			bilateral, pero puede ocurrir que también se produzca un compromiso 
			hueso-hueso, maxilar-mandibular y también uni o bilateral. Espero 
			que me entienda. En su caso y sin verla no me atrevo a asegurar 
			nada, pero por lo que va narrando, puede que haga con las prótesis 
			compromiso bilateral prótesis- hueso y sin las prótesis compromiso 
			hueso- hueso unilateral derecho. Con lo que quiero decir que con o 
			sin prótesis puede tener compromiso y entonces no le desaparecerán 
			sin tratamiento los síntomas que le quedan por su lado derecho.
 
 Mire Claudia no se asuste por lo que le voy a decir ¿por qué no 
			prueba a volver a ponerse las prótesis para masticar y comprobar que 
			le regresa de la sintomatología que le había desaparecido? Esto 
			sería sólo para comprobar el diagnóstico. Lo dejo a su libre 
			elección por si le quedan dudas. Otra cosa, por favor duerma sobre 
			su lado izquierdo.
 
 Hasta mañana
 
				Dr. J Larena.”  
			Ante esa respuesta, no dude en seguir sus instrucciones y me coloqué 
			nuevamente las prótesis, a lo cual sigue mi relato del día 29/06/03.  
				
				“Estimado Dr. Larena: 
 Luego del viernes pasado, el cual fue terrible para mi, estoy acá un 
			poco mejor para contarle mis síntomas al colocarme nuevamente las 
			prótesis. Tras colocarme el día jueves por la tarde, a las cuatro 
			horas, comencé con nauseas, las cuales creí, sería por el poco uso 
			de las mismas, en las últimas semanas. Luego dormí toda la noche con 
			ellas muy mal, con pesadillas y malestar, con problemas de estómago 
			o hígado. Al despertarme estaba con un fuerte mareo y vértigo, la 
			vista no se quedaba quieta, todo se movía a mi alrededor, lo que 
			provocó, un gran malestar en mi, con nauseas, con dolor en la cara 
			como si tuviera fiebre en ella.
   
				El ojo izquierdo comenzó a moverse y 
			a molestarme, me continuaba con fuerza el zumbido en los oídos, el 
			malestar general, me continuó todo el día, con todos lo síntomas 
			anteriores, con angustia, llanto, muy feo, me saqué las prótesis, 
			luego que mi hijo lo llamara a la consulta y usted aconsejara 
			sacármelas con urgencia. Ahora, es domingo a la tarde mi estado es 
			de inestabilidad, zumbidos en los oídos, menos mareos, menos estado 
			vertiginoso, menos dolor en la cara y lo que siento, es como que a 
			cada rato se destapan mis oídos, eso provoca que sienta que cae agua 
			o algo hubiera adentro.    
				Estoy mejor de ánimo, pero con temor a mis 
			síntomas y bronca porque no mejoro, veremos…Lo que si se que tengo 
			esperanzas porque no claudicaré ante mis descubrimientos y su ayuda, 
			que son para mi muy, pero muy importante, ya que no pierdo la 
			esperanza de encontrar quien sepa del tema, me escuche y me ayude.   
				 Dr. Larena, no se si todo lo que le cuento esta bien explicado, es 
			lo que puedo decir por ahora, espero sus dudas, sus preguntas para 
			contarle mejor lo que me cuesta tanto poner en palabras. Estimado 
			Dr. como agradecerle tanta ayuda de su parte, creo que nunca tendré 
			tiempo para agradecerle su comprensión y apoyo en mi búsqueda de la 
			verdad, que tanto cuesta hacer entender.    
				Me despido con el cariño y 
			el respeto de siempre y nuevamente GRACIAS ¡!  
				Claudia.”  
			A esta carta el doctor me responde lo siguiente el dia 30/06/03:  
				
				“Estimada Claudia:
 Creo que ya tiene claro que las prótesis empeoran su estado de salud 
			y le perjudican. Sólo con no ponérselas más se irá mejorando. Verá 
			como se pondrá mejor a medida que vaya pasando el tiempo sin 
			llevarlas. No se las vuelva a poner para nada.
   
				Saludos y escriba 
			cuando le apetezca. Dr. J Larena.”
 
			Luego de este intercambio entre el Dr. Larena y yo entendí y aprendí 
			mucho:  
				
				
				Siempre tuve problemas con mi boca y mi dentadura desde que tengo 
			uso de razón, fui portadora de coronas, extracciones, prótesis 
			parciales y totales, sin darme cuenta los dentista, todos por los 
			que pase, habían sido casi mis médicos de cabecera. 
				
				En el año 1985, me realizaron mis primeras prótesis parciales. 
				  
				
				En el año 1986 tuve mi primera crisis y mi primera pérdida del 
			equilibrio y caída. 
				
				Entre los años 1985 al 2003, fui portadora de diferentes prótesis 
			parciales, con extracciones de dientes y muelas. 
				
				En febrero del 2003, me extraigo los últimos dientes y me realizan 
			prótesis totales inferiores y superiores.   
				
				En mayo del 2003 padezco 
			mi última y peor crisis y caída. Todo lo que describo me demuestra:
				 
					
					
					Que cada crisis venía, no lo recordaba con exactitud después de 
			hacer algún trabajo dental en mi dentadura. 
					
					Que mi inestabilidad, mis síntomas eran posiblemente por poseer un 
			Compromiso Articular,
			o sea mi mandíbula superior era grande y la articulación al ponerme 
			las prótesis se hacían aún mas grandes, y eso provocaba las crisis.
					
					
					Mis nervios y mis diferentes estados emocionales, eran lógicos 
			desde el punto de vista médico, ya que todo mi sistema nervioso 
			estaba afectado debido a que al comer, hablar, reír, bostezar, 
			llorar, mi Compromiso Articular golpeaba el nervio trigémino,
			o sorpresa la primera vez que sabía de ese nervio, el que sin dudar 
			busque en Internet :  
						
						
						EL TRIGÉMINO: es el nervio encargado de llevar y recoger la 
			información proveniente de los músculos de la masticación y de la 
			sensibilidad de la cara. Los dolores que provoca son muy intensos y 
			puede ser permanentes o con intervalos, producen dolores lacerantes 
			al comer, lavarse la cara, afeitarse ...  
			Todo lo explicado me había hecho entender y aprender en unos pocos 
			días mi cuerpo, mis síntomas, mi padecer de dieciocho años, al 
			encontrar a un MEDICO, que no sólo sabía que podía padecer, sino lo 
			más importante tenía la deferencia de COMPRENDERME.
 Hoy me pregunto sin culpa pero aún sin respuestas claras:
 
				
				
				Ningún médico, dentista, neurólogo, otorrinolaringólogo, ¿ningún 
			psiquiatra conoce el nervio trigémino? Y su sintomatología, ¿por qué 
			todos fueron a mi cabeza y no a mi boca? 
				
				Como yo que sólo era persona más, sin estudios médicos, pude 
			entender ALGO, que para ellos era tan difícil y a mi se me había 
			hecho tan fácil. 
				
				Como pude llegar a pensar que estaba LOCA, si la locura es un 
			trastorno en la percepción de la realidad, y todo lo que yo había 
			padecido estaba dentro de una verdadera realidad.  
			Espero que algún día alguien me lo pueda responder, como pudo ser 
			que nadie, incluyéndome a mi se diera cuenta que aunque no aparezca 
			en ningún estudio médico esta enfermedad está estudiada por Costen, 
			desde 1934, y perfeccionada al día de hoy por el Dr. Larena y su 
			grupo de colegas. 
 COMO NO SE DIERON CUENTA QUE MI CUERPO NO ESTABA EN PERFECTAS 
			CONDICIONES Y TENIA UNA ENFERMEDAD
 
 Sencilla pero tan importante...
 
 
			
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			Decisión
 
			 El intercambio de cartas con el Dr. Larena, me dio la
			posibilidad de tratar a alguien desconocido hasta ese momento, que 
			respondía a mis dudas, me aconsejaba, me daba ánimo, tuve alguien en 
			quien depositar mi confianza, alguien que por primera vez no me 
			hacía sentir LOCA...! ME SENTÍA COMPRENDIDA!
 
 Y que es comprensión, es la capacidad de entender al otro, cosa que 
			no había encontrado en muchos médicos y si en él. Este intercambio 
			fue muy importante, así lo sentí en aquel momento y hoy entiendo que 
			lo que había dentro de mi era una enfermedad que no se veía o no 
			querían ver (apreciación personal) pero era real.
 
			  
			Por primera vez no 
			me sentía sola, tenía ganas, el Dr. me brindaba todo su saber, su 
			comprensión por Internet, a mi y a muchos enfermos como yo, 
			PACIENTES, hoy se lo que significa ser paciente, ES EL QUE ESPERA, y 
			el Dr. desde lejos me estaba dando las respuestas a mi paciencia, 
			que pacientemente buscaba mi verdad. 
 El Dr. trató, en muchas de sus contestaciones que yo buscara en 
			Israel, alguien que tuviera la paciencia de escucharme, de 
			entenderme, pero como en Argentina, acá menos aún sin idioma, no lo 
			encontré o tal vez yo no tuve como paciente más paciencia...
 
 Un día de verano, sentada bajo un árbol, en el parque Leumi de 
			Ashkelon, al lado del mar, toda mi familia disfrutaba del hermoso 
			día, pero yo estaba ahí sentada sola, pues el solo movimiento de 
			la olas, me hacía marear y perdía la estabilidad, en ese momento 
			sola con mis pensamientos, con mi ser, con mi conciencia, decidí 
			que si el médico del Hospital Kaplan, no satisfacía mi necesidad, me 
			iría a pesar de todo y de todos a Las Islas Canarias, pues estaba 
			convencida que allí estaba mi curación...
 
 Como ya conté en un capítulo anterior el médico del Hospital Kaplan, 
			se quedó con el diagnóstico PÁNICO DESORDEN, bien dicho está, la 
			tercera es la vencida y comencé a poner en marcha mi decisión que 
			transcribiré en las cartas y comunicaciones telefónicas que 
			siguieron a ese día bajo el árbol:
 
 7 de julio del 2003
 
				
				“Estimado Dr. Larena: 
 Quiero en primer lugar pedirle mil disculpas por escribirle a su 
			mail personal, es que quería hacerle unas preguntas íntimas y no se 
			como hacer en la página web para que sea privado.
 
 No quiero molestarlo de ninguna manera, pero debo y creo que es 
			necesario que busque en usted. las respuestas que tanto me 
			preocupan:
 
 Dr., luego de una gran charla familiar, he decidido que si el día 16 
			en el hospital, no obtengo respuestas, no hacer más nada aquí, y 
			juntar el dinero para viajar a Canarias. Doctor, usted que ha tenido 
			tantos pacientes, sabrá que después de dieciocho años, y esta nueva 
			caída hace tres meses, agregada (desde que me extraje las últimas 
			piezas dentales y me coloqué las prótesis totales), a los síntomas 
			constantes y mi decaimiento general, crearon en mi grandes 
			necesidades, una de ella CURARME. Por todo eso, necesito sin 
			faltarle el respeto, por favor, lejos de molestarlo ante tanta 
			paciencia, quiero saber si realmente mi posibilidad de viajar, es 
			muy remota o si usted cree estará en mis posibilidades. Por eso 
			necesitaba saber, cuanto cree usted podrá salir mi tratamiento, y 
			cuanto tiempo llevará, esa es mi gran duda.
 
 Dr. Larena, si usted cree que mi posibilidad de viajar es muy 
			remota, le agradeceré me lo diga, sin problema, es que necesito 
			saber, si debo seguir acá con mi gran problema de idioma y 
			comprensión o si hay una luz de llegar a usted para tratarme.
 
 Le pido miles de disculpas, pero, no estoy bien aún, no mejoro, y ya 
			no quiero esperar por mi salud. Al escribir esto, quiero que sepa, 
			sea la contestación que sea, no dejaré de estar en contacto con 
			usted, ya sea a través de su libro o del teléfono, no sólo para que 
			me escuche, sino para que sepa que siempre sabrá sobre mi lucha y 
			mi mejoría.
 
 Estimado Dr., me despido con las disculpas que se merece, y lo 
			saludo muy atte.
 
				Claudia.”  
			8 de julio del 2003  
				
				“Estimada Claudia: 
 Agote primero la posibilidad del hospital y después decide si viene 
			a Canarias. 
			No le quepa duda que estoy dentro de sus posibilidades, en lo que a 
			dinero se refiere.
 
 Primero que nada es verla para comprobar exactamente lo que tiene, y 
			a continuación buscarle una solución a su problema de compromiso.
 
 Creo que una semana es tiempo suficiente para tratarla si está 
			correcto el diagnóstico. Usted no sería la primera paciente que 
			tiene que volar desde 
			otro país a Canarias.
 
 Esté tranquila y ya me contará.
 
 Saludos
 
				Dr. J Larena “  
			A continuación de estas dos cartas, no hubo por un tiempo más que 
			llamadas telefónicas y averiguaciones para llegar a Canarias y 
			arreglos familiares para que nada fuera tan complicado.  
			  
			En primer 
			lugar llamé al Dr. Larena para ya, si confirmarle mi decisión de 
			viajar ante la nueva incomprensión del médico del Hospital Kaplan, 
			lo hice a través no de una carta, sino de una llamada a su consulta, 
			donde el me vuelve a confirmar que estaba dentro de mis 
			posibilidades desde lo económico hacer el viaje, que si yo lo había 
			decidido, el me estaría esperando con ansiedad para poder ver si 
			podía ayudarme en mi curación, y si todo lo que habíamos hablado y 
			diagnosticado juntos no era erróneo podía lograr mi verdad, mi 
			salud que había buscado por años, nuevamente le dejo en claro que 
			sea cual fuere el resultado, la decisión era mía y con ella toda la 
			responsabilidad, pero que mi corazón me decía que tenía que viajar 
			y así lo había decidido. 
 Comienzo a buscar agencias de viajes que sólo me daban, la 
			posibilidad de llegar a Las Palmas de Gran Canaria, a través de 
			Tenerife, y de allí en barco hasta Las Palmas, por lo que llamo 
			nuevamente al Dr. y le pregunto si la única forma de llegar era a 
			través de Tenerife y me dice que no, que averigüe bien.
 
 20 de julio
 
				
				“… Continúo estudiándome y preparando todo para el viajar. ¿Es 
			necesario que lleve los estudios de años anteriores de Argentina? O 
			sólo me alcanzan la Resonancia magnética y la panorámica de mi boca, 
			¿desea que realice otros estudios? Dr. cuando tenga novedades sobre 
			mi viaje se lo comunico y prepararé todo para llevar...”. 
				 
			21 de julio  
				
				“Estimada Claudia: 
 No se haga más estudios, es suficiente con todo lo que ya le han 
			hecho. Parece que sus síntomas van cambiando poco a poco.
 
 Organice su viaje y tenga en cuenta que desde Madrid hay varios 
			vuelos directos diarios a Las Palmas de Gran Canaria sin necesidad 
			de pasar por Tenerife. 
			Recuerde de traerse con ustedes todo su historial clínico y sus 
			prótesis, sin ponérsela, claro está.
 
 Bien, ya seguiremos en contacto. La noto más tranquila.
 
 En espera de sus noticias,
 
				saludos  
				Dr. J Larena.”  
			22 de julio  
				
				“... estos días estuve palpando nuevamente mi boca a la altura del 
			compromiso articular derecho, la palpo más desinflamada, esta más 
			hueca, no tanto como la izquierda, quería preguntarle si eso es 
			bueno, si puede ser por el tiempo que no llevo las prótesis? Sobre 
			el viaje, en estos días o a fin de mes le confirmaré la fecha, pero 
			creo que será desde el 26 de septiembre hasta el 6 de octubre 
			aproximadamente, espero que sea bueno lo que he palpado en mi boca, 
			he mejorado mucho mi estado general, a pesar de los malos días, me 
			despido con el respeto de siempre y el agradecimiento por su interés 
				 
				Claudia.”  
			Averigüé nuevamente en la agencia de viaje y logré por fin encontrar 
			la forma de llegar que, por ser más económica no era directa, ya que 
			hay una diferencia, si es directa es más cara y si es por escalas es 
			más barata, cosa que no me enteré nunca (opinión personal), aseguré 
			el viaje que consistiría en el siguiente itinerario y a través de 
			Alitalia que era lo más económico: Tel Aviv,- Milán – Madrid – Las 
			Palmas de Gran Canaria (24 horas de viaje) y el regreso sería La 
			Palmas de Gran Canaria – Madrid – Roma – Tel Aviv, (24 horas de 
			viaje) ese itinerario era el más económico y también reservé con la 
			misma agencia de viaje el Hotel Astoria, donde permanecería 15 días 
			mientras era tratada de mi enfermedad.  
			  
			Ese paquete juntamente con el 
			hotel lo aboné en doce cuotas y el dinero para llevar lo obtuve a 
			través de la venta del auto familiar, que me permitía tener dinero 
			en efectivo para el viaje y para mi tratamiento. Ya con todo esto 
			arreglado vuelvo a llamar telefónicamente al Dr. Larena donde le 
			comunico cómo sigo y cuáles son mis novedades ya concretas de mí 
			viaje, sólo quedaba confirmar la fecha exacta, a lo que él me 
			responde:  
			  
			23 de julio  
				
				“Estimada Claudia: 
 Pienso que sí, que si tiene una zona con menor inflamación que 
			antes, y por lo tanto con menos dolor, es un signo positivo y que 
			posiblemente era debido al uso de las prótesis. Las fechas que 
			propone del viaje, me parece muy bien porque hasta el 8 de octubre 
			no tengo programado ningún viaje y estaré trabajando. Ojala sea 
			realidad el diagnóstico de compromiso todo lo que le pasa a usted y 
			se lo podamos solucionar sobre la marcha. Esperemos que sí.
 
 Saludos y hasta la próxima.
 
				Dr. J Larena.”  
			7 de agosto  
				
				“Estimado Dr. Larena: 
 Hace un rato he hablado con usted y como creo notó mejoría. Me 
			emocionó mucho, ya que realmente sea el resultado que sea, siempre 
			para mí será algo que jamás había creído lograr, probar si puedo 
			curarme, y a la vez haber podido encontrar alguien que me ha 
			entendido, comprendido y me responde y no me mira como alguien que 
			no sabe lo que dice.
 
 También he logrado, que mi familia, mi marido y mis tres hijos 
			entendieran qué padezco y que no me sienta mal por hacer algo por 
			mí, aunque no lo crea, eso me hace muy feliz y me emociona mucho.
 
 Como le dije, viajaré llena de expectativas, pero no se asuste, se 
			que esto es mi decisión y no me arrepiento de eso, por eso también 
			me siento bien…”
 
			8 de agosto  
				
				“Bueno Claudia, ya está organizada y en septiembre por fin la 
			veremos y haremos todo lo posible por solucionar su problema. El 
			hotel Astoria no está muy lejos y sí bien comunicado, además que Las 
			Palmas no es una ciudad demasiado grande. Tendrá la playa muy cerca 
			así que también podrá disfrutar de ella si le gusta. 
 Hasta la próxima,
 
				saludos  
				Dr. J Larena.”  
			7 de septiembre  
				
				“Estimado Dr.Larena: 
 Son casi la una de la mañana y no puedo dormir, hace dos días tengo 
			fuertes dolores en mi cara, cuello, y brazo derechos, eso me está 
			poniendo de mal humor y triste, le escribo ya que necesito hablar 
			con alguien.
 
 Se que mi viaje esta cerca, por eso no hablo mucho acá porque me 
			miran como diciendo bueno,... aguanta. Pero se que no es así, no 
			sólo es aguantar, se que el que espera desespera, pero no me siento 
			bien y deseo hablar con alguien, y se que usted sabrá leer mi 
			mensaje.
 
 No se qué puede ser este empeoramiento de mi estado general, tal vez 
			cansancio, pero no estoy bien y no quiero ir a ningún médico, temo 
			que no me entiendan, y sólo quien pasó por ese momento lo comprende. 
			Se que sus palabras serán de aliento, no me quedan dudas, pero 
			bueno, necesitaba escribir y lo hice, falta menos, pero es duro no 
			estar bien y tener tantos dolores y molestias.
 
 Recién volví a leer a pesar de mi vista su libro de visitas y su 
			página, eso me tranquiliza ya que me siento muy identificada con 
			todo.
 
 Estimado Dr. quiero agradecer su paciencia y su voluntad de 
			escucharme, le envío mi mayor de los respetos y pronto estaré allí.
 
				Claudia. “  
			8 de septiembre  
				
				“Estimada Claudia: 
 Escriba siempre que le apetezca. No lo dude, sabe que le escucho y 
			que tengo muy presente su problema. Ojala pueda resolverle su 
			patología nada más llegar a Canarias. Tengo muchas ganas de verla y 
			poder poner todo lo que de mi parte puedo para terminar con su 
			problema. Piense que sólo queda dos semanas, poco más, y ya estará 
			aquí.
   
				Saludos  
				Dr. Jlarena.”  
			22 de septiembre  
				
				“Estimado Dr. Larena: 
 Llegó el día tan esperado, hoy por la tarde lo llamo para confirmar 
			todo, es de no creer que este haciendo esto por mi y es bueno, ya 
			que sea como sea logré algo muy mío.
 
 Lo saludo, hasta prontito con mucho cariño y respeto
 
				Claudia.”  
			22 de septiembre  
				
				“Estimada Claudia: 
 Estaré en la consulta esperando su llamada telefónica.
 
				Saludos  
				Dr. Jlarena”  
			El día 23 de septiembre viajé a las Islas Canarias, en compañía de 
			mi esposo. Había estado desde el 27 de mayo mal, muy mal, no logré 
			un solo día volver a estar estable tanto física como psíquicamente, 
			estaba cansada, sin prótesis, desde el día que el Dr. me había dicho 
			que no las usara PARA NADA, no sólo ese tiempo me había sentido 
			terrible de salud, sino que también me sentía horrible 
			estéticamente, pero no importaba, yo obedecía si eso me hacía sentir 
			un poco mejor. 
 No estaba arrepentida de mi decisión, Dios y el Dr. Larena me habían 
			dado la confianza de creer lo que padecía, era una verdad, no ALGO.
 
 Viajé con miedo, pero con confianza de no estar equivocada...
 
 
			
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			Viaje
 
			 El 24 de Septiembre del 2003, a la madrugada llegué 
			a las Palmas de Gran Canaria, entendiendo lo que podía padecer, 
			creía en mi, creía lo que aprendí, aunque el querido Dr. Larena 
			tenía sus reservas sobre el diagnóstico, se que en su interior 
			(apreciación personal) el también estaba seguro de mi dolencia, 
			porque en esos meses los dos habíamos estado estudiando 
			conjuntamente mi caso.
 
			  
			En este capítulo no hay cartas, hay vivencias 
			concretas entre médico- paciente, pero yo a partir de aquel día 
			entendí que a pesar del mundo globalizado, inhumano por momentos, 
			egoísta, aún quedan hombres y mujeres especiales, que son difíciles 
			de encontrar pero que EXISTEN.
 Al aeropuerto, a pesar de la hora, me fue a buscar el Dr. Nos dimos 
			un abrazo que encerró, a mi entender, la protección del Dr. a su 
			paciente y en mí el agradecimiento de poder estar allí con él .Nos 
			llevó al hotel, nos dejó acomodados y me dijo:
 
				
				-Claudia, mañana a las diez la paso a buscar para llevarla a la 
			consulta y salir de todas las dudas con el diagnóstico. 
			Descansamos, desayunamos con Luis y exactamente a las diez estaba el 
			Dr. en la puerta del hotel, para llevarnos a su Clínica, allí nos 
			esperaba Lola, su asistente, una persona que trasmitía tranquilidad 
			al igual que el Dr. pero a él lo conocía por el sosiego que me había 
			transmitido en cada una de sus cartas. 
 Me revisó y verificó el compromiso articular, y sin dudar me dijo 
			que debía operarme y que trataría que fuese ese mismo día, con un 
			cirujano maxilofacial, sino al día siguiente. Luego conversamos, nos 
			conocimos un poco más, ya no eran cartas lo que había entre 
			nosotros, hablamos de lo que había aprendido, me siguió enseñando, 
			estaba encantada de estar ahí junto a él, reímos, también con Luís y 
			Lola, y quedamos que a las cinco de la tarde lo llamaría por 
			teléfono para saber la respuesta del día y hora de la operación, 
			llevó a Lola a su casa, y a nosotros nos dejó en el hotel.
 
			  
			Con Luís 
			salimos a conocer el lugar, fuimos a la playa y descansamos un poco, 
			a las cinco lo llamé, me confirmó que ese día a las 19,30 tenía 
			turno con el cirujano maxilofacial, el Dr.
			Quinteros, y que fuera con Luís a su consultorio a las 19:00, que de 
			allí iríamos juntos al cirujano.
 La operación que me realizaron tenía un nombre específico, 
			OSTEOTOMÍA BILATERAL DE LOS PROCESOS ALVEOLARES SUPERIORES, la que 
			luego estudiaría con palabras sencillas, no médicas, era la sección 
			quirúrgica del hueso, del hueso de mi mandíbula superior, lo que 
			significaba, limar o cortar según se entienda, la parte final de 
			ella para que no fueran tan grandes y no produjeran un compromiso 
			articular hueso- hueso sin prótesis y hueso – prótesis con ellas 
			puestas.
 
 Asistí al consultorio del Dr. Quinteros, que quedaba a unos metros 
			de la clínica del Dr. Larena en compañía de Luís y del Dr., el 
			cirujano me hizo la ficha médica con el Dr. Larena a mi lado quien 
			le hace una breve historia de mi caso, el cirujano trascribe en mi 
			ficha. De allí, Luís se queda en la sala de espera y entramos al 
			consultorio donde soy sentada y casi acostada en el sillón dental, 
			me colocan varias anestesias locales y proceden a seccionarme el 
			hueso, conmigo estaba el Dr. Larena, que me acompañó todo el tiempo, 
			yo había pasado por muchas cosas con mi salud, pero me encontraba 
			con profesionales que no los conocía, pero cada vez que abría mis 
			ojos, lo veía al Dr. José a mi lado, cuidándome, dándome animo, 
			protegiéndome.
 
			  
			Me seccionaron más el lado derecho que el izquierdo, 
			ya que se notaba y sabía que el derecho era el más afectado, no me 
			dolió nada, sólo los pinchazos de las anestesias, pero que fea 
			sensación es que te invadan tu cuerpo, pero no había otra solución 
			para poder estar sana, así que ahí estaba acostada, pasando por otro 
			sufrimiento. Terminaron, cocieron cada uno de los lados, me 
			recetaron calmantes y antibióticos, me dieron las recomendaciones 
			para estos casos y salimos de allí junto a Luís.  
			  
			Yo me sentía bien 
			un poco mareada y cansada de la tensión nerviosa que se pasa en 
			estos casos. 
 Salimos y fuimos al estacionamiento, Luis compró los medicamentos, y 
			el Dr. nos dejó en la puerta del hotel, me dio sus números 
			particulares por cualquier eventualidad, pasé al otro día por la 
			consulta, donde me revisó la operación y me citó para el lunes 
			siguiente.
 
 Ese fin de semana, alquilamos un auto con Luís y salimos a recorrer 
			la hermosa isla de Gran Canaria, yo estaba bien, físicamente 
			cansada, pero mi boca estaba hinchada, tenía la boca llena de puntos 
			y sentía mucha molestia, no dolor, pero el paseo hizo que no pensara 
			tanto y que a la vez me fuera tranquilizando del trauma que toda 
			operación acarrea en cualquier enfermo.
 
 El día lunes y jueves asistí nuevamente a la consulta en la clínica 
			del Dr. comprobando que las heridas estaban suturando bien, pero el 
			jueves le mostré al Dr. algo que yo sola había comprobado a 
			escondidas en el baño del hotel, que al cerrar los ojos y ponerme 
			firme, no me caía a la derecha como hacia dieciocho años, en un 
			primer momento pensé que eran sólo ilusiones mías, pero al 
			mostrárselo en el consultorio al Dr. y con Luis y Lola como testigos 
			comprobé que era verdad, una semana después de mi operación no me 
			caía a la derecha, estaba estable !!!
 
 Todos los que estábamos ahí, nos sentimos realmente emocionados, al 
			otro día que visité al médico, me dio su respuesta teórica médica de 
			porque yo ya estaba estable, la que entendí de la siguiente manera: 
			al no haber presión de los compromisos articulares en mi boca, el 
			oído en donde está el equilibrio se había estabilizado y no perdía 
			más el equilibrio y podía estar en pie sin oscilar hacia la derecha, 
			esa fue otra cosa que aprendí, otro diagnóstico acertado, sólo una 
			semana después de mi operación.
 
 Luego llegó el día de la extracción de los puntos, algo doloroso y 
			molesto y de allí probar, arreglar y ajustar mis prótesis, que eran 
			nuevas, (las había hecho en febrero de ese año) a mi nueva boca.
 
			  
			Ese 
			día el doctor terminó la consulta conmigo, y nos llevó de nuevo al 
			hotel, en el camino me dijo unas palabras que aún suenan en mis 
			oídos, que también hoy al escribirlas me llenan de emoción hasta las 
			lágrimas, el me dijo:  
				
				“Claudia, no sabe las noches que he hecho este recorrido pensando 
			cómo poder ayudarla a tantos kilómetros de distancia”.  
			Como para no emocionarme, eso me demostraba que yo era para él una 
			paciente importante como todos sus pacientes, en ese momento me di 
			cuenta que no me había equivocado en viajar, había logrado mi 
			curación, de la mano de un GRAN MÉDICO Y UN GRAN HOMBRE. 
 Aunque parezca mentira, sólo tuve que abonar la operación con el 
			cirujano maxilofacial el Dr. Quinteros, el Dr. Larena nunca dejo que 
			habláramos de dinero, porque en su hombría de bien, él entendía que 
			mi sacrificio para viajar (como vender el auto para conseguir el 
			dinero) mi sacrificio económico y el de mi familia, era por mi 
			salud, con mi curación y alegría él se sentía muy bien pagado.
 
			  
			También en unas de nuestras tantas charlas me dijo que estaba 
			convencido que yo padecía este compromiso desde siempre, pero al 
			tocarme las piezas dentarias y ser portadora de prótesis el cuadro 
			había salido a la luz, sin respuesta aparente, y como el mío había 
			muchos casos más, con mayor o menor cantidad de años, pero que había 
			mucha gente que padecía esto, y que él no entendía porque no se le 
			daba el valor real que tiene esta enfermedad, si esta comprobada y 
			estudiada, que sólo nosotros los que padecemos esta dolencia, somos 
			capaces de saber cuánto se sufre con ella. 
 Las horas, los días que no pasé en la consulta paseamos con Luis por 
			la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, descansamos, caminamos, 
			conocimos, visitamos, de a poco mi cuerpo fue tomando otro ritmo, ya 
			no estaba inestable continuamente.
 
 El día que me colocó las prótesis, ya definitivamente arregladas a 
			mi boca, fui nuevamente una mujer completa, por fin podía volver a 
			reír sin vergüenza, no se que palabras existen en el idioma español 
			que puedan describir qué se siente cuando se han padecido años de 
			incomprensión, dolor, soledad, y en quince días, estaba curada, creo 
			que para mi alegría, mi sonrisa sólo cabe una palabra “FE”.
 
 La vida continúa, así que llegó la partida, ese día el Dr. también 
			tenía un viaje a Madrid, nosotros a Roma, casi a la misma hora, 
			pero en aviones diferentes, como siempre el Dr. pasó a buscarnos por 
			el hotel, y fuimos junto a su señora al aeropuerto, tomamos un café 
			los cuatro, continuamos conversando, parecía que no queríamos que 
			llegara el momento de la despedida, pero luego de un muy afectuoso 
			abrazo, que encerró también todo nuestro sentir como médico- 
			paciente, ellos se fueron y nosotros volvimos a Israel.
 
 Volví a mi casa con la nueva y verdadera historia clínica de mi 
			enfermedad en la mano, que aparece en el caso n 10 del apartado 
			Compromiso articular de la página Web del DR JOSE LARENA AVELLANEDA 
			MESA.
 
 Volví curada, con vida, con ganas…
 
			  
 
			  
				
				Caso 10 HISTORIA CLÍNICA
 
 Paciente...................C.H.G.
 Edad........................44 años
 Nº ATM.................. 16/03
 Fecha inicio.............24/09/03
 
 Anamnesis
 Desde hace 18 años y después de ponerse unas prótesis parciales, 
			padece de náuseas, vómitos, mareos, vértigos, inestabilidad, pérdida 
			del equilibrio.
 
 Dolor en el cuello y brazo derecho.
 
 Siente congestionada la parte derecha de su cabeza. La exploran y al 
			estar de pie y cerrar los ojos pierde el equilibrio y se cae hacia 
			el lado derecho.
 
 Dolores y ruidos en los dos oídos, más en el oído derecho, latidos 
			en los ojos, visión doble, presión en la cabeza, pierde audición...
 
 Diferentes tratamientos para el diagnóstico de Síndrome de Meniere. 
			Cuadro de ansiedad, angustia...
 
 Febrero de 2.003, exodoncias y prótesis completas, superior e 
			inferior. Empeoran todos los síntomas. Pérdida progresiva de la voz.
 
 Junio de 2.003, contacta con nosotros por medio de la web y le 
			aconsejo que se quite las prótesis para observar que sintomatología 
			le desaparece, presumiendo de un posible compromiso articular 
			bilateral pero más acentuado por el lado derecho. Además debe dormir 
			sobre el lado izquierdo. Le desaparecen algunos síntomas y otros le 
			disminuyen en intensidad. Sigue con la pérdida del equilibrio al 
			cerrar los ojos.
 
 Dolor en el lado derecho, oído, sien, cuello, brazo derecho; doble 
			visión, mareos. No angustia, la cara descongestionada, recupera la 
			voz, no náuseas, ni vómitos.
 
 Hacemos una prueba para confirmar el compromiso articular por las 
			prótesis pidiéndole que se las ponga: empeoramiento general. Otra 
			vez a estar sin las prótesis: confirmado el compromiso.
 
 Ahora localiza mejor el dolor en la cara interna de la rama 
			ascendente mandibular del lado derecho y desde allí se le irradia 
			hacia el oído, etc.
 
 Exploración
 Septiembre de 2.003, la exploro en la consulta y dolor de compromiso 
			bilateral por las prótesis y, sin las prótesis, dolor de compromiso 
			producido por el proceso alveolar superior derecho.
 
 Diagnóstico
 Compromiso articular bilateral por prótesis y unilateral derecho sin 
			prótesis por el proceso alveolar superior derecho.
 
 Tratamiento
 Osteotomía bilateral de los procesos alveolares superiores. 
			Realizada el 24/09/03 por el Dr. S. Quintero.
 
 Revisiones
 25/09/03. Está algo mejor.
 27/09/03. Se encuentra mucho mejor y sin dolores en el lado derecho. 
			Continúa con la pérdida del equilibrio.
 29/09/03. Me demuestra que ya no se cae, que ya no pierde el 
			equilibrio al cerrar los ojos, después de 18 años. Está muy 
			emocionada.
 31/09/03. Quitamos sutura de las heridas y procedemos al arreglo de 
			las prótesis.
 
 Observaciones
 La patología del compromiso articular de las ATM no la hemos 
			encontrado descrita anteriormente por ningún autor.
 
 Su frecuencia es en la proporción de 3 pacientes de Compromiso 
			Articular por 1 de DCM. En el 10% de los casos, los pacientes sufren 
			simultáneamente las dos patologías: el Compromiso Articular y la DCM 
			y, en estos casos, tratamos primero el Compromiso y posteriormente 
			la DCM.
 
 Sólo hemos presentado una selección de casos diferentes en 
			etiopatogenia y tratamientos.
 
			
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			Curación, regreso y más  
			 Mi regreso fue muy feliz, estaba tan bien, me sentía una nueva 
			Claudia, no me equivoqué, tenía razón, el reencuentro con mis hijos 
			y llena de salud, me hizo sentirme la más PLENA de las MUJERES, 
			tenía mis prótesis que ya no me afectaban, me sentía bonita y con 
			muchas ganas, muchas, muchas de vivir.
 
			  
			Lo primero que hice fue 
			buscar trabajo, pues la guardería donde había trabajado hasta fines 
			de agosto del 2003 cerró, encontré un nuevo trabajo, y comencé el 
			30 de octubre, como mucama en el Hotel David Citadel (hotel 5 
			estrellas), en Jerusalén, trabajo cansador, una hora de viaje desde 
			Kiriat Gat y otra de regreso, salía a las cinco de la mañana y 
			volvía a las seis de la tarde, pero allí encontré un lugar donde 
			aprendí también muy buenas cosas, donde encontré amigos, donde 
			compartí mi salud, donde me sentí de nuevo útil, donde conocí nuevas 
			culturas, una vida nueva, un trabajo nuevo, que más podía pedir, 
			sólo agradecer a todos lo que me ayudaron a salir adelante y 
			encontrar mi SALUD, MI NUEVA VIDA, a eso continuaron también otras 
			cartas, porque hasta hoy, en que culmino este libro, continúo con 
			mis escritos en el libro de visitas, ayudando humildemente con mi 
			ejemplo a quien quiera escuchar y sabiendo que aunque el cuerpo 
			humano es impredecible, también puede tener respuestas concretas y 
			no ALGO. 
 Las dos primeras cartas son el saludo y el agradecimiento al Dr. 
			Larena luego de mi regreso y por supuesto su respuesta:
 
 11 de octubre del 2003
 
				
				“Estimado Dr. Larena: 
 Hola !!!, acá estoy nuevamente en mi casa, feliz del reencuentro 
			con mis hijos y feliz de estar como estoy, muy bien.
 
 El viaje fue tranquilo, todo en orden, conocí el Vaticano, muy 
			importante para Luís y para mi, y en mi casa la llegada fue muy, 
			pero muy emocionante.
 
 Paso a contarle algo nuevo en mis síntomas, además de todo lo que ha 
			desaparecido, he notado en mí una tranquilidad no recordada en mi 
			vida.
 
 Después de analizar este estado de paz interior y de tranquilidad 
			que me encanta sentir, creo y no se si usted estará de acuerdo, ya 
			que mi sabiduría no es grande, se debe a que durante tantos años mi 
			nervio trigémino estuvo golpeado y alterado por mi compromiso 
			articular, mi estado de ánimo era eléctrico, ahora con la operación, 
			he logrado no estar ansiosa, no llorar, no tener náuseas, no tener 
			inestabilidad...., sino encontrarme con una nueva Claudia que ni yo 
			misma conocía o recordaba, no puedo creer que yo me sienta así 
			ahora, sin sobresaltos, sin angustias, mi mente piensa sin prisas y 
			ordenadamente. Se que usted Dr. entenderá mis palabras, que tal vez 
			yo no pueda explicar mejor.
 
 Querido Dr. Larena, sólo me resta seguir descubriendo profundos 
			cambios en mi y de a poco ir contándoselos, el zumbido en el oído 
			derecho esta ahí, aunque menos intenso, ya desaparecerá como todo en 
			mi, estoy convencida que tengo que aprender nuevamente a conocerme.
 
 Esperando todos se encuentren bien, le envió saludos especiales a su 
			señora, a sus asistentes y para usted todo mi cariño, recuerdo y 
			agradecimiento.
 
 Hasta la próxima
 
				Claudia.”  
			15 de octubre del 2003 “  
				
				Estimada Claudia: Me alegra mucho saber que continúa mejorando, que le ha cambiado 
			toda su vida a mejor y siento satisfacción de haberle podido ayudar 
			a eliminar su problema que médicamente ya sabe que se llama 
			"Compromiso articular temporo-mandibular". Por si algún médico le 
			pregunta y lo quiere aprender lo tiene todo explicado y con sus 
			fotos en el caso nº 10 de la página Web.
 
 Lo importante es que ahora puede volver a vivir con naturalidad y 
			sin ningún tipo de angustias ni miedos. Escriba de vez en cuando, 
			cada vez que le apetezca o lo crea conveniente. Gracias por 
			acordarse de mi mujer y de las enfermeras.
   
				Recuerdos y saludos de 
			todos  
				Dr. Jlarena.”  
			A esas cartas continuaron muchas más, de las que extraeré sólo 
			algunas que creo son las más importantes, por lo sentimental y 
			porque en cada una de ellas vuelco mi alegría, y por supuesto como 
			siempre tuve respuesta a todas del querido Dr. Larena: 
 18 de abril del 2004 Querido Dr. Larena :
 
				
				Hola!!!, tanto tiempo, es que estoy trabajando mucho, por las 
			fiestas y eso realmente me tiene muy bien, no sólo ocupada, sino 
			descubriendo en mi nuevas cosas, que por años no las había sentido 
			y como dicen los jóvenes ES LO MAS !!!. 
 Sobre mi antigua enfermedad cada día estoy mejor, ya casi no tengo 
			ningún síntoma, sólo el recuerdo de tiempos pasados, pero algo 
			extraño pasa en mi, hay cosas que quiero recordar a veces y no 
			puedo, es como algo que estuvo muy lejos o mi mente tiene en blanco, o no se, tal vez no quiero recordar . A veces me parece tanta la 
			diferencia entre la Claudia de hace un año, que ni yo lo puedo 
			creer, miro las fotos de mi viaje, mi estado, y es como que soy 
			otra, creo que usted entenderá, yo en palabras no puedo explicar 
			bien como me siento de BIEN.
 
 Quiero que sepa que no me olvido jamás de usted de su gente, de mi 
			experiencia, de la ayuda que me dio para lograr esta mejor vida, no 
			sólo he mejorado en mi aspecto físico, sino social, ya que en mi 
			casa soy para todos la Claudia que ellos siempre amaron, y para los 
			demás una persona, me miran diciendo, ¿esa era Claudia?, por eso lo 
			raro, tengo confianza en mi, casi sin miedos, no lloro tanto, no 
			tengo depresiones, y miles de cosas que me permiten seguir adelante 
			con cosas por hacer, así que en dos palabras estoy BIEN y FELIZ.
 
 Me hace muy bien compartir esto con usted, se que lo hará también 
			feliz, se de su preocupación por mi, y cada logro mío quiero que lo 
			tome como el premio que usted se merece por ser como es.
 
 Me despido, no se hasta cuando, pero, sepa que si no escribo es 
			porque estoy trabajando y ocupada, pero no me olvido, le mando besos 
			y cariño a su señora, asistentes y para usted todo nuestro cariño y 
			recuerdo,
 
				Luis y Claudia.”  
			19 de abril del 2004  
				
				“Estimados Claudia y Luis: 
 Tampoco me olvido de ustedes de los que guardo un agradable 
			recuerdo.
 
 Me satisface mucho saber de nuevo, recordar, que se encuentra bien y 
			viviendo feliz, eso es lo normal, gracias a Dios.
 
 Por aquí todo va igual, últimamente está lloviendo mucho lo que para 
			todo nosotros es una bendición.
 
 Recuerdos y que sigan bien.
 
				Saludos  
				Dr. Jlarena.”  
			22 de septiembre del 2004  
				
				"Estimado Dr. Larena: 
 Llego el día tan esperado, hoy por la tarde lo llamo para confirmar 
			todo, es de no creer que este haciendo esto por mi y es bueno ya que 
			se como sea logre algo muy mío.
 
 Lo saludo, hasta prontito con mucho cariño y respeto
 
				Claudia".  
			  
				
				Querido Dr: 
 Con estas palabras, le escribía hace un año atrás, parece todo como 
			si hubiera sido ayer, pero no, han pasado muchas cosas, pero muchas 
			desde aquel día, con Luís tenemos por costumbre hacer balances de 
			cosas que vivimos, y estamos seguros que este año fue con un balance 
			más que positivo, con sus pro y sus contra, pero la balanza cae en 
			positivo, y eso es muy bueno y nos llena de felicidad y 
			agradecimiento. A Luís y a mi sólo al recordar y pensar en todo lo 
			que vivimos hace un año en Canarias, sólo nos sale una palabra y es 
			GRACIAS en especial a usted. Dr. Larena, a sus asistentes, a su 
			familia y a la bonita Canarias.
 
 Espero todos estén bien, y me despido con un fuerte, pero fuerte 
			abrazo, con el cariño de siempre
 
				Luís y Claudia”.  
			24 de septiembre del 2004  
				
				“Queridos Claudia y Luis: 
 ¡Como pasa el tiempo! Un año y lo importante es que se encuentra 
			bien y que ya está todo en el pasado y por fin olvidado. Me alegro 
			mucho que les vayan bien todas las cosas. Nosotros tampoco los 
			olvidaremos nunca.
 
 Saludos
 
				Dr. Jlarena”.  
			26 de septiembre del 2005, escribía esto en el libro de visitas:  
				
				“Hola A TODOS !!!!!!!!!! Quería acoplarme y ser parte de esa 
			pantalla gigante con una sonrisa, creo que la alegría y la esperanza 
			de todos, llenan mi corazón,y brotan en mi los recuerdos de los 
			buenos momentos que comencé a vivir al encontrar esta página ( no de 
			los anteriores, esos ya no los recuerdo ),y a dos años de mi 
			curación total quiero en primer lugar mandarle el mayor y el más 
			grande de losagradecimientos al DR JOSÉ, por su paciencia, por 
			todo lo que me escuchó y me ayudó, por su sabiduría y por su afán 
			constante para que los pacientes no sufran más !!    
				A sus 
			colaboradores y por último a todos los que escribieron y escriben en 
			esta página, porque también a partir de ellos yo cada día me siento 
			más feliz de estar entre todos estos amigos, que aunque 
			desconocidos, con un problema común que nos une más y más. 
			Nuevamente GRACIAS a todos y feliz cumple Claudia, ya son dos años 
			de estabilidad !! Un beso enorme y un abrazo gigante !! 
				Claudia”.  
			27 de septiembre del 2005 “Queridos Claudia y Luis:  
				
				También nosotros en casa y en la consulta tenemos recuerdos de la 
			estancia de ustedes en Canarias. No los olvidaremos. Gracias por la 
			ayuda de los consejos a los pacientes que escriben contando sus 
			problemas. ¡Quién se lo iba a decir, Claudia! Pero, quién mejor para 
			expresar los sentimientos de incomprensión y desesperación como 
			quienes los sufren, como usted, mejor dicho, los que los han 
			sufrido. Bueno... Ahora estamos trabajando en una nueva patología 
			que hemos descubierto, aparte del compromiso articular, y a la que 
			aún no le hemos puesto nombre. Ya les contaré. Reciban un fuerte 
			abrazo cariñoso,  
				Dr. Jlarena”.  
			ASÍ FUE MI CURACIÓN, MI HISTORIA. 
 En mi mente sólo hay una frase que nunca olvidare del Dr.:
 
				
				“CLAUDIA ESTA CURADA Y DE A POCO SU MENTE OLVIDARÁ ESTOS AÑOS DE 
			SUFRIMIENTO.”  
			Y tenía razón hoy no recuerdo, ni necesito ninguna defensa para 
			estar estable... 
 
			
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			Testimonios
 
			 Este capítulo es sólo para volcar en él testimonios 
			que fueron muy valiosos en mi historia, por lo que cada uno de ellos 
			está transcripto exactamente como fueron escritos, sabiendo que cada 
			uno de los que los escribió, no era un escritor, sino personas 
			normales, pacientes enfermos de incomprensión, de necesidad de 
			auxilio.
 
 El primero que transcribiré será el testimonio de mi hermana Laura 
			desde Argentina, porque desde lo sentimental es el que me sorprendió 
			más, ya que ella sabe cuánto la quiero y sabe cuánto estaba 
			sufriendo y su testimonio, es un gran mimo a mi sufrir, los otros 
			son los de mis compañeros del libro de visitas, a los que respeto 
			humildemente y se cuánto han sufrido, por y para todos ellos:
 
				
				Name: Hernández Laura  
				City: Pilar. Buenos Aires 
				 
				Soy : Pariente o 
			amigo de una persona aquejada de DCM  
				Llegue a la página:  
				Edad: 38  
				Profesión:  
				Sent: 23/06 2003 14:32 
 “DR.Larena Avellaneda: Mi correo es sólo para felicitarlo por su 
			tarea de ayuda hacia los pacientes con DMC, entre los cuales se 
			encuentra mi hermana Claudia Hernández de Glassel, que vive en 
			Israel y a quien usted ha sido de gran ayuda y por lo cual estoy muy 
			agradecida, ya que ha ayudado mucho a su estado general, ya sea 
			tanto físico como anímico, lo cual me tenía muy preocupada, y yo 
			desde mi lugar nada podía hacer. Desde ya le agradezco y le deseo la 
			mejor de las suertes. Muchas gracias. Eternamente agradecida.
 
				Laura” 
 
				“Estimada Laura:
 
 Siento no poder hacer más por Claudia pero la distancia no me lo 
			permite. Esperemos que se encuentre con algún colega que sepa 
			solucionarle su problema.
 
 Saludos
 
				Dr. Jlarena.”  
			4 de octubre del 2003  
				
				“Estimado Dr.:  
				Le escribo nuevamente y esta vez para agradecer lo 
			mucho que hizo y está haciendo por mi hermana, la que he escuchado 
			mucho más tranquila y más calma, creo que gracias a usted ella está 
			consiguiendo volver a ser quien era antes de su enfermedad. 
				   
				Quisiera 
			poder expresar de otra manera mi agradecimiento pero la distancia no 
			me permite hacerlo, nuevamente muchísimas gracias de mi parte y la 
			de toda mi familia, ya que también haber encontrado una cura a la 
			enfermedad de mi hermana tranquiliza a toda mi familia que estando 
			tan lejos mucho no podemos hacer. Me despido de usted con todo mí 
			cariño y GRACIAS MIL.”  
			5 de octubre del 2003  
				
				“Estimada Laura: 
 Su hermana ha tenido mucha suerte al arriesgarse y hacer todo ese 
			largo desde Israel pero, como dice ella, estaba segura de lo que 
			tenía, más que yo mismo, y sabía que le podía solucionar su 
			problema.
 
 Le insistía que sin verla no le podía prometer nada, aún así decidió 
			aventurarse y afortunadamente le salió todo bien.
 
 Dentro de unos días pondré su caso en mi Web: será el caso N 10 de 
			compromiso articular y verá lo que hemos tenido que hacer para 
			suprimir sus compromisos.”
 
 Su marido, Luis, también está muy contento. Hoy domingo se iban a un 
			asado de barbacoas argentinas en un pueblo de nuestra isla. Mañana 
			lunes pasará por la consulta y me da tristeza que se vayan el martes 
			porque me había acostumbrado a ellos pero la vida tiene que seguir.
 
 Agradecido por sus palabras pero lo que he hecho es sencillamente 
			cumplir con mi profesión: curar, se le acabaron 18 años de 
			sufrimiento. Gracias.
 
 Saludos
 
				Dr. Jlarena.”  
			  
			MIS COMPAÑEROS DEL LIBRO DE VISITAS  
				
				Name: Oscar Barba Medina  
				City: Aguas Calientes  
				Soy: Persona aquejada 
			de DCM  
				Llegué a la página:  
				Edad: 25  
				Profesión:  
				Sent: 14/08 2001 
			12:25 
 “Supongo que padezco dicho síndrome, aunque no estoy seguro. Lo que 
			sucede es que yo padezco un temblor en la parte de mi cuello que me 
			hace mover mi cara como si afirmara que NO. ya había mandado un 
			e-mail con otra dirección pero perdí mi nombre de usuario por lo que 
			opté por crear un nuevo e-mail. He ido con psiquiatras y con un 
			neurólogo que no me pudieron determinar exactamente cuáles eran las 
			causas de mi problemática, por lo que abandoné cualquier posibilidad 
			de curarme. No fue hasta hace 15 días atrás que acudí a un 
			otorrinolaringólogo el cual me señaló que acudiera con un 
			ortodoncista por un posible padecimiento del síndrome de Costen.
   
				En 
			cuanto a las anginas y molestias en el oído por lo cual acudí al otorr. Doc. Jaime Obregón, me señaló que era un problema de alergia 
			lo cual puedo decir el día de hoy que su diagnóstico fue el correcto 
			ya que cesaron las molestias que yo suponía eran a causa de un 
			problema de anginas. Mando este correo con la intención si es 
			posible si me pudiera comunicar dentro de su experiencia si es 
			posible que dicho síndrome provoque alteraciones de desequilibrio, 
			nerviosismo, tensión muscular en la parte de mi cuello, así como 
			mareos y ocasional nublamiento de mi vista, además de que cualquier 
			ruido fuerte o espontáneo me hace saltar y sacudir mi cabeza. Sin 
			más por ahora. atte. Oscar Barba Medina ” 
 
				Name: Elisa Rodiguez Montalvo
 
				City: Alicante  
				Soy: Persona aquejada 
			de DCM  
				Llegué a la página:  
				Edad: 35  
				Profesión:  
				Sent: 01/10 2002 
			14:09 
 “Dr.Larena Soy una mujer de 35 años, con esta enfermedad tan 
			dolorosa. He estado leyendo más o menos todo de su pag.Web. Me 
			gustaría ponerme en contacto con usted, no entiendo eso de tallar 
			los dientes. Padezco esta enfermedad tan dolorosa desde hace 3 años 
			y pico, en tratamiento Unidad del Dolor en Alicante, el médico que 
			me atendía me dio morfina, topamax, adolonta, bloqueos de cara, 
			intravenosos, triptizol, entre otras cosas y nada no dió resultados, 
			sigo exactamente igual, desesperada. Por favor ayúdeme, no puedo 
			más, contésteme por favor. Gracias”
 
 
				Name: Jose Francisco
 
				City: Santa Cruz De Tenerife 
				 
				Soy :Persona 
			aquejada de DCM  
				Llegué a la página:  
				Edad:: 42  
				Profesión:  
				Sent: 
			14/03 2004 16:55 
 “Paso a comentar mi caso, por si le es de ayuda a alguien y les 
			puede orientar, como me orientó a mi lo leído en la página de doctor 
			Larena: Hace 14 años, comencé a sentir, una sensación vertiginosa 
			leve, era como si " tuviera la cabeza en el aire" de ligeros 
			mareos, entonces acudo a la consulta de un neurólogo el cual me 
			comenzó a tratar con vasodilatadores, que me afectaban mucho al 
			estómago, así estuve 6 largos meses hasta que me empezó un ruido 
			(pitido) en un oído, entonces el neurólogo me " despachó rápido" y 
			me dijo que ese caso no era para él y me mandó al otorrino ( 6 meses 
			perdidos...)
   
				Dos años antes había asistido a la consulta de un otorrino y me había diagnosticado una hipoacusia leve en frecuencias 
			agudas en el oído izquierdo. Al verme el otorrino me comento que los 
			síntomas vertiginosos y el acúfeno eran por la perdida auditiva y 
			que no había nada que hacer, recetándome otro vasodilatador que no 
			me hizo ningún efecto... Me recorro no se cuantos otorrinos y otros 
			neurólogos, y nadie me aporta solución, así estuve 4 años... hasta 
			que cansado opte por vivir la vida lo mejor posible y quedarme con 
			los síntomas. Después apareció otro síntoma que ha ido aumentando 
			cada día y que son cefaleas que me empiezan en la zona de la nuca y 
			poco a poco aumentan hasta que llegan a la zona ocular( ojo 
			derecho) visita neurólogo y cada uno daba su versión...cefaleas 
			tensiónales--síndrome de Arnold---migrañas etc..    
				Me volví a cansar y 
			pasé de médicos, y a vivir la vida otra vez, aunque los síntomas me 
			iban venciendo... Hace dos meses, que me han aumentado los síntomas: 
			-ruidos más fuertes en oídos (pitidos, campanitas) -los dolores de 
			cabeza me dan con mayor frecuencia (Terminan siempre en zona 
			occipital, y seno del ojo derecho, aunque generalmente empiezan en 
			la zona de la nuca y de ahí se va extendiendo a las sienes) 
			sensación de oír menos, como si estuviera taponado. -picores en los 
			oídos, eczemas. -sensación de inestabilidad (me da por temporadas.) 
			dolores en zona de cervicales (las tengo bien según traumatólogo) 
			con contracturas frecuentes en esa zona. - y otros menos molestos 
			que no comento para no cansar.    
				Casualmente fui a la consulta de un 
			dentista, y me comentó que si la mandíbula me hacía un clic cuando 
			abría mucho la boca, y que si notaba chasquidos en la zona del oído 
			cuando abría y cerraba la boca, le comenté que si, y me indicó que 
			tenía (después de observarme) una mala oclusión y que eso me 
			producía una disfunción de la mandíbula...si bien me comentó que eso 
			no producía ninguno de los síntomas referidos por mi anteriormente. 
				   
				Consulté a dos nuevos otorrinos y me confirmaron que la disfunción 
			de la ATM, no producía esos síntomas, incluso un maxilofacial ídem 
			de lo mismo... todo ello me hizo tirar la toalla, hasta que consulté 
			una última opinión de un nuevo otorrino que al hacerme la 
			exploración me comenta que me viera un especialista en disfunciones 
			temporo mandibulares pues según su criterio eso producía acúfenos y 
			otros síntomas referidos por mi....me quedé de piedra y me pregunté 
			cómo pueden haber opiniones tan contrarias entre especialistas sobre 
			un mismo tema, opiniones que lo único que hacen es minimizarte la 
			salud, porque no tienes una referencia para afrontar tu problema, y 
			te confunden más.    
				Me recomendaron de asistir a la consulta del 
			doctor Larena en Las Palmas de Gran Canaria, por estar especializada 
			en este tipo de disfunciones, y la verdad, fui esperando otra 
			desilusión, pues de tantas opiniones que me han dado en tantos años, 
			que podía esperar..., además no creo en curas milagrosas, ni en 
			clínicas donde te ofrecen tratamientos milagrosos, si no están 
			contrastados clínicamente, y la verdad me llevé una sorpresa, 
			primero por el trato humano que me dieron y el ponerse en el lugar 
			del paciente entendiendo el problema que les contaba, sólo con eso 
			casi me conformaba, pero además me han dado allí una esperanza para 
			seguir luchando y me han puesto un tratamiento para tratar mi 
			padecer, y además un tratamiento basado en hechos clínicamente 
			probados durante muchos años.    
				Yo no se si al final me curaré, porque 
			en medicina no hay nada seguro, pero al menos tengo de nuevo ilusión 
			para seguir luchando, y fe en que todos estos síntomas se me 
			reducirán y quien sabe si se me quitarán del todo.... Conforme 
			avance el tratamiento iré contando mis experiencias por si, cómo 
			dije al principio, puede ayudar a alguien. 
 
				Name: Maite Goiri Uriarte
 
				City: Bilbao Soy: Persona aquejada de DCM
				 
				Llegué a la página:  
				Edad: 36  
				Profesión:  
				Sent: 25/03 2004 14:11 
 “Estimado doctor: He estado navegando por Internet buscando algo 
			relacionado al problema que me aqueja y me he encontrado con su 
			página. Muy brevemente intentaré relatarle mis dolencias. Hace unos 
			cuantos años que llevaba notando unos ruidos en la parte izquierda a 
			la altura de la mandíbula, pero sólo eran ruidos, no me dolía nada.
   
				En los últimos años (desde hace 2 ó 3) las molestias que sufro son 
			cada vez mayores, hasta el punto que al día de hoy apenas puedo 
			masticar, ni bostezar y me cuesta mucho incluso hasta abrir la boca. 
			Como tengo un desgaste cervical agudo con bastante frecuencia (1, 2 
			ó 3 veces por mes) al osteópata, el cual me dijo que tenía un 
			bloqueo y corrimiento en la mandíbula y que acudiera al 
			ortodoncista. El ortodoncista, después de exponerle el problema, me 
			aconseja hacerme una Firula de descarga, pero me dice que esto no va 
			a solucionar el problema, que sólo me hará descansar y no tensionar 
			la mandíbula pero que no se me corregiría el problema.    
				Como es la 
			única solución que me dan accedo, me la hago y actualmente la estoy 
			utilizando, pero efectivamente, mis dolores son cada vez mayores. 
			Empieza a dolerme el oído, la cabeza (en la sien izquierda) e 
			incluso la garganta. Tengo miedo que esto afecte a mi desgaste 
			cervical (tal y como me dijo podría ocurrir el osteóata. ¿Qué puedo 
			hacer? ¿Hay o conoce Vd. algún especialista por la zona de Bilbao? 
			¿A quién debería de acudir? Esperando que conteste mi correo y 
			agradeciéndole infinitamente su ayuda reciba un cordial saludo 
			Maite.” 
 
				Name: EVA MORENO RODRIGUEZ
 
				City: Aranjuez  
				Soy: Persona aquejada de DCM 
				 
				Llegué a la página:  
				Edad: 34 Profesión:
 
				Sent: 12/05 2004 07:28 
 “Estimado Dr. Larena: No le he escrito antes porque estaba esperando 
			a poderle contar algo de mi evolución. En primer lugar quisiera 
			agradecerle enormemente que me recibiera cuando vino a Madrid, ya 
			que para mi fue un día que espero marcara mi futuro. Supongo que las 
			personas que se encuentran en mi misma situación entenderán lo 
			importante que es que al explicar nuestro problema y todos los 
			síntomas que conlleva y no se nos trate como bichos raros, quejitas, 
			e incluso cuentistas.
   
				Después de 17 ó 18 años pasando por 
			neurólogos, traumatólogos, fisioterapeutas, psicólogos, etc... El 
			que alguien nos escuche y comprenda nuestro sufrimiento ya es algo 
			de agradecer, pero si además nos da la esperanza de acabar con todos 
			nuestros dolores... esto ya es difícil de explicar. Como ya sabe 
			empecé mi tratamiento en abril con la Dra. Barata (que también es 
			una persona encantadora y con mucha paciencia)…” 
 
				Name: Laura Ines Martinez Garcia
 
				City: Cadereyta Jim. N.L. 
				 
				Soy: 
			Paciente SDCM  
				Edad: 41  
				Sent: 31/03 2005 17:20 
 “Dr. Larena: Me acaban de detectar el síndrome de Costen después de 
			varios años de tener molestias con el oído, cabeza, cuello, hombro y 
			plantas de los pies. La otorrino me transfirió al cirujano maxilo 
			facial, quien me va operar la muela del juicio del lado izquierdo, 
			donde se concentraban los dolores partiendo del supuesto de que es 
			ella la que está presionando la articulación. ¿Está podría 
			representar una mejoría? Gracias”
 
 
				Name: Liliana
 
				City: Buenos Aires  
				Soy: Dentista  
				Edad: 48  
				Sent: 19/09 
			2005 14:40 
 “Estimado Doctor: El leer su página Web me llenó de esperanzas. Hace 
			casi un año que estoy desesperada, de médico en médico, con 
			tratamientos para la sinusitis, alergia, contractura cervical, sin 
			lograr mejoría alguna. Brevemente le cuento: empecé con una molestia 
			en la lengua y paladar, como si tuviera papel de liga, la sentía 
			como sucia, seca. Luego comencé con dolor en las mandíbulas 
			(especialmente la izquierda), en las muelas de arriba, como si las 
			hubiese tenido apretadas.
   
				Luego comenzó a dolerme por delante de la 
			oreja y a veces llega hasta la sien, el músculo del cuello que va 
			por detrás de la oreja se contractura y me duele el hombro y brazo 
			izquierdo. También siento como un zumbido en la oreja que a menudo 
			desaparece si cambio de posición. Por último siento opresión en los 
			oídos, como si los tuviera tapados y muchas veces picor entre la 
			garganta y el oído. Disculpe que lo martirice contándole todos mis 
			síntomas, pero necesito saber si puede ser un DCM porque cuando le 
			relato todo esto a los médicos me miran como si fuera loca. 
				   
				Esto me 
			pone más ansiosa y se transforma en un círculo vicioso. Además 
			siempre tengo la fantasía que podría llegar a ser una enfermedad 
			grave y estoy perdiendo el tiempo. Si usted considera que puede 
			solucionar mi problema vería la posibilidad de viajar. Desde ya 
			muchas gracias. Liliana.” 
 
				Name: Ivana Leiva
 
				City: Rosario – Argentina 
				 
				Soy : Paciente SDCM  
				Edad: 22  
				Sent: 01/10 2005 05:31 
 “Doctor Larena-Avellaneda Mesa: Hace aproximadamente 7 años que mi 
			apertura bucal es muy reducida, siento chasquidos en la zona de la 
			mandíbula, mis oídos se inflaman muy seguido y tengo picazón 
			permanente en ellos, siento realmente tensionados todos los músculos 
			de la cabeza, el cuello y la espalda, mis dientes se han ido 
			adaptando al poco espacio que tengo en la boca y ya no coincide en 
			nada mi mordida.
   
				Siento un dolor fuerte en la zona de atrás del 
			apoyo de mi cabeza cuando la apoyo y suelo sentir dolor en las 
			glándulas salivales, mi vista ha ido empeorando y siento nublados 
			los ojos muy seguido, al mismo tiempo que mi audición que siento que 
			empeoró. Hace años que voy de profesional en profesional buscando 
			alguien que pueda diagnosticar mi problema y ayudarme a solucionarlo 
			y por fin volver a sentir la cara relajada y no tener más estos 
			continuos dolores de cabeza.    
				Realmente no se qué hacer y le 
			agradecería cualquier información acerca de algún profesional en mi 
			ciudad que usted pueda recomendarme, algún tratamiento, no se, algo 
			que pueda orientarme acerca de cómo tratar esta enfermedad. Desde ya 
			muchas gracias, espero con ansias su respuesta. Ivana Leiva.” 
 
				Name: José Francisco
 
				City: Tenerife  
				Soy: Paciente SDCM  
				Sent: 02/10 
			2005 08:32 
 “Saludos. Ayer pase por la consulta del doctor para revisión, y tras 
			revisarme la boca me comenta que los dos compromisos que tenía en la 
			articulación estaban curados. La verdad es que no hacía falta que me 
			lo dijera, pues recuerdo que la primera vez que me palpó el interior 
			de boca presionando con el dedo el fondo de la misma, sentí un dolor 
			tan agudo que casi salto de la silla... en fin que el primer 
			"COMPROMISO" QUE TENIA EL DOCTOR CONMIGO" que era eliminar los 
			compromisos de las articulaciones se ha cumplido ... Gracias.
   
				Ahora 
			le queda creo lo más difícil, que es poner los dientes en su sitio 
			para conseguir el equilibrio oclusal, y es que como decimos en 
			Canarias tengo los dientes " cuadrilongados" con interferencias 
			oclusales, aunque cada vez noto como los dientes están haciendo 
			contacto uno contra otros cuando me quito el aparato. Ya me comentó 
			que tendría que variar el equiplan para conseguir mejores 
			resultados, y este mes acudiré de nuevo a su consulta.    
				La verdad es 
			que lo mejor de todo es el buen trato que recibe uno y la sensación 
			de estar en " familia " cuando está siendo atendido,los que han 
			estado en su consulta lo entenderán. Pienso que es una buena forma 
			de entender la medicina en el binomio paciente- doctor, porque es 
			importante el trato psicológico y personal que se le da al 
			paciente... pues nada hasta otra ya les contaré el resultado de 
			próxima consulta. Saludos.” 
 
				Name: Raquel Villalobos
 
				City: Las Palmas de Gran Canaria 
				 
				Soy: 
			Paciente SDCM  
				Edad: 25  
				Sent: 27/10 2005 13:41 
 Soy una persona nerviosa, los problemas con mis mandibula noches 
			emitía un chirrió constante con los dientes (conocido como 
			bruxismo). Decidí ir a un dentista. De esto hace ya 6 años. Me 
			recomendó que utilizase un aparato de noche para evitar el contacto 
			entre los dientes. Fue peor el remedio que la enfermedad. Con el 
			paso del tiempo me di cuenta de que no podía ni abrir ni cerrar bien 
			la boca. No podía masticar y se me habían movido la gran parte de 
			los dientes.
   
				Llegué a la consulta del Dr. Larena-Avellaneda hace 
			tres meses y tengo que reconocer que estoy impresionada con el 
			cambio. Se ha terminado el bruxismo nocturno. Puedo cerrar la boca 
			prácticamente de manera perfecta y mastico mucho mejor. Ya casi 
			puedo comer de todo. ¡Por lo pronto, he vuelto a comer los 
			bocadillos después de muchos años! Ahora estoy aprendiendo a tragar 
			bien saliva para evitar la apertura entre los dientes de arriba y 
			los de abajo. Tengo hora con el doctor a mitad de diciembre. ¡Espero 
			conseguirlo! Muchas gracias. 
 
				Name: Fernando Fernandez
 
				City: Santa Cruz de Tenerife 
				 
				Soy : Pariente 
			o amigo de alguien con SDCM  
				Edad: 41  
				Sent: 28/10 2005 11:09 
 Estimado Doctor José Larena-Avellaneda: le agradecería la 
			información si esta enfermedad que usted comenta en su pagina Web, 
			tiene relación con la neuralgia del trigémino, ya que tengo a mi 
			esposa con todos los síntomas de esta enfermedad, y ya hemos 
			visitado a varios médicos, pero aun no hemos encontrado solución, y 
			sufre unos dolores espantosos. A la espera de sus noticias, reciba 
			un cordial saludo, Fernando.
 
 
				Name: Federico Brouwer
 
				Soy : Paciente SDCM  
				Edad: 35  
				Sent: 01/01 2006 
			23:41 
 Estimado Dr le estoy escribiendo desde Argentina, Ciudad de Córdoba, 
			me fue diagnosticado una severa DCM, y al consultar con varios 
			especialistas, médicos y odontólogos no encuentro una solución a mi 
			problema, si UD. podría referenciar algún profesional en mi país, 
			estaría muy agradecido. Atte. Federico Brouwer.
 
 
				Name: Angel Serrano
 
				City: Madrid  
				Soy : Paciente SDCM  
				Edad: 31  
				Sent: 
			08/03 2006 11:04 
 Estimado Doctor: Después de más de 10 años sufriendo molestias y 
			dolores más o menos soportables constantemente y sin que ninguno de 
			los numerosos médicos que me han visto averiguaran nada, he llegado 
			a su página Web y me he quedado atónito ante los síntomas de la 
			disfunción que usted trata, ya que describen perfectamente mis 
			síntomas y concuerdan con lo que yo ya he dicho a los médicos y 
			odontólogos que me han visto en estos años. Soy un joven de 31 años 
			de Madrid que aproximadamente a los 18 años empecé a sentir como un 
			adormecimiento del lado derecho de la cara, poco a poco el dolor se 
			fue hacia el oído, la cabeza y el cuello.
   
				Los síntomas que 
			actualmente padezco son:  
					
					
					Dolor de oído incluso pérdida de audición 
			por este oído, ruido en el oído 
					
					Dolor en la cara en el lado derecho 
			que se irradia al ojo derecho, el cráneo y nuca Dolor en la boca y 
			la garganta con sequedad de la misma en un lado Dolor al mover la 
			mandíbula, sobre todo movimientos laterales
					
					A veces crujidos y 
			ruidos en la mandíbula y sensación a veces de arena en la 
			articulación
					
					Dolores musculares de cuello y espalda
					
					
					Dificultad de 
			fijar la visión cuando el dolor es fuerte
					
					Cuando el dolor es 
			fuerte incluso me cuesta hablar y me produce náuseas Dolores de 
			cabeza y aturdimiento
					
					A veces parece que no se cómo relajar la 
			mandíbula, donde colocarla (espero que usted me entienda) 
					 
				Por lo que 
			he leído todos estos síntomas se asocian al síndrome de Costen que 
			usted trata, por eso estoy muy interesado en que usted se ponga en 
			contacto conmigo para poder tratarme o recomendarme un especialista 
			en Madrid que pueda hacerlo. Le estaré eternamente agradecido si así 
			lo hiciera, ya que usted, que trata con pacientes como yo, entenderá 
			perfectamente el grado de frustración e impotencia que esta dolencia 
			causa ya que nadie es capaz de decirme, por lo menos, lo que tengo. 
			Espero por favor recibir noticias suyas en breve...  
			  
			NOTA: Pido disculpas a mis otros compañeros, sólo podía elegir 
			algunas de las tantas cartas del libro de visitas del Dr. Larena, 
			las mismas son textuales, copiadas del libro y sin ningún tipo de 
			corrección, como dije anteriormente, las respuestas del Dr. son 
			personales, por lo que aquí no aparecen, pero no dudo que habrán 
			sido tan importantes, alentadoras y comprensivas como las mías. 
 
			
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			Mensaje final
 
			 DCM, es el libro que cuenta mi testimonio, en donde me muestro como 
			mujer, madre, paciente, enferma, durante dieciocho años, es la 
			historia por saber lo que mi cuerpo sacaba fuera de mi sin 
			explicación .
 
 Hoy a un año de mi curación definitiva de mi eterna inestabilidad, 
			comencé nuevamente a sentirme mal, ya no con síntomas extraños e 
			inexplicables, sino con un cansancio profundo, que en un primer 
			momento fue tomado como ALGO, un cansancio, pero yo ya había 
			aprendido, a pelear por lo que creía era mi verdad en mi sentir 
			físico, insistí e insistí, pues no era ALGO normal, en mi cuerpo tan 
			estudiado por mi.
 
 Esto me llevó a nuevos exámenes médicos, el diagnóstico no se hizo 
			esperar, era preciso, mi corazón estaba enfermo, lastimado, el 
			corazón donde todos guardamos con mucho cuidado nuestros 
			sentimientos, se había enfermado. Por lo que el siete de junio del 
			2005 fui operada a corazón abierto y arreglaron dos válvulas con dos 
			baypas y otra vez la pregunta por qué?
 
 La contestación fue lenta, porque el shock de esta dolencia, me 
			había dejado bloqueada, pero pude lograr la respuesta:
 
				
				
				Desde mi FE, era una nueva prueba que DIOS, ponía
			en el camino de mi vida. 
				
				Desde mi realidad, los años de incomprensión, tal vez
			hicieron que mi corazón, mi caja de sentimientos, 
			sintiera en forma muy intensa mi sufrir y por lo que 
			pidió AUXILIO.  
			La diferencia fue, que sentirme mal, duró sólo ocho meses, desde 
			noviembre del 2004, a junio del 2005, y ahora si estoy curada del 
			todo, ahora volví a tomar medicación diaria, pero ya no para tapar 
			mis sentimientos, sino para cuidarlos, para que pueda ser feliz y 
			logre definitivamente mi verdadera SALUD. 
 DCM, no es sólo mi historia, es la historia de muchas personas 
			desconocidas, pero unidas por sufrir sin saber por qué, aunque puedo 
			entender que el cuerpo humano es una gran caja de sorpresas, no 
			estamos obligados a quedarnos con un diagnóstico que no satisface 
			nuestro verdadero sentir, por eso no debemos claudicar, por nuestra 
			vida, por nuestra salud, por nuestra felicidad.
 
 DCM, fue escrito primero con bronca, luego con COMPRENSIÓN y 
			finalmente con AMOR, pues entiendo que a partir de este sentimiento 
			se puede lograr Solidaridad, Compañía, Salud, Alegría de vivir.
 
 COMPRENSIÓN, AMOR Y ESPERANZA encierran mi mensaje, COMPRENSIÓN y 
			AMOR por todos los enfermos, esperanza para que la palabra ALGO 
			salga para siempre del vocabulario médico, pues en mi lugar de 
			paciente no era ALGO mi verdad, era una Disfunción 
			Cráneo-mandibular, que provocaba un Compromiso Articular en mi boca 
			y de allí todo ese cúmulo de síntomas interminables.
 
 Quiero terminar con esta frase que leí un día, la guardé, desconozco 
			su autor, pero encierra todo mi sentir y el final de mi mensaje:
 
				
				“SE CAMINO QUE GUÍA Y ORIENTA HACIA LA VERDAD A LOS PEREGRINOS DE LA 
			VIDA Y ESTOS AGRADECIDOS PLANTARÁN FLORES A TUS PIES “ 
			Querido Dr. José Larena, GRACIAS por ser el camino de muchos como yo 
			!!! 
 CLAUDIA
 
 
			
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			Epílogo
 
				
				“NUNCA SERÁ TARDE PARA BUSCAR UNA VIDA MEJOR, SANA Y FELIZ… SI EN 
			ESA BÚSQUEDA PONEMOS CORAJE Y ESPERANZA“  
			CORAJE: porque es la fuerza que cada uno de nosotros ponemos a 
			nuestras acciones. El coraje no nos dejará caer en el abismo de la 
			desesperación, el miedo, la vergüenza, nos guiará en nuestra verdad, 
			sobre todo para no ser INCOMPRENDIDOS. 
 ESPERANZA: porque es lo que nunca debemos perder, aun sintiéndonos 
			solos, cansados doloridos, INCOMPRENDIDOS.
 
				
				“SER COMPRENDIDOS ES UNA NECESIDAD PARA LOGRAR UNA VERDADERA CALIDAD 
			DE VIDA“  
			
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