por Ella Alderson 
24 Mayo 2018

del Sitio Web Medium 

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

 

 

 

 

 

 


No estamos hablando de Plutón.

 

El Planeta Nueve (ex-Planeta Diez o X) es un planeta que se predice será aproximadamente 10 veces la masa de nuestra Tierra, y que orbita en algún lugar del distante sistema solar. 

 

Se predijo en '2014' y desde entonces hemos estado encontrando más y más confirmaciones de ello en nuestro sistema solar.


La evidencia principal de la existencia del Planeta Nueve radica en los extraños patrones observados en los objetos 
del Cinturón de Kuiper más allá de Neptuno.

 

Se ha observado un grupo de estos objetos con órbitas de forma idéntica que viajan en la misma dirección en lugar de tener las órbitas aleatorias que esperamos.

 

Las órbitas también están inclinadas lejos de la nuestra en lo que parece ser la influencia de una fuente de gravedad más grande.

 

Si bien hay una posibilidad en 14.000 de que esto podría ser una coincidencia, los científicos están de acuerdo en que, con la creciente cantidad de evidencia, es muy poco probable que esto es todo al azar.

 

La solución más convincente, de lejos, es la existencia de este siempre evasivo Planeta Nueve

 

El Cinturón de Kuiper (KB - Kuiper Belt) en sí mismo no puede ser la causa de estas anomalías, ya que tendría que ser 100 veces más grande para tener ese efecto en este grupo de objetos. 

La proposición es que el Planeta Nueve y los objetos KB están 
en resonancia uno con el otro, similar a la resonancia orbital que comparten Plutón y Neptuno.

 

Esto significa que sus órbitas entran en contacto entre sí y están sincronizados, pero los planetas y los objetos nunca se tocan.

 

 


Cómo la gravedad del teórico Planeta Nueve

afectaría las órbitas del grupo

de objetos del Cinturón de Kuiper.
 


También sabemos desde hace muchos años que el sol está inclinado verticalmente unos seis grados.

 

Con la introducción de este nuevo mundo, podría salir a la luz que en realidad son los planetas los que están inclinados y no el sol.

 

Una colisión al principio de la formación de nuestro sistema solar podría haber causado que la órbita del Planeta Nueve se incline alejándose de las órbitas de los otros planetas, lo que resultaría en una inclinación en todo nuestro sistema para compensar la diferencia.

 

Las simulaciones por computadora colocan la inclinación orbital del Planeta Nueve a 30 grados, un número que encaja perfectamente con las observaciones actuales que tenemos de las órbitas de nuestros propios planetas.
 

También se estima que este nuevo mundo está a una distancia 300-900 veces mayor del sol que la nuestra y su órbita es tan lenta que un año en el Planeta Nueve equivaldría a 10.000-20.000 años terrestres. 

Si esto todavía suena demasiado increíble para creer, considere que nuestra comprensión del universo no es fija.

 

Nuestro viejo modelo geocéntrico del sistema solar que puso a la Tierra en el centro fue aceptado por más de 1,000 años antes de ser reemplazado por el modelo heliocéntrico en el siglo 17.

 

Y sin embargo, el modelo geocéntrico aún era preciso para predecir los ciclos del cielo, las estaciones, todo lo que necesitábamos en ese momento para la vida y la agricultura.

Se creía que Neptuno había existido mucho antes de que alguien lo viese. Las anomalías en la órbita de Urano llevaron a la especulación de que otro cuerpo estaba interfiriendo con el camino del planeta.

 

Tantos astrónomos en 1800 notaron esto que cuando en 1846 se encontró Neptuno, nadie podía decidir quién había hecho realmente el descubrimiento.

 

Del mismo modo, las anomalías en las órbitas de Neptuno y Urano llevaron al descubrimiento del planeta enano Plutón en 1930.

 

Los cálculos para el descubrimiento de Neptuno habían sido tan precisos que se encontró a menos de un grado de donde se teorizó que existían.

 

 


Neptuno
 


Entonces, si hay este planeta masivo en nuestro sistema solar, ¿porqué nos está llevando tanto tiempo para confirmar que está ahí fuera?

 

Bueno, no sabemos exactamente dónde buscar...

 

A diferencia de Neptuno, no tenemos coordenadas sobre dónde podría estar este nuevo planeta en la enorme área de búsqueda del distante sistema solar.

 

Debido a que está tan lejos del sol, es probable que tampoco sea muy visible. También es importante dónde está durante su órbita.

 

¿Está actualmente cerca del sol, o en su punto más alejado? 

 

Hasta que lo observemos directamente, hay una hipótesis comprobable que dice que si el planeta está allí, los objetos en el lado opuesto del sistema solar deberían tener una órbita similar a la del grupo de objetos del Cinturón de Kuiper.

"Cada vez que hacía un cálculo y obtenía la estructura conocida del sistema solar correcta, también veía la producción de estos objetos de gran inclinación que vivían más allá de Neptuno.

 

Creo que cada vez es más incómodo tener un sistema solar sin Planeta Nueve".

Konstantin Batygin

Un líder del Instituto de Tecnología de California

Otras teorías incluyen que el Planeta Nueve fue en realidad un planeta salvaje que fue capturado por la gravedad de nuestro propio sistema solar, en lugar de formarse a su lado. 

Por ahora solo tenemos alrededor de una docena de objetos que nos dan pistas sobre la existencia del misterioso Planeta Nueve.

 

Sin embargo, es una evidencia convincente y es emocionante pensar que un mundo completamente nuevo podría ser descubierto por nosotros. 

 

Su existencia nos daría una imagen más completa de nuestro sistema solar y su infancia.

 

También podríamos predecir con mayor frecuencia la frecuencia con la que los cometas nos alcanzarían y nos provocaría la pregunta,

"¿hay aún más mundos en nuestro sistema esperando a ser descubiertos...?"