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 del Sitio Web Vinlandfolkresistance 
			traducción de Editorial-Streicher 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
			 
			 
 Los mitos son Historia disfrazada y nos conducen a la juventud del mundo, donde la atmósfera está más cerca del Cielo, los hombres más cerca de los dioses, y el tiempo más cerca de la eternidad. 
 
			La memoria de la mente ha olvidado hace 
			mucho, pero la memoria de la sangre todavía conserva la antigua y 
			oscura magia salvaje y el temor de la época mística de los Titanes. 
 Ya no hay ningún enigma en cuanto a que los dinosaurios existieron, ya que tenemos sus huesos, su carne y sus huellas, pero ¿qué hay de los humanos gigantescos? 
 
			Primero volvamos a los más tempranos de 
			los tiempos cuando se creía que los gigantes eran los verdaderos 
			hijos de los dioses que provinieron del caos envuelto en niebla. 
 En London, Texas, por ejemplo, en 1934 un pequeño mango de madera fue encontrado sobresaliendo de un peñasco de roca sólida. 
 La roca fue partida y abierta en 1947 para revelar una cabeza de martillo metálica al otro extremo del mango de madera. La antigüedad de las piedras es medida en sus segmentos de tiempo más pequeños de 50.000 años. 
 ¿Cuántos años imagina usted que le tomaría a una sólida roca del periodo Ordivicense formarse alrededor de un martillo? 
 
			Esto conduce posteriormente a la 
			pregunta de ¿cuántas Eras enteras de civilizaciones han sido 
			totalmente borradas de la pizarra de la Historia de la Humanidad por 
			causa de numerosas catástrofes pasadas?. 
 Muchos hechos indican que esas tempranas civilizaciones no fueron en absoluto las que lo comenzaron todo; en vez de eso, ellas fueron los remanentes de civilizaciones perdidas quizá más altas. 
 
			A la luz del conocimiento acumulado de
			
			la Atlántida hoy, sería justo decir 
			que su destrucción también marcó el final de la Era de las razas 
			gigantescas en su mayor parte. 
 El asteroide realmente se había dividido en dos antes de chocar con la Tierra causando un doble impacto. Los cráteres dejados por aquel impacto son todavía claramente visibles en el lecho del océano y pueden ser vistos ahora desde satélites de la NASA. 
 En el momento de la investigación de Muck él contempló el área entera mediante buceo alrededor del sitio del impacto. 
 
			Gran parte de la lluvia de meteoritos 
			que siguió a los asteroides golpeó las áreas de tierra de Carolina 
			del Norte y del Sur (EE.UU.) que dejó un campo de cráteres también 
			claramente visible ahora mediante el uso de satélites de la NASA. 
 Muchos investigadores han especulado acerca de la fecha de la destrucción de la Atlántida, que varía entre 10.000 y 12.000 años. 
 
			Otto Muck no estuvo satisfecho con 
			adivinar y especular, de manera que en su investigación para la 
			datación exacta él se basó principalmente en la exactitud del 
			calendario maya. Él localiza el momento exacto del final de la 
			Atlántida a las 20:00 horas, tiempo local, del 5 de Junio de 8498 
			a.C. 
 En el reino de los dioses nórdicos conocido como Asgard estaba el mjot vithr, el "árbol de la medición", también conocido como "el fresno Yggdrasil". 
 Ese árbol, según los Eddas, es un símbolo del centro polar del cielo. 
 La palabra Æsir [los dioses, en nórdico antiguo] se deriva de la palabra que significa el poste central, o la isla del pilar del cielo. 
 
			Diversos cuentos de hadas europeos están 
			relacionados con el árbol del mundo, como Cenicienta (Cinderella), 
			que se traduce como "la niña de la ceniza" [cinder = ceniza; ash = 
			ceniza, y también fresno]. En el cuento de Juanito y las 
			Habichuelas él debe subir por el tallo o árbol del mundo para 
			llegar a la tierra de los gigantes. 
 
			En el panteón nórdico la diosa Idun 
			guarda las manzanas de oro en su pecho de ceniza, las que los dioses 
			deben probar siempre que ellos envejecen, para permanecer jóvenes. 
			Los nórdico Edda han preservado recuerdos exactos de los tiempos 
			atlantes referidos como la "Edad de Oro". 
 Luego ellos encuentran en la hierba aquellos trebejos de oro que los Æsir habían tenido. Según los Edda, los Æsir recuerdan su sabiduría secreta; la palabra para "sabiduría secreta" en nórdico es "runar", que también significa "runas". 
 
			El dios Wotan es conocido por haber dado 
			su ojo lunar izquierdo al pozo de Mimir para aprender la sabiduría 
			secreta del gigante Mimir. Mimir era el gigante más sabio en el 
			mundo y era el encargado del conocimiento sagrado antiguo. 
 
			Éstos eran los gigantes primordiales de 
			la época glacial más temprana, los "Ur-Homines'' cuyos descendientes 
			darían a luz después a Wotan y a sus hermanos Vili y Ve. 
 Thor, el hijo de Wotan, era conocido entre muchos otros nombres como "el Gigante Asesino". Esencialmente, el gigante es un símbolo de descontento, por el cual él o intenta destronar a los dioses o destruir la obra del hombre. 
 La hazaña del héroe consiste en restaurar el equilibrio que había sido perturbado por los gigantes al trastornar el orden universal. 
 En toda la mitología y las leyendas europeas occidentales las referencias a la Atlántida y a la temprana época de los gigantes son muchas. 
 
			Igualmente importante es la herencia 
			atlante que permanece en la cultura maya, la minoica y la egipcia 
			temprana, en cuanto a que ellos mismos son vástagos del Imperio 
			atlante. 
 Heinrich Schliemann, conocido por su descubrimiento de las ciudades largamente perdidas de Troya y Micenas, también encontró artefactos de la Atlántida que tenían la inscripción "de Cronos de la Atlántida". 
 Cronos era conocido como el padre de Zeus. 
 El Papa Gregorio ordenó destruir la literatura clásica, 
 La Biblia sin embargo no podía ignorar ciertas realidades prehistóricas que daban legitimidad a algunas de sus propias historias. Eso incluía la existencia de antiguos gigantes humanos. 
 En varios segmentos de la Biblia uno puede encontrar pasajes como éstos: 
 Muchas épocas distantes del hombre en la Tierra pueden haberse perdido para siempre en el tiempo. 
 Las épocas conocidas por los atlantes eran, 
 Las antiguas razas originales de la Atlántida eran muy altas de estatura, entre 3 y 3,6 y a veces 4,5 mt. de altura. 
 Éstos ciertamente eran gigantes, de acuerdo a los estándares de altura de hoy. 
 La palabra anglosajona Etin, todavía encontrada en las leyendas escocesas, es la misma que Jotunn, la forma escandinava, y ambas pueden ser filológicamente comparadas con la palabra griega Titán. 
 La tribu auriñacense de los Atlantes, de elevada estatura, fue más tarde sucedida por los Azilienses, que invadieron Europa en períodos ampliamente diferentes. 
 La gigantesca raza auriñacense era fisiológicamente muy superior a cualquier tipo humano existente, durante aquella época de la Historia. Pero con el tiempo ellos fueron sustituidos por los Azilienses, una gente todavía alta pero bastante más pequeña. 
 
			Los Azilienses fueron los precursores de 
			la posterior raza ibérica. 
 Ellos mezclaron su raza en una buena parte con los celtas, los egipcios, los hispanos y diversas tribus costeras a lo largo de sus rutas de embarque y comercio en la costa Oeste de Europa, el Mediterráneo y África del Norte. 
 El grueso de su gente se convirtió en los minoicos de Creta. 
 La mezcla de celtas e ibéricos es comúnmente referida hoy como los "irlandeses negros". 
 Como cuenta la mitología, Poseidón es un nombre derivado de Potei-Don, que significa "Señor del Agua". 
 En tiempos más tempranos él era conocido como "el Sacudidor de la Tierra Potei-Don", y era el enorme dios titán de la Atlántida. 
 Él tuvo tres hijos titanes: 
 
			Atlas llegó a ser el dios de la 
			Atlántida, Albión, el dios del área de lo que es ahora Gran Bretaña, 
			e Iberius, dios de Irlanda. 
 Como lo cuenta la leyenda histórica inglesa, la tierra de Albión permaneció habitada por gigantes. El hijo más joven de Anthenor de Troya, Brutus, se involucró en batalla con el gigante Albión, acompañado por un partido de exiliados troyanos bajo el mando de un campeón de lucha llamado Corineus. 
 Brutus desembarcó en lo que es ahora el puerto de Southampton. 
 
			Al tener noticias de la invasión, Albión 
			levantó un poder de congéneres gigantes y fue a encontrar a Brutus. 
			Se luchó una sangrienta batalla en donde los troyanos fueron 
			vencidos y muchos de ellos resultaron muertos, y su ejército se vio 
			obligado a retirarse. 
 Durante la noche fue cavada una larga y profunda zanja y se pusieron líneas de agudas estacas en su suelo. Los gigantes fueron desafiados entonces a una segunda batalla. Esta vez los troyanos surgieron victoriosos y los gigantes restantes huyeron a Cornualles, perseguidos con ardor por los hombres de Brutus. 
 
			En ese punto, Brutus decidió que sería 
			una sabia idea dividir la isla en dos, ya que eso facilitaría el 
			control de la raza de gigantes, manteniendo el resto de Albión bajo 
			su propio domino y renombrándola como Bretaña. 
 
			Ese acantilado fue conocido de ahí en 
			adelante como Lan-Goemagog o el Salto de los Gigantes. El 
			nombre Alba es un derivado celta de Albión, del cual Escocia toma su 
			nombre de Albania. 
 
			Los hijos de Albión, explica Blake en su
			Catálogo Descriptivo, fueron una vez figuras arquetípicas de 
			la "Edad de Oro". 
 
			Él era de 2,90 mt. de alto. Es 
			importante comprender que los gigantes son todos juntos 
			completamente diferentes de los antiguos Titanes, los que eran la 
			generación original de dioses, los semi-divinos "Ur-Homines". 
 
			La evidencia mostró que dichos 
			instrumentos no eran simbólicos sino que habían sido usados. 
 Un electrizante descubrimiento fue hecho en Agadir, Marruecos, donde el capitán francés La Fanechere descubrió un completo arsenal de armas de caza que incluía 500 hachas de doble filo que pesaban 8 kilos. 
 
			Se ha estimado que para manejar el hacha 
			uno tendría que tener manos como las de un gigante con una altura de 
			al menos 3,90 mt. El capitán La Fanechere puede haber descubierto 
			los implementos de los gigantes en o cerca de regiones atlantes. 
 Considere entonces el descubrimiento de un gigante encontrado sepultado con su armadura. 
 El descubrimiento fue reportado por Hugh Hodson de Thorneway en 1601, encontrado en Cumberland, Inglaterra. 
 En nuestros propios tiempos modernos de vez en cuando oímos hablar de algún incidente donde un humano alcanza una altura de 2,40 ó 2,70 mt., pero nuevamente tales casos son poco comunes. 
 
			El gen biológico que produce humanos de 
			estatura gigantesca es una anomalía que está casi extinguida. 
			Retrocedamos algunos siglos cuando el mundo era enorme y todavía no 
			totalmente explorado y los avistamientos de gigantes eran más 
			frecuentes. 
 Lo más pequeño de ese particular nativo era mucho más largo y voluminoso que cualquiera de lo de Magallanes y sus hombres. 
 
			Mediante una estratagema ellos lograron 
			poner a dos de los nativos en hierros con la intención de llevarlos 
			a Europa. Ambos murieron antes del planeado viaje. 
 Sebald de Weert, que visitó el estrecho en 1598, habla de los nativos como siendo de entre 3 y 3,30 mt. de alto. 
 Joris van Spilbergen el 3 de Abril de 1615 vio, 
 En el rancho Lampock en California en 1833 algunos soldados descubrieron durante unas excavaciones un esqueleto de 3,65 metros de largo y rodeado por conchas trabajadas, pesadas hachas de piedra y rocas cubiertas con una escritura ininteligible. 
 
			Y uno similar fue descubierto en la isla 
			de Santa María cerca de Los Ángeles. 
 
 
 El eminente escritor Homero, en sus épicos tomos la Ilíada y la Odisea trae a la vida un vívido mundo de dioses, gigantes y héroes inmortales. 
 Él también presentó al mundo de la literatura al gigante más recordado de todos, el cíclope Polifemo, el azote de los griegos comedor de humanos y bebedor de vino de un solo ojo. Ese impresionante personaje al final es vencido por la astucia del ingenioso Odiseo. 
 De esa historia en la Odisea uno queda con la impresión de que Polifemo es un remanente de una ciclópea raza de gigantes alguna vez floreciente de tiempos muy distantes. 
 
			Lo que también se hace obvio en la 
			investigación del mito de los cíclopes es que parecen haber existido 
			dos clases de esos gigantes. Los cíclopes más tempranos parecen semi-divinos 
			y muy superiores al hombre, y la especie posterior es caracterizada 
			como poco civilizada y como pastores de escaso ingenio que parecen 
			seguir lo que todos en general. 
 Se trata o bien de un ojo epicerebral, de alguna manera conectado con el órgano parietal [ojo parietal o pineal] atrofiado en el hombre moderno, o es un caso patológico. 
 
			Como una deformidad, consiste en el 
			movimiento de ambos ojos hacia el puente de la nariz, donde ellos se 
			mezclan en un ojo solo. 
 Tanto los cromañones como los cíclopes parecen haber sido los degenerados aborígenes de la Atlántida. 
 
			El cráneo cromañón era grande, las 
			órbitas de sus ojos inmensas, y poderoso todo su físico. 
 El mismo hecho de que los gigantes de un ojo hayan permanecido como un elemento estable durante tanto tiempo en la literatura occidental deja una semilla de pensamiento en cuanto a su existencia concreta hace mucho. 
 Los cíclopes a veces se ha sabido que han sido ayudantes del hombre, realizando grandes tareas más allá de nuestras capacidades, como trasladar y trabajar enormes piedras para edificios y murallas. Éstas todavía son conocidas hoy como piedras ciclópeas. 
 
			Tales inmensas piedras irregulares tan 
			cuidadosamente trabajadas y puestas en su lugar siguen permaneciendo 
			como un enigma para el mundo. 
 Murallas que tienen semejanzas idénticas pueden ser encontradas en Perú, y en construcciones submarinas de piedra de una Era ida hace mucho en la costa de Bimini, en las Bahamas. Hay algunas piedras trabajadas por los cíclopes tan increíblemente grandes que la grúa más grande en el mundo no puede desplazarlas. 
 
			Tales son las tres piedras
			
			en Baalbek en el Líbano, lugar que los romanos alguna vez 
			llamaron Heliópolis, o "Ciudad del Sol". Puestas de pie, esas 
			piedras serían cada una tan alta como un edificio de cinco pisos, y 
			cada una pesa entre 600 y 800 toneladas. 
 el Trilithon de Baalbek 
 
			 
 De casi 1.100 toneladas y 22 metros de largo, ese gigantesco monolito es la pieza de roca más grande tallada en la faz de la Tierra. Desplazarla sólo 3 cm. habría requerido un ejército de más de 16.000 trabajadores, todos tirando al unísono. 
 No podemos manipular piedras de tal tamaño hoy con nuestro mejor equipo moderno. 
 
			¿Cómo entonces lo hicieron los hombres 
			antiguos?. 
 Ellos fueron fundadores de civilizaciones y grandes portadores de cultura, ingenieros y artesanos. 
 ¿Se originaron los gigantes en este planeta antes o de forma paralela a la época de los dinosaurios, o podría ser que quizá ellos llegaran aquí desde un distante planeta de las Pléyades, lo cual algunas leyendas sugieren? 
 Hágase esta pregunta: 
 Debe haber un punto de origen para toda la vida existente, pero ¿dónde? 
 
			Mientras más uno mira hacia atrás en el 
			tiempo, donde deberíamos esperar encontrar sociedades totalmente 
			primitivas, presenciamos en cambio una alta tecnología, superior a 
			la que puede ser imaginada hoy por las mejores mentes de nuestros 
			tiempos. 
 W. Scott-Elliot afirmó en su libro "La Historia de la Atlántida", publicado en 1896, que la Atlántida existió hace más de un millón de años en sus orígenes. En 1960, en una mina de carbón en Italia, fueron encontrados restos humanos que se remontan a 10 millones de años. 
 
			Nuestro propio estudio de la arqueología 
			nos dice claramente que las historias han sido totalmente borradas 
			muchas, muchas veces. 
 Nosotros los arrogantes y rapaces humanoides en nuestra frágil existencia y artificial mundo consumidor de aparatos seguimos ignorando las advertencias de la Naturaleza, suponiendo siempre que lo sabemos todo, y que somos el alfa y omega de todo lo que es y que alguna vez puede ser. 
 
			En algún lugar, muy lejos en el espacio 
			infinito, si usted escucha atentamente, usted oirá las risas de los 
			Titanes... 
			 por creer demasiado, pero ellos tienen un completo aburrimiento si creen demasiado poco". James Hilton 
 
 
 
 Bibliografía 
 
 
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