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          Introducción La Geometría está presente por doquier en toda la naturaleza, está en 
          el basamento de la estructura de todas las cosas desde las moléculas 
          hasta las galaxias, desde los ínfimos virus hasta los grandes 
          elefantes. A pesar de nuestra actual separación del mundo natural, 
          nosotros seres humanos seguimos ligados a las leyes naturales del 
          universo.
 
 El término Geometría significa literalmente "medida 
          o medición de la tierra".
 
 Es una herramienta fundamental que está estrechamente ligada a todo 
          aquello que sea hecho por las manos del hombre y desde tiempos 
          antiguos a todo lo que significan las mediciones, que en esos tiempos 
          eran consideradas como pertenecientes a una de las ramas de la 
          Magia. En la antigüedad la magia, la ciencia y la 
          religión eran de echo inseparables, constituyendo el fundamento del 
          conocimiento de los sacerdotes.
 
 La armonía inherente a la geometría fue comprendida como una de las 
          expresiones del plan divino que basamenta al universo, un patrón 
          metafísico que determina lo físico. La realidad interna, trascendente 
          a las formas externas, ha permanecido a través de la historia como la 
          base de las estructuras sagradas. Hoy día es tan valido construir un 
          edificio moderno de acuerdo a los principios de la geometría sagrada 
          como lo fue en el pasado en estilos como el egipcio, griego, románico, 
          islámico, gótico o renacentista.
 
 La proporción y la armonía se hallan íntimamente ligadas a la 
          geometría sagrada, porque ella a su vez está ligada metafísicamente a 
          la estructura íntima de la materia.
 
 Los principios de la Geometría Sagrada
 
 Los principios que basamentan disciplinas tales como la geometría 
          sagrada, la magia o aún la electrónica están ligados a la naturaleza 
          del universo. Las variaciones en la forma externa pueden estar 
          influidas por consideraciones religiosas o aún políticas, mas los 
          fundamentos operativos permanecen constantes. Un ejemplo lo 
          encontramos en una analogía eléctrica. Para poder iluminar con una 
          lámpara eléctrica es necesario cumplir con una serie de condiciones. 
          Es necesario hacer circular por dicha lámpara una corriente eléctrica 
          de determinada intensidad, para lo cual hay que aplicar una tensión 
          eléctrica por medio del circuito y las conexiones adecuadas. Estas 
          condiciones no son negociables, si algo se realiza incorrectamente la 
          lámpara no ha de iluminar o se quemará. Todo aquél que realice tales 
          tareas debe adherir a estos principios fundamentales o fallará en su 
          intento. Tales principios son independientes de toda consideración 
          política o sectaria, el circuito ha de funcionar ya sea bajo un 
          régimen dictatorial como bajo uno democrático.
 
 De manera análoga, los principios fundantes de la geometría arcana 
          trascienden las consideraciones religiosas sectarias. Como una ciencia 
          que lleva a la reintegración de la humanidad con el todo cósmico, ella 
          ha de obrar, como en el caso de la electricidad, sobre todo aquél que 
          reúna los criterios fundamentales, sin importar de quién se trate. La 
          aplicación universal de idénticos principios de geometría arcana en 
          lugares separados por vastos espacios de tiempo, lugar y creencia 
          atestigua su naturaleza trascendental. Fue aplicada a las pirámides y 
          templos del Antiguo Egipto, los templos mayas, 
          los tabernáculos de Jehová, los zigurat babilonios, 
          las mezquitas islámicas y las catedrales 
          cristianas. Como un hilo invisible los principios inmutables 
          conectan estas estructuras sagradas.
 
 Uno de los principios de la geometría sagrada lo encontramos en la 
          máxima hermética "como es arriba, así es abajo" y 
          también en "aquello que se halla en el pequeño mundo, el 
          microcosmos, refleja lo que se halla en el gran mundo o macrocosmos". 
          Este principio de correspondencia se halla en la base de todas las 
          ciencias arcanas, donde las formas del universo manifestado se 
          reflejan en el cuerpo y constitución del hombre.
 
 En la concepción bíblica el hombre ha sido creado a imagen y semejanza 
          de Dios, siendo él un templo dispuesto por el Creador para albergar al 
          espíritu que eleva al hombre por encima del reino animal. Por ello, 
          la geometría sagrada no trata únicamente sobre las figuras 
          geométricas obtenidas a la manera clásica con compás y escuadra, sino 
          también de las relaciones armónicas del cuerpo humano, de la 
          estructura de los animales y las plantas, de las formas de los 
          cristales y de todas las manifestaciones de las formas en el universo.
 
 Desde tiempos remotos la geometría ha sido inseparable de la 
          magia. Aún las arcaicas inscripciones en las rocas siguen 
          formas geométricas. Debido a que las complejidades y abstractas 
          verdades expresadas por las formas geométricas solamente pueden ser 
          explicadas como reflexiones de las más profundas verdades , fueron 
          consideradas como misterios sagrados del mayor nivel y fueron puestas 
          fuera de los ojos profanos. Estos profundos conocimientos pudieron ser 
          transmitidos de un iniciado a otro por medio de símbolos geométricos 
          sin que los ignorantes de ello siquiera tomaran nota que se efectuaba 
          dicha comunicación.
 
 Cada forma geométrica está investida de un significado simbólico y 
          psicológico. De esta manera todo aquello hecho por la mano del hombre 
          que incorpore dichos símbolos deviene un vehículo para las ideas y 
          conceptos incorporados en su geometría. A través de las edades las 
          geometrías simbólicas han sido las bases para la arquitectura sagrada 
          y aún profana. Algunas subsisten todavía como potentes arquetipos de 
          fe: el hexagrama como símbolo del Judaísmo, la cruz en el 
          Cristianismo.
 
 Las formas y figuras geométricas
 Unas pocas formas geométricas constituyen la base de toda la 
          diversidad de la estructura del universo.
 
 Todas estas formas geométricas básicas pueden ser fácilmente 
          realizadas por medio de dos herramientas que los geómetras han usado 
          desde los albores de la historia: la escuadra y el compás. 
          Como figuras universales, su construcción no requiere de ninguna 
          medida, ellas se dan también a través de formaciones naturales en el 
          reino orgánico como en el inorgánico.
 
            
              
                
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            -  El círculo 
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            El círculo ha sido seguramente uno de los primeros símbolos 
            dibujados por el hombre. Es simple de dibujar, es una forma visible 
            cotidianamente en la naturaleza, visto en el cielo como los discos 
            del sol y la luna, en las formas de animales y plantas y en las 
            estructuras geológicas. Muchas construcciones antiguas adoptaron 
            esta forma, los tipi americanos y los yurt 
            mongoles son los sobrevivientes de estas formas universales. Desde 
            los círculos neolíticos británicos y a través de las formas 
            megalíticas de piedra circulares de los templos, la forma circular 
            ha imitado la redondez del horizonte visible, haciendo de cada 
            construcción un pequeño mundo en sí mismo.
 
 El círculo representa la completura y la totalidad. En un antiguo 
            tratado alquímico se lee:
 
              
              "Haz un círculo del 
              hombre y la mujer, y dibuja fuera de él un cuadrado, y fuera del 
              cuadrado un triángulo. Haz un círculo y tendrás la piedra de los 
              filósofos". 
             
            El círculo ha sido 
            empleado como símbolo de la Eternidad y de la Unidad.
            
 Como eternidad porque no tiene principio ni fin y siempre retorna al 
            mismo punto. También por esta razón simboliza el Universo, no hay 
            punto donde comience ni punto donde tenga fin, entonces todo lo 
            contiene y no hay nada fuera de él, por ello también es símbolo de 
            la Unidad, especialmente cuando en él se hace presente el centro 
            como símbolo de la primera manifestación.
 
 También simboliza el Destino, Hado o Necesidad y la ley cíclica 
            porque a medida que la rueda de la vida gira los ciclos retornan 
            marcando en la naturaleza la repetición y renovación de los ciclos 
            de vida y en la historia humana el eterno retorno de los arquetipos.
 
 
              
                
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            -  El cuadrado 
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            Muchos templos antiguos fueron realizados bajo una forma cuadrada. 
            Representando el microcosmos y con ello la estabilidad del mundo, 
            esta es una característica saliente de las llamadas montañas del 
            mundo, los zigurat, las pirámides y los stupas. 
            Estas estructuras simbolizan el punto de transición entre el 
            cielo y la tierra, centradas idealmente en el omphalos, 
            el punto axial en el centro del mundo, su ombligo.
 
 Puede ser dividido en cuatro cuadrados haciendo una cruz que 
            automáticamente define su centro. Orientado hacia los cuatro puntos 
            cardinales, en el caso de las pirámides egipcias con excepcional 
            precisión, puede ser además biseccionado además por diagonales, 
            dividiéndolo en ocho triángulos. Estas ocho líneas, radiando del 
            centro, forman los ejes hacia las cuatro direcciones del espacio, y 
            los cuatro rincones del mundo, la división octuple del espacio. Esta 
            división del espacio está emblematizada en el octuple sendero 
            del Buddhismo y en los cuatro caminos reales de Bretaña, 
            señaladas en la Historia de los Reyes de Bretaña. Cada una de las 
            ocho direcciones en Tibet, están bajo la guarda simbólica de una 
            familia, una tradición similar a la de las ocho nobles familias de 
            Bretaña.
 
 -  La Vesica Piscis
 
 La vesica piscis es la figura producida cuando dos 
            círculos de igual tamaño son dibujados hasta el centro del otro. Ha
            representado el vientre de la Diosa Madre, el punto de 
            surgimiento de la vida. Ha tenido una posición de primacía en la 
            fundación de construcciones sagradas. Desde los antiguos templos y 
            círculos de piedra hasta las grandes catedrales medievales, el acto 
            inicial de fundación ha estado relacionado a la salida del sol en un 
            día predeterminado. Este nacimiento simbólico del templo con el 
            nuevo sol es un tema universal, relacionado con la también con la 
            vesica piscis. La geometría de los templos hindúes, así 
            como los de Asia Menor, norte de África y Europa, tal como ha sido 
            registrado, derivan directamente de la sombra de un gnomón. 
            Hay un antiguo texto sánscrito referido a la fundación de templos, 
            el Manasara Shilna Shastra, que detalla el plan para 
            su orientación.
 
 El sitio ha de ser elegido por un practicante de la geomancia, 
            clavándose allí un gnomón, alrededor del cual se traza un 
            círculo. Este procedimiento fija el eje este-oeste. Desde cada 
            extremo de este eje se trazan arcos, produciendo una vesica 
            piscis, la que a su vez determina el eje norte-sur. De esta
            vesica inicial, se dibuja otra en ángulo recto y de esta un 
            círculo central y entonces un cuadrado dirigido a los cuatro cuartos 
            de la tierra. El sistema utilizado por los romanos para la fundación 
            de sus ciudades descrito en los libros de Vitruvio se muestra 
            idéntico al sistema hindú aquí descrito.
 
 
              
                
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            -  El número de oro 
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            El número de oro, o sección de oro, es una relación que ha sido 
            usada en la arquitectura sagrada y el arte ya desde el período del 
            antiguo Egipto.
 
 Las construcciones y los objetos sagrados de egipcios y griegos 
            tienen geometrías basadas en la división del espacio obtenida por 
            rectángulos raíz y sus derivados. Los rectángulos raíz son 
            producidos directamente a partir de un cuadrado por el simple dibujo 
            con compás, entrando así a la categoría de la geometría clásica, 
            producida sin mediciones.
 
 Existe una serie de rectángulos raíz que se hallan interconectados. 
            El primero de ellos es un cuadrado, el segundo es raíz de 2, el 
            tercero es raíz de 3, el cuarto es el doble cuadrado y el quinto es 
            raíz de 5. Si bien los lados de dichos rectángulos no son medibles 
            en términos numéricos, los griegos decían que no eran realmente 
            irracionales porque eran medibles en términos de cuadrados 
            producidos de ellos. La posibilidad de medición en términos de área 
            en lugar de longitud ha sido uno de los grandes secretos de los 
            griegos.
 
            
            Esto nos lleva a otro factor fundamental en diseño de arquitectura 
            sagrada: la proporción y la conmensurabilidad. La 
            música lo demuestra admirablemente en sus armonías, y de hecho de 
            ella se ha dicho que es geometría convertida en sonido. La 
            conmensurabilidad asegura completa armonía a través de una 
            construcción u obra de arte, es una integración de todas las 
            proporciones de las partes de tal manera que cada una de ellas tiene 
            una forma y tamaño fijos. Nada puede ser añadido o removido sin 
            alterar la armonía del todo. Ciertos rectángulos que son punto de 
            partida de figuras geométricas relacionadas constituyen las bases 
            para tales estructuras armonizadoras.
 
 Los rectángulos con relaciones entre lados de 3:2, 5:4, 8:5, 13:6, 
            etc. en los cuales las relaciones están expresadas en números 
            enteros se los ha llamado rectángulos estáticos, mientras que 
            rectángulos tales como los rectángulos raíz son llamados rectángulos 
            dinámicos. Hay unos pocos rectángulos que combinan las propiedades 
            de lo estático y lo dinámico: el cuadrado y el doble cuadrado. La 
            diagonal de este es seguramente la forma más favorecida en las 
            construcciones sagradas y es raíz de 5, lo cual se halla 
            directamente relacionado a la proporción de oro.
 
 Esta importante razón, llamada por los griegos la Sección,
            la Divina Proporción por Luca Paccioli 
            (1509), y bautizada por Leonardo da Vinci y sus seguidores 
            la Sección Dorada o Número de Oro, tiene 
            propiedades únicas que han cautivado a los geómetras desde tiempos 
            egipcios.
 
 Esta relación existe entre dos objetos o cantidades cuando la razón 
            entre la mayor y la menor es igual a la existente entre la suma de 
            las dos (la totalidad) y la mayor.
 
              
            
            Es simbolizada por la letra Phi, en honor a Fidias. 
            Numéricamente posee propiedades excepcionales, tanto algebraicas 
            como geométricas, Phi=1,618, 1/Phi=0,618 y Phi al cuadrado=2,618. En 
            toda progresión o serie de términos que tenga a Phi 
            como la razón entre sus términos sucesivos cada término es igual a 
            la suma de los dos que lo preceden.
 
 En términos numéricos esta serie fue primeramente conocida en Europa 
            por Leonardo Fibonacci, nacido en 1179. Viajó con su padre a 
            Argelia donde los geómetras árabes le enseñaron los secretos de la 
            serie, pudiendo también introducir los números arábicos, 
            revolucionando las matemáticas europeas.
 
 Esta serie ha sido reconocida como el principio de la estructura de 
            los organismos vivientes y de la estructura del mundo.
 
 El número de oro ha sido honrado a través de la historia. Platón 
            en su Timeo lo considera como la clave de la física 
            del cosmos y hasta el moderno arquitecto Le Corbusier, padre 
            de los edificios torre, diseñó un sistema modular basado en dicha 
            proporción.
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