por Joaquín Fernandez Cocco
 

¿En qué se distinguen los chamanes de otros "ayudadores" como sacerdotes, médicos, curanderos, magos, brujos y hechiceros?


La relación de ayuda es un fenómeno de gran interés, por cuanto revela características fundamentales de la visión del mundo tanto del que ayuda como del que es ayudado.


Así, según las características del que es ayudado, del que ayuda y del asunto a tratar (sea problema o enfermedad), se recalca, alzaprima o destaca una parte de ese "mapa del mundo". El área de trabajo es definida por zonas donde parcialmente se superponen los respectivos "mapas".


Es un hecho científicamente aceptado en psicoterapia que uno de los factores de buen pronóstico en cuanto al tratamiento lo constituye el hecho de que su mundo de referencia básico, sus valores sean compartidos. (En los tratamientos quirúrgicos no es tan relevante, sin embargo las posibilidades por parte de los pacientes para elegir el hospital de una intervención también responden a criterios que el enfermo o su familia consideren más propios o apropiados según los valores que atribuyan al cirujano y su entorno).


La relación de ayuda en cualquier modo que quiera ser entendida será más operativa en la medida en que las creencias, tanto en la teoría como en la practica, sean co-participadas.

A) Sacerdote y chamán
El chamán está presente en las sociedades preagrícolas de cazadores recolectores, su conocimiento se basa especialmente en su experiencia individual de primera mano. La tradición y el ritual tienen un peso más grande en el papel del sacerdote. Este desarrolla su actividad a partir de los grupos agrícolas de VIDA SEDENTARIA.


En la actividad chamánica, el estado modificado de conciencia es un medio imprescindible para el desarrollo de su actividad. El sacerdote no necesita modificar su estado de conciencia para actuar.


El sacerdote se encuentra enmarcado en grupos sociales más complejos. Forma parte de una estructura religiosa más jerarquizada, más centralizada. El entorno de las ciudades facilita y hace necesarias a causa de su crecimiento formas de comunicación más indirectas entre los ciudadanos. La distribución de la población y su organización se realiza según formas piramidales. Por el contrario, los grupos nómadas en cuyo seno florece el chamanismo son menos jerárquicos y las relaciones interpersonales son más directas, más "horizontales". El contexto chamánico es menos autoritario en cuanto la conducta individual, a ese nivel hay menos regulaciones formales de la moral particular.
 

Sin que deban de asumirse de manera rígida, sino más bien como preferencias o características más habituales algunos criterios básicos pueden ser orientadores.
 

Chamán

Sacerdote

Tipo de vida

Nómada

Sedentario

Medio

Rural

Urbano

Antigüedad

Preagrícola

Agrícola

Antigüedad de la práctica

Miles de años

Cientos de años

Calendario

No importante

Importante

Ritual sujeto a calendario

Poco importante

Muy importante

Importancia del ritual

Poca

Mucha

Jerarquía social

Escasa

Relevante


Podemos considerar en cualquier manera, la existencia de figuras que desempeñan ambas funciones. Por ejemplo, el "marakame" (chamán huichol) es a la vez una cosa y otra, predominando la función chamánica o la sacerdotal según las circunstancias (Harner).
 


B) Chamán y medium
Ambos afirman tener relación, de alguna manera, con los "espíritus". En ambos se produce un cambio en el estado de conciencia, una modificación que puede ser buscada por ambos voluntariamente. En el caso del chamán el control de la relación con los espíritus es, en general, más enérgico; mientras que el medium actúa de un modo menos combativo y adaptado a lo que va elaborando en esos momentos. El chamán puede discutir con los espíritus y aparenta tener más poder que el medium. Trata a los "espíritus" que encuentra como a iguales.
 

Para Krippner (1980), entre los curadores es posible establecer una tipología con cinco grupos diferenciados:

  • Chamanes

  • Espiritistas

  • Curadores esotéricos

  • Curadores religiosos o rituales

  • Curadores intuitivos

La actividad chamánica podría ser descrita parcialmente como una forma particular del mediumismo. Puede afirmarse también que el medium está presente en el mundo urbano y su trance es pasivo, mientras que el chamán usa la naturaleza, el mundo rural, como referencia y su trance o estado de conciencia chamánico es un fenómeno activo con mantenimiento generalmente del control.


Harner considera como esencial al chamanismo el estado de trance, que se describe como un "viaje" (estado de conciencia chamánico). Terminado el mismo, es capaz de recordarlo. El medium no recuerda necesariamente lo que hizo o pasó durante el trance. Según estos criterios, al estudiar la forma de trabajo de E. Cayce se mostraría no solo como un medium y sino también, en ocasiones, como un chamán.


En sus estados de trance se distinguió por la utilización de la técnica llamada "canalización". Para que tenga lugar, se busca un estado de trance sin posesión. Cayce lo entendía como un poder, como una influencia que uno podía despertar en sí mismo. Insistió en lograr un trance sin posesión:

"No permitas que sea dirigido por una identidad que se proclama tu guía. ¿Por qué?, porque invocar al infinito es mucho más grande, mucho más satisfactorio, más válido para la experiencia del alma que ser dirigido o guiado por una entidad externa al yo, que -como el yo- pasa por un estado de transición o desarrollo" (Reed y Cayce, 1993).

El estado de trance sin posesión se practica por ejemplo, entre los Gnawas (Ver parte III). Se alcanza en movimiento por lo que se califica de trance cinético. El trance cinético es una técnica de raíces ancestrales, que influye sobre prácticamente todos los niveles de la persona, dotándola por su práctica de nuevas formas y perspectivas de autoexperiencia. Mediante la desinhibición es posible alcanzar estados de fusión con el entorno que se muestra como replica de nosotros mismos.


El estado de trance con posesión está presente en todas las culturas, tanto en África como en América, en Asia o Europa y Australia. Mientras se produce, la persona deja de ser propiamente ella misma. Queda alienada, convertida en alguien ajeno. En tales estados se da una disminución de la capacidad de autocontrol por parte del sujeto. Al mismo tiempo, está disminuida su capacidad de darse cuenta de lo externo. Como ejemplo, en los estados de trance del vudú caribeño (Ver parte III).
 

 

C) El curandero y el chamán
El curandero se presenta como persona capaz de tratar enfermedades que son particularmente temidas por la gente y para las cuales la medicina no posee todavía los métodos terapéuticos más eficientes (Enciclopedia Lusobrasileña de culturas, 1977).


La actividad del curandero puede ser muy variada e inusual. Su conexión con los clientes no es tan próxima como la que tiene habitualmente el chamán. Se dan más en el medio rural que en el urbano.
El chamán podría ser considerado como un tipo de curandero, pero todos los curanderos no serían chamanes.
 


D) El mago y el chamán
Producir el sentimiento de lo extra-ordinario, romper con rutinas de la vida, intervenir sobre el espacio y el tiempo son atribuciones que comparten.


El mundo de lo mágico ha sido en ocasiones caracterizado por una intensificación de la actividad o por conocimiento concreto obtenidos a través de medios extraordinarios. Puede ser clasificado como objetivo, cuando sus resultados finales pueden de alguna manera cuantificarse. Y subjetivos cuando los resultados son imaginarios o no contrastables (Ouspensky, 1944).


Para Nevill Drury, los chamanes son los curadores físicos y espirituales en las culturas aborígenes de todo el mundo. Los magos son su imagen en el espejo de las tradiciones culturales del mundo de hoy. Destaca los paralelos existentes entre el chamanismo y el ocultismo.


El mago que hoy conocemos a través de los medios de comunicación (TV, cine, circo, etc.) puede suscitar el mismo asombro que el chamán, y acaso pueda remontar hacia él sus orígenes. Sin embargo, carece de la proyección sanadora que es esencial al chamanismo.