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por David Topí
A priori, es un comportamiento "infantil" con el que, quien más quien menos, se siente identificado, sea porque tiene hijos y lo ha vivido en casa, sea porque nosotros mismos hemos estado en esa situación y nos ha dado esa rabieta al ver que otros niños no nos dejaban participar en lo que fuera que estuviera siendo el centro de diversión en ese momento.
Es un poco como un dominó que,
¿Y cómo funciona este Mecanismo en nuestra Psique?
El detonante inicial de esta concatenación es el programa de exclusión, el que se activa cuando a un niño (en este ejemplo) se le aparta de un juego, grupo, actividad, etc.
Los sentidos y la programación de la psique, al percibir la exclusión y no querer aceptarla (pues, por ejemplo, el "yo social" del niño quiere participar a toda costa en ese juego), inician una secuencia de análisis buscando opciones para poder contrarrestar la situación y unirse a los demás en lo que sea que estén haciendo.
En ese momento, su yo asociado, el "yo triste", toma en cuestión de milisegundos el mando de la personalidad, relegando al "yo excluido" que ya ha hecho su papel y ha pasado el testigo de la reacción al siguiente programa.
En un cómputo sencillo por simulación de escenarios, se da cuenta de que, si el objeto del juego lo hace suyo, el niño será el centro de éste, atrayendo a los demás hacia sí mismo, lo cual soluciona primero la tristeza y, en cascada "revertida", soluciona la exclusión.
Por lo tanto,
...ya empieza a poner en marcha una respuesta automática por toda la programación mental para solucionar el detonante inicial de "exclusión" que activó toda la secuencia.
El ser humano tiene muchos mecanismos defensivos por naturaleza, y ante una amenaza de este tipo - "si no hacéis esto, yo hago lo otro..." - en general, no solemos capitular inmediatamente, pues el resto de niños también analizan y computan en sus psiques (su programa ego inicia la secuencia de análisis con los diferentes yoes que puedan estar involucrados en la situación), para ver si realmente es necesario ceder a lo que la frase "si no me dejáis jugar, cojo el juguete..." puede implicar, o si no tiene credibilidad esa supuesta amenaza para el desarrollo del juego y la actividad.
Es decir, el niño no quiere quedarse el juguete y no quiere estar triste; lo que no quiere es estar excluido y desea participar con los demás.
Como la vía para ello es la "amenaza" a los demás con quedarse el objeto con el que se está jugando, se añade algo al comportamiento para demostrar que se va en serio.
En este caso, se manda un impulso desde la runa de egoísmo a la runa de "destrucción", cuya intención es activar y preparar al "yo destructor" para tomar acción si no existe otra alternativa viable para que le dejen jugar con todos.
...que ha activado no menos de cuatro programas unidos entre sí por puentes rúnicos que han preparado automáticamente a la psique para llevar a cabo una acción determinada, con el fin de solucionar una situación inicial percibida como "no deseada" por la programación del niño (la exclusión).
A partir de aquí, ya es un tira y afloja entre programaciones y comportamientos de todos los demás niños, y el resultado puede ser tanto que otros cedan y el niño termine incorporándose al juego, contento y feliz por ello, o que los demás se cierren en banda y el niño termine dándole una patada o cogiendo el juguete y rompiéndolo para demostrar que va en serio, así como todas las versiones intermedias que pueden llegar a darse en una situación así.
Ya no nos peleamos por un juguete, pero,
No... a menos que se haya hecho un trabajo de sanación y desprogramación mental, tu psique sigue intacta tal y como estaba programada cuando eras niño.
Has madurado, puedes controlar mejor tus comportamientos o reacciones (algunos más que otros), etc., pero esas conexiones (y miles de otras) siguen estando ahí.
De nuevo, se hace una simulación de escenarios mentales (y puedes ser o no consciente de ello, imaginándote cosas que harías o no harías al respecto) hasta que tomas una decisión (también normalmente de forma automática y, normalmente, inconsciente) y, con ello, aparece la solución (reactiva), por ejemplo, de hacerles la vida imposible a tus compañeros, sabotear o hacer algo en el trabajo en algún proyecto que les fastidie porque ellos (supuestamente) te han fastidiado a ti, y cosas así.
Recordemos que suelen ser comportamientos detonados secuencialmente y automatizados, así que su control depende del nivel de consciencia que tenga la persona sobre sí misma y de la estructura de su psique en ese momento.
Ahora bien, como en el caso anterior, nos falta reforzar de alguna manera nuestra posición para poder salir "victoriosos" de esta situación y, puesto que es posible que el programa "destrucción" no tenga cabida en la situación laboral y no se pueda usar como refuerzo, se buscan alternativas en programas que permitan solucionar la "exclusión" inicial.
Estas pueden ir desde el enfado y plantarse ante otros para expresar esa tristeza por estar excluido, hasta sabotear literalmente algo para que nadie pueda "hacer eso" si tú no estás involucrado.
Y, como ya intuís, múltiples problemas de confrontación en la sociedad a muchos niveles se dan por este tipo de programación automática que se activa por defecto, simplemente porque están unidas por puentes energéticos las rutinas de comportamiento que forman parte de nuestra programación mental.
El "antídoto", por otro lado, es, como siempre, la consciencia, pues la autoobservación de uno mismo y el darse cuenta de que se están activando reacciones automatizadas que no has decidido conscientemente activar es lo que permite el control y gestión de esa secuencia de programas y, así, dirigir tu comportamiento de forma consciente hacia cualquier otro tipo de respuesta que te sirva para lidiar con esa situación o encontrar la forma de cambiarla o transformarla por otros métodos o a través de otras alternativas.
Así, en vez de amenazar con destruir un juguete, se amenaza con invadir un país, cambiar unas reglas del juego internacionales por aquí o por allá, expulsar a unos cuantos millones de personas o liberar quien sea por otro lado, poner bloqueos comerciales, ser amigo hoy de cualquier otro dirigente tal y mañana amenazarlo con cualquier cosa.
Todo, simplemente, porque en lo profundo de esa psique existe (presumiblemente) un trauma de "exclusión" que está siendo muy manipulado por los poderes que rigen a la humanidad en estos momentos para activar la toma de decisiones de esa persona.
Pero como está en la posición de poder en la que está, y tiene las carencias que tiene (como todos o casi todos tenemos), está siendo usado por los linajes de SC de ambos bandos para influir en la geopolítica mundial, dando unos bandazos relativamente bruscos según la lucha de aquellos que buscan el acceso a su psique y decanten, con ello, la gestión de su personalidad hacia uno u otro lado.
Lo más probable es que veamos un deterioro psíquico manifestándose muy rápidamente por el desgaste que este tipo de cambios de programación y envenenamiento mental producen en el avatar cuando se dan con tanta intensidad.
Aun le quedan tres años de mandato, pero dudo de que vaya a estar cuerdo cuando los complete si esto sigue así a este ritmo...
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