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			por Joseph Mercola 
			03 Octubre 2024 
			del Sitio Web
			
			TomeControlDeSuSalud 
			
			
			
			Versión en ingles 
			 
			 
			 
			 
			
			  
			
				
					
						
							
							 
							 
							HISTORIA 
							EN BREVE 
						 
						
							- 
							
							La 
							aspirina, 
							que por lo regular se utiliza para aliviar el dolor, 
							tiene propiedades anticancerígenas. Estudios 
							recientes destacan su potencial para prevenir y 
							apoyar el tratamiento contra el cáncer, y su análogo 
							más potente, el ácido 2,6-dihidroxibenzoico, tiene 
							un potencial aún mayor 
   
							- 
							
							Combinar 
							aspirina con vitamina C tiene mejores resultados 
							para reducir tumores y aumentar los tiempos de 
							supervivencia, en comparación con el compuesto solo 
							o los medicamentos de quimioterapia convencionales, 
							además que es más suave con las células sanas 
   
							- 
							
							El uso 
							prolongado de aspirina en dosis bajas (75 mg o más 
							al día durante varios años) podría disminuir de 
							forma significativa la incidencia y mortalidad por 
							cáncer colorrectal, con beneficios más marcados en 
							los cánceres de colon proximal y después de más de 
							20 años de tomarla 
   
							- 
							
							Además de tener 
							propiedades contra el cáncer colorrectal, la 
							aspirina también ayuda a disminuir el riesgo de 
							cáncer de esófago, estómago, pulmón, próstata y 
							mama, lo que se sugiere que podría reducir entre un 
							20% y 30% la incidencia general de cáncer después 
							de tres a cinco años de uso 
   
							- 
							
							Para obtener el 
							máximo beneficio, la mejor opción es la aspirina sin 
							aditivos de liberación inmediata. La dosis ideal es 
							de entre 82 mg y 325 mg al día con las comidas. Las 
							pruebas genéticas podrían ayudar a personalizar el 
							uso de aspirina para prevenir el cáncer 
							 
						 
					 
				 
			 
			
			  
			
			  
			
			La aspirina es un producto básico en todo el 
			mundo, y es conocida por sus propiedades analgésicas y 
			antiinflamatorias.  
			
			  
			
			Sin embargo, investigaciones recientes 
			encontraron que este medicamento podría tener un beneficio 
			sorprendente que podría ayudar a prevenir y tratar el cáncer. 1 
			 
			Aunque varios estudios han revelado las propiedades anticancerígenas 
			de la aspirina, 2 este beneficio se ha pasado por alto, 
			en gran medida en favor de medicamentos más nuevos y caros.  
			
			  
			
			Ahora, las investigaciones no sólo reafirman el 
			potencial de la aspirina para combatir el cáncer, sino que también 
			están descubriendo un componente más potente que podría cambiar 
			nuestro enfoque en el tratamiento contra cáncer. 
			 
			Esta función 
			
			de la aspirina, y de este componente más poderoso, 
			podría brindar una nueva esperanza en la batalla contra uno de los 
			mayores problemas de salud de la humanidad.  
			
			  
			
			Exploremos los nuevos avances que están haciendo 
			que los investigadores analicen este medicamento tan común desde una 
			nueva perspectiva. 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			La aspirina y el cáncer - Conozca 
			el Ácido 2,6-dihidroxibenzoico 
			 
			Georgi Dinkov ha realizado experimentos con ratones, en los que 
			utilizó una combinación de vitaminas B (B1, B3 y B7) y aspirina para 
			combatir una forma muy letal de linfoma de células del manto humano.
			 
			
			  
			
			Georgi descubrió que, a pesar de que las 
			vitaminas por sí solas detuvieron el crecimiento del tumor, agregar 
			aspirina en una dosis de 1.5 gramos al día produjo una regresión 
			completa del tumor en los tres sujetos de prueba. 
			 
			Con base en el éxito de la aspirina, Georgi introdujo un análogo más 
			potente de la aspirina conocido como ácido 2,6-dihidroxibenzoico.
			
			 
			
			  
			
			Este componente no sólo es más fuerte, sino que 
			también es más lipofílico, lo que significa que tiene una mayor 
			afinidad por los lípidos (grasas) que el agua.  
			
			  
			
			Los compuestos lipofílicos tienden a absorberse 
			con mayor facilidad a través de las membranas celulares. 
			 
			Georgi explica la base teórica para el uso de este compuesto, la 
			cual se basa en disminuir el pH intracelular con la finalidad de 
			promover la muerte de células cancerosas: 3 
			
				
				"Una de las teorías principales de 
				
				Ray 
				Peat era que... las células cancerosas... son metabólicamente 
				disfuncionales y, por lo general, una célula como esa sufre 
				apoptosis.  
				  
				
				Pero para que eso suceda, ese mecanismo es 
				controlado por el pH intracelular. Y para que se lleve a cabo la 
				apoptosis, es necesario que esté en el rango ácido. 
				 
				Pero las células cancerosas son alcalinas debido a que exportan 
				iones de lactato e hidrógeno. Entonces, si algo disminuye el pH 
				intracelular, esas células cancerosas, debido a que están 
				alteradas, deberían desaparecer por sí solas. 
				 
				Y una de las sugerencias de Ray fue "utilizar un medicamento 
				
				acetazolamida", ya que, como inhibidor de la anhidrasa 
				carbónica, aumenta el dióxido de carbono.  
				  
				
				El dióxido de carbono es ácido, y eso debería 
				permitir que se genere la apoptosis de las células cancerosas. 
				 
				Diversos estudios in vitro e in vivo demuestran que la 
				acetazolamida podría funcionar, pero la realidad es que no curó 
				los tumores. Ralentizó el crecimiento y provocó una regresión 
				parcial, pero demostró que la idea tiene mucho potencial. 
				 
				Entonces dije:  
				
					
					"Busquemos algo que sea más ácido que el 
					dióxido de carbono".  
				 
				
				Y eso es el ácido 2,6-dihidroxibenzoico, que 
				es un grupo hidroxilo adicional a la aspirina.  
				
					
					El ácido 
				salicílico es ácido 2-hidroxibenzoico.  
					
						
						"Y esto es 10 veces más potente que la 
					aspirina". 
					 
					
					Los estudios de seguimiento obtuvieron 
				resultados prometedores: una regresión de los tumores después de 
				una semana.  
					  
					
					Georgi indica que el ácido 2,6-dihidroxibenzoico 
				está "disponible.  
					  
					
					No tiene patente ni nada por el estilo. 
					 
				 
				
				Se han 
				realizado muchos estudios, pero en realidad se trata de una 
				molécula muy genérica...  
				  
				
				También es muy barato. Más barato que la 
				aspirina". 4 
			 
			
			Así como la aspirina se desarrolló a partir de 
			una fuente natural (corteza de sauce), otros compuestos naturales, 
			incluyendo los que provienen de las hojas de la planta medicinal 
			
			
			Lithraea molleoides, 5 también tienen efectos 
			citotóxicos, lo que refuerza la evidencia de que, 
			
				
				los compuestos 
			derivados de plantas podrían tener un potencial anticancerígeno muy 
			importante.  
			 
			
			Los compuestos aislados de la 
			
			Mangifera zeylanica, 
			que es una especie de árbol de mango nativa de Sri Lanka, también 
			tienen efectos citotóxicos y apoptóticos. 6 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			La combinación de aspirina y 
			vitamina C trata los tumores sólidos mejor que la quimioterapia 
			 
			Aunque las investigaciones sugieren que el ácido 2,6-dihidroxibenzoico 
			podría ser una herramienta prometedora contra el cáncer, la aspirina 
			también lo es.  
			
			  
			
			Su cuerpo podría beneficiarse aún más si combina 
			la aspirina con vitamina C, la cual también tiene efectos 
			antitumorales.  
			
			  
			
			Estudios recientes demostraron que esta 
			combinación podría ser más efectiva contra las células cancerosas y, 
			al mismo tiempo, más suave con las células sanas, en comparación con 
			los medicamentos de quimioterapia convencionales como la 
			doxorrubicina. 7 
			 
			En pruebas de laboratorio, la combinación de aspirina y vitamina C 
			demostró un efecto citotóxico muy fuerte sobre las células del 
			cáncer de hígado, pero fue menos dañina para las células normales de 
			los pulmones. 8  
			
			  
			
			Esta selectividad es vital para disminuir los 
			efectos secundarios relacionados con los tratamientos contra el 
			cáncer.  
			
			  
			
			La sinergia entre estas dos sustancias parece 
			potenciar sus propiedades anticancerígenas individuales, lo que 
			brinda una alternativa más segura a las quimioterapias agresivas. 
			 
			El potencial de la aspirina y vitamina C va mucho más allá del 
			laboratorio, ya que se encontraron resultados alentadores en 
			estudios con animales.  
			
			  
			
			Cuando se probó en ratas con cáncer de hígado 
			inducido de forma química, la terapia combinada generó resultados 
			notables. 9  
			
			  
			
			Después de 90 días de tratamiento, los hígados de 
			las ratas experimentaron una mejora significativa tanto en 
			apariencia como en función. 
			 
			Cabe recalcar que la mayor parte del tejido del hígado se vio normal 
			en el examen microscópico. Esta terapia combinada superó a la 
			doxorrubicina en términos de restablecer la salud del hígado y 
			disminuir los marcadores tumorales. 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			La aspirina y la vitamina C 
			funcionan de forma sinérgica 
			 
			En otro estudio, combinar aspirina (ácido acetilsalicílico - AAS) y 
			vitamina C (ascorbato - AS), tuvo mejores resultados en la reducción 
			de tumores en comparación con cualquiera de los compuestos por 
			separado. 10  
			
			  
			
			Cuando se trató a los ratones con tumores 
			sólidos, con la combinación de aspirina y vitamina C, el volumen de 
			su tumor disminuyó en un 46%, comparado con el 40% con el 
			tratamiento con AAS y el 36% con AS. 
			 
			Este efecto sinérgico quizá se deba a la combinación de las 
			propiedades antiinflamatorias de la aspirina y las capacidades 
			antioxidantes de la vitamina C.  
			
			  
			
			Los dos compuestos parecen trabajar juntos para 
			crear un ambiente hostil para las células cancerosas, lo que inhibe 
			su crecimiento y proliferación. 
			 
			Al atacar los tumores a través de diversos mecanismos, la 
			combinación de aspirina y vitamina C podría combatir algunas de las 
			adaptaciones que las células cancerosas suelen desarrollar para 
			evadir los tratamientos de un solo compuesto. 
			 
			Además de reducir los tumores, la combinación de aspirina y vitamina 
			C extendió en gran medida los tiempos de supervivencia y mejoró la 
			salud general en los ratones con tumores.  
			
			  
			
			Los ratones que fueron tratados con la 
			combinación sobrevivieron un promedio de 93.5 días, en comparación 
			con 54 días para los ratones con tumores no tratados, lo que 
			representa un aumento del 73% en la esperanza de vida. 11 
			 
			La combinación también tuvo mejores resultados que los compuestos 
			por separado en términos de normalizar varios biomarcadores de la 
			función del hígado, riñones y corazón que fueron alterados por el 
			cáncer.  
			
			  
			
			Cabe destacar que la combinación de aspirina y 
			vitamina C logró aumentar los niveles de hemoglobina, lo que podría 
			aliviar la anemia relacionada con el cáncer. 
			 
			Estas mejoras en la función de los órganos y parámetros sanguíneos 
			sugieren que el tratamiento con aspirina y vitamina C podría tener 
			grandes beneficios para la salud general y calidad de vida, más allá 
			de sus efectos antitumorales. 
			 
			Un mecanismo esencial detrás de los efectos de la combinación de 
			aspirina y vitamina C parece ser su capacidad para regular el estrés 
			oxidativo e inflamación en el cuerpo.  
			
			  
			
			El estudio encontró que los ratones con tumores 
			tenían niveles elevados de marcadores de estrés oxidativo, como el 
			malondialdehído (MDA) y el óxido nítrico (NO), junto con defensas 
			antioxidantes deficientes. 
			 
			El tratamiento con aspirina y vitamina C revirtió de forma drástica 
			estos desequilibrios, ya que disminuyó el MDA y el NO, y aumentó la 
			capacidad antioxidante total y la actividad del glutatión y 
			catalasa.  
			
			  
			
			Al crear un ambiente menos inflamatorio y 
			oxidativo, la combinación de aspirina y vitamina C podría dificultar 
			que las células cancerosas prosperen y se propaguen. 
			 
			Este reajuste del estado redox podría tener efectos de largo alcance 
			en todo el cuerpo, lo que podría explicar las mejoras en varios 
			sistemas de órganos.  
			
			  
			
			Los hallazgos del estudio destacan la importancia 
			de abordar la inflamación crónica y el estrés oxidativo como parte 
			de un enfoque integral para el tratamiento y prevención del cáncer. 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			Cómo la aspirina podría ayudar a 
			prevenir el cáncer colorrectal 
			 
			La aspirina también podría disminuir de forma significativa el 
			riesgo de cáncer colorrectal (CCR), que es una de las principales 
			causas de muerte relacionadas con el cáncer.  
			
			  
			
			Diversos estudios demostraron que tomar por lo 
			menos 75 miligramos (mg) de aspirina todos los días durante varios 
			años podría disminuir la incidencia y mortalidad del CCR. 12 
			 
			Por interesante que parezca, el efecto beneficioso parece ser más 
			fuerte en el cáncer de colon proximal, que suele ser más difícil de 
			prevenir mediante métodos de detección estándar como la colonoscopia 
			o la sigmoidoscopia.  
			
			  
			
			El consumo de aspirina durante más de 20 años se 
			relacionó con un descenso del 35% en la incidencia de CCR. 13 
			 
			Estos hallazgos sugieren que tomar aspirina en dosis bajas durante 
			varios años podría ayudar a protegerlo contra este tipo de cáncer. 
			 
			Más allá de sus efectos preventivos, la aspirina también podría 
			mejorar los resultados para las personas que ya padecen cáncer 
			colorrectal.  
			
			  
			
			Los estudios indican que tomar aspirina con 
			regularidad después de un diagnóstico de CCR está relacionado con un 
			riesgo menor de mortalidad general y específica por CCR.  
			
			  
			
			Este beneficio parece ser más marcado en tumores 
			que sobre-expresan la ciclooxigenasa-2 (COX-2). 14 
			Además, los efectos protectores de la aspirina no se limitan al 
			cáncer colorrectal. 
			 
			Los estudios han demostrado que el uso prolongado de aspirina podría 
			disminuir en un 20% el riesgo de muerte por cualquier tipo de 
			cáncer a 20 años, y en un 35% las muertes por cáncer 
			gastrointestinal. 15 
			
			  
			
			Estos hallazgos sugieren que si tiene un riesgo 
			elevado de padecer cáncer, o si ya lo padece, tomar aspirina podría 
			apoyar su estrategia de tratamiento y prevención. 
			 
			Los estudios sugieren que la aspirina podría ayudar a inhibir el 
			crecimiento de tumores, disminuir la metástasis e incluso aumentar 
			la efectividad de otros tratamientos contra el cáncer. 16
			 
			
			  
			
			Este enfoque múltiple hace que la aspirina sea un 
			agente prometedor en la lucha contra el cáncer colorrectal.  
			
			  
			
			Para las personas con riesgo elevado de CCR, como 
			aquellas con antecedentes de neoplasia colorrectal o predisposición 
			genética, la aspirina podría brindar resultados aún más 
			prometedores. 
			 
			Una revisión sistemática de varios estudios, que incluyeron personas 
			con neoplasia colorrectal, encontró que tomar aspirina en dosis 
			bajas ayudó a reducir la neoplasia. 17 
			
			  
			
			Además, para los portadores de genes del síndrome 
			de Lynch, tomar aspirina en dosis altas durante dos años se 
			relacionó con un riesgo menor de cáncer colorrectal. 18 
  
			
			Las personas con síndrome de Lynch tienen un 
			riesgo más elevado de desarrollar cáncer colorrectal a lo largo de 
			su vida.  
			
			  
			
			El Instituto Nacional para la Calidad de la 
			Sanidad y de la Asistencia recomienda que los pacientes 
			diagnosticados con síndrome de Lynch comiencen una terapia diaria de 
			aspirina para disminuir el riesgo de cáncer colorrectal. 19 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			Capacidad de la Aspirina para 
			Combatir el Cáncer 
			 
			Los análisis de ensayos cardiovasculares también revelaron la 
			capacidad de la aspirina para combatir varios tipos de cáncer. 
			20  
			
			  
			
			Los estudios demuestran un descenso significativo 
			en los índices de muertes por cáncer de esófago y estómago entre las 
			personas que toman aspirina durante un tiempo prolongado, y los 
			datos indican que también podría disminuir el riesgo de cáncer de 
			pulmón, próstata y mama. 
			 
			Quizá lo más sorprendente es su capacidad de reducir en un 20% a 30% la incidencia general de cáncer después de sólo tres a cinco años 
			de uso diario en dosis bajas. 21  
			
			  
			
			Además, los estudios demuestran que las dosis 
			bajas (75 mg a 100 mg al día) son igual de efectivas que las más 
			altas para disminuir el riesgo de cáncer. 22 
			 
			La efectividad de los regímenes de dosis bajas también es una 
			indicación de su mecanismo de acción único.  
			
			  
			
			En lugar de afectar de forma directa los tejidos 
			del cuerpo, la aspirina podría actuar al inhibir las plaquetas, las 
			cuales influyen en gran medida en el desarrollo temprano del cáncer 
			y en la metástasis posterior. 23  
			
			  
			
			Aunque algunos beneficios podrían experimentarse 
			al cabo de unos pocos años, el uso a largo plazo es necesario para 
			disminuir el riesgo de cáncer. 
			 
			Los estudios que dieron seguimiento a los participantes durante 20 
			años o más, descubrieron que los efectos protectores de la aspirina 
			contra los cánceres gastrointestinales se vuelven más fuertes con el 
			tiempo.  
			
			  
			
			En el caso del cáncer colorrectal, se observó un 
			descenso significativo en la incidencia y mortalidad después de 10 y 
			20 años de comenzar a tomar aspirina. 24  
			
			  
			
			Este efecto duradero sugiere que la aspirina 
			podría alterar varios procesos fundamentales en el desarrollo del 
			cáncer, lo que brinda una mayor protección contra esta enfermedad. 
			 
			El potencial de la aspirina como medicamento para el tratamiento 
			contra el cáncer es otra área de investigación muy interesante. 
			25 La aspirina actúa al inhibir las enzimas COX, en particular 
			la COX-1 y COX-2.  
			
			  
			
			Este mecanismo no solo ayuda a prevenir los 
			ataques cardíacos, sino que también ayuda a combatir el cáncer de 
			diferentes maneras.  
			
			  
			
			Al inhibir la COX-1, la aspirina disminuye la 
			agregación plaquetaria alrededor de las células tumorales, lo que 
			provoca que estas células malignas sean más visibles para el sistema 
			inmunológico. 26  
			
			  
			
			Esto podría ayudar a prevenir que el cáncer se 
			propague por todo el cuerpo. 
			 
			Además, el efecto de la aspirina sobre la COX-2 podría afectar de 
			forma directa el crecimiento del tumor. La COX-2 produce 
			prostaglandina E2, la cual estimula el crecimiento de células 
			tumorales.  
			
			  
			
			Al disminuir la producción de prostaglandina E2, 
			la aspirina podría retardar o prevenir el desarrollo de tumores.
			27 
			 
			El futuro de la aspirina en la prevención del cáncer podría estar en 
			la medicina personalizada. Los estudios recientes identificaron 
			varios marcadores genéticos que podrían ayudar a predecir quién se 
			beneficiará más de la terapia con aspirina.  
			
			  
			
			Por ejemplo, algunas variaciones en genes, como 
			la UGT1A6 y ALOX12, podrían tener relación con una mayor efectividad 
			de la aspirina para disminuir el riesgo de cáncer colorrectal. 
			28 
			 
			Además, sus niveles de expresión de enzimas, como la 15-PGDH, 
			podrían influir en su respuesta a las propiedades de la aspirina 
			para combatir el cáncer. 29  
			
			  
			
			Esta información sobre la genética ofrece 
			posibilidades muy interesantes para adaptar el uso de la aspirina a 
			su perfil genético individual.  
			
			  
			
			En los próximos años, las pruebas genéticas 
			podrían convertirse en una parte importante para determinar si la 
			aspirina es adecuada para usted y en qué dosis. 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			Corteza de Sauce - Un Analgésico 
			Nnatural muy efectivo 
			 
			Para las personas con sensibilidad a la aspirina, los suplementos de 
			ácido salicílico o corteza de sauce pueden ser buenas alternativas.
			 
			
			  
			
			Cuando toma aspirina, su cuerpo convierte el 
			ácido acetilsalicílico en ácido salicílico, que es el compuesto 
			responsable de los efectos antiinflamatorios, analgésicos y 
			antitrombóticos de la aspirina.  
			
			  
			
			Este compuesto se encuentra en la corteza de 
			sauce. 
			 
			Esta antigua planta medicinal y terapéutica ofrece una alternativa a 
			los productos farmacéuticos modernos. La efectividad de la corteza 
			de sauce proviene de su larga relación con la fisiología humana.
			 
			
			  
			
			A diferencia de los medicamentos creados en 
			laboratorio, los compuestos activos de la corteza de sauce han 
			interactuado con nuestra bioquímica durante miles de años. 
			 
			Esta coexistencia fomenta una compatibilidad natural que muchos 
			medicamentos sintéticos no pueden conseguir. 
			 
			El consumo constante, aunque mínimo, de estos compuestos por parte 
			de nuestros antepasados permitió que nuestros cuerpos desarrollen un 
			medio efectivo de procesarlos y utilizarlos.  
			
			  
			
			Esta adaptación evolutiva destaca las ventajas de 
			los remedios naturales sobre sus contrapartes sintéticas.  
			
			  
			
			Además, las investigaciones sugieren que algunas 
			de las propiedades terapéuticas de la corteza de sauce se deben a 
			sus efectos sinérgicos, 30 por lo que ofrece más 
			beneficios que el ácido salicílico. 
			 
			El desarrollo de la aspirina por parte de la industria farmacéutica 
			en el siglo XIX marcó un cambio significativo de la medicina basada 
			en la naturaleza hacia la medicina de laboratorio. 31
			 
			
			  
			
			Aunque este cambio condujo a la creación de un 
			producto patentable, no mejoró el material original.  
			
			  
			
			De hecho, la popularidad de la corteza de sauce 
			sirve como evidencia del poder de los remedios a base de plantas. 
			 
			Para las personas que están considerando la corteza de sauce como 
			alternativa a la aspirina, en particular las que tienen sensibilidad 
			a esta, es importante conocer la dosis adecuada.  
			
			  
			
			Aunque la corteza de sauce y la aspirina tienen 
			compuestos activos similares, su metabolismo y biodisponibilidad es 
			diferente, por lo que se requieren dosis distintas. 
			 
			Por eso, aunque a menudo se estima que entre 240 mg y 600 mg de 
			extracto de corteza de sauce (15% de salicina) proporcionan una 
			dosis de salicina que equivale a 325 mg de aspirina, la cantidad 
			total de extracto de corteza de sauce necesaria suele ser mayor: 
			
				
					- 
					
					Para alcanzar los efectos de 81 mg de 
					aspirina, por lo general se requiere una dosis de 400 mg a 
					800 mg de extracto de corteza de sauce (estandarizada al 15% de salicina). 
   
					- 
					
					Para obtener efectos similares a los de 
					111 mg de aspirina, por lo regular se necesita una dosis de 
					500 mg a 1 gramo de extracto de corteza de sauce 
					(estandarizado al 15% de salicina).  
				 
			 
			
			  
			
			 
			 
			Consejos sobre la Dosis y Duración 
			de la Aspirina 
			 
			Elija las variedades de liberación inmediata y evite las versiones 
			recubiertas de liberación prolongada, ya que contienen aditivos.
			 
			
			  
			
			Puede comprar aspirina de liberación inmediata en 
			Amazon. Ponga atención a la lista de ingredientes inactivos, el 
			almidón de maíz debe ser el único en la lista. 
			 
			Después de una búsqueda exhaustiva, encontré un producto que cumple 
			con estas características.  
			
				
				La dosis adecuada es de entre 82 mg y 325 
			mg al día con su comida más grande, dependiendo de sus necesidades 
			individuales. 
			 
			
			Con base en mi investigación sobre los beneficios preventivos de la 
			aspirina, tomo 111 mg al día de 
			
			Aspirin Powder USP de 60 g de Health 
			Natura, la cual cuesta menos de 20 dólares.  
			
				
				Elegí esta versión, que tiene una pureza del 99%, por sus efectos prometabólicos, antilipolíticos, 
			antiinflamatorios, anticortisol y antiestrógenos.  
				  
				
				Su perfil de 
			seguridad está bien comprobado. 
			 
			
			Cuando se trata de prevenir el cáncer, la dosis y duración parecen 
			ser factores fundamentales.  
			
			  
			
			Se ha demostrado que las dosis bajas de aspirina 
			(75 a 300 mg/día) son igual de efectivas que las más altas para 
			disminuir la mortalidad relacionada con el CCR, 32 lo que 
			sugiere que no es necesario tomar grandes cantidades para obtener 
			los beneficios potenciales. 
			
			  
			
			Sin embargo, la constancia y el uso a largo plazo 
			parecen ser la clave. 
			 
			Los estudios indican que entre más tiempo tome aspirina, mayores 
			serán los beneficios; después de 5 a 7.5 años de uso constante se 
			puede observar un descenso significativo en el riesgo de cáncer.
			33  
			
			  
			
			A medida que avanza la investigación, la aspirina 
			podría convertirse en una herramienta poderosa para prevenir y 
			tratar el cáncer, una herramienta que ha estado en su botiquín desde 
			siempre. 
			 
			 
			 
			 
			Fuentes y Referencias 
			
			  
			
				
					
					
					1
					
					Drugs R D. 2024 Jul 16. 
					doi: 10.1007/s40268-024-00479-1. Online ahead of print 
					
					
					2,
					20,
					21,
					22,
					23,
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					Nature Reviews Clinical 
					Oncology, 9(5), 259–267. doi: 10.1038/nrclinonc.2011.199 
					
					
					3,
					4
					
					Brighteon, Mercola, 
					Exploring How Aspirin and 2,6-Dihydroxybenzoic Acid Impact 
					Tumor Growth - Interview with Georgi Dinkov 
					
					
					5
					
					Phytomedicine January 
					10, 2005 
					
					
					6
					
					Biomedicine & 
					Pharmacotherapy May 2017, Volume 89, Pages 194-200 
					
					
					7,
					8,
					9
					
					BMC Cancer. 2023; 23: 
					175 
					
					
					10,
					11
					
					Drugs R D (2024). doi: 
					10.1007/s40268-024-00479-1 
					
					
					12,
					13,
					14,
					15,
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					33
					
					Cureus. 2024 Feb; 
					16(2): e54658 
					
					
					16,
					28,
					29
					
					Int J Mol Sci. 2023 Apr; 
					24(8): 7597 
					
					
					17,
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					19
					
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					Cardiovascular Disease and Colorectal Cancer: An Evidence 
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