por R. Badillo Una mosca de la fruta alimentándose
(Pexels) y empiezan a entender por qué los humanos tenemos adicciones.
las moscas rechazaban el consumo de la sustancia.
Después, desarrollaron una adicción a ella en tan solo 16 horas...
Científicos de la Universidad de Utah han logrado un avance importante en el estudio de las adicciones al modificar genéticamente a moscas de la fruta para que desarrollen una preferencia por la cocaína.
Este experimento abre nuevas vías para explorar las bases genéticas de la dependencia a sustancias en seres humanos.
La investigación (Bitter sensing protects Drosophila from developing experience-dependent Cocaine consumption preference), publicada en la revista Journal of Neuroscience, parte de una observación clave:
La razón parecía estar en su sistema sensorial, que detecta sustancias tóxicas como la cocaína antes de que sean ingeridas.
Tras identificar que los receptores del gusto amargo están ubicados en las patas de estos insectos, los investigadores decidieron desactivar estos sensores mediante técnicas de modificación genética.
Una vez anulada esa barrera, las moscas comenzaron a consumir agua azucarada mezclada con cocaína y, en menos de 16 horas, mostraron una marcada preferencia por esta sustancia.
Un avance hacia nuevas terapias
Las moscas modificadas no solo ingieren la sustancia, sino que replican algunos efectos físicos observables en humanos.
Estos comportamientos reflejan reacciones similares a las que provoca la droga en las personas.
Gracias a la rapidez con la que se pueden realizar experimentos genéticos en estos insectos, los científicos tienen la posibilidad de analizar centenares de genes relacionados con la adicción de forma simultánea, lo que acelera significativamente los tiempos de estudio frente a otros modelos animales.
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