|
tras ser
ordenado beber veneno para morir. decía que la verdadera inteligencia no se enseña, sino que se recuerda desde el alma...
Según el filósofo ateniense, conocerse a uno mismo lejos de ser meramente un acto de introspección superficial, era una vía hacia la verdad más profunda:
Esta, pese a no ser una frase dicha por él mismo,
puesto que no se conserva ningún vestigio escrito de su pensamiento,
ha sido interpretada históricamente como ejemplo de su pensamiento.
Pero no por falsa modestia, o porque pensaba que no sabía nada en esencia, sino porque entendía que la sabiduría comenzaba con el reconocimiento de la propia ignorancia...
Que a partir de este punto el individuo era consciente de sus limitaciones dentro de la enormidad que representa el conocimiento en sí mismo.
Esta humildad intelectual también caracterizaría las ideas de Platón, como excelso seguidor del filósofo Sócrates.
En el diálogo 'Menón' (en el que Platón explora la naturaleza de la virtud con una discusión entre Menón y Sócrates), por ejemplo, Sócrates demuestra esta tesis interrogando a un esclavo analfabeto hasta que logra deducir por sí mismo un teorema geométrico.
¿Cómo pudo alguien sin educación descubrir una
verdad matemática como esa? Porque, según Sócrates, el conocimiento
estaba dormido en su alma.
Esta idea desafía la noción tradicional del aprendizaje como acumulación externa:
Sócrates comparaba su labor filosófica con la de su madre, que era comadrona.
Así como la comadrona ayuda a dar a luz, él ayudaba a "parir" ideas mediante la mayéutica, un método basado en preguntas cuyo objetivo es desmontar las falsas creencias y, por el camino, llegar al conocimiento interior.
De esta manera,
Saber que no se sabe es el primer paso hacia el saber auténtico...
De ahí que en vez de enseñar verdades absolutas,
este filósofo clásico se dedicó a examinar su vida y la de los
demás, revisando constantemente creencias, valores y acciones.
Gracias a esta forma de caminar hacia la sabiduría, es un objetivo alcanzable por todo el mundo, aunque lo hagamos de forma imperfecta.
La virtud no es un don reservado para unos pocos iluminados como pensaban los sofistas, sino una destreza que todos podemos desarrollar mediante,
Un Legado
Vigente
Más de 2.400 años después su muerte (a causa de
un suicidio forzado con
cicuta cuando contaba con 71 años
aproximadamente), su voz su antigua sabiduría parece ¡más
necesaria que nunca...!
|