e
por Caitlin Johnstone
23 Abril 2025
del Sitio Web
CaitlinJohnstone
traducción de
Biblioteca Pleyades
Versión original en ingles

No podemos
seguir viviendo así.
Tenemos que despertar.
Tenemos que ser mejores.
Nunca lo lograremos
si no despertamos a la realidad
de nuestras circunstancias,
tanto como individuos que como colectivo...
¡El ser humano del siglo XXI está llamado a despertar tanto exterior
como interiormente...!
Despertar exteriormente es despertar del trance
de la propaganda y el adoctrinamiento, y despertar interiormente es
despertar del trance del ego y el engaño.
Despertar exteriormente significa
tomar plena conciencia de lo que realmente sucede en nuestro
mundo, más allá de la propaganda y lo que nos enseñaron en la
escuela.
Aprender sobre todas las formas en que hemos sido
engañados y manipulados, aprender la
verdad sobre la guerra, el militarismo, el imperialismo, el
capitalismo, el autoritarismo, el ecocidio y todos los abusos e
injusticias interrelacionados causados por los sistemas y las
estructuras de poder bajo las que vivimos.
Despertar interiormente significa tomar plena consciencia
de las formas en que nos hemos estado engañando.
Realizar el trabajo interno necesario para tomar consciencia de
los delirios y la disfunción que nos afectan y descubrir la
verdad sobre nuestras suposiciones incuestionables respecto a
elementos básicos de nuestra experiencia, como el yo, el otro,
el tiempo, el espacio, el pensamiento, la conciencia y la
separación.
Ambos son necesarios para que
nuestra especie sobreviva en el futuro.
No podremos organizar colectivamente el derrocamiento de los
sistemas opresivos que nos conducen a la extinción y la distopía
hasta que un número suficiente de nosotros tenga una comprensión
lúcida de cómo funciona realmente nuestro mundo, y no podremos
actuar individualmente para crear un mundo sano si seguimos siendo
extremadamente disfuncionales y egocéntricamente cautivados.
Y aunque ambos tipos de despertar tienen áreas de coincidencia, es
perfectamente posible estar muy despierto en uno y profundamente
dormido en el otro.
La mayoría de los maestros de la iluminación han dedicado toda su
vida al despertar interior, y si logras que hablen de política y
política exterior, descubrirás que tienden a seguir estando, en gran
medida, adoctrinados en
la visión global de la CNN.
Cualquiera que haya pasado tiempo en círculos de izquierda y
activistas, ha conocido a personas con opiniones y perspectivas
correctas sobre política y asuntos mundiales, pero que son
extremadamente disruptivas e imposibles de trabajar individualmente
porque están plagadas de miseria y disfunción internas.
Está bien tener periodos en la vida en los que te centres más en
despertar de una forma que de otra, pero es importante trabajar en
ambas a lo largo de los años.
Y al trabajar en una, ayudas a sentar las
bases para la otra.
Alguien con una profunda consciencia interior
tendrá más sabiduría y discernimiento para distinguir la
realidad de la ficción al aprender la verdad sobre el mundo, y
quien aprende sobre los abusos en nuestro mundo tendrá muchas
oportunidades de autorreflexión y compasión al contemplar su
propio papel en la disfunción de nuestra sociedad y ponerse en
el lugar de los menos afortunados.
¡No siempre fue necesario que los humanos
despertaran en ambas direcciones...!
Cuando la ciudadanía no tenía forma de organizar ni controlar su
sociedad y la humanidad estaba dividida por la distancia y el
idioma.
Los jefes y monarcas eran quienes sabían lo que
ocurría, mientras que el público común abandonaba la sociedad y se
convertía en ermitaños y monjes en busca de la iluminación.
Ahora, en el siglo XXI, estamos cada vez más interconectados
y empoderados con información de todo el mundo, a medida que los
obstáculos existenciales que enfrenta nuestra especie se vuelven
cada vez más urgentes.
Por lo tanto, el llamado ahora es a expandir nuestra consciencia,
tanto interna como externamente.
No podemos seguir viviendo así.
Tenemos que despertar.
Tenemos que ser mejores.
Nunca lo lograremos si no despertamos a la realidad de nuestras
circunstancias, tanto individuales como colectivas...
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