Un 
						cuerpo sano y lo suficientemente alcalinizado no debería 
						enfermarse al estar en contacto con
						
						el Sol, por el 
						contrario, debería energizarse.
						
						Por supuesto que no todos los cuerpos son iguales y 
						existen organismos más tolerantes que otros a este.
						
						De ahí nacen los distintos métodos preventivos para no 
						exponerse en horarios en los que la intensidad de esos 
						rayos pueden provocar quemaduras y dañar las células.
						
						Sin embargo, nos han vendido el cuento de que los 
						bloqueadores solares nos 'protegen' cuando en realidad 
						tienen efectos muchísimo más dañinos que los mismos 
						rayos del Sol. 
						 
						
						Y no 
						solo para nuestro cuerpo, sino también para nuestro 
						ecosistema.
						
							
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								Propilparabenos
 
 
								- 
								
								
								Oxybenzone
 
 
								- 
								
								
								Octinoxate
 
 
								- 
								
								
								Homosalato
 
 
								- 
								
								
								Avobenzone,
 
							
						
						
						
						...son algunos de los ingredientes que vienen dentro de 
						estos "protectores". 
						 
						
						
						Estos no solo causan alteraciones en los genes sino que 
						además aceleran el crecimiento de células de pecho 
						cancerígenas y dañan la vida marítima.
						
						Todo esto para 'protegernos' de el Sol,  la 
						principal fuente de energía de la Tierra.
						
						¡Suena irónico...!