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			por Antonio Fernandez 
			11 Enero 
			2018 
			
			del Sitio Web
			
			ConjugandoAdjetivos 
			
			 
			 
			 
			 
			  
			
			Una versión óptica  
			
			del 
			experimento de elección retardada de Wheeler (izquierda)  
			
			y una 
			versión atómica y usadas por Truscott (derecha).  
			
			
			Crédito: Manning et al. 
  
			
			  
			
			 
			En el mundo macroscópico, estamos acostumbrados a que las ondas son 
			ondas (olas del mar, por ejemplo) y las partículas son partículas 
			(bola de billar).  
			
			  
			
			Sin embargo, la teoría 
			quántica sostiene que para 
			las partículas más pequeñas, esta distinción se rompe. La luz 
			(fotones, sin masa) puede comportarse como una onda o como una 
			partícula. Lo mismo ocurre con los electrones, que si tienen masa.  
			
			  
			
			Es conocido como la dualidad onda-partícula.  
			
			  
			
			Este comportamiento 
			dual ya fue demostrado mediante el conocido 
			
			experimento de la doble 
			rendija con el lanzamiento de electrones y visionándose el llamado 
			patrón de interferencia, haciéndose notar el comportamiento 
			ondulatorio del electrón.  
			
			  
			
			Pero si se "observaba" 
			más de cerca, la cosa cambiaba. 
			  
			
			  
			
			  
					
				
			  
			
			  
			
			
			 
			Antes de seguir, una pequeña matización sobre el video:  
			
				
				En realidad 
			el video explica mal cuando menciona al observador, dejando la idea 
			de que el observador influye en el experimento.  
			 
			
			Lo que influye en el 
			experimento es la presencia de luz.  
			
			  
			
			Recordemos que la luz son 
			"paquetitos" (fotones) y para poder observar el experimento 
			necesitamos luz, por lo que estamos "bombardeando" los electrones 
			con fotones alterando el estado del electrón, apareciendo el patrón 
			de interferencia. 
			 
			Pues bien, la extraña naturaleza de la realidad, tal y como la 
			establece la teoría quántica, ha sobrevivido a otra prueba, dado que 
			los científicos han realizado un famoso experimento y demostrado que 
			la realidad no existe hasta que se mide.  
			
			  
			
			Los físicos de la 
			Universidad Nacional de Australia (ANU) han llevado a cabo el 
			experimento de elección retardada, pensado por 
			
			John Archibald Wheeler, que 
			consiste en que a un objeto en movimiento se le da la 
			
			opción de 
			actuar como una partícula o una onda.  
			
			  
			
			El experimento de Wheeler 
			se pregunta:  
			
				
				¿Y en qué momento decide el objeto? 
			 
			
			Experimento formulado por Wheeler: 
			
				
				El experimento se 
				trata de la pregunta, 
				
					
					"En mecánica quántica el efecto de hacer 
				una medición hace que cambie el resultado de lo que vemos, al 
				producirse un 'colapso de onda' en un solo punto de medición." 
				 
				
				Es 
				decir, si se dispara un fotón hacia dos ranuras, y ponemos un 
				detector en cada ranura, la partícula siempre o entrará por una 
				ranura o por la otra (la vemos pasar por un detector u otro). 
			 
			
			Sin embargo si no ponemos 
			un detector y en vez de eso permitimos que las partículas atraviesen 
			las dos rejillas y choquen contra una pared, lo que sucede es que 
			las partículas pasan por ambas rejillas a la vez y forman un "patrón 
			de ondas" en la pared.  
			
			  
			
			En otras palabras, nuestra elección de medir 
			o no los fotones causa que posteriormente estos se comporten como 
			partículas o como ondas. Algo verdaderamente asombroso. 
			 
			Noten que lo importante a notar aquí es que de alguna manera, los 
			fotones "saben" dependiendo de si los vamos a medir o no, que deben, 
			
				
					- 
					
					o 
			pasar por la primera o la segunda rejilla (pero no ambas) 
					  
					 
					- 
					
					o pasar por ambas 
					a la vez (en el enlace que les di al inicio de este artículo 
					les explico cómo eso puede ser posible)  
				 
			 
			
			Ahora bien, y aquí viene el 
			
			
			Experimento de Elección Diferida de Wheeler (propuesto por John Archibald Wheeler en el 1978),  
			
				
				¿qué 
			sucedería si nosotros no decidimos cuál de los dos métodos utilizar 
			(el de medir o no medir) hasta después de que los fotones hayan sido 
			disparados y ya estén en camino a las rejillas? 
			 
			
			Pues sucede algo aún más sorprendente que el poder pasar por ambas 
			rejillas a la vez. 
			 
			Lo que sucede es que si decidimos (aun cuando sepamos que los 
			fotones ya hayan pasado las rejillas) medir o no los fotones, que el 
			resultado es el mismo que antes. 
			 
			Déjenme explicar bien si no entendieron:  
			
				
				En el experimento original, 
			nosotros colocamos nuestros detectores (o no), y después disparamos 
			los fotones para que pasen por la rejilla, y los fotones de alguna 
			manera pasan o por una o ambas rejillas a la vez.  
				  
				
				En el nuevo 
			experimento nosotros disparamos primero los fotones, los cuales 
			pasan posteriormente por las rejillas, y es en este momento que 
			nosotros elegimos si observar o no a los fotones pasar, y sin 
			importar lo que hagamos los fotones actúan como si ya supieran lo 
			que íbamos a hacer (si observar o no) y decidieron en base a eso 
			pasar o por una de las rejillas o por ambas a la vez.  
			 
			
			Otra manera de 
			ver esto, y esto es lo importante del experimento, es que nuestra 
			elección en el futuro afectó el comportamiento de los fotones en el 
			pasado antes de que estos salieran disparados hacia las rejillas y 
			supieran si nosotros los íbamos a medir o no. 
			 
			O en otras palabras, el futuro afectó al pasado, lo que pone boca 
			abajo lo que asumimos que en todos los casos una causa pasado tiene 
			un efecto futuro. 
			 
			El sentido común dice que el objeto es o bien onda o bien partícula, 
			independientemente de cómo lo medimos.  
			
			  
			
			Pero 
			
			la física quántica 
			predice que observar el comportamiento ondulatorio (interferencia) o 
			el comportamiento de partícula (sin interferencias) depende sólo de 
			la forma en que se mida, al final de su viaje.  
			
			  
			
			Esto es exactamente 
			lo que encontró el equipo de ANU.  
			 
  
			
			  
			
			 
			El futuro 
			afecta al pasado 
			
				
				"Esto demuestra que 
				la medición es todo.  
				
				  
				
				A nivel quántico, la realidad no existe si 
				no estás mirando", dice el profesor Andrew Truscott, de la 
				Escuela de Investigación de Física e Ingeniería de ANU, en la 
				
				nota de prensa de ésta.  
			 
			
			A pesar del misterio 
			aparente, los resultados confirman la validez de la teoría quántica, 
			que rige el mundo de lo muy pequeño, y ha permitido el desarrollo de 
			muchas tecnologías como LED, láser y chips de computadora.
  El equipo de ANU no sólo tuvo éxito en la construcción del 
			experimento, que parecía casi imposible cuando se propuso en 1978, 
			sino que invirtió el concepto original de Wheeler de haces de luz 
			que rebotaban en espejos, y en su lugar utilizó átomos dispersos por 
			luz láser. 
			
				
				"Las predicciones de la física 
				quántica sobre la interferencia 
			parecen bastante extrañas cuando se aplican a la luz, que se parece 
			más a una onda, pero haber hecho el experimento con los átomos, que 
			son objetos complicados que tienen masa e interactúan con los campos 
			eléctricos y demás, se suma a la extrañeza", dice Roman Khakimov, 
			estudiante de doctorado. 
			 
			
			El equipo del profesor 
			A.G. Truscott primero atrapó una colección de 
			átomos de helio en un estado de suspensión conocido como 
			
			condensado 
			de Bose-Einstein, y luego los expulsó hasta que sólo quedó un átomo. 
			 
			Entonces dejaron caer ese único átomo a través de un par de rayos 
			láser que se propagaban en dirección contraria, y que formaban un 
			patrón de rejilla que actuaba como encrucijada, de la misma forma 
			que una rejilla sólida dispersaría la luz. 
			 
			Una segunda rejilla de luz para recombinar los caminos se añadió en 
			algunos casos, al azar, lo que provocó una interferencia 
			constructiva o destructiva, como si el átomo hubiera viajado por 
			ambos caminos - actuando como onda.  
			  
			
			Cuando no se añadía la segunda 
			rejilla de luz, no se observaba ninguna interferencia, como si el 
			átomo hubiera elegido un solo camino -actuando como partícula. 
			 
			Sin embargo, el número aleatorio que determinaba si se añadía o no 
			la segunda rejilla solamente se generaba después de que el átomo 
			hubiera pasado a través de la encrucijada. 
			 
			Si se opta por creer que el átomo realmente tomó un camino o los dos 
			caminos entonces uno tiene que aceptar que una medida futura está 
			afectando al pasado del átomo, dice Truscott. 
			
				
				"Los átomos no 
			viajaron de A a B. No fue hasta que se midieron, al final del viaje, 
			que existió el comportamiento ondulatorio o de partícula". 
			 
			
			Consejo para entenderlo mejor: 
			 
			
				
				Por favor, deshágase de la 
			concepción lineal que se tiene 
				
				del tiempo como medida absoluta que 
			se mueve en una única dirección o vea la película "Interstelar".
				 
			 
			  
			  
			
			
			 
			Referencia 
			
				
			 
			  
			
			
			  
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