by Félix Udivarri

14 Junio 2021
del Sitio Web AcratasNet

 

 

 

 

Fuente

 

 

 

Con frecuencias 5G de 42,6 GHz,

los nanotubos de 1,2 nm

inyectados en las vacunas Covid

entran en resonancia

y alteran gravemente

el proceso cerebral...

 

 


Empezaré por aclarar que no hay ninguna referencia en Internet de un estudio parecido.

 

Creo que se trata de algo importantísimo, que resumo así:

Con frecuencias 5G de 42,6 GHz, los nanotubos de 1,2 nm inyectados en las vacunas Covid entran en resonancia y propagan una señal de alta energía a la velocidad media del pensamiento humano.

 

Evidentemente, es un ejemplo: Otras longitudes de nanotubos son posibles con tal de que su producto por la frecuencia de la microonda resulte igual a 50.

Algo me llamó la atención al ver un catálogo de venta de nanotubos de grafeno de la empresa Nanografi.

 

Me sorprendió la precisa longitud de los nanotubos de 1,2 nanómetros, o 1,2 x 10-9 m.

 

Como ya conocía las frecuencias de las microondas 5G, en el intervalo de 10 a 300 GHz (1 GHz = 109/s), me llamó la atención la curiosa coincidencia de cómo se anulaban esas precisas potencias de 10 en la conocida fórmula de mecánica de ondas:

f = v/λ

¡Llama la atención a cualquiera con estudios de ingeniería que no ande dormido...!

No obstante, aunque las potencias de los datos parecían encajar, era necesario averiguar si la velocidad de la onda resultante tenía o no sentido biológico/anatómico en un ser humano.

 

Y, efectivamente, tiene sentido. Encaja con la velocidad del pensamiento humano completamente.

Lo que sigue es muy sencillo para cualquiera con conocimientos básicos de Física:

1. Existen resultados de estudios que demuestran que una neurona promedio envía señales a cerca de 180 km/h...

 

Ciertos factores combinados aumentarían la velocidad hasta 432 km/h. Existe mucha variación: algunos humanos piensan más rápido que otros y la velocidad de propagación del pensamiento cambia a lo largo de la vida.

 

Esto es básico para lo que sigue.

Tomaremos el promedio de la velocidad del pensamiento de 180 km/h. Esto es, 180.000 m/3600 s = 50 m/s



2. Por otra parte, los fullerenos o nanotubos de las vacunas existen y están a la venta en el mercado a precios razonables.

 

Por ejemplo, la mencionada empresa Nanografi vende nanotubos como el que sigue:

Fullerene-C60, Precio: 88 €/gr.

Purity: 99.5%

Fullerene Electrical Resistivity 1034 ohms/m-1

Fullerene Appearance Shinning Black

En venta, 1,2 nm de longitud, 0,8 nm de radio. Precisión total.

Supongamos que fuera precisamente este nanotubo de 1,2 nm el inyectado en las vacunas contra la Covid19.
 


3. Vamos a ver qué sucede si hacemos resonar esos nanotubos con una radiación de microondas exterior al cuerpo humano que los contiene:

Si la velocidad de una onda es v, la frecuencia es:

f = v/λ

Las frecuencias resonantes son múltiplos igualmente espaciados de una frecuencia más baja llamada frecuencia fundamental.

 

Los múltiplos se llaman armónicos.

Conocida la velocidad de transmisión provocada por las microondas en el cerebro humano, vamos a ver si es el producto de la frecuencia por la longitud de las partículas.

 

¡Si es así, estamos en problemas...!

 

Si la partícula es de 1,2 nm, como la del ejemplo a la venta, y la frecuencia 41,6 GHz, frecuencia dentro del rango del 5G, entonces:

1,2 x10-9. 41,6 x 109 = 50 m/s, que es la velocidad del pensamiento dentro del cerebro.

 

No hace falta que sea exactamente esa velocidad.

 

Es para que se vea que el resultado de aplicar radiaciones de microondas a nanotubos produce velocidades de transmisión en el cerebro "naturales", o sea, similares a la velocidad del pensamiento humano.

Cuando los nanotubos, adheridos a las sinapsis de las neuronas (cosa que ya está demostrado que hacen), entran en resonancia por causa de una radiación de microondas exterior de la frecuencia precisa.

 

Las amplitudes o potencias disipadas por estos nanotubos, que transmiten la vibración a la velocidad del pensamiento, lo hacen con una potencia que puede resultar peligrosísima para el propio cerebro, aunque la potencia radiada de la onda exterior no sea demasiado elevada.

 

Eso es la resonancia:

que cada ciclo aumenta la amplitud del anterior sin ninguna clase de límite.

Conclusión:

Esta velocidad de las ondas en el cerebro humano es alcanzable para nanotubos corrientes y frecuencias radiadas por las antenas 5G.

 

Esto no es una especulación, sino ciencia y técnica combinadas. Los materiales existen y las microondas de las frecuencias adecuadas, también.

 

La velocidad del pensamiento humano encaja con ambas en una precisa fórmula de Física absolutamente incontestable.

No puede ser una coincidencia.




Comentarios

sepsis y trombos en toda la red vascular...

Los fallecidos en el invierno de 2020 fueron los convencionales 12-15.000 de la gripe estacional más unos cuantos cientos, quizás algunos millares, por trombosis generalizada provocada, creemos, por las radiaciones de las antenas 4G.

¿Qué pasó en febrero y marzo de 2020?

 

Entonces no había frecuencias de 42,6 GHz. Tan sólo de 2,4 GHz.

 

Siguiendo con nuestra hipótesis, hubo de utilizarse nanotubos de grafeno en los viales de la gripe estacional de mayor longitud que los actuales de 1,2 nm. para que estos entraran en resonancia con la señal y actuasen como antenas.

Concretamente nanotubos de 21 nm...

Volvemos a aclarar que se trata de una hipótesis que los oficialistas pueden debatir cuanto quieran.

 

Si estamos equivocados, lo reconoceremos con total honestidad y muy aliviados, además.
 

  • Una antena es un dispositivo conductor diseñado con el objetivo de recibir ondas electromagnéticas.

Una antena receptora transforma ondas electromagnéticas en energía eléctrica.

Las ondas de radio que llegan a la antena generan en esta (mediante el fenómeno de la inducción electromagnética) una tensión eléctrica.

A causa del fenómeno de resonancia, se produce un máximo de tensión para la frecuencia de resonancia del dipolo/antena.

 

No necesita, como las radios de galena, un circuito secundario con condensador porque la emisora es única y está autosintonizada.

Las condiciones dentro del cuerpo humano no son las del éter.

 

La microonda, al cambiar de medio, de aire a hueso y grasa, no cambia de frecuencia, pero sí de velocidad y longitud de onda.

 

Los nanotubos de grafeno son dipolos electromagnéticos, antenas de longitud precisa para lograr la conexión entre la portadora de microondas y las neuronas a través de las sinapsis.

 

La velocidad de esa señal ha de ser de 180 Km/h, es decir, 50 m/s.

 

Si no es así, las neuronas no "leen la señal".

En las antiguas radios de galena, la señal sintonizada era audible, entre 40 Hz y 10 KHz.

Si se consigue eso, toda señal que llegue con la portadora de microondas a la frecuencia precisa se transmitirá a las neuronas, que serán capaces de sintonizarla e interpretarla a su manera (no sabemos cuál), dando lugar a reacciones en el pensamiento.

Reacciones que dependerán de la señal emitida...

Por eso se dice que las microondas de frecuencias del orden de 42,6 están en la banda de absorción de los nanotubos de 1,2 nm.