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La mayoría de la
gente preferiría estar en la mayoría, a tener la razón.
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Al menos el 20%
de la población tiene fuertes tendencias autoritarias, que
surgirán en las condiciones adecuadas.
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El miedo a la
muerte solo rivaliza con el miedo a la desaprobación
social. Este último podría ser más fuerte.
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La propaganda es
tan eficaz en la actualidad como lo fue hace 100 años. El
acceso a información ilimitada
no ha hecho que la persona promedio sea más sabia...
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Cualquier cosa y
todo, puede y será politizado por los medios de
comunicación, el gobierno y quienes confían en ellos.
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Muchos políticos
y grandes corporaciones sacrificarán gustosamente vidas
humanas si ello les favorece sus aspiraciones políticas y
financieras.
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La mayoría de la
gente cree que el gobierno actúa en el mejor interés de
la gente. Incluso muchos críticos del gobierno.
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Una vez que han
tomado una decisión, la mayoría de las personas preferirían
comprometerse a estar equivocadas que admitir que estaban
equivocadas.
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Los seres humanos
pueden ser entrenados y condicionados rápida y relativamente
fácilmente para alterar significativamente sus
comportamientos, para bien o para mal.
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Cuando están lo
suficientemente asustados, la mayoría de la gente no solo
aceptará el autoritarismo, sino que lo exigirá.
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Las personas que
son descartadas como "teóricos
de la conspiración" a menudo están bien
investigadas y simplemente están por delante de la narrativa
dominante.
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La mayoría de la
gente valora la seguridad y la protección más que el ser
libre y la libertad, incluso si dicha "seguridad" es
simplemente una ilusión.
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La adaptación
hedónica (bienestar
subjetivo) ocurre en ambas direcciones, y una vez
que se establece la inercia, es difícil que las personas
vuelvan a la "normalidad".
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Un% significativo
de la gente disfruta mucho de ser subyugado.
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"La ciencia" se
ha convertido en una pseudo-religión secular para millones
de personas en Occidente. Esta religión tiene poco que ver
con la ciencia en sí.
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A la mayoría de
las personas les importa más parecer que están haciendo lo
correcto, en lugar de hacer realmente lo correcto.
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La
política actual, los
medios de comunicación, la
ciencia y las
industrias de la salud
están corruptas, en diversos grados. Los científicos y los
médicos pueden comprarse tan fácilmente como los políticos.
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Si haces que la
gente se sienta lo suficientemente cómoda, no se rebelará.
Puede mantener dóciles a millones mientras les quita sus
derechos, dándoles dinero, comida y entretenimiento.
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La gente moderna
es demasiado complaciente y carece de vigilancia cuando se
trata de defender sus propias libertades de la
extralimitación del gobierno.
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Es más fácil
engañar a una persona que convencerla de que ha sido
engañada.
