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por Kingsley Dennis
25 Julio
2020
del
Sitio Web
KingsleyDennis
Versión original en ingles
Interrogantes de Nuestro Tiempo 1
Interrogantes de Nuestro Tiempo 2
Interrogantes de Nuestro Tiempo 3
Interrogantes de Nuestro Tiempo 4
Interrogantes de Nuestro Tiempo 5
Interrogantes de Nuestro Tiempo 6
Interrogantes de Nuestro Tiempo 8

Una manera apropiada de iniciar este breve ensayo es con una cita de
un poema.
En este caso, un extracto
de 'Si…'
de Rudyard Kipling.
Si puedes
conservar tu cabeza cuando en torno tuyo
Todos pierden la suya y te culpan,
Si puedes confiar en ti mismo
Cuando todos los hombres dudan de ti,
Pero tienes en cuenta sus incertidumbres;
Si puedes esperar y no cansarte de la espera,
O si te mienten, no respondes con mentiras,
O si te odian, no incurres en el odio…
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella…
Dos cosas en particular destacan para mí en este poema.
-
una es el acto
de, tal como se dice, "mantenerse firme"
-
la otra el de
tolerar y permitir que los otros sean quienes son
En este periodo actual de
inquietud y malestar crecientes, cada vez es más fácil para
cualquiera de nosotros perder el control sobre nuestro centro y
también de perderlo con los demás.
La disonancia está
aumentando en las relaciones sociales, y es probable que este
aspecto se vaya cargando cada vez más de tensión.
Los humanos, como seres
sociales, somos relacionales por naturaleza, y de forma natural
establecemos un abanico de entrelazamientos externos.
Cuando las alianzas
sociales se convierten en un lugar de discordia dichos
entrelazamientos, tanto físicos como energéticos, son propensos a
sentir la presión.
La cuestión aquí, como
dice Kipling,
es que debemos
"conservar nuestras cabezas"...
La vida moderna ya
proporciona suficientes estímulos a la persona promedio.
Ahora, las condiciones
sociales y culturales son susceptibles de entrar en un periodo de
sobre-estimulación en términos de,
información,
desinformación, y ansiedad social...
No cabe duda de que
muchas sociedades y comunidades van a experimentar más tensiones en
sus relaciones y alianzas sociales.
La situación actual
acerca del tema de la "seguridad sanitaria" se va a expresar a
través de las personas tanto como lo está haciendo a través de
nuestras instituciones de poder y de los medios de comunicación.
Cada persona no solo va a
tomar sus propias decisiones y formarse sus propias opiniones,
también va a exponerse a las decisiones y opiniones de otra gente. Y
esto puede generar enfrentamientos; sobre todo si algunas personas
deciden proyectar enérgicamente sus opiniones sobre los demás.
Pero si la gente empieza
a reñir entre sí, está desviando inadvertidamente el enfoque de las
cuestiones reales.
La tensión social y los
altercados son una forma de distracción social de lo que son los
asuntos reales; y estos tienen que ver con que necesitamos
distinguir entre lo que son verdades necesarias y lo que son
mentiras deliberadas.
En este momento, en
los límites de lo humano, hay grandes energías de discordia; y
es crucial que cada persona en lugar de lanzarse a actuar de
manera inconsciente emplee su pensamiento crítico.
En tiempos así,
tenemos que trascender nuestras polaridades y diferencias
manufacturadas.
También es probable que durante este periodo, y más adelante,
haya a la vez una desconfianza creciente en las instituciones
ortodoxas.
Muchas personas
pueden comenzar a cuestionarlo todo, desde sí mismas, hasta sus
amigos, sus comunidades, su fe, y las instituciones culturales y
sociales en las que hace tiempo confiaban en que les decían la
verdad y les protegían.
En estos tiempos,
muchos pueden sentir una necesidad urgente de elegir, en tanto
que otros también pueden experimentar disonancia por no querer o
no saber cómo escoger en absoluto.
Hay aspectos de la
condición humana que van a empezar a destacar y a estar en el
centro de atención, quizá como nunca antes.
Como seres sociales, las
personas existen dentro de un gran tapiz de entrelazamientos
externos que también tiran de ellas y les influyen, más de los que
ellas mismas se dan cuenta.
Además, muchos de estos
entrelazamientos son energéticos y emocionales y nos afectan
personalmente. Reaccionamos instantáneamente a empujoncitos externos
ya sea a una palabra, una mirada o una sensación.
Ahora, muchos podemos
hacernos más sensibles a impactos tales como un sentimiento de
ansiedad social, desconfianza o incertidumbre, y la duda y la
inseguridad generales empiezan a aumentar.
Será vital no
permitir que situaciones y circunstancias, por inesperadas que
sean, nos saquen de nosotros mismos.
Es tiempo de recuperarlas
y recogerlas y de, por así decirlo, no estar tan dispuestos a
"volver a lanzarse afuera".
Cuanto más se aleja
una persona de su centro de gravedad, más se dispersa y se
involucra en entrelazamientos externos, y menos estable está.
Ahora es tiempo de
encontrar nuestros fundamentos individuales y edificar sólidamente
sobre ellos:
lo vamos a
necesitar...
Con observación crítica,
una persona debería ser capaz de sentir cuando alguien o algo sigue
reduciendo su energía, y actuar a partir de esta observación.
Toda persona tiene la
capacidad de liberarse de eso.
Actualmente deberíamos
confiar en nosotros mismos y actuar a partir de ese
conocimiento.
Ya no es beneficioso
seguir aferrados a apegos o relaciones de energía obsoletas.
Lo que antaño nos
sirvió puede que haya dejado de ser un beneficio constructivo.
Es hora de elegir
nuestras relaciones como escogemos nuestras alianzas.
Lo que alguna vez
funcionó, bien puede ser que ahora no lo haga.
En todo caso, es hora de
darse cuenta y elegir aquellas relaciones que nutren y siguen
aumentando nuestras energías.
Puede que sea un
momento para estar más cerca de la familia y los amigos,
especialmente de aquellos con quienes hay una resonancia
positiva compartida.
A medida que llegamos a
ser más conscientes de nuestras relaciones, deberíamos elegir estar
en contacto con quienes nos empoderan y refuerzan nuestro bienestar.
Cada uno de nosotros
necesita saber exactamente dónde está, y no solo físicamente sino,
lo que es más importante, energética, emocional y psicológicamente.
Dándonos permiso a
nosotros mismos también se lo damos a los demás.
No juzgándonos,
tampoco juzgamos a los demás.
Tenemos que sentirlo
y percibir dónde estamos cada uno en relación con esta
transición en la que vivimos actualmente.
Conocer aquello que
se siente pesado y anticuado beneficiará a cada persona.
Es una oportunidad para
ralentizar nuestra participación en los proyectos menos
significativos y redirigirla a aquellas actividades que nos
proporcionan una sensación de equilibrio y calma.
Es hora
de
redefinir la
tranquilidad
no como
aburrimiento
sino como paz...
La humanidad ha entrado en una fase disruptiva de su vida
colectiva y diversas ondas de perturbación se manifestarán a lo
largo de sociedades y culturas.
Podemos decir que es un
tiempo de transición, como hacen muchos.
La pregunta es:
¿una transición hacia
qué...?
Hasta que se responda
esta pregunta, experimentaremos diferentes fuerzas en juego
rivalizando por sus programas y sus resultados preferidos.
Esta fuerzas en contienda
van a proporcionar muchos impactos y estímulos, así como crear más
confusión y fricción entre la gente.
Son tiempos en los cuales
pueden atraernos entrelazamientos potenciales y, antes de que
podamos darnos cuenta, encontrarnos reaccionando con una emoción y
una energía que nos agotan.
Siempre se no ha animado
a tomar parte activa en nuestras vidas y a no tener miedo de
"zambullirnos".
Pero son generalizaciones
y no se pueden aplicar a todas las ocasiones y en todas las
circunstancias. En cualquier situación tenemos que observar el
contexto.
Algunas personas
pueden creer que necesitan estímulos y entusiasmo; pero la
mayoría de las veces solo es un estado al que llegamos a
acostumbrarnos.
Siempre hay tiempos
en los que tenemos que retroceder y encontrar un lugar o un
momento de consciencia tranquila; respirar profundamente y
relajar alguno de los entrelazamientos que nos atan.
Echad un vistazo a lo que
pasa a vuestro alrededor.
Fuerzas/gente/organizaciones externas nos están diciendo que
elijamos una cosa sobre otra; una categoría sobre otra; una
creencia sobre otra.
Nos empujan a aceptar
una narrativa descartando las demás.
Y cada vez que
tomamos esas decisiones, nos estamos limitando al crear una
burbuja personalizada que nos rodea.
Y este es un tiempo
peligroso para vivir dentro de burbujas.
Cuanto más
construimos nuestras burbujas más separaciones creamos en
nuestras vidas.
Generamos
segregaciones de aquellas cosas que hemos excluido de nuestro
mundo "personalizado".
La vida moderna, de
alguna manera, ha tomado un camino de división y separación más que
de unidad.
Las experiencias
vitales se han hecho compartimentadas.
Es parecido al
proceso del lavado de cerebro en el cual el sujeto se programa
para compartimentar su mente, solo que ahora es a escala global.
La sociedad moderna
está siendo impulsada hacia unidades compartimentadas por temas
tales como raza, género, religión, ideales, creencias, y muchos
más.
Pero estas, en esencia,
solo son posiciones mentales.
Alguna gente se
refiere a ellas como "identidades".
Son los asuntos con
los que aprendemos a identificarnos:
yo soy "este"
tipo de persona que "cree" en "esto" y no en "aquello".
Es como si fuésemos
niños en una tienda de chucherías, llenando nuestras bolsas con
nuestros dulces preferidos.
Cuanto más
transitemos a lo largo de este camino, más estrecharemos los
parámetros de nuestra experiencia vital.
Y cuanto más tiempo
hayamos fijado estas incorporaciones en nuestra experiencia
vital, más rígida y pesada se hará nuestra vida.
Viajar por una vida plena
quizá consista más en viajar ligero de equipaje...
Mientras acumulamos
ciertas cosas durante la experiencia vital, deberíamos permitir
que otras desapareciesen.
Y en todo tiempo,
cada cual debería buscar esos momentos para hallar un espacio
para una consciencia tranquila, y respirar profundamente.
Si nos tomamos el tiempo
para respirar, encontraremos que lo que hace que una experiencia
vital fluya con más suavidad no es agobiarse con pesados
entrelazamientos energéticos sino más bien encarnar una conciliación
consciente.
Buscando activamente una
resolución positiva, permitimos que las cosas sigan adelante en
lugar de aferrarse a nosotros.
Nuestras burbujas se
convierten en porosas en lugar de en una gruesa membrana viscosa que
no permite que entren cosas nuevas o salgan cosas viejas.
En
estos tiempos de incertidumbre creciente,
no hay espacio para apegarnos inconscientemente a identidades,
categorías o programas manipulados externos.
Más bien lo
contrario:
tenemos que ser
fluidos, observadores, y estar en un buen espacio personal.
Y entonces, desde ese
espacio, podemos elegir conscientemente la conciliación en lugar
de ser arrastrados a conflictos que no son nuestros.
Si tuviera que decir
algo, sería esto:
no tengáis miedo de
los momentos tranquilos.
No huyáis de estar
solos con vosotros mismos.
Respirad
profundamente y hacedlo con frecuencia.
Y tomaos tiempo para
buscar esas oportunidades para un espacio de consciencia
tranquila.
Convertíos en el
observador.
Y mantened porosa
vuestra burbuja vital personalizada.
Y peregrino: buen
camino... [*].
[*] En español
en el original.
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