por Ruben Torres
09 Agosto 2014

del Sitio Web LaCosechaDeAlmas


 

 

 

 



Somos un rebaño, nos tratan como a un rebaño y pensamos como tal y os lo voy a mostrar con este pequeño experimento.

 

A nadie le gusta pensar que es un animal, un mero recurso, nadie quiere ser un animalillo, encerrado que solo vive mientras produce y cuando ya no sirve, simplemente se le sacrifica.

 

Ahora párate a pensar en como esta construida la sociedad en la que vives y donde va encaminada, los enfermos son considerados un lastre y los ancianos un trasto inútil, se eliminan todas las herramientas que hacen que esas personas tengan los medios para subsistir.

 

Solo aquellos que producen en la granja tienen el derecho a vivir en ella.

 

Esta es la premisa que desde la élite nos están implantando en nuestra mente, algo totalmente injusto e inhumano, pero…

¿es que acaso crees que eres humano?

Para que esto sea cierto deberías albergar sentimientos y pensamientos humanos, pero el sistema se ocupa de programarte para que no sientas y no pienses, para que no te emociones, para que solo produzcas y si no produces, estas fuera.

Eres un borrego, el sistema se ha encargado de que lo creas y de que pienses como uno. Una ovejita temerosa que adora el redil en el que la encerraron y que jamás se plante salir de el, es mas, lo cree imposible.

 

Tenemos adoptada una mentalidad de borrego, tenemos identidad y un sentimiento de pertenencia ciertamente corto, nos identificamos con nuestro rebaño, el de nuestra localidad, en una granja llamada país y perteneciente a una gran productora llamada La Tierra.

 

Mentalidad de rebaño, y puede que pienses que eso es para otros, para esos que aun creen en la política, la religión y el dinero como único fluido con el que sustentar sus escuetas vidas.

 

Pero tú que estas despierto, aun sigues pensando como un borrego, sigues agrupándote con corrientes de pensamiento, sigues creyendo y sigues alimentando la necesidad de no quedar apartado.

Voy a mostraros un pequeño experimento sociológico para demostraros la mentalidad de rebaño, es sencillo y lo podéis poner en practica.

 

Es esencial que a la hora de poner en marcha un experimento como el que os voy a mostrar, tengáis presente siempre el respeto hacia la persona o personas que van a participar en el.

 

 


Experimento sociológico sobre la mentalidad de rebaño

Para comenzar necesitaremos un grupo de personas que participen y nos sirvan de apoyo.

 

Pueden ser amigos, familia o compañeros de trabajo o estudios; se trata de crear una mentalidad de rebaño, por lo tanto ese grupo incluidos nosotros, formaremos ese rebaño virtual que nos va a servir en este experimento.

 

Es importante que todas las personas que participen se conozcan mínimamente.

 

 

 

 

Ahora ese rebaño escogerá a un individuo que sea afín al grupo, ya sea amigo, familia o compañero, este ultimo individuo no pertenecerá a ese rebaño virtual, y el germen de este experimento es, despertar en él, esa mentalidad de rebaño que todos llevamos impresa.

Como comienzo de este experimento, el grupo perteneciente al rebaño, creara una especie de falsa noticia, un descubrimiento o un hallazgo que sea totalmente inverosímil e inocente, pero que tenga cierto grado de coherencia para que llegue a generar duda, una noticia del tipo,

  • "Comer brócoli crudo en ayunas, aumenta la potencia sexual"

  • "Dormir menos de tres horas diarias, te hace mas inteligente"

  • "El banco mundial condonara todas las deudas hipotecarias",

...lo dejo a vuestro criterio, cuando mejor argumentado este, mas probabilidades de éxito habrá.

Un primer sujeto del rebaño, iniciara el experimento por separado, instalando este descubrimiento o noticia en el sujeto victima, la primera reacción de este será de incredulidad y seguramente tomara esa noticia como una chorrada, algo que no tomara en cuenta.

 

Mas tarde y de forma independiente, entrara en juego un segundo individuo del rebaño, que volverá a insistir en ese gran descubrimiento o noticia, su incredulidad persistirá, pero habremos plantado la semilla de la duda.

 

Es probable que busque por Internet, pero evidentemente no hallará nada al respecto; de lo que se trata ahora, es que su sentimiento critico acabe anulado por su sentimiento de pertenencia y afiliación a un grupo.

 

El tercer individuo del rebaño que de forma independiente insista en esa gran noticia, provocará que su escepticismo comience a diluirse y comience a dudar de su sentido critico.

Tras cuatro o cinco intentos distintos, por distintos individuos en momentos distintos, el sujeto del experimento definitivamente creerá. Ya no buscara la información, no dudara y su sentido critico estará apagado definitivamente.

 

A partir del quinto o sexto individuo que le haya insistido de forma distinta e independiente en esa gran noticia, el sujeto del experimento comenzará a asimilar como propia la información y asegurará haberlo leído "por ahí" en algún sitio, ya no hay vuelta atrás y su necesidad de pertenencia a un grupo será mas fuerte que su sentido común.

 

A partir de este punto de no retorno, si continuamos insistiendo como hasta ahora y personas distintas, en momentos distintos, continúan su bombardeo, el sujeto potenciará su filiación e intentará liderar el grupo, ya que, no solo asegurara tener ese conocimiento, si no que asegurará haberlo probado y dará fe de su buen resultado, o conocerá a alguien que le haya pasado o incluso habrá sido testigo.

En resumen si instalamos la creencia que los burros vuelan, por ejemplo, el individuo pasara de la incredulidad a ser testigo del hecho, en cuestión de horas, a través de la repetición como herramienta básica.

 

He de dejar claro, y avisar, que una vez que al sujeto participe de este estudio, se le revele la verdad una vez finalizado, no se lo suelen tomar con mucha deportividad, así que recomiendo mucho tacto, a ninguno nos gusta que nos engañen y nos manipulen, así que debemos estar preparados para una reacción poco civilizada.

 

Es probable que durante la realización de esta prueba el sujeto no doblegue su actitud y se mantenga firme en su incredulidad, si después de varios intentos no conseguimos que su sentido critico ceda, pueden suceder dos cosas,

  • o la exposición que hacéis es floja y poco convincente

  • o habéis dado con alguien que de verdad piensa, por lo tanto es mejor abortar

Es importante conservar el respeto y no viciar en exceso esta prueba.

Finalmente si os decidís a probar para haceros una idea de cómo resulta este experimento, lo hagáis con cierto sentido del humor, de forma desenfadada y sin ofender, ni faltar al respeto al pobre amigo o compañero que va a ser victima inocente de este estudio.

 

Es importante tomarlo con deportividad y saber parar cuando por cualquier circunstancia denote incomodidad o suspicacia ante la insistencia, los tiempos son importantes dejarlos bien marcados, no se puede apabullar, debe ser algo progresivo, la noticia o el evento que queramos instalar en el sujeto, debe ser expuesto de forma natural durante el transcurso de una conversación, no debe parecer un atraco, ya que levantaría sospechas y encendería las alarmas.

 

Si se hace de la forma correcta y la exposición es medianamente creíble, la posibilidad de éxito es altísima.

Este experimento no es una invención mía y por supuesto no es nuevo; esto es utilizado a diario por los medios de comunicación, que se dedican a hacernos creer lo que ellos quieren con este método, repitiendo una y otra vez las consignas que nos quieren instalar y creando una opinión publica generalizada, moviendo así a su antojo y hacia el objetivo deseado ese rebaño.

 

La tendencia instintiva a no quedar excluidos de la opinión mayoritaria, nos acaba entrampando y nos mete en una burbuja de irrealidad.

 

Los medios de comunicación hacen la labor del perro, que con sus ladridos agrupa e indica al rebaño la dirección que han de tomar, donde han de pastar y como han de pensar.

Tenemos dormido el sentido crítico, nos creemos despiertos, pero el miedo a quedarnos solos, nos provoca una inmensa somnolencia.

 

Despertar el sentido crítico y el sentido común son esenciales para no quedar rezagados en nuestro camino individual, no podemos parar nuestro proceso por temor a la crítica, el ridículo o la soledad.

 

No podemos seguir pensando como borregos y debemos dejar de comportarnos como si viviéramos en un rebaño.

 

El sentimiento de hermandad y de unidad, no puede confundirse con el sentimiento de filiación a grupos, que al fin y al cabo, son círculos pequeños, de mentalidad reducida, manejable y conformista.