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			por Raul 
			Mannise19 Junio 
			2018
 del Sitio Web 
			EcoCosas
 
			
			
			Versión en italiano
 
			  
			  
			  
			
			 
			  
			
 Hasta ahora, los científicos pensaban que el agua se movía a través 
			de los árboles por ósmosis y de alguna forma esta permanecía en un 
			continuo movimiento por el mismo.
 
 Pero recientemente han descubierto que los troncos y las ramas de 
			los árboles se contraen y expanden para "bombear" agua desde las 
			raíces hasta las hojas, de manera similar a la forma en que nuestro 
			corazón bombea sangre a través de nuestros cuerpos.
 
 La única diferencia entre nuestro pulso y el de un árbol es que el 
			de un árbol es mucho más lento, "latiendo" una vez 
			cada dos horas 
			más o menos, y en lugar de regular la presión arterial, el latido 
			del corazón de un árbol, regula la presión del agua.
 
 Se cree que debido a lo lento que funciona el sistema, es que 
			tardamos tanto en percatarnos del mismo.
 
				
				"Hemos descubierto 
				que la mayoría de los árboles cambian regularmente de forma y en 
				forma periódica, estos cambio están sincronizados en toda la 
				planta, lo que implica cambios en la presión del agua", dijo 
				András Zlinszky, de la Universidad de Aarhus, en los Países 
				Bajos. 
			En su estudio de 2017 (Not 
			All Trees Sleep the Same), 
			András Zlinszky y su colega Anders Barfod 
			
			usaron un 
			escáner láser terrestre para monitorizar 22 especies de árboles y 
			poder documentar cómo cambiaba la forma de las copas de estos 
			árboles.
 Las mediciones se realizaron en invernaderos durante la noche para 
			descartar el sol y el viento como factores en los cambios de forma 
			de los árboles.
 
 En varios de los árboles, las ramas se movían hacia arriba y hacia 
			abajo aproximadamente un centímetro cada dos horas.
 
 
			  
			
			 
			
			Los
			
			percentiles de altura de las nubes 
			de puntos 
			 y 
			su desplazamiento (m) en el tiempo  
			
			en relación con la posición inicial, 
			 
			
			para Magnolia grandiflora.
			 
			
			Los percentiles no utilizados para el cálculo  
			
			del movimiento medio se muestra en gris.  
			
			El patrón de movimiento implica el dominio de  
			
			la oscilación a corto plazo, con tres ciclos  
			
			durante el período de medición. 
			
			
			Fuente 
			  
			  
			Después de estudiar la 
			actividad nocturna de los árboles, los investigadores llegaron a una 
			teoría sobre el significado de estos cambios de forma y movimientos 
			en los árboles.  
			  
			Ellos creen que este 
			movimiento es una clara indicación de que los árboles están 
			bombeando agua desde sus raíces.  
				
				Es, en esencia, un tipo de "latido 
			del corazón"... 
			Zlinszky y Barfod explican su teoría en su más reciente estudio en 
			la revista Plant Signaling and Behavior. 
				
				"En la fisiología 
				clásica de las plantas, la mayoría de los procesos de transporte 
				se explican como flujos constantes con una fluctuación 
				insignificante en el tiempo", dijo Zlinszky a New Scientist.
				   
				"Los modelos actuales 
				no asumen ni explican fluctuaciones con períodos inferiores a 24 
				horas". 
				
				
				Fuente 
			Pero los investigadores 
			aún no entienden completamente cómo funciona este movimiento de 
			"bombeo".  
			  
			Sugieren que tal vez el 
			tronco aprieta suavemente el agua, empujándola hacia arriba a través 
			del 
			xilema, un sistema de tejido vegetal formado por células 
			muertas, rígidas y lignificadas que conducen la savia y sostienen la 
			planta cuya función principal es transportar agua y nutrientes desde 
			las raíces hasta los brotes y las hojas.
 En 2016, Zlinszky y su equipo publicaron otro estudio (Quantification 
			of Overnight Movement of Birch Branches and Foliage) que demuestra 
			que los 
			
			abedules "se duermen" por la noche.
 
 Los investigadores creen que la caída de las ramas de abedul antes 
			del amanecer es causada por una disminución en la presión interna 
			del agua del árbol.
 
			  
			Sin fotosíntesis nocturna 
			que impulse la conversión de la luz solar en azúcares simples, es 
			probable que los árboles reserven algo de energía relajando las 
			ramas que, de otro modo, estarían inclinadas hacia el sol.
 Estos movimientos del abedul son 
			
			circadianos, siguiendo el ciclo 
			día-noche.
 
 Su nuevo descubrimiento es algo completamente diferente, dicen, 
			porque los movimientos ocurren a intervalos mucho más cortos.
 
 
 
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