por Jorge Alvarez
31 Octubre 2016
del Sitio Web LaBrujulaVerde

Versión en italiano
 

 

 

 

 

 

 

Son varias las referencias existentes a las relaciones más o menos intensas establecidas por la Antigua Roma con Oriente.

 

Recordemos que, al fin y al cabo, las legiones llegaron muy lejos hacia el este e incluso hay teorías sobre su presencia en China, como pasa con la famosa legión perdida de Craso.

 

Sea leyenda o no esto último, lo que sí se sabe es que chinos y romanos mantuvieron contactos indirectos a través de otros pueblos e incluso parece que se planteó más de una vez la posibilidad de un intercambio de embajadas:

Está registrado el nombre de un delegado llamado Gan Yao que envió el emperador Ban Chao a finales del siglo I d.C, aunque al parecer nunca llegó a occidente.

 

Más tarde, en tiempos de Antonino Pío, se planteó la situación a la inversa, algo que después se repitió con Alejandro Severo y Caro.

No existe constancia de que tuvieran éxito.

Pero a donde no llegaron los hombres sí lo hicieron los productos.

 

Por ejemplo, las siempre ansiadas especias y la seda china viajaron a la península itálica (al menos hasta que el Senado consiguió proscribir la segunda, debido al nocivo efecto que ejercía sobre los precios); en sentido contrario viajaron vidrios, gemas, monedas y muchas piezas textiles (sobre todo alfombras).

 

Por lógica, donde hay intercambio comercial también suele haberlo cultural, de una forma u otra.

 

Y aquí es donde entra en escena un icono tan característicamente oriental como el taijitu, un símbolo que representa el taiji (principio básico de todo) y el concepto del yin y el yang.
 



 


El taijitu, obviamente, está ligado al taoísmo de Lao Tsé (equilibrio basado en la contraposición de tres fuerzas, activa, pasiva y moderadora) y al confucianismo (que fue la religión oficial de China hasta el siglo VII).

 

El yin y el yang serían esa dualidad que conforma todo el universo, siendo el primero el principio femenino y el segundo el masculino, opuestos pero dependientes entre sí y, a veces, intercambiables en sus papeles.

 

Su representación a través de ese diagrama no es exclusiva y el diseño cambia: su imagen más conocida es el círculo dividido en dos mitades, blanca y negra, separadas por una línea serpenteante y con sendos círculos más pequeños en cada una; pero la bandera de Corea del Sur es una muestra de que hay otras variantes.

El caso es que la primera representación de un taijitu en Europa occidental, que se sepa, procede del antiguo mundo romano.

 

Era el emblema que usaban en sus escudos unidades de infantería como los armigeri defensores seniores (imagen de cabecera) y los Mauri Osismiaci (mauritanos acantonados en Armórica, la región costera noroeste de la Galia), en la primera mitad del siglo V.

 

También por los Thebaei, otro cuerpo militar.

 

Lo curioso del caso es que los taijitu de estas tropas serían unos setecientos años anteriores a los chinos, lo que lleva a preguntarse:

¿es una casualidad, un mero parecido iconográfico, o es que el origen de ese diagrama oriental por excelencia fue, en realidad, occidental y llegó a China en uno de aquellos intercambios de los que hablábamos antes?

 

Página del Notitia dignatum

en la que se muestra un taijitu
 


No hay respuesta segura y probablemente no la habrá nunca.

 

Pero la autenticidad del Notitia dignitatum está fuera de toda duda y es ahí donde aparece esa referencia, como se puede apreciar en la imagen.

 

El Notitia dignitatum fue un documento de la cancillería imperial de Roma en el que quedó consignada su organización administrativa, tanto en lo referente al imperio de Occidente como al de Oriente, en todas sus administraciones.

El nombre completo,

Notitia dignitatum omnium tam civilium quam militarium utriusque imperii occidentis orientisque. hoc documentum rationem reddit de structura et administratione imperii Romani aetate Theodosiana,

..significa algo así como,

"Lista de todas las dignidades del imperio de Oriente y de Occidente, tanto civiles como militares. En este documento se presenta la estructura y la administración del Imperio Romano durante la época de Teodosio".

Este emperador vivió en la segunda mitad del siglo IV y el documento sería unos pocos años posterior a su muerte, del primer cuarto del V.

En cualquier caso, se trata de una relación de oficinas con sus funcionarios correspondientes: los de la corte, los provinciales y los mandos militares.

 

No es fiable al cien por cien en el sentido de que a veces no deja claro si algunas unidades militares que reseña son varias o la misma en diferentes destinos (ya que la información se compiló a lo largo de varios años), aparte de las lagunas que quedan en las partes perdidas o los posibles fallos de los copistas, frecuentes en aquellos tiempos y en los posteriores.

 

Porque además no se conserva el original pero sí varias copias bajomedievales y renacentistas, algunas iluminadas, realizadas a partir del perdido Codex Spirensis, un protocolo documental que incluía el Notitia dignitatum.

En fin, sea cual sea la explicación para la presencia de ese taijiju en un documento romano siete siglos antes de su invención oficial, sería la confirmación de un refrán que a menudo creemos descriptivo de nuestra época pero que, como vemos, ya era aplicable en la Antigüedad:

El mundo es un pañuelo.

 

 


Fuentes