|

por Guillermo Caso de los Cobos
Octubre 24, 2016
del Sitio Web
TerraeAntiqvae

Esculturas de yeso, que datan de alrededor de 6500 a.C., fueron
descubiertos en 1985 en el
yacimiento neolítico de Ain Ghazal, en
las afueras de la ciudad capital Amán, Jordania.
Probablemente representan antepasados
míticos.
Debajo de una ladera rocosa, en el centro de Jordania, se encuentran
los restos de una aldea de 10.000 años de antigüedad, llamada Ain
Ghazal, cuyos habitantes vivieron en casas de piedra con vigas de
madera en el techo, muros y pisos relucientes por el yeso blanco.
Cientos de personas que vivieron ahí rendían culto en templos
circulares y hacían esculturas evocadoras, de ojos enormes, de tres
pies de altura.
Enterraban a sus queridos muertos bajo
el piso de sus casas y decapitaban los cuerpos para poder decorar
los cráneos.

Esqueleto
fosilizado de un ser humano
que fue enterrado
debajo del piso de una casa familiar en Ain Ghazal,
un pueblo agrícola de
10.000 años de antigüedad, en Jordania.
C. Blair / Proyecto
Arqueológico Ain Ghazal.
Sin embargo, con todo lo fascinante que era esta cultura, hay algo
más sobre Ain Ghazal que intriga a los arqueólogos:
fue una de las primeras aldeas
agrícolas que surgió en los albores de la agricultura.
Alrededor del asentamiento, los
campesinos de Ain Ghazal cultivaron,
-
cebada
-
trigo
-
garbanzos
-
lentejas
Otros miembros de la aldea se iban
durante varios meses seguidos a pastorear ovejas y cabras en las
colinas de los alrededores.
Sitios como Ain Ghazal (imagen abajo) proporcionan una visión sobre una de
las transiciones más importantes en la historia humana:
el momento en que la gente comenzó a
domesticar las plantas y los animales, se asentó y empezó a
crear el tipo de sociedad en la que vivimos ahora la mayoría.

Sin embargo, a pesar de todo lo que han enseñado a los arqueólogos
yacimientos como Ain Ghazal, todavía siguen batallando con grandes
preguntas.
-
¿Quiénes, exactamente, fueron
los primeros agricultores?
-
¿Cómo surgió la agricultura,
piedra angular de la civilización misma, y cómo se expandió
a otras partes del mundo?
Algunas respuestas están surgiendo ahora
a partir de una fuente sorprendente:
el ADN extraído de los esqueletos de
Ain Ghazal y de otros asentamientos tempranos de Oriente
Próximo.
Estos hallazgos ya han cuestionado ideas
sostenidas hace tiempo sobre cómo surgió la agricultura y la
domesticación.
Y, lo que es más, los nuevos datos muestran que los primeros
agricultores dejaron una marca genética importante.
Las gentes,
desde Irlanda hasta la India, rastrean algunos de sus antepasados en
aquellos pueblos que empezaron a cultivar cebada y trigo en Oriente
Próximo hace miles de años.
"Es una parte de la historia de la
civilización que apenas estamos empezando a conocer", anota
Iosif Lazaridis, un investigador en la Escuela de Medicina de
Harvard.
Falsas
impresiones
La revolución agrícola cambió a nuestra especie y nuestro planeta.
Conforme las bandas de cazadores y
recolectores comenzaron a domesticar las plantas y los animales,
abandonaron la vida nómada y construyeron aldeas y pueblos que han
durado miles de años.
Un suministro estable de alimentos
permitió el crecimiento rápido de sus poblaciones, y los pequeños
grupos igualitarios se convirtieron en reinos que se extendieron
cientos de kilómetros.
La agricultura se originó en unos cuantos centros pequeños por todo
el mundo, pero, probablemente, primero en
el Creciente Fértil, una
región de Oriente Próximo que incluye partes de lo que hoy es,
-
Irak
-
Siria
-
Líbano
-
Israel
-
Jordania
Las evidencias claras que hay allí de la
agricultura (aldeas, cultivos, ganado, herramientas para la
preparación de los alimentos) datan de hace unos 11.000 años.
En la década de 1990, los arqueólogos concluyeron, en su mayoría,
que la agricultura en el Creciente Fértil comenzó en Jordania e
Israel, una región conocida como Levante Sur.
"El modelo consistía en que todo
empezó allí y luego se propagó, incluidas, quizá, las personas",
comentó la Dra. Melinda A. Zeder, una investigadora del Museo
Nacional de Historia Natural Smithsonian, en los Estados Unidos.
Sin embargo, en los últimos años, la
Dra. Melinda A. Zeder y otros arqueólogos han dado un giro a
ese consenso.
Su investigación indica que la gente
estaba inventando la agricultura en varios sitios del Creciente
Fértil más o menos al mismo tiempo. En las
montañas Zagros de Irán,
por ejemplo, la Dra. Zeder y sus colegas han encontrado evidencias
de domesticación gradual de cabras silvestres durante muchos siglos,
hace como 10.000 años.
Y también es posible que hubieran estado
cultivando plantas antes de lo que se creía.
A finales de los 1980, el Dr. Ofer Bar Yosef, de la
Universidad de Harvard, y sus colegas, excavaron un yacimiento de
23.000 años de antigüedad en las costas del mar de Galilea, conocido
como
Ohalo II.
Constaba de media docena de chozas de
paja. El año pasado, Bar Yosef y sus colegas informaron que, en una
de las chozas, había 150.000 semillas y frutos quemados, incluidos
muchos tipos, como almendras, uvas y olivas, que después se
convertirían en cultivos. También se encontró una cuchilla de
pedernal que al parecer se utilizó para cosechar los cereales, al
igual que una plancha de piedra para moler semillas.
Parece claro que los habitantes estaban
cultivando plantas silvestres mucho antes de lo que se pensaba.
"Nos hemos obsesionado con las muy
pocas cosas que vimos preservadas en los registros
arqueológicos, y nos hemos quedado con la falsa impresión de que
se trataba de un cambio abrupto", dice la Dra. Zeder.
"Ahora entendemos que realmente hubo
un largo periodo en el que estuvieron experimentando con los
recursos".
Muchos científicos han sugerido que los
humanos recurrieron a la agricultura bajo presión de determinadas
circunstancias.
Quizá el clima de Oriente Próximo se
volvió riguroso, o quizá la población de cazadores y recolectores
sobrepasó el suministro de alimentos silvestres.
Sin embargo, "experimentar con los recursos" no es el tipo de cosas
que hace la gente en momentos de desesperación. Más bien, argumenta
la Dra. Zeder, la agricultura ocurrió a medida que los cambios
climáticos provocaron el desplazamiento de algunas especies de
plantas y animales silvestres hacia a Oriente Próximo.
Muchos grupos distintos empezaron a experimentar con formas de
producir alimentos extras, lo que, al final, les permitió realizar
una nueva forma de vida: asentarse como grupos sociales más
estables.

En las
montañas Zagros de Irán,
cabras salvajes
fueron domesticadas durante muchos siglos.
Crédito. Fereidoun
Biglari / Museo Nacional de Irán.
Avances en el
ADN
Los genetistas se han preguntado desde hace mucho si podrían ayudar
a resolver el acertijo de los orígenes de la agricultura mediante el
análisis del ADN de los restos humanos descubiertos en lugares como
Ain Ghazal.
El material genético antiguo puede sobrevivir en esqueletos durante
miles de años, a veces hasta cientos de miles de años. De hecho, los
científicos han sido capaces de reconstruir genomas completos de
humanos antiguos y de parientes extintos como los neandertales.
Sin embargo, han fallado diversos intentos de extraer ADN de
esqueletos de Oriente Próximo.
Al parecer, las condiciones en la región
han sido demasiado duras como para que sobreviva ADN antiguo.
"Genéticamente, Oriente Próximo era
una zona desconocida", comentó el Dr. David Reich un
genetista en la Escuela de Medicina de Harvard.
Pero esto ya no es así.
En dos estudios recientes,
...los genetistas, incluido el Dr.
David Reich, han utilizado métodos nuevos para extraer
suficiente ADN de los huesos de los primeros agricultores y
averiguar su relación con otros pueblos.
Un equipo de investigadores con sede en
la Universidad Johannes Gutenberg, en Mainz, Alemania, ha
reconstruido los genomas de cuatro de los primeros campesinos de las
montañas Zagros, cuyos huesos datan de hace unos 10.000 años.
El Dr. Reich y sus colegas - incluido Ron Pinhasi, un
arqueólogo en la Universidad College de Dublín, y el ya citado,
Iosif Lazaridis, de Harvard - recuperaron material genético de
44 conjuntos de restos de todo Oriente Próximo.
Su botín incluía ADN de los primeros
agricultores en Irán, así como huesos de otros sitios en el Levante
Sur, como Ain Ghazal. El grupo de Reich descubrió material genético,
todavía más antiguo, de cazadores y recolectores en la región, tan
remotos como hace unos 14.000 años.
Los nuevos resultados indican la misma conclusión general:
los
primeros agricultores de cada región eran descendientes de los
primeros cazadores y recolectores.
Y, lo que es más, cada población tenía
su propia genealogía distintiva, la cual se remonta a decenas de
miles de años.
Eran tan genéticamente diferentes unos de otros como los europeos de
los chinos.
Y estos grupos siguieron siendo distintivos durante toda
la revolución agropecuaria, conforme cambiaron de cazadores y
recolectores a agricultores hechos y derechos.
"Fue bastante sorprendente ver cuán
diferentes eran estos grupos unos de otros", dijo Iosif
Lazaridis. "Fue más extremo que cualquier cosa que pudieras
haber imaginado que estaba pasando".
El Dr. Reich y otros arguyen que los
hallazgos muestran que las gentes de alrededor del Creciente Fértil
se hicieron agricultoras de forma independiente.
"No sucedió como si hubiera una
población en Oriente Próximo que desarrolló la agricultura y que
luego se expande y supera a todas las demás", explicó.

Restos de una
bellota
se recuperaron en una
cabaña de almacenamiento en Ohalo II.
Crédito: Prof. Ehud
Weiss, El Martin (Szusz)
Departamento de
Estudios de la Tierra de Israel y Arqueología,
Universidad de Bar
Ilan.
¿Un lugar de
nacimiento, o muchos?
Los arqueólogos han dado la bienvenida a los nuevos resultados de
los genetistas. Pero, por ahora, están interpretando los datos en
formas diferentes.
La Dra. Zeder dijo que el ADN antiguo sustenta un escenario en el
que los agricultores de todo el Creciente Fértil inventaron la
agricultura de forma independiente, quizá en repetidas ocasiones.
Sin embargo, el Dr. Bar Yosef dice que
él cree que la agricultura, como tal, evolucionó solo una vez y que
se propagó rápidamente de un grupo al otro.
El Dr. Bar Yosef señala a la datación cada vez más precisa que se
tiene de los sitios arqueológicos en el Creciente Fértil. En vez de
en el Levante Sur, los yacimientos más antiguos con evidencias de
agricultura plena se encuentran en el norte de Siria y el sur de
Turquía. Ahí es donde el Dr. Bar Yosef cree que
empezó la agricultura.
En otras partes del Creciente Fértil, argumenta, la gente sólo
estaba ensayando con la agricultura.
Únicamente cuando entraron en
contacto con aquellos que combinaban los cultivos y la cría de
ganado, y utilizaron la tecnología para manejar ambos aspectos (lo
que los científicos denominan el 'paquete neolítico'), fue cuando
adoptaron esas prácticas de forma permanente.
"Si pones en un mapa las dataciones
de los sitios en los cuales se encontró evidencia de
agricultura, ves que siempre sucede más tarde conforme te alejas
del centro de la zona", subraya el Dr. Bar Yosef.
Los nuevos resultados genéticos
simplemente muestran que esta tecnología agropecuaria se propagó por
todo el Creciente Fértil, pero que las poblaciones que la compartían
no se mezclaban entre sí.
La nueva investigación muestra también
que, aún después de que se estableció la agricultura por todo el
Creciente Fértil, la gente siguió genéticamente aislada durante
miles de años.
"Aunque hablaban unos con otros, no
se casaban entre sí", afirma Garrett Hellenthal, un
genetista del Colegio Universitario de Londres que colaboró con
los investigadores de la Universidad Gutenberg.
Sin embargo, la investigación del ADN
también muestra que este prolongado periodo de aislamiento terminó
de forma repentina y espectacular.
Hace unos 8.000 años se cayeron las barreras entre los pueblos del
Creciente Fértil y los genes empezaron a fluir por toda la región.
Oriente Próximo se convirtió en una mezcla homogénea de personas.
¿Porqué?
El Dr. Reich especula que las crecientes poblaciones de agricultores
comenzaron a vincularse unas con otras por medio de las redes del
comercio. La gente se movilizó a través de esas rutas y empezó a
casarse y tener hijos.
Los genes no solo fluyeron por todo el
Creciente Fértil, sino que también se propagaron hacia el exterior.
Los científicos han detectado ADN de los
primeros agricultores en personas que viven en tres continentes.
"Parece que hubo expansiones hacia
fuera, en todas las direcciones", comentó Iosif Lazaridis.
Los primeros agricultores de Turquía se
movieron por toda la parte occidental del país, cruzaron el Bósforo
y viajaron a Europa hace unos 8.000 años, donde no se encontraron
con agricultores.
Europa había albergado a grupos de
cazadores y recolectores durante más de 30.000 años, y los
agricultores acabaron por hacerse con gran parte de su territorio y
convertirlo en tierras de cultivo, sin mezclarse con ellos.
Los cazadores y recolectores, aún cuando se apegaron a su modo de
existencia durante siglos, al final fueron absorbidos por las
comunidades agrícolas más grandes.
Los europeos de hoy pueden
rastrear gran parte de su genealogía en ambos grupos.

La influencia
de los antiguos pueblos agrícolas del Cercano Oriente
todavía se puede ver
en lugares como la India.
Crédito Sanjay
Kanojia / AFP - Getty Images
Los primeros campesinos de lo que hoy es Irán se expandieron hacia
el este.
Al final, sus descendientes terminaron
en lo que hoy es la India, y su ADN constituye una parte
considerable del genoma de los indios.
¿Y las gentes de Ain Ghazal? Se expandieron al este de África,
llevando con ellos cultivos y animales. Los africanos orientales
conservan la genealogía de los primeros agricultores del Levante
Sur; en Somalia, una tercera parte del ADN de sus gentes proviene de
allí.
El Dr. Reich espera saber más sobre los primeros agricultores
mediante la obtención de muestras en forma más sistemática en todo
el Creciente Fértil.
Sin embargo, es pesimista en cuanto a
llenar algunos de los huecos más notorios del mapa genético del
Creciente Fértil. Nadie ha recuperado todavía ADN de personas que
vivieron en los asentamientos agrícolas más antiguos que se conocen.
Y es poco probable que lo puedan
intentar pronto.
"No es fácil dar con estos
especímenes únicos y especiales", dijo.
Para hacerlo, tendrían que aventurarse
en el corazón mismo de la guerra civil en Siria...
Fuentes
|