por Vera Ingeborg
23 Abril 2017
del Sitio Web DreamCatcherReality

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

 

 

 

 

 

 

 

 Más y más personas

se sienten insatisfechas y de alguna manera inquietas

acerca de su vida, su trabajo y/o sus relaciones.

La vida ¿no debería ser más que eso?

 

 

 

Trabajamos duro, hemos obtenido beneficios materiales por nuestros inmensos esfuerzos, nos podemos permitir muchas cosas buenas. Y, de hecho, creemos que deberíamos ser muy felices.

 

Pero en cambio, sentimos este vacío dentro de nosotros mismos y no importa con cuántas cosas nos consintamos, cuántos pasos tomamos en la escalera de la carrera - nunca parece suficiente para llenar ese vacío.

 

Y así continúa...

 

Un coche más grande, una casa más grande, más ropa, otras vacaciones, más juguetes para los niños, una televisión más grande, el último teléfono inteligente etc. Nosotros disfrutamos de estas cosas por un rato pero luego regresa.

 

Este vacío en el interior de nosotros...

 

Nos sentimos culpables, porque tenemos que estar contentos y sin embargo no lo estamos. Pensamos volver a los tiempos de nuestra niñez, cuando simplemente disfrutábamos de la vida, no teniendo que pensar o preocuparnos de nada. ¡Qué bueno sería ser libres otra vez!

 

Nos sentimos atrapados, pero no vemos ninguna salida. Debido a que el mundo funciona de la manera que lo hace. Necesitamos este trabajo para pagar por todas estas cosas que poseemos, para estar seguros cuando estemos viejos y ofrezcamos a nuestros hijos una buena vida ahora y un futuro mejor que el que teníamos.

 

Y así nos decimos a nosotros mismos:

Una vez que me retire, tendré la oportunidad de hacer todas las cosas divertidas con las que sueño ahora. Entonces voy a ser libre, entonces podré hacer lo que quiera.

Estamos atrapados en esta cinta sin fin.

 

Y de alguna manera, a pesar de nuestra cabeza dice:

'Aceptar esto te mantendrá a salvo', hay esta otra susurrante voz interior, Libérate! ¿Quieres hacer otra cosa? ¡Ve por ello!'

Pero por ahora estamos atrapados en este círculo vicioso.

 

¿Se reconoce usted en esto?

 

¡Felicitaciones! A pesar de que no se siente así ahora mismo, esto es una cosa muy buena, debido a que usted ha recibido la llamada despertadora.

 

Y leyendo esto - usted sabe ahora que no está solo..

 

 

 

 

Ha llegado el momento - ¡Despierta!

 

Esperar a la jubilación no puede realmente ser la respuesta seria.

 

La vida no es acerca de sufrir, es acerca de disfrutar. Es una experiencia que hay que vivir y debemos hacer lo mejor de ello.

 

Pero nosotros fuimos programados para creer que el sufrimiento es necesario para entrar en el paraíso después de la muerte. ¿Adivine qué? Usted puede tener su paraíso en este mismo momento.

 

Nos hemos olvidado de un poco de información, lo cual es muy necesaria para volver a descubrirnos a nosotros mismos de nuevo. Y de esto es de lo que se trata esta llamada de atención. Nos alerta a esa llamada interior.

 

Nuestro verdadero yo está tratando de llegar a la superficie para mostrarnos que hay mucho más en ello para nosotros que sólo existir. Nos recuerda que la respuesta a la paz interior y la felicidad no se puede encontrar fuera de nosotros mismos.

 

Nosotros llevamos dentro la llave.

 

El paraíso está en el interior de todos y cada uno de nosotros. Desafortunadamente hemos cerrado esa puerta para nosotros mismos porque la sociedad nos ha enseñado otra cosa.

 

 

 

 

La programación del Miedo

 

¿Usted ya ha visto la película "La Matrix"?

 

Parecía como una pieza de ciencia ficción, pero en realidad, no estamos tan lejos de eso. En esa película, las personas están programadas para experimentar ciertas cosas sin estar en un mundo real.

 

Todo lo que ellos experimentan todos los días son ilusiones y proyecciones.

 

Cuando Neo - el personaje principal de la película - sale de la Matrix por primera vez y se le pide apoyo para salvar a la humanidad y traerla de vuelta a su verdadera existencia, se le pregunta si quiere tragar la píldora roja o la azul. 

 

 

 

  • La roja lo despertará totalmente a la realidad y lo separará de la programación de Matrix.

     

  • La azul va a poner el velo del olvido sobre él, y él volverá al estado de sueño dentro de la Matrix.

Aunque no estamos en un estado como en la película, donde algunas máquinas toman el poder y mantienen nuestros cuerpos tumbados en algún lugar, conectados a un programa de ordenador, estamos, sin embargo, en un estado de hipnosis.

 

Cedimos nuestro control...

 

"¿Qué...?" - podría usted pensar ahora, pero tengo mi libre albedrío y puedo votar y puedo comprar todas estas grandes cosas que quiero tener, puedo elegir donde quiero vivir y viajar etc.

 

Sí, es cierto - pero, ¿es esta una verdadera libertad? ¿Por qué nos sentimos incompletos, entonces? La naturaleza siempre hace un trabajo perfecto creando a sus seres y manteniendo todo en equilibrio.

 

Entonces, ¿qué salió mal con la especie humana?

Desde una edad muy joven, somos programados. Las convenciones sociales y patrones de comportamiento son engranados en nuestro sistema y en nuestra mente a una edad muy joven.

 

Nuestros padres nos enseñan lo que les fue enseñado a ellos.

 

De generación en generación:

No confiar en ningún extraño, que el mundo es un lugar peligroso, que no hay suficiente para todos y que tenemos que ser mejor que otros para ser capaces de lograr algo en este mundo.

Nos muestran cómo debe ser una relación y nos enseñan los papeles que debemos tomar en la vida.

 

Siendo la buena esposa y madre cuidando de todos y haciendo a todos felices. Siendo el esposo y padre exitoso y fuerte que gana suficiente dinero y protege a la familia.

 

A una edad muy joven, a las niñas se les enseña cómo verse bien y cómo ser atractiva, cómo ser una buena chica y comportarse como si fuera indefensa y débil, para conseguir atrapar a alguien que más tarde le cuide.

 

A los chicos se les programa que llorando y mostrando otras emociones que no sean la ira es un signo de debilidad y no es masculino en absoluto.

 

Vamos a la escuela y se nos enseña muchas cosas más bien inútiles, que nada más son comida para la cabeza. Historia, política, geografía, derecho, etc.

 

Todas cosas que aprendemos a olvidar una gran parte de nuevo de inmediato. Obtenemos calificaciones y grados para fomentar la competencia entre nuestros compañeros de estudios.

 

Aprendemos a condicionar todo y a tener expectativas hacia todos. Lo que no se aprende en la escuela es el trabajo en equipo, la atención, la compasión y bienestar y valorar nuestro auténtico ser.

 

Comenzamos nuestro primer trabajo y creemos lo que nuestros padres y profesores nos dijeron: Tenemos que trabajar duro por nuestro dinero y tenemos que ser mejor que el resto. La competición continúa.

 

Somos mantenidos en una sensación de separación.

 

Se nos dice que estamos solos y de alguna manera tenemos que hacerlo a través del campamento tierra aunque ni siquiera entendemos por qué existimos. No cuestionamos, porque todo el mundo está jugando el mismo juego.

 

Por lo tanto, debe ser verdad...

 

Vemos la televisión o vamos al cine a ver las producciones de Hollywood. Nos muestran cómo debe ser en términos de romance y amor o nos muestran toda la fealdad de este mundo y todos los peligros y la brutalidad.

 

Las noticias sólo hablan de lo que está mal en el mundo, lo que tenemos que luchar y corregir y cuánto odio y mal existe ahí fuera.

 

Rara vez se habla de todas estas cosas increíbles y buenas que están sucediendo todos los días en la tierra, que superan a lo grande a las malas noticias!

 

Los anuncios y los programas de marketing nos programas en términos de lo que tenemos que desear en la vida y lo que se necesita para ser alguien que sea aceptado en la sociedad.

 

La Iglesia nos enseña a ser humildes y sentirnos culpables...

 

La lista continúa. Ni siquiera somos conscientes que todo esto es programación mental.

 

Todo tiene la intención de hacer una sola cosa:

Mantenernos en un estado de miedo.

Porque el miedo asegura que permanezcamos en un estado de dependencia.

 

Dependientes del gobierno, dependientes del empleo, dependientes de su pareja y así sucesivamente. Alguien que está en el miedo puede ser controlado fácilmente.

 

El miedo nos mantiene en un patrón de pensamiento de que no somos suficiente y no somos dignos de recibir el amor ni alegría.

¿Entonces, cuál es la solución?

 

Estamos tan acostumbrados a estos patrones, que ni siquiera los vemos más y los damos por sentado. Estamos convencidos de que esta es nuestra única realidad. Esa es la forma en que funciona este mundo.

 

¿Cómo podemos lograr salir de esta?

 

 

 

 

Todo es acerca del amor propio

 

La clave es muy simple, pero es bastante difícil desenterrarla.

 

Con el fin de salir de estos patrones, tenemos que aprender a amarnos a nosotros mismos. Dejando a un patrón de miedo y aprender a crecer en un mundo de amor es lo que tenemos que hacer.

 

Al hacer esto, repentinamente logramos el acceso a un nuevo ser (yo) completo. En realidad, ese es nuestro ser original, el que hemos encerrado en una jaula olvidándonos de él.

 

El que sabe exactamente lo que queremos. El que sabe qué es el amor y es capaz de dar y recibir amor con todos y cada uno alrededor.

 

¿Suena cursi? Sí, porque se está asociando el amor con el amor condicional con el que estábamos programados. Nosotros necesitamos a otra persona para estar completos. Necesitamos respeto y admiración de otros para sentirnos bien.

 

Ese no es el amor del que estoy hablando. Aquí estamos hablando del amor incondicional. Una sensación de alegría, asombro y felicidad la que uno a veces obtiene cuando le podemos dar un vistazo, por ejemplo, cuando uno es golpeado por la belleza de un momento en la naturaleza.

 

En estos momentos raros, el tiempo ya no tiene significado, la cabeza está completamente cerrada y todo lo que hay es una inmensa sensación de estar en paz con todo.

 

¿Y sabe qué? Así es como se supone que debe ser la vida permanentemente.

 

Estar en una sensación de unidad con todo y todos los que nos rodean.

Todo comienza con el amor propio.

 

Mientras no nos amemos a nosotros mismos y no sintamos que somos lo suficientemente buenos, vamos a permanecer en un lugar de miedo. No seremos capaces de compartir nuestro amor libremente y sin condiciones, sino que dependeremos del amor de otros.

 

¿Alguna vez ha conocido a una persona que parecía estar muy a gusto con él o ella sin importar lo que esta persona hace, todo parece caer en su lugar para ellos de una manera perfecta?

 

Ellos parecen estar siempre alegres, felices y fluyendo? Y uno se pregunta, ¿cuál es su secreto?

 

Ahora ya lo sabe...

 

Ellos se aman a sí mismos. Siempre se ponen a sí mismos en primer lugar. Ellos se respetan a sí mismos y se honran a sí mismos por lo que son. No de una manera egoísta.

 

A ellos les gusta compartir pero saben la diferencia entre la entrega incondicional y amor incondicional.

 

Mantienen límites saludables. Ellos no se preocupan por las cosas materiales. Aun así, pueden disfrutar de ellas, pero no dependen de ellas.

 

Ellos han re-descubierto su intuición y la siguen. Ellos han reconocido la diferencia entre la mente programada, también llamada el ego y el espíritu libre - lo que la mente es en realidad, una vez que se libera de su prisión del ego.

 

Ellos han silenciado esta pequeña caja de charla de 24/7 dentro de su cabeza, saltando permanentemente desde el pasado al futuro y regresando, preocupándose por todo.

 

Ellos han puesto su ego en el asiento trasero de modo que ya no está más a la cabeza..

Han descubierto cómo vivir en el ahora...

 

Ellos han tragado la píldora roja y han dejado de creer que toda su programación anterior era real. Han salido de la Matrix y viven sin miedo. Ellos eligen el amor. Cada día...

 

Esa es su elección, también:

Roja o azul.

Los textos que comparto siempre se basan en mi intuición ("descargas") y / o en las experiencias de los clientes y la mía. No afirmo que lo que comparto sea la verdad última. Les animo a tomar solamente lo que resuena para encontrar su propia verdad y sabiduría.

 

Como esto es sabiduría universal, yo no reclamo ningún derecho de autor.