por Jakub Motyka
15 Febrero 2017

del Sitio Web ComputerHoy

 

 

 

 

 

 


El cobalto, el coltán o el estaño son ejemplos de materiales cuyo precio se ha disparado en los últimos años debido a la elevada demanda que genera la imparable expansión del mundo de la tecnología.

 

El mineral de cobalto, por ejemplo, tiene tanta demanda porque se utiliza mucho en las baterías de litio.

 

El problema es que la llegada del coche eléctrico podría poner patas arriba la ya de por sí desproporcionada relación de oferta/demanda de este material.

La voz de alarma procede de diferentes empresas de análisis financiero, las cuales han detectado que compañías con grandes capitales han empezado a hacer acopio de enormes cantidades de cobalto en vista de la inminente subida de precios que va a sufrir este mineral de aquí a los próximos años.

 

El precio del cobalto empezó a registrar una importante subida a finales del año 2016, y se dice que para dentro de unos años podría alcanzar un pico similar al que se registró con la crisis financiera de 2008.

Frente a las más de 2.000 toneladas de cobalto que sobraron en el mercado a finales del año 2015, se espera que para el 2020 haya un déficit de más de cinco mil toneladas de este material, según señalan los análisis de empresas como Macquarie Research.

 

El hecho de que haya más demanda que oferta hará que los precios se disparen, dejando incluso en pañales los casi 40 dólares que ya se están pagando ahora mismo por cada kilogramo de este mineral.
 


 

 

 

El responsable de esta subida en la demanda no será otro que el coche eléctrico, cuyas baterías requerirán de este preciado material para poder ofrecer una autonomía cada vez más extensa.

 

Eso, recordemos, sin olvidar la ya de por sí elevada demanda que ya generan sobre este mineral otros productos de electrónica como,

  • los móviles

  • las tablets

  • los ordenadores portátiles

Tal y como señalan algunas previsiones, para el año 2020 se espera que el 75% del total de las baterías de litio del mercado incorporen algún componente de cobalto.

 

A no ser que alguna tecnología de última hora desplace a las baterías de litio de su privilegiado lugar en el mercado - cosa que a corto plazo no parece que vayan a conseguir ni las baterías líquidas ni las que funcionan con agua del mar - esto significa que las baterías de los coches eléctricos también incorporarán este material entre sus componentes.

 

Pese a que en este pasado año 2016 la demanda de cobalto por parte de los coches eléctricos ha supuesto tan solamente un 6,5% de toda la producción de este mineral, se espera que para el año 2021 este porcentaje se dispare hasta por lo menos un 16,9%.

 

En total, y hablando de cifras netas, este incremento hará que la demanda de este material alcance la cifra de las 130.000 toneladas.

 

 



Los grandes fondos de inversión ya se están haciendo con reservas de cobalto

Por supuesto, los grandes fondos de inversión no van a dejar escapar la ocasión de ganar ingentes cantidades de dinero con este incremento de la demanda del coltán.

 

El Gobierno chino, a través de las autoridades que se encargan de gestionar todo lo relacionado con la adquisición de petróleo o metales preciosos, ya se ha hecho con nada menos que 5.000 toneladas de este mineral a la espera de que el precio suba en los próximos meses.

Esta demanda, sumada a la inestable situación que desde hace mucho tiempo se vive en la República Democrática del Congo (el principal proveedor de cobalto del mundo entero), no parece que vaya a desembocar en otro resultado que no sea el de una astronómica subida en los precios de este mineral.

 

Habrá que ver de qué forma afecta esta situación al consumidor final.