por Ruben Torres
27 Abril 2015

del Sitio Web LaCosechaDeAlmas

 

 

 

 




Tenemos un concepto lineal del tiempo:

pasado, presente y futuro.

La física quántica expone que los tiempos pretéritos coexisten con el tiempo presente, por lo tanto la linealidad no existiría y el tiempo tal y como lo entendemos tampoco.

 

En realidad el tiempo es leído por nosotros como una aguja lee los surcos de un disco de vinilo.

 

Nosotros seriamos la aguja y el tiempo existiría solo cuando nosotros camináramos por ese surco creando a su vez el contenido que leemos en él.

Nosotros en realidad seriamos todo, la aguja y el disco, pero para no complicarlo demasiado, seguiremos con este ejemplo.

 

Según avanzamos en la lectura de esa línea (surco) de tiempo, constantemente se nos están mostrando alternativas para elegir entre seguir por el surco o línea actual o saltar a otra línea paralela.

 

Con cada decisión hacemos pequeños saltos en nuestra línea de tiempo, esto lo hacemos a diario y esas pequeñas elecciones acaban sumándose a las elecciones de cada uno de nosotros, en un cómputo global.

Estas pequeñas decisiones, intranscendentes quizás, acaban desembocando en elecciones mayores que surcan líneas de tiempo generales que afectan a todos los que habitamos el planeta.

 

Elecciones como la de guerra o paz, por ejemplo, hace que saltemos entre una línea de tiempo u otra, eligiendo un futuro u otro.

 

Nosotros somos los que manipulamos el tiempo y lo que acontezca será consecuencia irremediable de nuestra elección, cada pequeña decisión va sumando para que el rumbo del planeta salte entre una línea u otra.

 

Las posibilidades son extensas, pero según vamos avanzando y eligiendo, las líneas de tiempo se crean o se destruyen, ninguna es alterada, simplemente existe o no, según nuestra elección.

 

Creamos la posibilidad y una vez materializada es cuando esta realidad existe, hasta que el observador (creador) no ve su obra esta no acontece, solo está en suspenso, en esa nube de posibilidad.

La aguja va saltando sobre el disco de vinilo, salta entre distintos surcos y lee distintos presentes, según sus elecciones pasadas, los hechos y las acciones se van desarrollando de un modo que al final todos somos afectados en una decisión en conciencia, aunque la conciencia de la decisión no este integrada en nosotros.

 

Una elección desemboca en otra y así sucesivamente...

 

 

 

 

Siempre podemos elegir, pero nuestra tendencia a ser manejados inconscientemente hará que elijamos según tendencia y no según conciencia, lo que provoca que la elección jamás se adecue a lo mejor para nosotros, sino que sustenta el ideal de otros.

Básicamente y para que este tema sea sencillo de entender, todo lo que hagamos será decisivo para el futuro de todos.

 

Todos estamos unidos y las decisiones inconscientes dan como fruto, futuros erróneos y fallidos. La catástrofe viaja con nosotros agarrada a nuestra mano mientras continuemos viviendo inconscientemente.

 

El seguir esperando a que sean otros los que nos arreglen el futuro implica que la línea de tiempo que escojamos será la que otros elijan por ti y es casi seguro que será la peor decisión que tomes.

Con una acción pasiva o egoísta en mente, nuestra actuación será inevitablemente la peor.

 

Si solo pensamos en lo mejor para nosotros o en lo mejor para el sistema, la línea de tiempo que elijamos será aquella que desemboque en un resultado negativo.

 

No se trata de salir y quemar el congreso, tampoco de votar al candidato idóneo, sino de sacar de nuestra mente todo aquello que crees que te hace distinto o superior a otros:

  • tu clase

  • tu estatus

  • tus títulos

  • tu dinero

  • tu color de piel

  • tus posesiones

Todo eso es circunstancial y no define el ser que eres, somos más que lo que aparentamos que somos, el envoltorio es distinto, pero en el interior fluye la misma energía.

Crear un mundo mejor pasa por creer que podemos crearlo, creer en nosotros, participar activamente en nuestra propia creencia, y conservarla como única creencia valida.

 

Las líneas de tiempo se transformarán y saltaremos a aquella más adecuada para nosotros, sin inducción externa, ni provocación mediática, sin miedo.

 

Líneas de realidad en elección constante, tiempos de cambio en líneas de cambio, pensamiento propio creación propia, ahora y a partir de ahora...