by Montalk
22 March 05
from Montalk Website

Spanish version
 

 

Ignorance, rejection, revelation… these three stages summarize the path between believing a lie and grasping the truth.

 

Consider them a problem-reaction-solution sequence toward divine ends.
 

  • Ignorance is essentially false belief reinforced by mental and emotional programming. By ignorance, it is meant unwillingness to seek greater understanding. This can come from a lack of intellectual application and/or absence of intuition.
     

  • Rejection occurs when one glimpses all the fallacies of the first stage but is shocked into losing balance and perspective. This stage requires intellect, but suffers from an absence of intuition. Rejection is just a logical inversion of the first stage, a negative image so to speak.
     

  • Revelation is when one sees the fallacies of the first stage, the contextual shortcomings of the second stage, and the constructive truth residing beyond both of them. This requires intellect and intuition - intellect to see the fallacies, intuition to gnostically leap into a higher level of understanding.
     

Most of mankind never makes it past the first stage, existing instead as mainstream mouthpieces for the Matrix Control System.

 

Many of them lack the higher chakras and are thus incapable of revelation. Some are simply too busy with body and ego survival to care for rocking the boat.

Then there are the smart ones who awaken from the first stage. They think they’re pretty clever in seeing the flaws in some mainstream institution or belief system.

 

Those who get fixated on rejection tend to plunge into cynicism, skepticism, and negativity because all their energy is devoted to pulling weeds rather than planting seeds. A negative image indeed.

During the second stage people are emotionally shocked and frustrated, which leaves them vulnerable.

 

Shocks can stun the intellect into adopting an immature binary viewpoint, that if something is a lie then its logical negative (opposite) must be the truth. For example, those who awaken from the lies of Catholicism but get stuck on the second stage either become rabid atheists or satanists, trading one stupidity for another.

In the third stage, one comes full circle.

 

Atheists may once again believe in a higher deity but nothing like what is propagated through mainstream religions. Those who rejected the naive positivity of New Age fluffism in favor of cynical “objectivity” may once again believe in the value of positivity but this time only when matched with awareness.

These stages are therefore three points on a helical spiral where a full 360 degrees brings one upward to the beginning of the next turn.

 

One starts at 0 degrees, ignorance, runs madly to the opposite side at 180 degrees, rejection, and then completes the turn at 360 degrees, revelation. This is ascension, the cyclical raising of consciousness through increasingly less distorted manifestations of the same archetype.

For those with two dimensional minds, 360 degrees is 360 degrees and elements derived through revelation seem just as foolish as elements mired in ignorance. That is why the Wanderer is said to travel the 'Way of the Fool.'

 

Those with wisdom are seen as fools by any who stubbornly occupy the 180 degree position of rejection. Unfortunately most of mankind is plagued with a two dimensional and binary view of reality, and this makes them total suckers for the Control System.

 

The devil has two arms… if you move away from one but stay in proximity, he’ll swat you with the other.

 

Disinformation takes many forms, but these generally fall into two main categories:

  1. direct programming for those of the first stage

  2. diversion and capture for those of the second stage

Disinformation for intellectuals requires associating the third stage with the first due to their angular similarity, then discarding the third along with the first and placing their angular opposite, the stage of rejection, on a pedestal.

 

Any lie can be sold as truth when placed beside the shortcomings of another lie.

There’s no chance of ascending up the spiral if one fails to make a complete turn. This, of course, is what the Control System wants. Too many turns and people might just spiral completely out of the prison.

 

And so people are kept at 0 or 180 degrees, a false dichotomy if there ever was one. Ascension up the spiral can only happen when one uses both the head and the heart, intellect and intuition.

 

It is not enough to see what’s wrong with the old; instead, internal revelation must also open one’s eyes to the new.









 


La Triada de La Evolución
por Montalk

22 Marzo 2005

del Sitio Web Free-News

Versión original en ingles
 

 


Ignorancia, rechazo y revelación... Son los tres estadios que recapitulan el sendero entre creer una mentira y captar la verdad.

 

Consideradlos como una secuencia de un problema-reacción-solución hacia los confines divinos.

 

  • Ignorancia

    La ignorancia es esencialmente la falsa creencia reforzada por la programación mental y emocional. Se entiende por ignorancia, la falta de voluntad de buscar una mayor comprensión. Esto puede venir de una falta de aplicación intelectual y/o ausencia de la intuición.

     

     

  • Rechazo

    El rechazo ocurre cuando, al vislumbrar todas las falacias del primer estadio, se queda uno conmocionado, perdiendo equilibrio y perspectiva. Este estadio necesita del intelecto, pero adolece de ausencia de intuición. El rechazo es tan solo la inversión lógica del primer estado, su imagen en negativo, por así decir.

     

  • Revelación

    La revelación es cuando se pueden ver los engaños del primer estadio, los defectos en el entorno del segundo estadio, y la verdad constructiva que se halla más allá de ambos. Esto requiere tanto del intelecto como de la intuición; el intelecto para ver las falacias, y la intuición para que el conocimiento intuitivo nos lleve a un nivel más elevado de comprensión.
     

La mayoría de personas no llega a trascender el primer estadio, y en lugar de eso existen como corriente principal de portavoces del Sistema de Control de la Matrix.

 

Muchos de ellos carecen de los chacras más elevados, por lo que son incapaces de llegar al estadio de revelación. Otros se hallan simplemente demasiado ocupados en la supervivencia del cuerpo y del ego para preocuparse en marear la perdiz o hacer olas.

Luego están los listos que despiertan del primer estadio.

 

Piensan que son lo suficientemente inteligentes para ver las imperfecciones en alguna institución principal o en algún sistema de creencias. Quienes se quedan anclados en el rechazo tienden a zambullirse en el cinismo, el escepticismo y la negatividad, porque toda su energía está dedicada a arrancar las malas hierbas en lugar de en plantar semillas. Es, en efecto, la imagen en negativo.

Durante este segundo estadio las personas se encuentran conmocionadas emocionalmente y frustradas, lo que les hace vulnerables. Lo impactante puede aturdir al intelecto y hacer que adopte un punto de vista inmaduro binario del tipo de que si algo es falso, entonces su opuesto lógico debe ser verdad.

 

Por ejemplo, quienes despiertan de las mentiras del catolicismo, pero se quedan inmovilizados en el segundo estadio, tanto pueden convertirse en furibundos ateos como en satanistas, cambiando una estupidez por otra.

En el tercer estadio es cuando se ha dado la vuelta a todo el círculo.

 

Los ateos pueden creer de nuevo en una deidad superior, pero que no se parezca en nada a lo que ha sido divulgado por las principales corrientes religiosas. Aquellos que rechazaron la superficialidad, ingenuamente positiva, de la Nueva Era en favor de una “objetividad” cínica, pueden creer de nuevo en el valor de la positividad, pero en esta ocasión sólo cuando está unida a una conciencia despierta.

Estos estadios son por tanto tres puntos en una espiral helicoidal en la que recorrer la totalidad de sus 360 grados nos deja en el inicio del próximo giro, pero un punto más elevado.

 

Se empieza en el grado 0, la ignorancia, se corre tontamente hacia el punto opuesto a 180 grados, el rechazo, y luego se completa el ciclo de 360 grados, la revelación. Esto es la ascensión, la elevación cíclica de la conciencia a través de manifestaciones cada vez menos distorsionadas del mismo arquetipo.

Para aquellos que poseen mentes en dos dimensiones, 360 grados son 360 grados, y los elementos que se derivan de la revelación les parecen tan sin sentido como los elementos que se hallan enlodados en la ignorancia.

 

Por eso es que se dice que el Buscador recorre el Camino del Loco. Quienes tienen sabiduría son vistos como locos por cualquiera que, obstinadamente, ocupe una posición de rechazo en los 180 grados.

Desgraciadamente la mayoría de la humanidad está contaminada con una visión de la realidad en dos dimensiones y binaria, y eso les hace totalmente vulnerables al Sistema de Control.

 

El mal tiene dos brazos... si te alejas de uno pero te quedas cerca del otro, te dará un zarpazo con el otro.

 

La desinformación toma muchas formas, pero en general cae en dos categorías principales:

  1. La programación directa de quienes se hallan en el primer estadio, y

  2. La distracción y captura de quienes se hallan en el segundo estadio.

Para los intelectuales, la desinformación requiere asociar el tercer estadio con el primero, debido a su similitud angular, y luego descartar el tercero junto con el primero, colocando su opuesto angular, el estadio de rechazo, en el pedestal.

 

Cualquier mentira puede ser vendida como verdad cuando se la compara con los defectos - deficiencias - de otra mentira.

No hay probabilidades de subir por la espiral si no se llega a completar el círculo completo. Desde luego, esto es lo que quiere el Sistema de Control. Completar demasiados círculos en espiral podría sacar a la gente de la prisión.

 

Por eso es que se mantiene a las personas en los puntos de 0 grados a 180 grados, o de una dicotomía falsa donde las haya. Ascender por la espiral puede suceder únicamente cuando se utilizan tanto la cabeza como el corazón, (el intelecto y la intuición).

 

No basta con ver qué está equivocado en lo viejo, lo mejor es que la revelación interior debe también abrirnos los ojos a lo nuevo.