por Elizabeth Whitney 
07 Marzo 2013

del Sitio Web RealitySandwich 

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

 

 

 

 

 

 

 

Hace unas semanas, había un gran alboroto acerca del fin del calendario maya.

 

La mayor parte era desinformación por los medios de comunicación que insistían en referirse a ello como una predicción para el fin del mundo. Nadie que tenga un conocimiento real de la cultura maya dicho nada por el estilo. Siendo los medios de comunicación  quién y qué, hubo poco esfuerzo para aclarar el significado de la calibración de un punto final en el tipo de calendario que mantenían los mayas. 

No era el fin del mundo. Era el final de una era mundial.

 

Una era mundial es una inmensa estación de conciencia manifestada en el plano físico. Los mayas, seres muy avanzados, crearon una cultura física para enseñar la conciencia del tiempo, la esencia de lo que es que el tiempo es conciencia. Ahora hemos entrado en la era mundial en la que vamos a aprender y a vivir esa realidad. 

La era mundial anterior era un ciclo que tenía una conciencia completamente diferente y sirvió a un propósito totalmente diferente. Duró 5,125 años y abarcó todo lo que llamamos civilización. Se ha referido como el "ciclo de la historia".

 

También se podría caracterizar como el ciclo en el que nos separamos de la naturaleza. Literalmente comenzó con la distorsión del calendario de su papel primordial como una forma social que armonizaba la actividad humana con el orden sincrónico de toda la creación en una herramienta para controlar a la humanidad a través del gobierno, la guerra, los impuestos, la deuda y la policía.

 

Los días de fiesta - vacaciones - de las antiguas sociedades matriarcales de la anterior era mundial estaban ligados a fenómenos naturales tales como estaciones, idas y venidas celestes – muy similar al punto – de los ritmos del cuerpo femenino. 

 

Todos nosotros estamos viviendo a través de la transformación de una época a otra, de una forma de pensamiento dominante a otra.

 

Estamos recuperándonos de la intensa experiencia de un drama de oscuridad versus luz al desarrollarse la era de la historia en la lucha por encontrar destellos redentores de armonía en un mundo cada vez más distorsionado. Esto sigue siendo el mundo que nos saluda diariamente en forma de "noticias": ejemplos horrendos de la humanidad viviendo una psicótica y suicida misión de falta de armonía en todos los frentes.

 

Técnicamente, nada de eso es una buena noticia, ya que pertenece a la era mundial que se ha acabado. Sin embargo, los consolidados y reactivos hábitos de los medios de comunicación siguen sirviéndolo al público. 

Las eras mundiales no terminan bruscamente. Terminan como un coche sin gasolina, a trancas y en barrancas.

 

Usted mantiene bombeando el pedal del acelerador por costumbre, pero el coche está rodando hasta detenerse. Cuando la marea cambia, hay un período inicial de caos, a medida que el agua que se ha tirado de un lado se reorganiza para responder a estar siendo tirada en el sentido opuesto. 

 

¿Qué impulsó la previa era mundial? Los pensamientos programados en el camino en donde el macro-programa de que el tiempo es igual a dinero (el calendario irregular de doce meses), ya no nutre más a la nueva era mundial - pero al ruidoso coche todavía le queda un poco de impulso. 

Mientras tanto, hay signos de los cambios radicales que están llegando a ser el combustible de la nueva era mundial, y estas señales son las verdaderas noticias.

 

Las estructuras de la vieja era están colapsando.

 

Véalas irse.

Demasiados tienen muy poco y muy pocos tienen demasiado, y el inevitable resultado de esa falta de armonía es el caos. (Bedlam es una palabra que se deriva del nombre de un hospital psiquiátrico de Londres.) 

En los límites del conocimiento, nuevos sistemas están naciendo. Estamos viendo los movimientos de surgimiento de conciencia con agendas políticas basadas en valores del corazón, no enfrentando a un grupo de nosotros en contra del otro. Estamos viendo que la supervivencia es una cuestión del planeta entero, no un privilegio de jerarquía. Probablemente vamos a ver movimientos surgiendo fuera de la fórmula política que iban en paquete con la última era pasada.

 

Tal vez será más como el Hombre Quemándose y menos como quemar la casa.

 

Estamos viendo el poder de la celebración, meditación y formas sincronizadas de danza para llevar a cabo la renovación de la esperanza y la aspiración. La largamente suprimida energía femenina, una vez encarnada en la autoridad del tiempo natural está regresando, así como también está regresando el Calendario de las 13 Lunas del Tiempo Natural. 

Este es el período de incubación, de la semilla murmurando bajo la tierra, de la elaboración de nuevas energías y probar nuevas ideas en un clima más amigable.

 

Las personas sensibles están de acuerdo en que las cosas han cambiado y notan el sutil poder de proyectar armonía personal interna en situaciones sociales. El apetito por los valores de crianza arquetípicos de lo femenino es innegable. Estamos cansados de la guerra y la violencia como herramientas para no poder resolver nada.

 

Es mejor llegar y quitar el dolor que infligir más dolor. 


Gradualmente, el despertar de la nueva conciencia irá tomando forma en el plano físico. La raza humana va a sanar la tierra en la era mundial a la que ahora hemos entrado. Todo nuestro genio inventivo será aprovechado al ir deshaciendo el daño que se le ha causado a la tierra física y el simple hecho de volcar nuestras prioridades iniciará una nueva explosión creativa de sanar y restaurar. En esto no estaremos solos.

 

La armonización de todos los seres con el orden sincrónico del universo es la invitación que abrirá nuestra conciencia a inmenso campo de inteligencia cósmica que nos rodea. 

Bienvenido a la nueva era...